Biología

Teoría de Lamarck sobre la evolución: origen, postulados, ejemplos


La teoría de Lamarck fue la primera teoría coherente donde se propuso que los organismos evolucionaban. Se centra en la existencia de una “fuerza vital” en el interior de los seres vivos que los empuja a modificar ciertos rasgos físicos en el tiempo con un propósito definido.

Esta teoría abrió las puertas al pensamiento evolucionista y fue predecesora de la teoría de la evolución de las especies propuesta por Darwin en el libro El origen de las especies. Sin embargo, fue duramente criticada, ya que no había experimentos ni evidencia suficiente que la apoyaran.

La teoría de Lamarck sobre la evolución fue propuesta en 1809 por el naturalista francés Jean-Baptiste Pierre Antoine de Monet, mejor conocido hoy en día como “Lamarck”, nombre con que firmaba sus publicaciones.

Lamarck fue uno de los padres de la paleontología y, además, fue quien acuñó el término “Biología” para identificar a la ciencia que estudia a los seres vivos.

En el momento histórico en que Lamarck planteó sus conceptos sobre la evolución, predominaban las ideas creacionistas, es decir, las ideas religiosas acerca del origen del universo por medio de la “Creación Divina”.

Su teoría apoyaba la idea de la “generación espontánea de la vida” y la búsqueda de la perfección por los organismos vivos. Lamarck era partidario de que la vida de todos los seres surgía a partir de la materia inorgánica y, a través de un “soplo de vida”, se le otorgaba un alma única a cada cuerpo.

Lamarck proponía que el cambio de las especies ocurría con un “sentido” o un “propósito” y consideraba que los animales más complejos surgían a partir de animales más simples.

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Origen de la teoría

Lamarck nació el 1 de agosto de 1744 en París. Se dedicó, principalmente, a la observación y clasificación de plantas y animales, realizando importantes estudios sobre la vegetación típica francesa. Además, fue uno de los primeros en utilizar el modelo de las claves dicotómicas propuesto por Linneo para la clasificación de los seres vivos.

La teoría de Lamarck fue publicada por primera vez en el libro “Filosofía Zoológica” en 1809. No existen, además de este libro, otros “cuadernos de notas” de Lamarck que nos revelen o conduzcan a través de los pensamientos que llevaron al científico a sus conclusiones respecto a la evolución.

En dicho libro, Lamarck propuso que los órganos de los animales “evolucionan” o se modifican de acuerdo a una especie de “ley” de uso y desuso, dependiendo de las necesidades fisiológicas y el ambiente donde se encuentran.

Por tanto, un cambio drástico en determinadas condiciones ambientales puede “activar” comportamientos que podrían terminar en la adquisición de nuevos órganos que, con el transcurso del tiempo, cambiarían considerablemente a los organismos y sus ciclos de vida.

Para otros científicos de la época, su teoría estaba sustentada sobre muy pocas observaciones y mucha especulación. Sin embargo, Lamarck era un gran estudioso y conocía bien los trabajos de Descartes, Leibniz y Newton, por nombrar algunos.

Postulados de la teoría de Lamarck

Lamarck mezclaba los hallazgos de sus observaciones taxonómicas con sus pensamientos filosóficos y pensaba que los organismos que observamos en la actualidad son las versiones más complejas y avanzadas de unos organismos antepasados más simples.

Así pues, Lamarck describió la evolución como un proceso progresivo y continuo, donde la naturaleza produce seres cada vez más complejos y perfectos a partir de organismos simples que surgen rápidamente por generación espontánea.

Los postulados de Lamarck pueden resumirse en dos ideas centrales:

  1. El uso frecuente y continuo de un órgano lo desarrolla de manera proporcional a la duración de su uso, mientras que la falta de uso lo debilita gradualmente hasta que el mismo desaparece.
  2. Las características u órganos que los individuos adquieren o pierden debido a determinadas circunstancias (uso o falta de uso) se conservan en los hijos (descendientes) a través de la reproducción, siempre que estos cambios sean adquiridos por ambos padres (parentales).

Algunas ideas adicionales a estos postulados, aunque de menor relevancia, son:

– La vida se origina espontáneamente, utilizando como “sustrato” cuerpos que han sido modelados a partir de materiales inorgánicos.

– Todos los organismos vivos poseen un impulso interno que los “empuja” hacia la perfección, en la literatura francesa de la época se refieren a este como “élan vital”.

– El camino hacia la perfección de cada organismo es un proceso lineal y progresivo que, en los animales, ocurre para conseguir finalmente la forma humana.

– Existen algunos caminos alternos en esa linealidad evolutiva, donde algunos organismos se detienen o se desvían, por lo que pueden observarse distintas formas a la vez.

Ejemplos de evolución según la teoría de Lamarck

Jirafas

El ejemplo más famoso del Lamarckismo es el dibujo de una jirafa con un cuello corto que trata de alcanzar las hojas de una rama alta de un árbol. A su lado, otro dibujo donde una jirafa, emparentada con la primera pero muchas generaciones después, consigue alcanzar las hojas de dicho árbol estirando su cuello.

Canguros

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Lamarck también se refería a las patas de los canguros como un ejemplo del desarrollo de los órganos a los que él se refería. Como el canguro empleaba constantemente sus patas para desplazarse, estas extremidades se desarrollaron excesivamente en el animal.

Avestruces

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Otros ejemplos incluían las extremidades superiores de los avestruces (las alas) como un ejemplo de extremidades atrofiadas, en contraste con unas patas muy desarrolladas, prácticamente especializadas para correr a grandes velocidades.

Alces

La dureza de los cuernos de los alces era un ejemplo muy divulgado por Lamarck, quien mostraba a unos machos con una muy desarrollada cornamenta, dura, resistente y de gran tamaño, contrastantes de forma evidente con las cornamentas de los alces hembras, que no las necesitan para las peleas.

Antepasados homínidos

Como un aficionado a la paleontología, Lamarck se basaba en los fósiles de nuestros antepasados homínidos para afirmar que los humanos eran el culmen de la complejización de los monos.

Elefantes

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La nariz de los elefantes también fue empleada por Lamarck como ejemplo contundente para defender su teoría, pues al observar dibujos de los antepasados de los elefantes podía apreciarse el cambio de la trompa, tanto en tamaño como en fuerza y contextura.

Neo-Lamarckismo

Muchos autores son de la opinión que la imagen de Lamarck ha sido injustamente juzgada y disminuida ya que, si se toman en consideración las ideas que predominaban en su época, sus obras podrían ser consideradas más bien como “vanguardistas”.

De esta manera surgió una corriente de pensamiento conocida como el “Neo-Lamarckismo”, donde los defensores de las teorías de Lamarck rescataron muchas de sus ideas y propuestas. No obstante, los científicos “neo-Lamarckistas” siguen enfrentándose a la dificultad de someter a prueba las hipótesis y predicciones de Lamarck.

El caso de John Cairns

La propuesta central de Lamarck implica que los organismos evolucionan de manera direccional, es decir, con un propósito o hacia una “meta”, en respuesta a circunstancias propias del ambiente que los rodea.

Muy a pesar de que los evolucionistas modernos (Darwinistas) consideran que la evolución es un proceso completamente azaroso, el biólogo molecular John Cairns realizó uno de los pocos hallazgos experimentales en los que se apoya el neo-Lamarckismo.

Cairns inoculó una cepa de E. coli (una bacteria presente en la flora intestinal de los humanos) incapaz de digerir lactosa en un medio donde la lactosa era el único azúcar disponible, esperando que, en la medida que las células se dividieran, apareciera (al azar) una mutación tal que les permitiese a los individuos de las generaciones sucesivas utilizar la lactosa como nutriente.

Para sorpresa de Cairns, las bacterias en presencia de la lactosa entraban en un periodo de inanición (dejaban de comer) por lo que no se reproducían. Además, al poco tiempo, dentro de las colonias aparecían bacterias mutantes, capaces de digerir la lactosa, tanto como si las bacterias de la colonia se hubiesen dividido al menos 100 veces.

Todas estas observaciones aparecían solamente cuando se agregaba lactosa a un medio en el que las bacterias habían sido privadas de nutrientes por varios días, sugiriendo que las mutaciones ocurrían en respuesta a la presencia de lactosa y no al azar, como habría de esperarse.

Fundamentos moleculares del Neo-Lamarckismo

En la actualidad se han encontrado mecanismos moleculares como la epigenética y los microRNas (miRNAs) que pueden influenciar y direccionar de cierta forma y a través de la descendencia, los cambios evolutivos en los organismos vivos en función de los cambios medioambientales.

Uno de los principales mecanismos de regulación epigenética se ejerce a través de las proteínas histonas, que influyen directamente en la expresión de los genes que codifican para los rasgos de los individuos.

Estas proteínas son capaces de exponer o esconder, según sea necesario, los fragmentos de ADN donde están los genes para que estos sean leídos (o no) en el interior de las células. Dichos patrones de regulación y la forma en la que se encuentran las histonas en cada célula pueden heredarse de padres a hijos.

Los microRNas (miRNAs) son unos pequeños ácidos nucleicos simple banda que se encuentran dentro de las células y que se encargan de regular muchos de los procesos implicados con la expresión genética.

Muchos autores consideran que los miRNAs son una suerte de “vehículos” que utilizan los padres para transmitir información acerca del medioambiente hacia su descendencia.

A pesar de estas “bases moleculares” en las que se apoyan los neo-Lamarckistas, este sigue siendo un tópico muy controversial y ha atraído la atención de muchos investigadores, tanto genetistas como estudiosos de la evolución, puesto que toca aspectos sensibles de este campo de la investigación científica.

Referencias

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