11 Beneficios de la Cebolla para la Salud
Los beneficios de las cebollas para nuestro organismo son múltiples; mejora la salud del corazón, previene el cáncer, regula el azúzar el sangre, mejora la digestión, mejora el estado de la piel y del cabello, entre muchos otros.
La experta nutricionista del Instituto de Fitness de Texas Victoria Jarzabklowski afirma que “las cebollas son muy saludables y excelentes fuentes de vitamina C, además de contener compuestos sulfúricos, flavonoides y fitoquímicos”.
Estos dos últimos compuestos son los mayores causantes de los beneficios que podemos obtener de las cebollas. Puesto que los flavonoides junto a los fitonutrientes se encuentran en cantidad de verduras y frutas que reaccionan en nuestro cuerpo frente a un gran número de enfermedades.
También hay que señalar que los efectos de la cebolla se potencian si se ingieren de manera cruda, pues se mantienen mayores niveles de compuestos de azufre orgánico.
Índice del artículo
- 1 Propiedades de la cebolla para la salud
- 2 Descripción de la cebolla y composición
- 3 Historia
- 4 Recetas
Propiedades de la cebolla para la salud
Mejora la salud de nuestro corazón
Según un estudio publicado en 2002 en la revista Thrombosis Research, el azufre que contienen las cebollas nos ayudan a prevenir las coagulaciones que se pueden producir en nuestro cuerpo, y especialmente en la zona procedente al corazón además de prevenir la formación de grumos no deseados en las plaquetas de las células en la sangre
Otro estudio realizado por el Journal of Hypertensión también afirmó que reduce las probabilidades de padecer hipertensión, y de nuevo, gracias al azufre.
Otros diferentes efectos beneficiosos que pueden aportar la cebolla a nuestro organismo se pueden resumir en:
- Hace que la sangre se transforme más diluida, evitando su coagulación
- Disminución de los triglicéridos
- Disminución del colesterol en la sangre
- Consigue que nuestra presión sanguínea baje
- Ayuda a potenciar el colesterol bueno
- Regulan el nivel de los triglicéridos
Igualmente, también se ha demostrado que las personas que combinan la cebolla en su dieta con diferentes tipos de verduras, consiguen potenciar el conjunto de beneficios cardiovasculares.
Previene el cáncer
También es conocido que la cebolla puede prevenir el cáncer. La universidad de Maryland Medical Center habló de que el alto contenido de quercetina en las cebollas ayuda a inhibir las células cancerígenas, teniendo especial efecto en el de mama, colon, próstata, ovario y pulmón.
Para que las probabilidades disminuyan se dice que una ingesta de 1-2 veces por semana es una usabilidad de este alimento a nivel moderado, mientras comerla en 5 o 6 ocasiones se puede tratar de algo verdaderamente óptimo y lo cual es lo ideal y aconsejado por los expertos.
Las cebollas que pueden actuar de esta forma de una manera mucho más eficaz son las rojas y las amarillas. Por el contrario, las blancas son las que menos porcentaje de quercetina ostentan, y por lo tanto, las menos efectivas.
Mejoran la digestión
Gracias a uno de sus compuestos denominado como oligofructosa, se fomenta el crecimiento de diferentes bacterias beneficiosas para el intestino. Gracias a la acción de los radicales libres, se consigue que se descienda considerablemente el riesgo a padecer úlceras gástricas.
Regular el azúcar en sangre
La creación de insulina que produce la ingesta de cebolla hace que el azúcar en sangre se regule de manera más eficaz y exitosa de lo que normalmente se realizaría, y todo gracias al azufre que contiene.
Según un estudio publicado en 2010 en la conocida revista Environmental Health Insights, las personas con diabetes 1 o 2 que comían cebollas, mostraban niveles más bajos de glucosa.
Alivio del dolor frente a picotazos de abeja
Prueba a aplicar una cebolla exprimida en la zona afectada. Esto hará que el dolor disminuya considerablemente.
Este beneficio se trata desde hace años de una de los usos más ancestrales y antiguos que se le puede dar a la cebolla, y es por ello por lo que tampoco podíamos dejarlo pasar por alto.
Sin ir más lejos la revista L.A. Times afirmo bajo el nombre del Dr. Eric Bloque de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany que la cebolla fresca cortada y aplicada a nuestro hinchazón puede conseguir que baje la inflamación y el dolor de la picadura de abeja gracias a las diferentes cualidades antiinflamatorias que posee.
Actúa como antiinflamatorio y cura de infecciones
Según recoge la revista de Archivos Internacionales de Alergia e Inmunología aplicada, la cebolla funciona como un importante antiinflamatorio, especialmente de las vías respiratorias, lo cual ayuda a que las personas que desarrollen asma puedan disminuir sus efectos con su ingesta.
Esto ha sido apoyado también en un estudio publicado por la American Journal of Physiology en el año 2013.
Según la dietista Anne Mauney “los polifenoles en las cebollas actúan como antioxidantes, protegiendo el cuerpo frente a los radicales libres”.
Se ha comprobado que la cebolla posee un tipo de molécula denominada bajo el nombre de Onionin A que se encuentra en una parte del bulbo de la planta. Esta lo que hace es inhibir la actividad de los macrófagos. Con ello lo que se consigue es que en multitud de ocasiones las inflamaciones crónicas se mantengan bajo control.
Mejora la piel y el cuero cabelludo
Gracias a la vitamina C de la que goza la cebolla, podremos gozar de una mejor piel además de mantener un cabello más brillante. La vitamina C contribuiye a fortalecer los niveles de colágeno en nuestro organismo.
Ayuda a conciliar el sueño y combate la depresión
La cebolla ayuda a conciliar el sueño debido al folato, un compuesto que ayuda a prevenir excesos de homocisteina, lo cual suele originar diferentes trastornos depresivos.
Igualmente, si tuviéramos un exceso de homocsiteina, no conciliaríamos el sueño de igual forma a lo que hacemos con niveles regulados y controlados.
Mejor la densidad ósea
El corriente consumo de cebolla puede mejorar nuestra densidad osea de forma sustancial, especialmente cuando se tratara de mujeres que están pasando por la menopausia.
Esto sucede de tal forma que afecta especialmente al fortalecimiento de las caderas de las mujeres, reduciendo las probabilidades de padecer un riesgo de fractura.
Esto está comprobado por la revista Menopausia, la cual en 2009 realizó un estudio en el que las mujeres analizadas redujeron en un 20% las probabilidades de romperse algún hueso.
Por otro lado, debemos señalar que este tipo de alimento mejora los diferentes tejidos conectivos de nuestros huesos gracias a su alto componente en azufre.
Descripción de la cebolla y composición
Cuando hablamos del conocido vegetal nos referimos a la especie más cultivada del género Allium. Su otro nombre conocido es Allium Cepa L., el cual proviene etimológicamente de la palabra “cepa” que significa cebolla.
Hay que señalar que existe una gran variedad dentro de la familia anteriormente citada, entre las que también podemos encontrar cebolletas, puerros o incluso el ajo.
Respecto a la cebolla, sus variantes también dictan de ser similares en todas, pues podemos encontrar multitud de sabores, formas y colores. ¿Las más usuales?
La cebolla roja, blanca, o incluso amarilla suelen ser las más comunes. Sus sabores suelen dictar entre suave, picante o acre.
En cuanto a su formación, habría que señalar la cantidad de nutrientes de los que goza como son las vitaminas, diferentes antioxidantes como el azufre además de minerales, entre los que encontramos calcio, hierro, folato, magnesio, manganeso, fósforo y potasio.
Historia
La historia de la cebolla comienza a escribirse desde hace milenios, concretamente durante la edad del bronce, ya que diferentes análisis terminaron concluyendo que había diferentes restos de cebolla junto a varias piedras talladas. Todo esto remontándonos en torno al 5000 a. C.
Avanzando unos años más en el tiempo, nos topamos con los egipcios, los cuales la mezclarían en sus diferentes recetas junto a los puerros y el ajo. Curiosamente, se dice que los trabajadores que se encontraban en las pirámides de Gizeh se alimentaban principalmente de cebolla durante la ardua tarea de la construcción de estas.
Además, se utilizaban en los enterramientos. Precisamente, sería en la tumba de Ramsés IV donde se encontrarían restos de dicho vegetal dentro de las cuencas de sus propios ojos.
Si nos trasladamos hacia la Grecia clásica, los atletas la comían para que su sangre fluyese más rápido al igual que los gladiadores a la hora de la lucha.
No sería hasta años más tarde en la Edad Media cuando su producción se masificara hasta llegar a tratarse como uno de los alimentos más importantes de la época. Tal era su fama que era frecuente encontrarse una cebolla como obsequio y regalo, o incluso como método de moneda de cambio.
Durante la época moderna, sus funciones han ido tomando cada vez más fama dentro de los fogones hasta la actualidad, donde se ha convertido en un ingrediente imprescindible para dar sabor a casi cualquier tipo de plato.
Recetas
Antes de nada debemos decir que la cebolla se puede servir en diferentes cocciones y formas. En cuanto a las cocciones, podemos servirla básicamente desde cruda hasta completamente cocida.
Si hablamos de las formas de trabajar con este tipo de vegetal, hay que señalar que pueden servirse enteras o cortadas. Dentro de esta última presentación existen dos tipos que son los que más extendidos a día de hoy en la cocina:
- Grosso modo: se basa principalmente en cortar en una especie de trozos gruesos.
- Juliana: se comienza a trozear en finas láminas para su rápida cocción.
Aclarado esto, vamos a pasar a mostrar un conjunto de recetas llamativas y fáciles de preparar en casa:
Calamares encebollados
Cortamos los calamares en rodajas, la cebolla en juliana y picamos ajos. Tras esto, pochamos la cebolla en una sartén y le añadimos los ajos y los calamares en este orden. Le añadimos sal, pimienta junto al laurel y vino. Cocinamos hasta que reduzca y le añadimos finalmente el caldo de pescado.
- Ingredientes: 1 kg. de calamares, 1 kg. de cebollas, 2 dientes de ajo, 1 vaso de caldo de pescado, 1 vaso de vino blanco, 1 hoja de laurel, aceite de oliva, pimienta y sal.
Pichón con cebolla trufada y macarrones
Salpimentamos los pichones con un diente de ajo cada uno. Vertemos dos cucharadas de aceite de oliva y lo calentamos en el horno durante 10 minutos a 200 grados.
Mientras tanto, cocemos los macarrones y vamos cortando la cebolla y pochando la cebolla para añadirle nata liquida junto a trufa rallada. Para terminar montamos el plato con los macarrones y su nata y cebolla con los pichones en la zona superior.
- Ingredientes: 2 pichones, 2 dientes de ajo, 2 cebollas, 1 nuez de mantequilla, 250 mililitros de nata líquida, 1 trufa, 300 gr. de macarrones, aceite de oliva, sal y pimienta.
Sopa de cebolla con queso gratinado
Cortamos una cebolla en juliana para pocharla y agregarle un caldo vegetal junto a unas hierbas aromáticas. Tras esto, le añadimos un poco de brandy y una cucharada de mostaza.
A continuación, dejaríamos que se hiciera a fuego lento alrededor de 15 minutos. Para terminar el plato le espolvoreamos queso Gruyére sobre su parte superior y lo horneamos hasta gratinar.
Sin duda alguna, se trata de una de las recetas más fáciles, y a la vez más buenas a la hora de ejecutarla.
- Ingredientes: 2 cebollas, 1 litro de caldo vegetal, hierbas aromáticas, brandy, 1 cucharada de mostaza, queso Gruyére o en su defecto uno al gusto, aceite de oliva, pimienta y sal.
Ensalada de coliflor y cebolla
Cocemos la coliflor a la vez que pelamos unas zanahorias y cebolla, cortando estas dos en taquitos y juliana correspondientemente para establecerlas en un plato. Le añadimos unos pimientos cortados igualmente en tacos y colocamos la coliflor ya cocida. Terminamos con un aliño de aceite de oliva y sal al gusto.
- Ingredientes: Media coliflor, 1 cebolla morada, 2 zanahorias, 1 pimiento verde, 1 pimiento rojo, 1 tomate, aceite de oliva y sal.