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Foca leopardo: características, hábitat, alimentación, comportamiento


La foca leopardo o leopardo marino (Hydrurga leptonyx) es un mamífero placentario que forma parte de la familia Phocidae. Se caracteriza por tener una coloración de contrastes, ya que mientras la parte dorsal es gris oscuro, la región ventral es gris claro o blanco.

Además, tiene manchas negras o blancas, distribuidas sin patrón definido por todo el cuerpo. Otra de sus particularidades es su dentición. La disposición de los molares permite que funcionen como un tamiz, separando el krill del agua donde se encuentra. También, los caninos son largos, llegando a medir 2,5 centímetros. De esta manera, el leopardo marino puede alimentarse por filtración o cazando a las presas de mayor tamaño.

Por otra parte, este depredador generalista se desplaza rápidamente y con una alta maniobrabilidad. Esto es debido a la forma de su cuerpo y a las aletas traseras y delanteras.

En cuanto a la distribución, esta especie se encuentra ampliamente extendida en las costas antárticas y en las islas subantárticas.

Índice del artículo

Características de la foca leopardo

Pelaje

La foca leopardo tiene la parte dorsal más oscura que la ventral. Así, el área superior posee una coloración que varía entre plata y gris oscuro, mientras que la inferior es gris claro o blanco. Además, por todo el cuerpo tiene manchas oscuras y claras, esparcidas sin ninguna simetría o patrón.

Tamaño

En dicha especie, la hembra suele ser un poco más grande que el macho. Este puede crecer hasta alcanzar tres metros y pesa alrededor de 300 kilogramos. En cuanto a la hembra, mide 3,8 metros y su masa corporal es de 500 kilogramos. Al nacer, la cría tiene una longitud entre 1 y 1.6 metros y pesa de 30 a 35 kilogramos.

Cabeza

El leopardo marino tiene una cabeza grande y una mandíbula fuerte y maciza, que lo convierte en uno de los más feroces depredadores del entorno. Además, su boca es grande, en relación a las dimensiones del cuerpo.

En cuanto a los dientes frontales, los incisivos son afilados, mientras que los caninos son puntiagudos y largos, pudiendo medir hasta 2,5 centímetros. Los molares se encuentran dispuestos de tal manera que tamizan del agua marina al krill.

Por otra parte, esta especie posee un canal auditivo interno, que tiene una abertura al exterior. Sin embargo, carece de pabellón auricular externo.

Vibrisas

Una particularidad de este animal son las vibrisas, conocidos como bigotes. Estos rígidos pelos especializados son cortos y funcionan como un elemento sensorial táctil.

Así, contribuyen a detectar los peces, bien sea que se encuentren a una larga distancia o si están escondidos debajo de la arena del fondo marino. Dichas estructuras son sensibles ante los movimientos, como los producidos por el pez cuando mueve sus branquias.

Otra ventaja que ofrecen las vibrisas a la foca leopardo es que le permiten cazar, tanto de noche como de día, inclusive en las aguas turbias.

Cuerpo

El cuerpo del Hydrurga leptonyx es largo, siendo más grueso en el área superior del pecho que hacia la cola. Esta forma le permite al animal desplazarse en el agua sin que necesite mover de manera excesiva sus aletas. Además, su nado es silencioso, facilitándole pasar desapercibido y poder así capturar a sus presas de manera sorpresiva.

Por otra parte, la temperatura corporal de este animal oscila entre 37,5 y 37,9 °C, mientras que el medio externo puede registrar fríos extremos. Para lograr una regulación térmica, el organismo ha desarrollado diversas adaptaciones.

En este sentido, la piel no cumple una función efectiva como aislante térmico. En cambio, el leopardo marino tiene una gruesa capa de grasa debajo de la epidermis que mantiene caliente al animal, tanto dentro del mar como fuera de este.

Aletas

La foca leopardo tiene dos grupos de aletas, las traseras y las delanteras. Estas son anchas y tienen cinco dedos, cada uno con una garra que llega a medir hasta dos centímetros de largo. El primer dígito es más largo, lo que crea una fuerte herramienta de ataque y defensa.

En cuanto a las aletas traseras, están dirigidas hasta atrás. Dichas características permiten que sea un rápido nadador, pero en el hielo se desplaza deslizándose o reptando.

El buceo

El leopardo marino usualmente realiza inmersiones poco profundas, no obstante, puede bucear a mayores profundidades, en búsqueda de alimento. Su cuerpo tiene adaptaciones que le permiten realizar tales desplazamientos.

Entre estas se encuentra el reforzamiento de la tráquea, que evita el colapso ante las altas presiones a que se somete el organismo mientras bucea.

También, los pulmones se comprimen, inflándose nuevamente cuando el animal llega a la superficie para respirar. Esto ocurre porque aumenta el tensioactivo que recubre los alvéolos pulmonares.

Por otra parte, el Hydrurga leptonyx tiene inmersiones cortas. Mientras está sumergido, pasa la gran parte del tiempo dentro de los límites del buceo aeróbico, estimado en 7,4 minutos. Así, este comportamiento de buceo a nivel superficial contradice el planteamiento que sugiere que, durante el invierno, el krill antártico es la principal presa en su dieta.

Esto es debido a que, durante esa época del año, dicho crustáceo se encuentra a una mayor profundidad, a la cual no puede acceder la foca leopardo, por sus limitaciones en el tiempo que es capaz de permanecer sumergido bajo el agua.

Taxonomía y clasificación

-Reino: Animal.

-Subreino: Bilateria

-Filum: Cordado.

-Subfilum: Vertebrado.

-Superclase: Tetrapoda.

-Clase: Mammalia.

-Subclase: Theria.

-Infraclase: Eutheria.

-Orden: Carnivora.

-Suborden: Caniformia.

-Familia: Phocidae.

-Género: Hydrurga.

-Especie: Hydrurga leptonyx.

Hábitat y distribución

La foca leopardo está distribuida ampliamente en las aguas antárticas y subantárticas del hemisferio sur, entre 50°S y 80°S. Así, se extiende desde la zona costera del continente antártico hacia el norte y en la gran mayoría de las islas subantárticas.

Esta especie ha sido avistada en las costas de Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y en América del Sur. Con relación a la densidad de población, la más alta ocurre en la región de la Antártida occidental.

Generalmente, el Hydrurga leptonyx habita en el área circumpolar del hielo antártico. No obstante, puede encontrarse más allá de esa capa de hielo, viviendo en pequeñas poblaciones en las islas subantárticas. La dispersión de este pinnípedo hacia dichos territorios insulares es mucho mayor durante los meses de la temporada de invierno.

El leopardo marino se moviliza con mayor facilidad en el agua que en el hielo, por lo que gran parte del día transcurre en las aguas oceánicas. Dentro de ese medio ambiente, se localiza a nivel superficial, ya que es en esa zona donde residen las principales presas que conforman su dieta.

Desplazamientos

Durante el invierno austral, esta especie puede migrar a regiones situadas más al norte de su rango geográfico, mientras que las hembras con crías pueden hacerlo a las costas del sur. Los expertos proponen que esta movilización de la hembra y de su descendencia corresponde a comportamientos de protección hacia los jóvenes.

En cuanto a aquellas focas leopardo que están solitarias, suelen vivir en latitudes más bajas, no obstante, las hembras pocas veces se reproducen en esas aguas.

Estado de conservación

Las poblaciones del Hydrurga leptonyx han decrecido en algunas de las regiones donde se distribuye. Es por esto que la UICN categoriza a dicha especie dentro del grupo de animales que están en un riesgo menor de extinguirse.

Amenazas

Los cambios climáticos afectan los ecosistemas antárticos. En este sentido, la temperatura ha variado y numerosas áreas cubiertas de hielo se han perdido, lo que ocasiona un incremento del nivel del mar. Estas alteraciones del medio ambiente repercuten en la productividad del océano antártico y en sus recursos marinos.

Otro factor que aqueja al leopardo marino es el virus del moquillo. Según investigaciones, algunas especies tienen los anticuerpos contra esa afección, lo que indica que probablemente estuvieron en contacto con el virus. Este pudo haber sido introducido a la Antártida por los perros que guían los trineos.

Por otra parte, el incremento del turismo estacional en la Antártida podría representar una amenaza para este pinnípedo. Esto es debido al ruido que generan las embarcaciones, las perturbaciones que ocasionan el tránsito de los barcos y la presencia del hombre en el territorio continental antártico.

Además, existe el riesgo de que la foca leopardo colisione con los botes que se desplazan por los campos de hielo.

Alimentación

El Hydrurga leptonyx se alimentan fundamentalmente de krill, aunque también suele cazar calamares, focas cangrejeras, aves marinas y pingüinos. Los jóvenes usualmente comen peces, calamares y krill (Euphausia superba).

En cuanto a los adultos, incorporan a la dieta presas de mayor tamaño como elefantes marinos del sur (Mirounga leonina), pingüinos rey, focas elefantes y crías de lobo marino antártico (Arctocephalus gazella).

Métodos alimenticios y de caza

Ocasionalmente, los leopardos marinos pueden cazar cooperativamente. En esta, las asociaciones pueden ocurrir entre una madre y sus crías o entre parejas de machos y hembras, La intención es aumentar la productividad y eficiencia en la captura de las presas.

Para cazar al pingüino, el Hydrurga leptonyx se ubica cerca de los bordes del hielo, sumergido casi por completo en el agua, en espera de que esta ave marina entre al océano. Luego lo embosca y persigue nadando, atacándolo por las patas. Posteriormente lo agita con fuerza, golpeando repetidamente su cuerpo contra el agua, hasta que el animal muere.

Debido a que carece de dientes que puedan cortar a la presa en pedazos que puedan ser ingeridos, la foca leopardo sacude al animal de un lado a otro, para rasgarla en partes más pequeñas.

Este pinnípedo también se alimenta por filtro, como ocurre con el krill. Para introducir las presas a la boca, la foca las succiona. Luego expulsa el agua de mar, haciéndola pasar a través de los dientes post caninos, que funcionan como un tamiz.

En este video se puede observar cómo una foca leopardo intenta cazar un pingüino:

Reproducción

La hembra del leopardo marino alcanza la madurez sexual entre los 3 y 7 años, mientras que el macho puede aparearse cuando tiene entre 6 y 7 años. Esta especie presenta un sistema de reproducción poligínico, por lo que los machos generalmente copulan con varias hembras durante el período reproductivo.

Estos mamíferos marinos viven solitarios, con la excepción de la época de apareamiento, donde forman parejas temporales. Los expertos presumen que las vocalizaciones son empleadas por los machos durante el cortejo. Esto se basa en que las llamadas de los machos se incrementan notablemente durante dicha etapa.

El apareamiento ocurre en el agua, generalmente entre los meses de diciembre a enero. En cuanto a la gestación, dura alrededor de 274 días. Antes del alumbramiento, la hembra cava un hueco en la nieve, que servirá como refugio a las crías.

Los recién nacidos son amamantados por la madre por aproximadamente 4 semanas. Durante ese tiempo, la madre es la única encargada del cuidado y protección de los jóvenes, mientras que los machos no participan en ninguna actividad durante el nacimiento o crianza de las crías.

Comportamiento

Los leopardos marinos tienden a ser animales solitarios, ya sea que se encuentren en el mar como en el hielo. Solamente se agrupan durante el apareamiento y la lactancia. Así, a medida que la temporada de reproducción se acerca, aumenta la densidad de las focas en las superficies con hielo. También, el incremento poblacional es mayor cuando nacen las crías.

Al nadar, esta especie frecuentemente lo hace con largos barridos de las aletas delanteras. Estos movimientos son coordinados y se ejecutan con mucha fuerza. Este comportamiento difiere del empleado por otros fócidos, que se movilizan por los golpes de lado a lado que realizan son sus aletas traseras.

Cuando está fuera del agua, el Hydrurga leptonyx suele estar inactivo o durmiendo. Para desplazarse, lo hacen arrastrando su cuerpo sobre el hielo, en forma serpenteante. También, puede deslizarse, aprovechando las pendientes de la superficie.

Comunicación

Durante el verano austral, la foca leopardo es muy ruidosa, ya que los machos emiten fuertes sonidos durante casi todo el día. Estos poseen pocas vocalizaciones estilizadas, que suenan similares al trino de los pájaros. También, emiten gemidos bajos e inquietantes.

Los patrones de llamadas de esta especie presentan diferencias asociadas con la edad. Así, los machos jóvenes tienen una gran variedad de llamadas variables, mientras que los adultos cuentan con pocos sonidos altamente estilizados.

El comportamiento acústico del macho pudiera estar relacionado con su conducta reproductiva, ya que las vocalizaciones coinciden con la temporada de apareamiento. Contrariamente, la hembra vocaliza generalmente para llamar la atención de su cría, luego de regresar de alimentarse.

En este video se puede escuchar las vocalizaciones de esta especie: