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Dipylidium caninum: características, contagio, síntomas


Dipylidium caninum es un animal que pertenece la clase Cestoda del filo de los platelmintos y que presenta la morfología clásica de estos; un cuerpo aplanado y segmentado.

Es conocido desde hace bastante tiempo, habiendo sido descrito por primera vez por el famoso naturalista sueco Carlos Linneo. Sin embargo, quien profundizó en su estudio fue el llamado padre de la parasitología, el alemán Karl Leuckart.

Este parásito se encuentra ampliamente distribuido por el mundo y para infectar a sus huéspedes, requiere como a la pulga como intermediario, razón por la que la mayoría de sus huéspedes definitivos tienden a ser gatos y perros.

Índice del artículo

Características

Dipylidium caninum es un organismo clasificado dentro de los eucariotas pluricelulares. Esto es así porque sus células presentan un núcleo celular, dentro del cual se encuentran los cromosomas, constituidos por ADN. Así mismo están compuestos por diferentes tipos de células, especializadas en funciones orgánicas específicas.

Este parásito es triblástico, puesto que durante su desarrollo embrionario se hacen presente las tres capas germinativas: ectodermo, mesodermo y endodermo. Además son acelomados, es decir, no presentan cavidad interna (celoma).

El estilo de vida de Dipylidium caninum es parásito, por lo que para poder subsistir requiere estar en el interior de un huésped, el cual en la mayoría de los casos es un mamífero como el gato o el perro. El hombre también puede ser un huésped en ocasiones.

Este parásito es hermafrodita, presentando órganos reproductores femeninos y masculinos. Son animales ovíparos, ya que se reproducen a través de huevos. Además son patógenos, puesto que son los agentes causales de la dipilidiasis.

Morfología

Como todos los animales que pertenecen filo Platyhelminthes, Dipylidium caninum presenta forma aplanada dorsoventralmente y tres segmentos: cabeza, cuello y cuerpo. Su tamaño es regular, generalmente de unos 30 cm. Sin embargo, se han obtenido ejemplares que han medido hasta 70 cm de longitud.

Su color es variable, aunque siempre son colores claros como el amarillo, crema o blanco.

Cabeza

Conocida con el nombre de escólex, es más abultada en comparación con el resto del cuerpo. Tiene forma romboidal y un rostelo que es apical, de forma cónica y retráctil que puede tener varias hileras de ganchos. Estas son variables, pudiendo haber desde 1 hasta 6 aproximadamente.

Además de esto tiene cuatro ventosas.

Cuerpo

El cuerpo se encuentra conformado por varios segmentos que se llaman proglótidos. Cada uno de estos posee dos poros y tienen forma ovoide alargada en sentido longitudinal. Miden entre 10 y 12 mm de longitud. El número aproximado de proglótidos que puede tener un gusano adulto oscila entre los 50 y los 150.

En el interior de los proglótidos hay órganos reproductores tanto masculinos como femeninos. De igual manera, hay dos tipos de proglótidos: inmaduros y grávidos. Los inmaduros son los que se encuentran más cerca del cuello y la cabeza, aún no se encuentran maduros desde el punto de vista sexual.

Los proglótidos que se encuentran más cercanos al extremo terminal del parásito son maduros sexualmente, lo que implica que pueden estar cargados de huevos. Por eso se conocen como proglótidos grávidos. Estos se van desprendiendo del parásito y son expulsados al exterior con las heces o incluso por sí solos.

Taxonomía

La clasificación taxonómica de Dipylidium caninum es la siguiente:

-Dominio: Eukarya

-Reino: Animalia

-Filo: Platyhelminthes

-Clase: Cestoda

-Orden: Cyclophyllidea

-Familia: Dipylidiidae

-Género: Dipylidium

-Especie: Dipylidium caninum

Ciclo de vida

El ciclo de vida de Dipylidium caninum es un tanto complejo, ya que contempla la intervención de dos huéspedes intermediarios, como la pulga y algún mamífero como el perro o el gato.

Fuera del huésped

Es importante recordar que los gusanos de la clase Cestoda poseen los proglótidos, algunos de los cuales son grávidos, es decir, contienen en su interior una gran cantidad de huevos, protegidos por una cubierta embrionaria.

Esos proglótidos son liberados al medio mediante dos mecanismos. Pueden ser arrastradas en las heces, en forma de pequeñas cadenas y también salen por el ano de manera espontánea.

Una vez expuestos a las condiciones ambientales, los proglótidos experimentan un proceso de desintegración y liberan los huevos que se encuentran contenidos en ellos. Allí en el ambiente se encuentran las larvas del huésped intermediario, la pulga.

Huésped intermediario

Las larvas de la pulga, que pueden ser las que afectan a los gatos o a los perros, ingieren los huevos. Para que este proceso pueda ser exitoso, es indispensable que la pulga se encuentre en su estado larvario, ya que cuando alcanza la adultez, sus estructuras digestivas no permiten la ingestión de partículas sólidas.

En el interior de la pulga, el parásito experimenta una transformación y se convierte en oncosfera, que es el siguiente estadio larvario. Las oncosferas se caracterizan por tener una forma esférica y presentar cilios alrededor, así como también presentar unas estructuras similares a ganchos, los cuales le permiten penetrar la pared intestinal de su huésped.

Allí, continúa su desarrollo y alcanza el siguiente estadio que es el de cisticercoide. Vale mencionar que este es el estadio infectante de este parásito, por lo que, si es ingerido por su huésped definitivo (mamífero), puede infectarlo.

Dentro del huésped

La infección definitiva ocurre cuando el animal, principalmente un perro, ingiere las pulgas que están infectadas por cisticercoides. Ya en el interior de ese huésped, los cisticercoides transitan por el tracto digestivo hasta alcanzar el intestino delgado.

Aquí, el parásito, con ayuda de las estructuras especializadas que se encuentran en su porción cefálica se ancla a la pared intestinal y comienza a alimentarse de los nutrientes que ingiere su huésped.

Gracias a esto, el parásito concluye de manera exitosa su desarrollo y alcanza la madurez sexual, comenzando entonces a producir proglótidos que contienen en su interior una amplia cantidad de huevos.

Posteriormente, tal como ocurre con el resto de los parásitos cestodos, los proglótidos terminales comienzan a desprenderse y a ser expulsados por el ano del huésped para dar inicio nuevamente al ciclo.

El ser humano puede formar parte incidental del ciclo, cuando ingiere por accidente las pulgas infectadas con cisticercoides. Esto es más común de lo que se cree, especialmente entre los infantes, pues como el perro es un animal doméstico, estos tienden a manipularlos y entrar en contacto con las heces de estos animales.

Enfermedad

Dipylidium caninum es el parásito responsable de una enfermedad conocida como dipilidiasis, la cual es común entre los animales domésticos como los gatos y perros, aunque también afecta al ser humano.

Este parásito tiene un período de incubación aproximado de entre 3 y 4 semana. Ese es el tiempo que tarda el parásito en convertirse en adulto y comenzar a producir huevos.

Contagio

Como ya se ha explicado, este parásito ingresa a sus huéspedes a través de la ingestión de las pulgas que contienen en su interior el estadio larvario del parásito denominado cisticercoide. Los perros y gatos pueden ingerirlo a pasarse la lengua por el pelaje. En tanto que el ser humano puede hacerlo al manipular a sus mascotas.

El contagio de persona a persona se encuentra totalmente descartado.

Síntomas

De manera general, la infección por Dipylidium caninum puede resultar asintomática, por lo que no hay señales de alarma que alerten de la presencia de este parásito durante su fase temprana.

Sin embargo, conforme el parásito se afianza y ancla en el intestino de su huésped, comienza a ocasionar ciertas molestias que eventualmente se traducen en ciertos síntomas. Debido a que es un parásito intestinal, los síntomas principales afectan al tracto digestivo. Entre estos se pueden mencionar:

-Dolor epigástrico

-Diarrea ocasional

-Flatulencias

-Estreñimiento

-Distensión abdominal

-Vómitos

-Náuseas

-Pérdida del apetito

-Prurito a nivel anal, generado por la presencia de las proglótides en esta área.

-Dolor en el orificio anal.

-Disminución involuntaria del peso, debido a que el parásito se alimenta de los nutrientes que ingiere su huésped.

Igualmente hay otros signos y síntomas que se derivan de las molestias ocasionadas por esta parasitosis, como por ejemplo:

-Insomnio

-Irritabilidad

-Decaimiento

-Cansancio

-Intranquilidad

Diagnóstico

Así como ocurre con la mayoría de los parásitos intestinales, el diagnóstico definitivo se da mediante la observación directa de los huevos o proglótidos en las heces de la persona infectada.

Cuando el médico sospecha que un paciente está infectado con algún parásito intestinal, el examen que realiza es un análisis de heces, el cual busca identificar si hay huevos en estas, para luego poder realizar un diagnóstico diferencial.

En el caso de Dipylidium caninum, en las heces se observan los proglótidos. A estos se les debe realizar un análisis histológico para poder observar los paquetes de huevos en su interior y de esta manera poder ratificar la infección por este parásito.

Tratamiento

El esquema de tratamiento para las infecciones por Dipylidium caninum es bastante sencillo, empleándose un medicamento antihelmíntico conocido como praziquantel.

Este medicamento tiene varios mecanismos de acción que neutralizan a los parásitos. En primer lugar, actúa a nivel de la membrana celular, alterando el flujo de iones como el calcio. Esto trae como consecuencia que la musculatura del parásito se vea afectada, generando problemas en la contracción y relajación de la misma.

El praziquantel lo que hace es generar en el parásito un espasmo muscular que ocasiona que no pueda moverse y termine muriendo.

Vale destacar que a los tres meses de haberse tomado el tratamiento, es importante realizarse un nuevo examen de heces, para poder comprobar si la infección fue controlada.

Referencias

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