Animales

Iguana marina: características, hábitat, reproducción, nutrición


La iguana marina (Amblyrhynchus cristatus) es un reptil perteneciente a la familia Iguanidae que se encuentra en las islas Galápagos. Esta especie es la única representante del género Amblyrhynchus y contiene aproximadamente doce subespecies endémicas distribuidas en este conjunto de islas.

La iguana marina se encuentra actualmente catalogada como vulnerable según la IUCN, debido en gran parte a la contaminación de su hábitat y a la disminución de sus recursos alimenticios. Por otro lado, el fenómeno del Niño causa altos índices de mortalidad en esta especie (alrededor del 85%).

Tras los efectos de este fenómeno, se ha registrado que el tamaño corporal de la iguana marina disminuye hasta en un 20%, lo cual se atribuye a la escasa disponibilidad de alimentos. De esta manera, las iguanas muestran una gran adaptabilidad a este tipo de eventos naturales.

Las iguanas marinas se alimentan de forma casi exclusiva de algas marinas. Las estrategias de búsqueda de alimentos dependen del estado de desarrollo ontogénico en el que se encuentren. En general, las iguanas poseen dos formas de alimentarse: o bien durante la marea baja en la zona intermareal o en la zona submareal, donde estos animales se sumergen.

Esta especie presenta un comportamiento competitivo por los sitios de anidación, por lo que las hembras luchan por conservar territorios con sustratos arenosos, ideales para excavar y establecer sus nidos.

Algunas hembras buscan madrigueras vacías como una forma de evitar la competencia y las actividades de excavación. Durante la época de anidación, las hembras pueden alejarse de la costa unos 3 kilómetros hasta encontrar un sitio ideal para las nidadas.

Las iguanas marinas pertenecientes a todas las clases de tamaño, mantienen una temperatura corporal de entre 35 y 37 °C durante el día. A pesar de esta temperatura más o menos constante, el comportamiento termorregulador varía según la clase de edad.

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Características generales

El tamaño corporal de estos animales suele variar mucho entre las poblaciones y sexos. Son sexualmente dimórficas y los machos alcanzan tallas que superan los 100 cm, mientras que las hembras suelen medir aproximadamente la mitad respecto al macho.

Por otro lado, los machos presentan cabezas más largas que las hembras, mientras que estas tienen cabezas más anchas. Además, presentan un cuello más largo y espinas dorsales más grandes.

Los machos, en algunas localidades como en la isla Fernandina, pueden alcanzar hasta 5 kg. Sin embargo, en otras islas donde se encuentra esta especie pueden alcanzar un peso de 12 kilogramos.

Se estima que los animales con un peso menor de 500 gramos son inmaduros. Los adultos suelen alcanzar un peso entre 20 y 100 veces mayor del que presentan al eclosionar de los huevos.

Estos animales son generalmente negros, aunque durante la temporada reproductiva los machos pueden presentar un color conspicuo grisáceo-rojizo en los costados y la espalda. La hembra presenta cierta coloración luego de la cópula, pero resulta mucho más sutil que en los machos.

Hábitat y distribución

Hábitat

Estos animales suelen ocupar zonas intermareales, oceánicas y neríticas. Las hembras pueden desplazarse hasta un máximo de 2 kilómetros de la costa, y los machos se encuentran más comúnmente en aguas marinas, pudiendo sumergirse hasta 20 metros de profundidad.

Las iguanas marinas ocupan dos tipos de territorios, en los territorios de descanso, caracterizados por ser zonas rocosas, los individuos pernoctan durante los períodos de marea alta y por las noches. Durante el día ocupan territorios de transición, los cuales son lugares de paso entre las zonas de alimentación.

Distribución

Amblyrhynchus cristatus es una especie endémica de las islas Galápagos en Ecuador. Las diferentes subespecies se encuentran distribuidas en las islas Fernandina, Isabela, Pinzón, Santa Cruz, Marchena, San Cristóbal, Wolf, Darwin, Roca Redonda, Santiago, Genovesa, Pinta, Santa Fe, Española, Rábida y otras islas satélites.

Su distribución actual se calcula en alrededor de 5000 km2 para el área de ocurrencia y menos de 500 km2 para el área de ocupación real.

Reproducción

Durante el período reproductivo, los machos disminuyen considerablemente sus actividades de alimentación, perdiendo hasta un 26% de su masa corporal.

Los machos muestran un alto grado de poliginia, es decir, un macho se reproduce con un variado número de hembras durante la temporada reproductiva. Algunas observaciones señalan que un macho copula hasta seis veces en un día con diferentes hembras, con pausas de 12 minutos entre eventos.

Las hembras de A. cristatus colocan los huevos de manera sincronizada. Este comportamiento ayuda a evitar la destrucción de los nidos por parte de otras hembras y además, la agregación es una forma de protegerse contra algunos de sus depredadores como el Buteo galapagoensis.

Las hembras son ovíparas y pueden poner entre uno y seis huevos en nidos excavados en la arena con una profundidad de entre 30 y 80 centímetros. Luego de poner los huevos, los vigilan frecuentemente durante unos 10 días, aunque no dejan de alimentarse. Posteriormente los dejan sin vigilancia, mudándose a otras zonas de descanso.

El periodo de incubación es de aproximadamente 95 días. Las iguanas marinas eclosionan de los huevos pesando entre 48 y 65 gramos. En el siguiente video se puede observar cómo se reproducen dos especímenes:

Nutrición

Las iguanas A. cristatus se alimentan de algas marinas, exhibiendo una preferencia por algunas especies de algas rojas. Sin embargo, durante la marea alta, cuando estas algas se encuentran sumergidas fuera del alcance de estos animales, las iguanas marinas consumen mayor proporción del alga verde Ulva lobata.

La elección del alimento por parte de estos animales está influenciada por la morfología y el tamaño, así como las propiedades nutricionales que proporcionan dichos alimentos. Además, la abundancia y disponibilidad de las algas determina su consumo por parte de las iguanas marinas.

Las algas rojas (como Hypnea spinella) tienen alto contenido de proteína y les confiere a las iguanas mayores cantidades de energía que otras especies de algas como las algas marrones (del género Hincksia) y verdes (del género Ulva).

Por tal motivo, las iguanas marinas prefieren las especies de algas rojas, aunque en general consumen las que se encuentren con mayor disponibilidad. Las actividades de alimentación ocurren en cualquier momento del día con una duración variable, pasando hasta el 60% del tiempo en actividades de alimentación.

Estrategias de alimentación

Los individuos grandes de A. cristatus que se alimentan en la zona submareal, se separan nadando de la costa hasta unos 400 metros. En estas áreas se sumergen para alimentarse de las algas del fondo marino y cada inmersión dura en promedio unos 175 segundos.

Estas actividades de alimentación pueden llevarse a cabo diariamente o cada dos a tres días.

Por otro lado, algunos animales prefieren la zona intermareal para alimentarse. En estos casos, los individuos aprovechan la marea baja para explorar zonas cercanas a la colonia en búsqueda de algas que se encuentren expuestas sobre el agua. Es también común que se sumerjan en pozos poco profundos formados en estas áreas.

Los animales en las zonas intermareales se enfrían mientras se alimentan, por lo cual regresan a las zonas de descanso para calentarse nuevamente. Este ciclo es repetido hasta que están satisfechas o, al menos, que la actividad de las olas interfiera en la búsqueda de algas.

Los animales de menor talla, con un peso menor de 600 gramos, prefieren explorar cavidades entre rocas de lava en búsqueda de algas pequeñas. En el siguiente video se puede observar cómo se alimenta un especimen:

Cambios ontogénicos en la alimentación

En las iguanas marinas, al igual que en otros reptiles, los individuos juveniles requieren una mayor ingesta de energía que los adultos. Los animales jóvenes consumen cuatro veces más alimento en relación con su masa corporal que los adultos.

Por otro lado, las iguanas marinas juveniles aceleran los procesos digestivos al mantener elevadas temperaturas corporales durante el día. A pesar de tener un metabolismo más rápido que los adultos, tienen la capacidad de obtener la misma cantidad de proteína que estos.

Comportamiento

Las iguanas marinas son animales altamente gregarios, pudiendo conformar colonias de hasta 1000 individuos. Estas agregaciones ocurren principalmente debido a la baja presión por depredación, ya que en estas islas no existen mamíferos depredadores de mayor importancia para la especie.

Por otro lado, la obtención de alimento requiere un alto costo energético, lo que promueve que los individuos se congreguen cerca de las zonas de alimentación como una forma de ahorrar energía en el desplazamiento entre las zonas de descanso y las zonas de forrajeo.

Los machos son altamente territoriales. Esto se observa en mayor medida unos meses previos a la temporada reproductiva, pues los individuos machos de A. cristatus establecen pequeños territorios.

Las hembras muestran preferencias reproductivas por aquellos machos que establecen primero sus territorios. Debido a esto, es común que los machos con territorios centrales en la colonia tengan mayor éxito reproductivo que aquellos que se establecen en la periferia.

Es común que estos últimos peleen con los machos centrales como una forma de distraerlos y ocasionar la propagación espacial de las hembras hacia otros territorios.

Termorregulación

Las variaciones en el comportamiento termorregulador reflejan los cambios ontogénicos en cuanto a la estrategia de alimentación, cantidad y calidad del alimento consumido y presiones de depredación.

Los animales toman el sol sobre las rocas volcánicas de las islas, y gracias a su coloración oscura logran adquirir rápidamente temperaturas elevadas.

Generalmente, estos individuos se calientan tanto como les es posible antes de comenzar una actividad de alimentación, ingresando a las zonas de alimentación con temperaturas corporales de hasta 43 °C.

Las iguanas de menor tamaño suelen perder calor más rápidamente, por lo que estas salen a las zonas de descanso con más frecuencia. En estos individuos, la temperatura basal no disminuye hasta los mismos valores que en aquellos individuos de mayor tamaño.

Esto se debe a que las iguanas de menor tamaño tienen mayor dificultad para nadar, por lo cual, si sus temperaturas bajan a los mismos niveles que las iguanas de mayor tamaño, deberán emplear un mayor gasto energético para regresar a las zonas de descanso.

Además, al ser más pequeñas y desplazarse más lentamente, se vuelven vulnerables ante los depredadores.

Referencias

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