Toxocara canis: características, morfología, síntomas de infección
Toxocara canis es un parásito perteneciente al grupo de los nematodos, conocido principalmente porque infecta a los perros. Se encuentra ampliamente distribuido por todo el mundo.
Este gusano fue descrito por primera vez en 1782 por Werner y a partir de ese momento ha sido estudiado suficientemente. De manera tal que hoy en día se conoce desde su ciclo de vida hasta su mecanismo de infección.
La enfermedad que causa este parásito es la toxocariasis, la cual afecta principalmente a los perros. En los seres humanos, el parásito también puede generar esa patología, la cual, si no es tratada a tiempo, puede desencadenar consecuencias terribles como la ceguera permanente.
Taxonomía
La clasificación taxonómica de Toxocara canis es la siguiente:
– Dominio: Eukarya
– Reino: Animalia
– Filo: Nematoda
– Clase: Secernentea
– Orden: Ascaridia
– Familia: Toxocaridae
– Género: Toxocara
– Especie: Toxocara canis
Características
Toxocara canis es un organismo que entra en el grupo de los eucariotas pluricelulares. Estos se caracterizan por tener al ADN encerrado dentro del núcleo celular conformando a los cromosomas. Además están conformados por diferentes tipos de células, cada cual especializada en funciones específicas.
Al ser un parásito, obligatoriamente requiere de un huésped para poder sobrevivir. En su caso específico, el huésped es el perro, aunque ocasionalmente infecta a otros mamíferos como los gatos. Excepcionalmente el ser humano puede infectarse.
Son organismos heterótrofos, ya que no son capaces de sintetizar sus propios nutrientes, sino que se alimentan de otros seres vivos o de las sustancias elaboradas por ellos.
Así mismo son una especie dioica. Esto quiere decir que los sexos se encuentran separados. Es decir, hay individuos de sexo femenino e individuos de sexo masculino.
Estos organismos se reproducen de forma sexual, son ovíparos y tienen un desarrollo indirecto. Se reproducen mediante huevos, dentro de los cuales se forman las larvas. Cuando los huevos eclosionan, salen de ellos larvas que deben experimentar un proceso de transformación o muda hasta alcanzar finalmente el estadio adulto.
Durante su desarrollo embrionario, se observan las tres capas germinativas: endodermo, mesodermo y ectodermo. A partir de sus células es que se forman los diferentes tejidos y órganos del animal adulto.
Además de esto, presentan simetría radial, ya que están conformados por dos mitades exactamente iguales, tomando como punto de referencia el eje longitudinal del cuerpo del animal.
Morfología
Toxocara canis es una gusano que presenta un cuerpo alargado y cilíndrico. Su cuerpo se encuentra recubierto por una cutícula que es muy resistente.
Las hembras son de mayor tamaño que los machos, ya que pueden medir hasta unos 17 cm aproximadamente, en tanto que estos miden tan solo 10 cm. Igualmente, los machos tienen su extremo terminal curvado, con unas prolongaciones llamadas espículas, las cuales utiliza para el proceso de copulación y reproducción.
En su extremo cefálico se encuentra el orificio bucal, el cual se encuentra rodeado por tres labios. En este extremo también presenta unas prolongaciones laterales tipo aleta a ambos lados, las cuales le dan una apariencia triangular, como la punta de una lanza.
Ciclo biológico
El ciclo biológico de Toxocara canis es directo, lo que quiere decir que no requiere de un hospedador intermedio ni de un vector para infectar a su huésped definitivo, que es generalmente el perro, aunque también puede infectar a otros mamíferos de la familia canidae.
Este es un parásito que no requiere de un vector, sino que infecta directamente a su huésped.
En el ambiente
Los huevos, conteniendo las larvas inactivas, son liberados al ambiente a través de las heces del animal. Si las condiciones del suelo son las adecuadas en lo que se refiere a temperatura y humedad, las larvas experimentan diversos cambios, pasando al estadio larvario L2. Allí permanecen hasta que el huevo es ingerido por algún huésped. Es importante destacar que las larvas L2 pueden mantenerse así hasta por espacio de hasta tres años.
Ingreso al huésped
La forma más común en la que un huésped puede infectarse con el parásito es a través de la ingesta directa.
Sin embargo, no es la única, ya que también existe la transmisión parenteral, mediante la cual las larvas pasan de una madre al cachorro a través de la placenta o en la lactancia. Así mismo, los perros pueden infectarse al comerse a otro animal que se encuentre infectado por el parásito.
En el huésped
Una vez dentro del cuerpo del huésped definitivo (perro), los huevos llegan al estómago y posteriormente al intestino, donde eclosionan, saliendo así las larvas L2. Estas penetran en la pared intestinal y llegan a la circulación.
Ahora bien, dependiendo de la edad del perro pueden ocurrir varias cosas. En perros que superan los 5 meses, las larvas migran hacia diferentes tejidos y se enquistan, permaneciendo en estado de latencia. Pueden llegar a reactivarse si el perro es de sexo femenino durante el embarazo, y pasan a estadio L3 para ser transmitidas hacia los cachorros por los mecanismos ya descritos.
En perros menores de 5 meses, las larvas L2 llegan por la circulación portal hasta el hígado. De allí, a través de los vasos sanguíneos llegan al corazón y posteriormente a los pulmones. Aquí experimentan otra transformación a estadio larvario L3, que es su forma infectante. Posteriormente ascienden por las vías respiratorias: alveolos, bronquiolos, bronquios, tráquea y faringe, para luego ser deglutidos.
Del estómago, pasan al intestino en donde terminan su desarrollo, alcanzando la madurez. Ya como gusano adulto, la hembra es capaz de producir huevos, los cuales se expulsan al exterior, arrastrados por las heces.
Enfermedad
Toxocara canis es un agente patógeno que causa una enfermedad que se conoce como toxocariasis. Debido a que los perros son sus huéspedes principales, estos son los que padecen la enfermedad.
Sin embargo, no es una patología exclusiva de los perros, sino que en ocasiones los seres humanos también resultan infectados por el parásito y pueden desarrollar síntomas.
Síntomas de infección
En perros
Los síntomas que manifiestan los perros que están infectados por Toxocara canis, son los siguientes:
– Déficit en el crecimiento
– Abdomen globoso (abdomen hinchado por la cantidad de parásitos)
– Pérdida de apetito
– Vómitos
– Diarrea
– Apatía
Es importante destacar que quienes presentan los síntomas de la infección son los perros de menos de 5 meses. Los mayores no manifiestan síntomas.
En seres humanos
La infección por Toxocara canis en los seres humanos tiene una fase aguda, una de latencia y posteriormente una crónica.
Durante la fase aguda, la persona infectada manifiesta ciertos síntomas y signos como:
– Fiebre elevada
– Dolor en los músculos
– Apatía
– Cansancio generalizado
– Problemas pulmonares
– Malestar general
Luego de que ha transcurrido la fase aguda, las larvas del parásito, que se encuentran en diversos tejidos del cuerpo, a los cuales migraron, se enquistan y ya no producen síntomas. Sin embargo, son los responsables de un proceso inflamatorio que se gesta a largo plazo.
Transcurrido el tiempo, la infección por Toxocara canis se vuelve crónica, con manifestaciones clínicas derivadas de la infamación de los tejidos hacia los que se desplazan las larvas o por los quistes.
Uno de los lugares a los que suelen desplazarse las larvas es hacia el globo ocular. Aquí ocasionan inflamación de los tejidos del ojo como por ejemplo retinitis y uveítis. También se presenta dolor intenso y hemorragias oculares. Incluso en ocasiones es posible ver el gusano adulto en los tejidos oculares.
Diagnóstico
La infección por Toxocara canis en perros es posible diagnosticarla fácilmente mediante la observación de huevos en las heces del animal. Incluso, si la parasitosis es muy intensa, es posible que el animal excrete parásitos adultos en ellas.
En el caso de los seres humanos, ya que el parásito no se aloja en el intestino, no se puede confiar en un examen de heces para buscar huevos. Debido a esto, se recurre a otros exámenes como por ejemplo los tests sanguíneos ELISA, que buscan identificar la IgM. Además de esto, un incremento de los eosinófilos en sangre, sumado a las manifestaciones clínicas del paciente, pueden guiar al médico al diagnóstico correcto.
Tratamiento
Tomando en cuenta que Toxocaris canis es un parásito, el tratamiento más recetado para tratar la infección son los medicamentos denominados antihelmínticos. Estos tienen la capacidad de matar a los parásitos y sus larvas, mediante la degeneración y destrucción de algunos de sus organelos y estructuras, lo que eventualmente ocasiona su muerte.
Los medicamentos más utilizados de este tipo son el albendazol, mebendazol y el thiabendazol. La dosis y duración del tratamiento es establecida por el doctor, de acuerdo a lo que el considere necesario.
Igualmente, en caso de que se requiera, el médico puede optar por la escisión quirúrgica del parásito. Esto se hace cuando el parásito adulto causa daño en algún tejido como los ojos.
Referencias
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