Historia

Abrazo de Acatempan: qué fue, antecedentes, causas y consecuencias


¿Qué fue el abrazo de Acatempan?

El abrazo de Acatempan fue uno de los acontecimientos decisivos de la guerra de Independencia mexicana. Tuvo lugar el 10 de febrero de 1821 y fue el hecho simbólico que marcó la alianza entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero para acabar con el Virreinato.

En esos momentos, México llevaba más de una década de guerra entre los insurgentes que buscaban la independencia y las tropas del Virreinato de Nueva España. La situación parecía estancada, ya que ninguno de los bandos parecía capaz de imponerse por las armas.

Iturbide había sido enviado para tratar de vencer definitivamente a Guerrero. Sin embargo, el cambio de gobierno en España y la promulgación de la liberal Constitución de Cádiz, llevó a los conservadores del Virreinato a preferir una monarquía independiente de la metrópolis antes de aceptar que el clero y los militares perdieran privilegios.

La reunión entre Guerrero e Iturbide desembocó en el Tratado de Iguala y en la creación del Ejército Trigarante. En poco tiempo, entraron en la capital. Los siguientes Tratados de Córdoba proclamaron la independencia de México y el fin del dominio español.

Antecedentes

El Grito de Dolores, lanzado por Miguel Hidalgo el 16 de septiembre de 1810, está considerado como el inicio de la guerra de Independencia mexicana.

Durante los siguientes once años, los partidarios de la independencia y los del Vierreinato español, se enfrentaron por las armas.

Después de la muerte de Hidalgo, su puesto como líder fue ocupado por José María Morelos. Cuando fue fusilado, el conflicto pasó a convertirse en una especie de guerra de guerrillas, con frentes dispersos por todo el territorio.

En Veracruz, por ejemplo, se había hecho fuerte Guadalupe Victoria, mientras que Vicente Guerrero mantenía su lucha en la Sierra Madre del Sur.

Cambio en el Virreinato

La larga guerra no solo afectó a los partidarios de la independencia. Dentro del Virreinato de Nueva España también se vivía una época de cambio. Así, Félix María Calleja, virrey durante esa época, tuvo que dejar su cargo en 1816. Su sustituto fue Juan Ruiz de Apodaca, hasta entonces capitán general de Cuba.

El nuevo dirigente procedió a cambiar la política de su antecesor. Frente a la dureza de Calleja, Apodaca ofreció indultos a los insurgentes.

Algunos de ellos, como Nicolás Bravo, aceptaron la oferta. Otros, como Guerrero o Victoria, optaron por continuar la lucha.

Levantamiento de Riego

La situación en 1819, a pesar de la guerrilla, era bastante estable. El acontecimiento que rompería esa tranquilidad tuvo lugar en territorio español. Allí, el 1 de enero de 1820, Rafael de Riego se sublevó contra el rey Fernando VII.

El monarca, después de recuperar el trono tras la derrota napoleónica, había intentado acabar con los liberales. El levantamiento de Riego lo obligó a dar marcha atrás y jurar la Constitución de Cádiz promulgada en 1812, considerada demasiado liberal en sus planteamientos.

Cuando la noticia llegó a Nueva España, las reacciones no se hicieron esperar. El 26 de mayo, el intendente de Veracruz juró la misma Constitución.

El virrey hizo lo propio algunos días después. Los sectores más conservadores organizaron varias protestas y motines.

Conspiración de la Profesa

Además de los motines y protestas, los conservadores comenzaron a planear otros movimientos. Su principal temor era que la Constitución liberal española se aplicase en Nueva España y, con ella, el clero y el ejército perdieran sus privilegios.

La solución que los conspiradores dieron para esa posibilidad fue instalar una monarquía en un México independiente. El trono sería ofrecido al propio rey español o a alguno de los infantes.

Los protagonistas de la conspiración, llamada de la Profesa por una de las iglesias en la que se reunieron, empezaron a buscar apoyo militar para lograr su propósito. El elegido fue Agustín de Iturbide, en principio conservador y monárquico.

Iturbide, cuyo rol en la lucha por la independencia de México siempre ha generado controversia entre los historiadores, fue enviado a combatir a Vicente Guerrero en la Sierra Sur.

El abrazo

Al contrario de otros líderes insurgentes, Guerrero no aceptó el indulto ofrecido por el virrey. 

Ante esto, el Virreinato envió a Iturbide para derrotarlo por las armas. Sin embargo, la campaña emprendida fue un fracaso. Los insurgentes, con la ventaja que les daba el conocimiento del terreno, acumulaban victorias y parecía imposible derrotarlos.

Fue entonces cuando el futuro emperador, Iturbide, cambió su estrategia. Envió a Guerrero una carta solicitándole que unieran sus fuerzas para lograr la independencia. En un primer momento, Guerrero, desconfiado, rechazó el ofrecimiento.

Una nueva derrota de las tropas de Iturbide, el 27 de enero de 1821, hizo que volviera a escribir a Guerrero. Esta vez le pedía una reunión y le exponía los puntos de su programa político para México.

El encuentro tuvo lugar en Acatempan, hoy Guerrero, el 10 de febrero de ese mismo año. Tras conversar, se produjo el abrazo que sellaba la alianza.

No obstante, existen historiadores que ponen en duda esta versión e, incluso, señalan que no llegaron a reunirse personalmente.

Causas

Imposibilidad de vencer a los insurgentes

Aunque muchos líderes independentistas habían aceptado el indulto que el virrey Apodaca había ofrecido, otros se mantenían en la lucha.

Vicente Guerrero era uno de los más destacados. Como ocurría con Guadalupe Victoria, que luchaba en la sierra de Veracruz, el conocimiento del terreno hacía que fuera casi imposible derrotarlo.

Temor del bando conservador

Los sectores más privilegiados de Nueva España, especialmente el clero y el ejército, temían perder su poder en virtud de las leyes contenidas en la Constitución. Para evitarlo decidieron luchar por un México independiente cuya forma de gobierno fuera la monarquía.

Guerrero, enterado de lo que ocurría, trató de convencer a José Gabriel de Armijo, comandante realista en el sur, de que se uniera a sus tropas. Armijo rechazó el ofrecimiento y permaneció fiel al gobierno español.

Al final, Armijo renunció a su puesto y fue sustituido por Agustín de Iturbide. Este había sido contactado por los conspiradores conservadores. El virrey, desconociendo esto, lo envió a luchar contra los que se oponían al nuevo régimen liberal español.

Consecuencias

El abrazo de Acatempan marcó la alianza entre los insurgentes y los conservadores.

Plan de Iguala

Iturbide se adelantó a la hora de presentar sus puntos políticos para la alianza con Guerrero. Estos quedaron reflejados en el Plan de Iguala, que declaraba que el fin último de la rebelión era la independencia del país.

Además, el Plan establecía tres garantías fundamentales: la unión de todos los mexicanos sin importar el bando en el que hubieran luchado, la independencia y la oficialidad de la religión católica en el nuevo país.

Ejército Trigarante

El Plan de Iguala recogía la necesidad de crear un cuerpo militar que permitiera llevar a cabo los planes. Nació, así, el Ejército Trigarante o de las Tres Garantías.

Además de enfrentarse a las tropas realistas, su primera función fue expandir el Plan por toda Nueva España buscando nuevos apoyos.

Independenciade México

Apodaca fue sustituido por Juan O’Donojú, que sería el último virrey de Nueva España. Iturbide se reunió con él en Córdoba el 24 de agosto. En el encuentro, el futuro emperador hizo ver al virrey que la causa española estaba perdida, ya que casi el 90% de las tropas se habían puesto de lado del Trigarante.

O’Donojú no tuvo más remedio que aceptar y firmar los llamados Tratados de Córdoba, mediante los que se ponía fin a la Guerra de Independencia y se reconocía la soberanía de México.

El 27 de septiembre, el Ejército Trigarante, comandado por Iturbide, entraba triunfalmente en la Ciudad de México.

Participantes

Vicente Guerrero

Nació en Tixtla el 9 de agosto de 1789 y falleció el 14 de febrero de 1831.

Fue nombrado en 1818 general en jefe de los ejércitos del Sur, por lo que quedaba del Congreso de Chilpancingo. Desde los estados sureños resistió los ataques de los realistas, negándose a aceptar ningún indulto.

Entre 1820 y 1821, mantuvo varios enfrentamientos armados con Agustín de Iturbide, saliendo vencedor en todos ellos. Finalmente, ambos líderes protagonizaron el abrazo de Acatempan, gesto que sellaba una alianza para la independencia del país.

Tras alcanzar esta meta, Guerrero fue miembro del Supremo Poder Ejecutivo, ministro de la Guerra y Marina en 1828 y, finalmente, presidente de México durante ocho meses en 1829.

Agustín de Iturbide

Iturbide nació en Valladolid (hoy Morelia) el 27 de septiembre de 1783. Ingresó muy joven en el ejército del Virreinato, combatiendo a los insurgentes que buscaban la independencia.

A principios de los años 20 del siglo XIX, Iturbide recibió la orden de combatir a las tropas de Vicente Guerrero. Sin embargo, el militar estaba en contra de la Constitución de Cádiz, de carácter liberal. Por esto, solicitó a Guerrero una reunión con el fin de unificar sus fuerzas para lograr la independencia.

Iturbide fue el creador del Plan de Iguala, en el que establecía las tres garantías fundamentales para el nuevo estado mexicano. Fue también el encargado de firmar los Tratados de Córdoba, que reconocían la independencia de México y el fin del dominio español.

Los conservadores mexicanos, con Iturbide a la cabeza, pretendían que México fuera una monarquía y que el rey fuera un infante español. La Casa Real hispana se negó y el propio Iturbide acabó siendo proclamado emperador de México, con el nombre de Agustín I.

Pronto comenzaron las hostilidades hacia su gobierno. El bando liberal, liderado por Santa Anna, acabó con el régimen imperial en marzo de 1823.

Referencias

  1. Mexican War of Independence. Obtenido de onwar.com
  2. Agustín de Iturbide. Obtenido de britannica.com
  3. Vicente Guerrero. Obtenido de britannica.com