Geografía

Río Congo: historia, características, recorrido, afluentes, flora, fauna


El río Congo es uno de los afluentes más importantes del continente africano, especialmente en su región central. Sus aguas recorren un total de cuatro países: República Democrática del Congo, Angola, Zambia y República del Congo.

Considerado el río de mayor profundidad a nivel mundial, el Congo es el segundo de mayor longitud a nivel continental con sus 4.700 km de trayectoria –siendo solo superado por el Nilo-, convirtiéndose así en el noveno más largo del mundo.

Esta arteria fluvial fue avistada por exploradores europeos hacia 1482, específicamente por el navegante de origen portugués Diogo Cao, quien buscaba abrirse paso hasta la India y creyó erróneamente que el río Congo podía ser una vía expresa para llegar a su destino.

Índice del artículo

Historia

Los pobladores de sus adyacencias tenían décadas habitando y navegando las corrientes de este monumental cuerpo de agua al que denominaban con diversos vocablos africanos (entre ellos “nzari”, “njali”, “nzadi”) que significaban “río” en sus lenguas autóctonas. Estos vocablos fueron escuchados por los colonos europeos, quienes sintetizaron en la palabra “Zaire” todas estas realizaciones lingüísticas y, a partir de ahí, el río fue conocido con este nombre.

Posteriormente, la denominación del río fue cambiada a Congo, en homenaje al reino del Kongo. Sin embargo, nuevamente fue rebautizado como Zaire y en la actualidad se le conoce otra vez como río Congo.

Ecosistema socioeconómico

Por sus singulares características fluviales y geográficas, el río Congo ha propiciado la aparición y desarrollo de un particular sistema económico y social a lo largo y ancho de su trayectoria, que genera múltiples reacciones entre quienes lo navegan: desde la admiración y el asombro, hasta el miedo y la indignación. Ante el espectáculo natural y social que ofrece el indomable curso del Congo, es imposible que visitantes o lugareños permanezcan indiferentes.

Por ser una de las principales vías para el desplazamiento de quienes habitan o visitan África, las aguas del río Congo han sido testigo del surgimiento de núcleos humanos que han florecido y luego se han marchitado junto a sus orillas.

En tiempos de la colonia, el Congo también presenció los incontables e inhumanos abusos y la explotación por parte de los exploradores europeos (belgas y franceses) que controlaban los territorios y las aguas africanas.

En décadas más recientes, ha sido esencial en las innumerables revueltas y guerras civiles acaecidas en el continente, por ser el medio a través del cual se transportan e intercambian suministros e información entre los sectores en pugna. De igual forma, las aguas del Congo han presenciado el drama de los miles de desplazados, producto de los enfrentamientos intestinos de algunas naciones africanas.

Inspirador de artistas

Este río también ha sido punto de inspiración artística, en especial para el cine y la literatura. Protagonista de numerosos relatos fílmicos y literarios , entre los más reconocidos están la célebre novela de aventuras El corazón de las tinieblas, escrita por el capitán de la marina británica, Joseph Conrad y donde se describe al río Congo y sus alrededores como un espacio natural lleno de misterio, indomable, riesgoso y exuberante.

En días más recientes, la obra del Nobel de literatura Mario Vargas Llosa titulada El sueño del Celta (2010) tiene como marco de ambientación al indomable y majestuoso río Congo.

Características del río Congo

Siendo el río más caudaloso de todo el continente africano y el segundo más largo de la zona, el Congo cuenta con una extensión de 4.700 kilómetros y una increíble capacidad de descarga de agua que alcanza los cuarenta mil metros cúbicos de líquido por segundo (40.000 m³/s).

Su origen se encuentra a una distancia que alcanza poco más de los 700 kilómetros del océano Índico. En una trayectoria similar a una gigantesca letra “C” invertida que atraviesa toda África Central, el Congo se desplaza en sentido opuesto a las agujas del reloj, direccionado al inicio en sentido noroeste, prosiguiendo en sentido oeste y culminando su recorrido en dirección suroeste, para desembocar finalmente en el Atlántico.

Este importante afluente es receptor de una abundante pluviosidad debido a que su curso se ubica en plena zona del ecuador terrestre, alcanzando más de 1.500 mm en el año. La velocidad del río durante su recorrido, hasta su desembocadura en el Atlántico, es de aproximadamente cuarenta y un mil metros cúbicos por segundo.

Nacimiento, recorrido y desembocadura

El río Congo tiene un nacimiento complejo y una configuración muy diversa a lo largo de todo su recorrido, por lo que su itinerario no es uniforme, ni regular. En la geografía que conforma se pueden distinguir tres áreas bastante marcadas por sus diferencias: La zona de nacimiento o cuenca, la zona media y la zona de desembocadura o estuario.

Tramo inicial

La descomunal cuenca del río Congo inicia en el pantano Bangüeolo, en Zambia, ubicado al sur de África Central, a más de kilómetro y medio de altura sobre el nivel del mar (1.760 metros) y a una extensión de casi 4 millones de  kilómetros en su área hidrográfica.

Esta zona del río ha sido la más difícil de explorar y domar, por eso algunos la denominan también como uno de los grandes ríos que le tributan, el Lualaba. Esta sección se distingue por la unión de varios ríos (el Lualaba, el Lomami, el Luvua y el Lukuga); y lagos como el Bangweulu, el Mweru y el Tanganika, que se juntan como afluentes de lo que se convierte aguas adentro en el impresionante y corpulento caudal del río Congo.

Sin embargo, esta porción no es totalmente navegable y solo se puede recorrer a través de sus aguas con una embarcación liviana, ya que de tanto en tanto, estas corrientes pueden sorprender con cascadas inesperadas que hacen el trayecto sumamente peligroso. La zona de nacimiento del río Congo está marcada por una serie de rápidos conocidos como Stanley Falls. Luego le sigue un seriado de siete cataratas llamado Boyoma.

Tramo medio

La zona media del río Congo se vuelve más amable y fácil de navegar, siendo por esta razón que es donde se concentra el mayor tráfico de viajeros y transeúntes. Tiene una extensión aproximada de 1.000 millas que inicia justo después de pasar las cataratas Boyoma.

En este trayecto medio, el río Congo empieza a ensancharse de manera vertiginosa hasta alcanzar una envergadura colosal que puede llegar a un aproximado de 16 kilómetros de ancho en su sector más amplio (Kinshasa). Su amplitud se debe a que en esta parte recibe otros importantes tributarios como lo son el Ubangi, el Sangha y el Kwa, que aportan considerables volúmenes de agua a su caudal.

Este tramo se caracteriza por presentar numerosos accidentes geográficos tales como diques, formados naturalmente debido a depósitos de barro denso o limo, eventuales inundaciones que acrecientan de forma inesperada los linderos del río (denominados por los locales como “pantanos de río”) y presenta un cañón conformado por numerosos y díscolos rápidos conocidos como la Puerta del Infierno, una serie de obstáculos que deben ser sorteados con habilidad por parte de sus visitantes.

Culminando la zona media, se encuentra el denominado Corredor o Canal del río Congo, que luego da paso a una nueva seguidilla de cataratas y rápidos que se dividen en dos brazos, dando origen al estanque conocido como Malebo Pool. Luego de esta piscina natural viene otra sección turbulenta llamada Livingstone Falls, que está conformada por 32 cataratas y varios rápidos.

Zona baja

El área de desembocadura, estuario o zona baja del río Congo inicia en el sector conocido como Matadi. En su tramo inicial, la desembocadura es algo estrecha debido a un encajonamiento que se observa a nivel de las llamadas Mesetas Bateke. Luego se va engrosando al pasar el sector de Boma.

También aquí se presentan cataratas como las Yelala; sin embargo, continúa siendo navegable, ya que en este tramo es donde se presentan sus mayores profundidades, que pueden alcanzar los 4.000 metros.

En esta parte, el río Congo es nuevamente interrumpido por pequeñas islas que generan la división de este colosal cuerpo de agua dulce en pequeñas ramas. Estas desembocan con tanta fuerza en el océano Atlántico que, incluso al pasar doscientos metros de su ingreso al océano, aún se puede detectar la baja concentración de sal en las corrientes por influencia de las aguas dulces del Congo.

Contaminación

Los problemas de contaminación que sufre el curso del Congo son proporcionales a su tamaño. Como todo cuerpo de agua que alberga centros poblados en sus márgenes, el río ha sido vulnerable a la falta de conciencia ambiental por parte de los habitantes, de los visitantes y de las transnacionales explotadoras.

Zonas específicas como la ubicada a la altura de Kinsuka, usan la corriente cual enorme basurero, arrojando desechos de todo tipo (empaques de papel, plástico, vidrio, metal y materia orgánica en descomposición), lo que hace que esta sección del río se vea sucia y tenga mal olor.

En algunos trechos habitados, el río Congo en un foco infeccioso que amenaza la salud de los habitantes y los transeúntes. Lamentablemente, las políticas gubernamentales de los países por donde circula no son acatadas de manera efectiva para atender los problemas elementales de los ciudadanos, y menos aún para rescatar y proteger este invaluable recurso hídrico que no solo representa la mayor fuente de agua dulce de la región, sino una de las más grandes del mundo entero.

Economía

Tanto en las aguas de río Congo como en los bosques que se ubican en sus márgenes se generan múltiples formas de ingresos para los habitantes de la zona. Las labores de pesca, recolección y cacería, aportan insumos para la economía básica de los moradores.

De igual forma, en los terrenos aledaños se observan algunos cultivos denominados “de subsistencia”, en rubros específicos como la yuca (mandioca); también se siembra con fines comerciales una especie de palma para la extracción y venta del aceite.

Sin embargo, el aporte principal a nivel económico del Congo es la generación de caucho, madera y carbón maderero que los habitantes comercian a nivel nacional y también con otros continentes.

En la actualidad, algunas instituciones como la Comifac (Comisión de Bosques de África Central), la Cifor (Centro de Investigación Forestal Internacional), la Forep (Forest Resources for People por sus siglas en inglés), están realizando proyectos orientados a desarrollar una explotación forestal autosustentable y de bajo impacto en la cuenca del río Congo, bajo la figura de los mosaicos forestales.

Por tener uno de los caudales más grandes y estables del mundo, el Congo representa uno de los potenciales para generación de hidroelectricidad más importantes del planeta. Sin embargo, las políticas implementadas por parte de los gobiernos locales no han sido muy efectivas y han impedido que este río produzca más y mejores soluciones para incrementar la calidad de vida de los congoleños y de todos los africanos.

Ciudades que recorre el río Congo

Existe un gran número de poblaciones que se anclan al borde del trayecto del río Congo. Entre las ciudades de mayor tamaño y mayor densidad poblacional que se encuentran en el recorrido están Kindu, Ubundu, Lisala, Kinshasa, Brazzaville, Boma, Kisangani, Bumba, Ilebo, Kasai, Ubangi, Matadi y Mbandaka.

Afluentes

El río Congo es alimentado por una nutrida e intrincada red de afluentes de diversos tamaños y extensiones que conducen sus aguas hasta el coloso fluvial para alimentarlo. Entre estos se hallan los ríos Uele, Luvuba, Ubangui, Ruzizi, Lulonga, Lukuga, Luapula, Lufira, Sankuru, Lulaba y los lagos Moero, Tanganika y Upemba. 

Flora

Desde su nacimiento hasta su desembocadura, el Congo constituye un muy variado catálogo de especies vegetales. Si solamente se contabilizan los bosques que se ubican en la cuenca, ya se obtiene la reserva forestal más importante de todo el continente.

Los especialistas hablan de más de diez mil especies de plantas consideradas superiores, 300 mil de ellas en condición de endémicas; 600 de estas especies forestales corresponden a árboles madereros. La especie Moabi (Baillonella toxisperma) es autóctona de la zona y produce semillas que generan aceite.

También hay especies de árboles de caucho que han sido explotadas desde tiempos coloniales. De las otras especies vegetales, las que más destacan son el árbol de banano, la palma de coco, el algodón, la planta de café, el lirio y el jacinto de agua, así como también los helechos de río.

Fauna

El río Congo posee una de las mayores reservas de biodiversidad. Sin contar los millares de insectos y las 900 especies contabilizadas de mariposas que abriga su curso fluvial, la fauna del Congo está repartida entre 5 regiones o ecosistemas que en líneas generales se distribuyen de la siguiente forma:

Peces y moluscos

Solo en su trayecto inicial alberga 150 tipos de peces, siendo 7 de estos especies propias o endémicas de esta región. Entre las más visibles se encuentran los peces pertenecientes a las ramas de los Cichlidae, Cyprinidae y Alestidae. Se visualiza con frecuencia un tipo de pez cíclido de nombre Tylochromiselongatus.

También se pueden hallar por su abundancia algunos tipos de especies piscíferas como lo son el Barbus nigrifilis, el Barbus papilio, el Barbus marmoratus, el Caecobarbus Geertsi, los peces gatos y el pez más corriente y cuantioso de todo el Congo, el Chiloglanis Marlieri.

Otras especies con un diseño apto para las corrientes vertiginosas de este río son los peces pertenecientes a las categorías Doumea, Phractura y Amphilius, que ostentan aletas que se originan de su parte superior central con una musculatura muy desarrollada para mayor agarre y desplazamiento.

Adicionalmente, otros peces propios de las cataratas del Congo son los peces labeo bicolor, los Atopochilus y los Chiloglanis, que han desarrollado una especie de ventosas para adherirse a las resbalosas piedras con tal fuerza que es casi imposible despegarlos. En esas rocas hallan su alimento y establecen su hábitat.

En la zona media del río se hallan peces Microthrissa, Mochokoidae, Bagridae y los Mormyridae -mejor conocidos como peces elefante-. Los más populares en los programas de fauna acuática del Congo son los peculiares peces pulmonados y el depredador fluvial conocido como pez tigre. El río Congo también alberga distintas clases de anguilas, moluscos y caracoles.

Aves

Se contabilizan más de 1.000 especies avícolas propias del río Congo, entre ellas distintos tipos de patos, golondrinas y una gran diversidad de garzas entre la que se distingue la garza Goliat, que llega a medir hasta 1 metro y medio de altura; y el Pico de Zapato (Balaeniceps rex), la ave depredadora más grande de su especie.

Otra de las aves características del río es el pelícano rosado, cuya característica principal es la de poseer un dorso color rosa. También se hallan diversas especies de gansos como el egipcio, el pigmeo y ganso de alas espoladas.

Anfibios y reptiles

Solo en las márgenes del Congo se han contabilizado hasta la actualidad 36 especies distintas de ranas. De igual manera habitan una gran cantidad de especies de tortugas.

También se cuentan 280 especies de reptiles, entre ellos dos tipos bien diferenciados de cocodrilos: el cocodrilo del Nilo y el  cocodrilo hociquifino africano. Además, el río Congo es conocido por la gran cantidad de serpientes acuáticas que posee, entre ellas la famosa anaconda, que puede llegar a medir más de 10 metros.

Mamíferos

Aproximadamente 400 especies de mamíferos hacen vida en el Congo. Entre estos destacan la musaraña nutria o musaraña acuática gigante, el manatí, los monos de pantano, los gorilas de los llanos, chimpancés, hipopótamos, la mangosta negra o mangosta de los pantanos y la gineta.

También se halla una extensa diversidad de elefantes y una de las mayores colonias de murciélagos de fruta en el mundo.