Medicina

Medicina del deporte: qué estudia, historia, aplicaciones, metodología


La medicina del deporte es una rama de especialización de las ciencias médicas que tiene su enfoque principal en los efectos de la actividad física y el deporte en la salud de las personas. También se ocupa de los aspectos relacionados con la prevención y tratamientos de lesiones y patologías deportivas.

La medicina del deporte se aplica en ámbitos diversos, como el entrenamiento olímpico, de deportistas de elite, desarrollo de políticas de salud pública y rehabilitación de pacientes. A grandes rasgos, la medicina del deporte se divide en tres categorías de estudio: básica, clínica y ciencias aplicadas al deporte.

La medicina del deporte básica se ocupa de aspectos como la biomecánica, fisiología y anatomía del deporte. La medicina del deporte clínica se encarga de la prevención, tratamiento y rehabilitación de lesiones. La medicina y las ciencias aplicadas al deporte ponen su atención en aspectos como la psicología o la nutrición.

A menudo la medicina del deporte es considerada como una ciencia multidisciplinaria dentro de la medicina general. Esto se debe a que se encarga de revisar tanto los aspectos médicos y técnicos, como los psicológicos y pedagógicos del paciente.

Uno de sus principales objetivos es estudiar la capacidad de esfuerzo del paciente y en base a esto, desarrollar formas de acondicionamiento físico que lo ayuden a superarse. Esto sucede tanto en pacientes que se encuentran actividad, sedentarios o que necesitan rehabilitarse de molestias y lesiones.

Índice del artículo

Breve historia de la medicina del deporte

La actividad física, el deporte, son comportamientos naturales atribuibles a la propia naturaleza de los humanos. Por eso, su existencia se remonta al origen mismo de nuestra especie. Sin embargo, existe clara evidencia del uso del deporte con fines “curativos”.

Con el pasar de los años, tanto las actividades como la manera de entender el deporte y la medicina, cambiaron radicalmente.

Edad Antigua

Los primeros registros de la actividad física con fines médicos, se remonta al año 2500 a. C. Según se conoce, fueron los taoístas (monjes chinos) los primeros en establecer una disciplina deportiva que servía para “purificar el alma”.

Arthava-Veda, una guía encontrada en la India, también detallaba una serie de rutinas de movilidad articular con objetivos terapéuticos. El compendio se cree que fue creado en el año 800 a. C.

Sin embargo, la idea formal de que el deporte y la salud estaban asociados y que su práctica regular llevaban a un óptimo estado físico, surge en la Antigua Grecia. El filósofo Heródicus, se encargaba de enseñar acerca del deporte y años después inició sus estudios en medicina.

Según él, existía una relación directa entre deporte, nutrición y salud. Fue de hecho el primer científico en recomendar el ejercicio físico y dietas estrictas, durante el siglo V a. C. Durante sus años de trabajo enseñó en la Escuela de Medicina de Cos, donde se formó Hipócrates, quien se cree fue su pupilo.

Pero sin lugar a duda es Claudius Galenus (131-201 a. C.), quien es considerado hasta la actualidad como el padre de la medicina del deporte. Sus puntos de vista eran de avanzada y fue el primero en considerar la opinión del médico clínico en la supervisión de la actividad física. Además recomendaba los juegos con pelota y abogaba por el masaje físico para evitar lesiones.

Mientras que para los griegos el deporte era una práctica casi sagrada, los etruscos entendían la actividad física como un espectáculo. Esta idea sería llevada al extremo durante la Antigua Roma en los conocidos “circos romanos”, donde las peleas entre gladiadores llevarían frecuentemente a la muerte de uno de ellos.

Edad Media

Las primeras grandes concentraciones urbanas en las proto-ciudades durante la Edad Media, facilitaron la aparición de los deportes de equipo. Grandes grupos de personas se congregaban en plazas a practicar diferentes deportes similares al fútbol y al hockey actuales.

Por su parte, los nobles dedicaban su tiempo libre a la práctica de la caballería, juegos bélicos y de lucha. Su acceso a espacios verdes en los palacios, favorecieron la aparición de juegos que serían versiones tempranas del frontón y el tenis.

Las ideas de Galenus marcaron siglos de historia. Fue recién en el Renacimiento cuando otras ideas innovadoras surgen, en este caso durante el 1500 de la mano de Hieronymous Mercurialis. En su obra Libri de arte gymnnastica, logra estructurar el ejercicio como forma de tratamiento e insiste en que las personas sanas, también deben practicar deporte (contrario a las ideas de la época).

Siglo XX

A pesar del paso del tiempo y de los múltiples avances, la medicina del deporte empieza a ser considerada como una entidad en sí misma recién en el siglo XX. Durante los Juegos Olímpicos de 1928, se organiza el primer congreso internacional de Medicina del Deporte.

En ese entonces es cuando comienza a considerarse seriamente la función de esta rama de la medicina en los eventos deportivos, se establecen protocolos de prevención, tratamiento y rehabilitación.

Finalmente y ya más cercano a nuestro tiempo, la medicina deportiva es reconocida como una sub-rama de las ciencias médicas, en 1989.

Aplicaciones de la medicina del deporte 

Gracias a muchos años de estudios, análisis y evidencia empírica, la medicina deportiva ha logrado entre otras, establecer que la actividad física practicada sin control o supervisión puede llegar a ser dañina para el organismo.

Es por esto que dentro de los principales objetivos de esta disciplina, podemos detallar:

Asistencia deportiva

Ya sea dentro de competencias profesionales o de aficionados, independientemente de la edad y género de quienes participen. Las manifestaciones físicas o deportivas de los asistentes, deben ser supervisadas por un deportólogo.

Prevención de enfermedades

Evitar el desarrollo de patologías asociadas a la actividad física, ya sea en prácticas profesionales, amateurs, oficiales o en entrenamientos.

Rehabilitación

El aspecto más común de la medicina del deporte, sin dudas. Se refiere a la curación de lesiones y reversión de patologías físicas asociadas a la movilidad del sistema esquelético-muscular.

Asesoramiento

Se enfoca en el desarrollo y confección de rutinas de entrenamiento y equipos de trabajo, asegurándose de que las actividades sean apropiadas para cada persona según el objetivo de trabajo.

Evaluación

Previo al inicio de cualquier entrenamiento (usualmente en el ámbito profesional), el médico deportivo se encarga de la observación y solicitud de estudios que permitan tener una idea acabada del estado físico del deportista. 

Metodología 

De acuerdo con el tipo de problemática, paciente o rama de aplicación de la medicina del deporte, existen distintos métodos de trabajo y estudio. Sin embargo, y en líneas generales, existen protocolos comunes que abarcan la totalidad de esta disciplina.

Uno de los más importantes aspectos es el de la prevención. Las evaluaciones funcionales no son más que estudios solicitados por el profesional, para poder tener un conocimiento pleno sobre la capacidad funcional de su paciente.

A estos estudios se los conoce como planes de evaluación físico-deportivos y comprenden aspectos tales como:

Análisis de historia clínica completa: sirve para comprender los antecedentes del paciente/deportista, qué problemáticas atravesó en el pasado, cuáles son las áreas de trabajo o movimientos problemáticos.

Pruebas de laboratorio: los análisis de heces, orina y/o sangre sirven para conocer el estado de salud y si existen o no, alteraciones bioquímicas en el paciente.

Estudios radiológicos: los exámenes con rayos X (radiografías), son una herramienta para conocer si existen lesiones o daños óseos previos o potenciales.

Análisis antropométrico: se centra en los aspectos físicos propios del deportista como la composición (peso y altura), índice de grasa corporal, masa magra, peso óseo, entre otros parámetros.

Estudios electrocardiográficos: se trata de una serie de análisis enfocados en corroborar el comportamiento del corazón.

Ergometría: complementaria a la prueba de esfuerzo, se utiliza para conocer la capacidad de rendimiento, es decir, el consumo de oxígeno durante la actividad física.

Prueba de esfuerzo: el estudio se realiza mientras el deportista/paciente se encuentra realizando actividad física, a menudo en cintas o bicicletas fijas, mientras es monitoreado por equipos supervisados por un profesional. Aquí se evalúa tanto la capacidad aeróbica como anaeróbica.

Espirometría: se enfoca en evaluar la capacidad respiratorio-pulmonar del deportista. La prueba se concentra en conocer tanto la capacidad de aire del individuo como la velocidad de expulsión de la misma, entre otros parámetros.

Evaluación biomecánica: partiendo de las leyes de la física, esta prueba sirve para conocer la movilidad del individuo. Esto ayuda a comprobar cuál es el grado de ejecución de ciertos movimientos, su comportamiento y gestos deportivos naturales.

Tiempos de reacción: también conocida como “tiempo de respuesta”, es una prueba física que se encarga de analizar la relación entre el estímulo y la respuesta del deportista.

Movilidad: se encarga de medir la capacidad de los músculos de prolongarse y volver a recobrar su estado original de reposo. La flexibilidad del individuo juega un rol fundamental y también es un parámetro a tener en cuenta.

Una vez obtenidos los resultados de la batería de estudios, el profesional de la salud se encargará de la confección de lo que se conoce como un “diagnóstico integral”. Este será utilizado para poder crear una correcta rutina de ejercicio, entrenamiento o rehabilitación según sea necesario.

Los diagnósticos integrales son de vital importancia para la creación de cualquier plan de entrenamientos, ya que ayudan a prevenir futuras lesiones, corregir gestos deportivos y contribuir a la mejoría general de las condiciones físicas del paciente.

Referencias

  1. Revista Galenus. (s.f.). La Medicina Deportiva en la historia.
  2. Macauley, D. (2003). Textbook of Sports Medicine: Basic Science and Clinical Aspects of Sports Injury and Physical Activity.
  3. Domínguez Rodríguez, G., & Pérez Cazales, L. (2001). Papel de la medicina del deporte en la medicina general.
  4. Tlatoa Ramírez, H. M., Ocaña Servín, H. L., Márquez López, M. L., & Aguilar Becerril, J. A. (2014). Historia de la medicina y el deporte: la actividad física, un estilo de vida saludable que se perdió en la historia de la humanidad.
  5. Albors Baga, J., & Gastaldi Orquín, E. (2013). Pasado, presente y futuro de la medicina deportiva.