Musgo: características, tipos, hábitat, reproducción
Los musgos son plantas terrestres no vasculares pertenecientes a la división Bryophyta de la superdivisión Embryophyta del reino Plantae. El término “Bryophyta sensu stricto” se emplea para referirse exclusivamente a los musgos, que comparten la división con otras plantas similares.
Con más de 23.000 especies descritas, la división Bryophyta (sensu lato, es decir, en sentido amplio) incluye tanto a los musgos (Bryophyta sensu stricto) como a las hepáticas (Marchantiophyta) y a los antoceros (Anthocerophyta) y corresponde a un grupo de plantas terrestres “inferiores”.
Los musgos (briofitos) componen el segundo filo más diverso de todas las plantas terrestres, pues se han descrito cerca de 13.000 especies solo para este grupo (probablemente existen muchas más que no han sido descritas aún).
Filogenéticamente hablando, se ha planteado que los briófitos son el grupo “clave” para la comprensión de las relaciones filogenéticas entre las plantas terrestres “superiores” actuales y de cómo los ancestros más cercanos fueron “capaces” de abandonar los ambientes acuáticos y “conquistar” la tierra firme.
Desde finales del siglo pasado los musgos han sido “empleados” como bioindicadores de la contaminación atmosférica. Además, su capacidad de absorción y retención de agua es fundamental no solo para el establecimiento de bosques y otros ecosistemas, sino para el mantenimiento de las cuencas hidrográficas y los humedales.
Estas diminutas plantas no vasculares tienen una función especial en el ciclo global del carbono, pues en muchos ecosistemas son una importante fuente de almacenamiento de este mineral, ya que representan altos porcentajes de la biomasa vegetal.
Índice del artículo
- 1 Ciclo de vida de los musgos
- 2 Partes del musgo
- 3 ¿Cómo crecen?
- 4 Tipos de musgos
- 5 Hábitat y distribución
- 6 Reproducción
- 7 Nutrición
- 8 Referencias
Ciclo de vida de los musgos
Los musgos, así como las hepáticas y los antoceros, tienen un ciclo de vida haplo diplobióntico que “marca” el cambio del ciclo de vida haploide-dominante de las algas al ciclo de vida dominado por el esporofito, observado en las plantas vasculares.
Un ciclo de vida haplo diplobióntico es aquel por el cual los gametos haploides se desarrollan en una estructura multicelular conocida como gametofito haploide (n) y donde la fertilización da lugar a un esporofito multicelular diploide (2n) que produce esporas haploides por meiosis.
En los briofitos, el gametofito es de vida libre y es una estructura foliosa autotrófica (fotosintética). Tras la fertilización se desarrolla el esporofito, que tiene el aspecto de un eje no ramificado en cuya porción terminal hay una cápsula que contiene esporas.
El esporofito en los briófitos depende parcialmente del gametofito para sobrevivir, lo que significa que no es del todo independiente de este.
Arquitectura del cuerpo vegetal de los briófitos
El cuerpo vegetativo de los briófitos, es decir, aquel que vemos en los bosques o creciendo sobre rocas húmedas, corresponde al gametofito, que es la fase dominante de su ciclo de vida (la fase haploide).
El gametofito, como lo mencionamos más arriba, es un cuerpo multicelular que se encarga de desarrollar los órganos sexuales que se conocen como gametangios. Esta estructura crece apicalmente gracias a las divisiones que sufre un conjunto de células en su ápice.
El gametofito puede considerarse “dividido” en secciones que llamamos metámeros, los cuales se ensamblan en “módulos”, de los cuales pueden formarse sistemas de ramificaciones.
Partes del musgo
Macroscópicamente decimos que el cuerpo vegetativo de un musgo está dividido en:
Rizoides
Los rizoides son filamentos muy delgados que funcionan en el anclaje del gametofito al sustrato donde crece y que pueden estar implicados en la conducción de agua (son análogos a las raíces, pero con un arquitectura más sencilla).
Muchos textos científicos establecen que los rizoides multicelulares de los musgos son tigmotrópicos, por lo que se unen fuertemente a los objetos sólidos que encuentran a su paso. Estos rizoides surgen a partir de unas células en la epidermis de la base del tallo, así como en la porción ventral de los tallos y las ramas.
Tallos (caudilios)
Los tallos (caudilios) son los ejes vegetativos que tienen una arquitectura bastante simple: una capa de células epidérmicas que rodea un “córtex” compuesto por células parenquimáticas, las cuales pueden rodear a un conjunto de células centrales que pueden funcionar en la conducción de agua.
Estas estructuras se encargan de soportar las hojas, también llamadas filidios, que, a diferencia de las hojas de las plantas vasculares o “superiores” no tienen peciolo y se insertan a los tallos a lo largo de toda su base.
Hojas (filidios)
Las hojas se desarrollan de primordios en cada metámero del tallo y su arreglo en este (filotaxis) depende del arreglo espacial de dichos metámeros (a menudo se arreglan en forma espiralada, lo que maximiza la intercepción lumínica).
¿Cómo crecen?
Los musgos crecen de forma “rastrera”. Son plantas de pequeño tamaño y tienen la capacidad de abarcar grandes extensiones de terreno, formando una suerte de “alfombra” o “colchón” verde con gran capacidad de retención de agua, lo que los hace vitales para el mantenimiento de muchos ecosistemas.
Tipos de musgos
Muchas algas, líquenes y plantas vasculares son confundidas constantemente con los briofitos, por lo que sus nombres comunes muchas veces incluyen el término “musgo”, erróneamente acuñado.
Los verdaderos musgos, es decir los Bryophyta sensu stricto representan a un filo compuesto por 5 clases:
– Sphagnopsida (los musgos de “turba”)
– Takakiopsida
– Andreaeopsida (los musgos de “granito”)
– Tetraphidopsida
– Bryopsida (los musgos “verdaderos”)
Las clases Takakiopsida y Tetraphidopsida son muy pequeñas, la primera compuesta por un solo orden y un género y la segunda compuesta por un solo orden y dos géneros; por lo que la principal atención se dirige siempre hacia las otras tres clases.
Bryopsida
En esta clase, también conocida como la clase de “musgos verdaderos”, existen más de 10.000 especies de musgos, lo que representa más del 90% de todas las especies del grupo (constantemente se describen nuevas especies).
Se trata de plantas relativamente pequeñas (desde 0.5 milímetros hasta 50 centímetros), con fases gametofíticas foliosas (de hojas del grosor de una sola capa celular) y rizoides multicelulares.
Sphagnopsida
Los musgos de esta clase, también conocidos como “musgos de turba” son muy populares en la horticultura, pues tienen una sorprendente capacidad de retención de agua.
En esta clase se han descrito 2 géneros:
– Sphagnum: 400 especies aproximadamente, presentes en regiones húmedas y pantanosas del hemisferio norte y distinguibles por las cápsulas rojas de sus esporofitos.
– Ambuchanania: solo encontrada en la isla de Tasmania sobre pequeños “puntos” de arena húmeda.
Andreaeopsida
Los “musgos de granito” comprenden la clase Andreaeopsida, que está compuesta por dos géneros: Andreaea y Andreaeobryum.
El género Andreaea tiene más o menos unas 100 especies. Se trata de musgos muy pequeños, de color negro-verde o marrón-rojizo que están presentes principalmente en regiones montañosas del Ártico, a menudo sobre rocas de granito (de allí su nombre común).
Andreaeobryum es un género compuesto por una sola especie y su distribución está restringida al noreste de Canadá, muy cerca de Alaska, creciendo sobre rocas o piedras calcáreas.
Hábitat y distribución
La mayor parte de las especies de musgos crece en hábitats húmedos, tanto de bosques templados como de bosques tropicales, asociados frecuentemente con humedales y arroyos (existen algunas especies semiacuáticas y acuáticas).
En dichos ambientes, muchos investigadores expertos en la materia son de la opinión que los musgos pueden llegar a ser tan dominantes en ciertas áreas que excluyen a otras plantas, es decir, imposibilitan su asentamiento en los mismos lugares.
Sin embargo, estas plantas no están restringidas a tales hábitats, pues algunas especies se han encontrado en desiertos relativamente secos, formando grandes masas sobre rocas expuestas al sol que, por tanto, alcanzan elevadas temperaturas.
Los musgos también representan la principal vegetación sobre muchas laderas rocosas en ambientes montañosos y algunas especies sobreviven las bajas temperaturas del continente antártico.
¿Qué nichos ocupan?
Los musgos, entonces, están presentes en gran cantidad de nichos, tanto naturales como artificiales, los cuales pueden estar desde el nivel del mar hasta más de 4500 metros sobre el nivel del mar (msnm) (prefieren, no obstante, gradientes entre los 1500 y los 3500 msnm, pues hay más humedad).
Pueden crecer, entonces, sobre tierra, materia en descomposición, madera, piedra, desagües, cañerías y paredes húmedas de casi cualquier material.
Reproducción
Los musgos se reproducen en dos fases marcadas: una haploide y otra diploide. La fase haploide se conoce como el gametofito y es la “fase dominante”; esta crece por mitosis y es a partir de la cual se forman los anteridios y los arquegonios, “órganos” reproductores masculino y femenino, respectivamente.
La fertilización del arquegonio (el óvulo) por el anteridio (por sus células espermáticas o anterozoides) depende de las condiciones ambientales, fundamentalmente de la disponibilidad de agua. Este proceso culmina con la formación del esporofito, que es la fase diploide.
El esporofito derivado de la fusión óvulo + anterozoide (“órgano” que porta esporas) produce las esporas meióticas (por meiosis) en una porción conocida como el esporangio.
Estas esporas son expulsadas del esporangio y germinan sobre distintos sustratos, formando un nuevo gametofito haploide que repite el ciclo.
Sexo
El “sexo” de los musgos está genéticamente determinado, pero los órganos sexuales son determinados genéticamente en respuesta a ciertos parámetros ambientales.
Al igual que en todas las plantas terrestres, los órganos sexuales de los briófitos son multicelulares y proveen cierta protección para los gametos, que son las células reproductivas (el huevo u óvulo y las células espermáticas móviles o anterozoides).
Los musgos pueden ser bisexuales (monoicos) o unisexuales (dioicos), es decir, que la misma planta puede tener órganos femeninos y masculinos o que un individuo es femenino y otro es masculino, respectivamente.
Nutrición
Los musgos son plantas terrestres, pero se dice que no son vasculares dado que no tienen un sistema interno de células conductoras de agua y materia elaborada (xilema y floema).
De lo anterior entendemos que los nutrientes son transportados de célula a célula por difusión o activamente (empleando energía en forma de ATP).
Son, como prácticamente todas las plantas terrestres, organismos autótrofos fotosintéticos, lo que quiere decir que obtienen su alimento por fotosíntesis, esto es: convierten la energía lumínica de los rayos del sol en energía química, empleando agua y CO2 en el proceso y “desechando” oxígeno al ambiente.
Estas plantas absorben de las superficies húmedas donde habitan los iones y minerales que necesitan para la síntesis de sus compuestos celulares y para el mantenimiento de su homeostasis interna.
Referencias
- Chaffey, N. (2014). Raven biology of plants. Annals of botany, 113(7), vii.
- Gilbert SF. Developmental Biology. 6th edition. Sunderland (MA): Sinauer Associates; 2000. Plant Life Cycles. Available from: ncbi.nlm.nih.gov
- Mauseth, J. D. (2014). Botany: an introduction to plant biology. Jones & Bartlett Publishers.
- Nabors, M. W. (2006). Introducción a la Botánica. Universitario, 28.
- Ros, R. M., Cano, M. J., & Guerra, J. (1999). Bryophyte checklist of northern Africa. Journal of bryology, 21(3), 207-244.
- Shaw, A. J., & Goffinet, B. (Eds.). (2000). Bryophyte biology. Cambridge University Press.