Lengua y literatura

Función apelativa: ejemplos y características


La función apelativa del lenguaje es aquella que sirve para ordenar, pedir o sugerir algo al destinatario del mensaje. Su finalidad es persuadir a otra persona para que haga una acción determinada. Por ejemplo: “muévete por favor”, “no hagas esos” o “sal de la clase”.

La función apelativa o conativa hace uso de varias técnicas lingüísticas para lograr el objetivo de persuasión en el receptor. Esta función está presente de manera regular en los textos dramáticos. Asimismo, es usada para la comunicación cotidiana, para publicidad y en discursos políticos.

Cuando se realizan órdenes de función apelativa, pueden ser de corto tiempo. Por ejemplo: pásame las llaves. También con reacción a largo plazo. Por ejemplo: deberías empezar hacer dieta. Además, puede usarse con fines interrogativos. Ejemplo: ¿leíste el libro que te recomendé? Incluso, para exclamaciones que exijan alguna reacción: ¡dime qué te pasa!

Índice del artículo

¿Para qué sirve la función apelativa?

La función apelativa sirve para:

  • Ordenar (forma imperativa): no fumes aquí, sal corriendo, no tires la comida.
  • Pedir (función interrogativa): ¿Podrías traerme una taza de café?, ¿Has acabado ya la tarea?, ¿Qué hora es?
  • Sugerir: ¿Me invitarías al cine?, si quiere puede sentarse, el niño está llorando.

Características de la función apelativa

La función apelativa tiene una serie de características:

Aplicación de vocativos

Los vocativos son las palabras que se usan para dirigirse a un receptor (nombres, pronombres, sustantivos). En la función apelativa es necesario hacer uso de este recurso lingüístico, pues el mensaje debe ser dirigido a una persona o un grupo de ellas.

De esta manera, el oyente se siente identificado directamente con lo que escucha y sabe que debe reaccionar. Los vocativos pueden estar al principio de la oración apelativa, dentro de ella o al final.

  • Ejemplos

– María, ponte el abrigo, hay mucho frío.

– Todos los alumnos, diríjanse a la cancha.

Uso de la segunda persona

En las oraciones y discursos apelativos es común el uso de la segunda persona, debido a que el emisor da sus opiniones y formas de pensar con el fin de que el receptor se sienta identificado.

  • Ejemplo

– Como comprenderás, no puedo ir a ese sitio.

Usada en manuales e instrucciones

En los textos funcionales y en los instructivos predomina el uso de la función apelativa, pues estos están elaborados para un receptor. Y cuando se trata de seguir unos pasos, se generará una acción específica de un objetivo planteado.

  • Ejemplos

– Receta de cocina: ¿cómo hacer arroz?

– Manual de instalación del sistema satelital.

Presente en las encuestas o solicitudes

Cuando usamos la función conativa o apelativa debemos recibir una respuesta del receptor. Por lo tanto, los cuestionarios o encuestas también cumplen con esta función del lenguaje. En este tipo de textos se realiza una interacción entre quien genera las preguntas y quien las contesta, y los receptores pueden estar influenciados por quien las elabora.

  • Ejemplos

– ¿Qué películas ha visto este año en el cine?

– ¿Crees que las paredes se ven mejor en color verde claro? Responde y explica el porqué.

Oraciones interrogativas

En muchas ocasiones, la función apelativa se aplica en oraciones interrogativas para dirigirse al receptor y obtener una respuesta. Hay varias formas en que pueden estar presente las interrogaciones, usando adjetivos, verbos o junto a adverbios.

Ejemplos

– ¿Puedes dejar de hacer ruído?

– Yo soy más linda, ¿verdad?

– Vamos a la playa, ¿qué te parece?

– Es lo mismo, ¿no crees?

Se utiliza en publicidad

En las publicidades se aplican varias funciones del lenguaje, una de ellas es la apelativa. Con esta se pretende influenciar al receptor para que adquiera un producto o haga uso de un servicio determinado.

En estos mensajes publicitarios se hace uso de conjugaciones de verbos como “aprovechar”, “llevar” o “comprar”, por nombrar algunos. Esto con el fin de dejarle un mensaje claro a quien lea o escuche dicha publicidad.

Ejemplos

– ¡Aprovecha! Tenemos esta gran oferta para ti.

– Llévate 3 y paga solo 2.

– ¿Qué esperas? Ven y compra nuestros sartenes antiadherentes. Son los mejores.

Usada para política

La función apelativa es bastante utilizada por los políticos en sus discursos hacia la población. Puede usarse de manera directa o indirecta, pero siempre con el fin de que la idea quede plasmada. Quienes la utilizan solo esperan que sus seguidores actúen o piensen de una determinada manera.

Ejemplos

– Directa: Ve a votar el este domingo, el futuro del país está en tus manos.

– Indirecta: ¿No les parece que debemos tomar acciones en contra de los grupos adversarios?

– En la forma indirecta, aunque parezca que se puede elegir la respuesta, el discurso está dirigido a influenciar la reacción del público.

Uso de palabras emotivas

A veces, en la función apelativa se hace uso de elementos cargados de afecto para que el receptor se sienta identificado. De allí que se puedan hacer solicitudes o dar órdenes con un toque de emotividad pueda recibir el resultado que queremos.

Ejemplos

– ¡Estás muy linda! Deberías comer más sano para mantener tu figura.

– Te extraño, ¡ven a desayunar mañana a las 8:00 a. m.!

Expresiones exhortativas

Cuando hablamos de oraciones exhortativas o imperativas, nos referimos a aquellas que son usadas para dar órdenes, realizar prohibiciones, y dar o pedir un consejo. Es por ello que siempre las encontraras en las funciones apelativas.

Ejemplos

– ¡Puedes comportarte de manera correcta!

– ¡Pedro!, no fumes dentro de la casa.

Unida a la función fática

Las expresiones de la función apelativa son muy diversas. Están estrechamente ligadas a la función fática cuando se trata de iniciar una conversación o terminarla. Hay palabras sencillas que con tan solo decirlas ya generan una respuesta.

Ejemplos

– Buenas tardes (en lenguaje menos formal, se reduce a “buenas”).

– Hola. ¿Cómo amaneces?

– ¡Dichosos los ojos!

Ejemplos de la función apelativa

– Hola, Rodrigo. ¿Quieres ir la playa? El día está bastante caluroso. ¡Vamos, no te arrepentirás!

– No deberías hablar con ese vecino. Pedro es muy gruñón.

– Niños, pueden subir al auto. Colóquense el cinturón de seguridad.

– ¿Necesitas un seguro de vida? ¡Vamos!, ¡llama ya! Obtendrás los mejores paquetes.

– Comenzará la función del cine. Por favor, apagar los teléfonos.

– Mantenga alejado a los niños.

– Ayúdame con la limpieza.

– Sebastián, ve donde tu papá y dile que se acabó el agua.

– ¡No esperes más! Te estamos esperando en el hotel la Bahía. Contamos con los mejores paquetes vacacionales para esta navidad.

– Señor, le agradecería si no deja su paraguas ahí.

– No deje pasar esta oportunidad única.

– Envíe su currículo indicando la remuneración pretendida.

– Salgan con cuidado.

– Niños, no hagan tanto ruido.

– Habla más bajo, que hay personas durmiendo.

– Señor mesonero, ya estamos listos para ordenar. Tráiganos una parrilla mar y tierra. No olvide colocarle camarones.

– Cecilia, ¡basta de llorar!  No vale la pena. Salgamos a dar una vuelta por el parque, te sentirás mejor.

– El sistema de votación automatizado es el mejor. ¿Qué les parece? Hay muchas investigaciones al respecto que lo recomiendan. ¡Es momento de cambiar!

– No se acerque a las cataratas.

Referencias

  1. Español coloquial: rasgos, formas y fraseología de la lengua diaria. (2006). Venezuela: Books Google. Recuperado de: books.google.co.ve.
  2. Función apelativa. (2019). (N/A): Enciclopedia Online. Recuperado de: enciclopediaonline.com.
  3. Función apelativa. (2018). Paraguay: ABC. Recuperado de: abc.com.py.
  4. Función apelativa. (2020). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.
  5. Fundamentos de semiótica y lingüística. (2007). Venezuela: Books Google. Recuperado de: books.google.co.ve.