Lengua y literatura

Cronografía: qué es, características, ejemplos


¿Qué es la cronografía?

La cronografía es un recurso usado en la narrativa para la descripción del paso del tiempo, es decir, la acumulación de detalles que evocan y precisan un espacio temporal. Este espacio puede ser un día, estación del año, momento del pasado o cualquier otra medida de paso del tiempo. 

Por ejemplo, “A las cinco de la mañana del 6 de julio de 2020 se levantó como todos los días, pero ese día sería distinto”.

Este recurso es uno de los objetos de estudio de la retórica. En este sentido, la retórica es la disciplina que estudia los usos del lenguaje escrito, hablado y visual. Una de sus áreas de interés son los recursos retóricos (entre ellos, la cronografía).

La cronografía aparece especialmente en el ámbito del lenguaje literario. Esto no significa que sea de su uso exclusivo. De hecho, tanto en el uso cotidiano como en los distintos usos especializados del lenguaje es posible hallar un inventario rico y diverso de este recurso retórico.

De esta manera, se pueden hallar muchos ejemplos dentro del mundo de la publicidad. En estos casos, se utiliza por la necesidad de captar rápidamente la atención del lector.

También, en el campo del periodismo, se usa con el propósito de mantener esa atención. Por su parte, en el mundo de la literatura se emplea para crear un efecto estético.

Características de la cronografía

Uso inconsciente o deliberado

En algunos casos, la cronografía se utiliza casi inconscientemente en conversaciones informales para aportar minuciosidad a una idea.

En otros, se hace de forma deliberada y persiguiendo un objetivo. Especialmente en los casos de los lenguajes especializados, el propósito para su empleo es básicamente la persuasión.

Herramienta de comunicación

La cronografía es una figura retórica. Como tal, es un recurso de la comunicación utilizado por generaciones para hacer que el habla sea más ingeniosa y efectiva. Cuando se emplea adecuadamente, ayuda a los interlocutores a apreciar, interpretar y analizar los contenidos transmitidos.

De esta manera, este recurso ofrece la posibilidad de mejorar el mensaje que se quiere entregar, añadiendo –en este caso– la dimensión del tiempo a la descripción de hechos o cualidades.

Figura de amplificación

La cronografía es una figura retórica de amplificación. Las figuras que pertenecen a esta categoría comparten como rasgo común la expresión detallada y pormenorizada de ideas o conceptos.

En este caso, se trata de un desarrollo extenso y minucioso de la dimensión temporal.

Descripción de la estructura temporal

La cronografía se usa para describir espacios de tiempo. Se detallan entonces los pormenores de un periodo de tiempo definido por el autor con el fin de que el lector o el espectador los vean con más claridad y se les hagan reales y evidentes.

En literatura, se usa para temporizar contenidos. Esto es, ubicarlos dentro de alguna noción de tiempo transcurrido. Así pues, dependiendo de la unidad temporal seleccionada, pueden hallarse cronografías nocturnas, diurnas y estacionales, entre una gran variedad.

Transmisión animada y realista de imágenes

La cronografía es parte de la hipotiposis, conocida como evidentia o enargeia. Se trata de la capacidad del texto para provocar la ilusión de que las cosas narradas o descritas están presentes.

Esta causa en el espectador, lector u oyente, la sensación de que las está percibiendo como si las tuviera ante sus propios ojos.

La cronografía, entonces, tiene la capacidad de transmitir imágenes sensoriales de manera animada, realista y sorprendente. Estas, comúnmente, superan las características reales del objeto o situación descrita. De esta manera, logra atrapar la atención del interlocutor.  

Ejemplos de cronografía

En líneas generales, la cronografía tiene aplicaciones prácticas en cualquier campo de la actividad humana en los que se busque captar la atención y crear efecto estético. A continuación se describirán tres áreas donde se utiliza con frecuencia.

Literatura

La literatura es por definición un campo de producción de contenidos estéticos. Por tanto, se encuentran allí muchos usos para la cronografía. Por ejemplo, en el poema de autor anónimo “Romance del prisionero”, se puede observar ampliamente:

“Que por mayo era, por mayo, / cuando hace la calor / cuando los trigos encañan / y están los campos en flor / cuando canta la calandria / y responde el ruiseñor / cuando los enamorados / van a servir al amor / sino yo, triste, cuitado / que vivo en esta prisión / que ni sé cuándo es de día / ni cuándo las noches son / sino por una avecilla / que me cantaba el albor…”

El poeta usa la cronografía para situar al lector en una época (el mes de mayo) y abunda en detalles para significarla y resaltarla (campos en flor, pájaros enamorados y calor).

Posteriormente, comenta la situación personal del protagonista en esa época (preso, solo y triste, excepto por el canto de un ave).

Periodismo

En el campo del periodismo, los reporteros usan con mucha frecuencia el recurso de la cronografía. De esta manera dan contexto a las noticias (especialmente aquellos que se distancian en el tiempo) y pueden inmediatamente colocar al lector en situación.

En el párrafo siguiente, tomado del diario chileno La Vanguardia, el periodista emplea recursos de cronografía para ambientar su relato. Esta es una crónica de un terremoto ocurrido en Chile en 2010:

“… A las 03:35 h de la madrugada del día sábado 27 de febrero, todo el centro sur de Chile fue afectado por un terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter…” (…) “… Fue el más fuerte de la historia del país después de los 9,5 que sufrió Valdivia en el año 1960…” (…) “… segundos antes de comenzar el movimiento, se fue la energía eléctrica …”

El lector se entera de la fecha del suceso (27 de febrero) y de otros detalles temporales. Estos ubican al lector en el sitio de los sucesos. Puede de esta manera, sin haber estado allí, ser testigo virtual de lo acontecido y tener una idea de cómo y en qué momento sucedieron las cosas.

Artes

La cronografía en las artes puede hallarse en muchas de sus expresiones. Por ejemplo, puede ubicarse en las canciones. En ellas, las letras apelan con mucha frecuencia a las imágenes en las cuales la relación tiempo-espacio genera sentimientos.

Por ejemplo, en la siguiente canción de Joan Manuel Serrat se observa este recurso cuando describe el otoño: “Pintaron de gris el cielo y el suelo se fue abrigando con hojas, se fue vistiendo de otoño. La tarde que se adormece parece un niño que el viento mece con su balada en otoño. Una balada en otoño, un canto triste de melancolía que nace al morir el día”.

Otros ejemplos

– “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.

– La última vez que la vi fue en la Semana Santa de 2015. Me acuerdo porque fue ese año cuando me recibí de ingeniero.

– “Íbamos los dos / al anochecer / oscurecía y no podía ver…”. Leo Dan, “El último beso”.

– “Y en julio, en Aragón, tenía un pueblecillo / Una acequia, un establo y unas ruinas al sol…”. Joan Manuel Serrat, “Mi niñez”.

– Todos los días del invierno se levanta a las 6 de la mañana y hace yoga. En verano, se levanta a las 5.