Historia

Conquista y caída de Tenochtitlán: antecedentes, causas, desarrollo, consecuencias


La caída y conquista de Tenochtitlán significó el final del Imperio azteca y el principio de la dominación española. Este episodio de la conquista de México tuvo lugar en 1521, dos años después de que el conquistador español Hernán Cortés llegara a las costas de Veracruz.

Cortés emprendió su campaña de conquista a partir de ese momento. Para ello estableció alianzas con pueblos locales enfrentados con los mexicas. Con la ayuda de esos guerreros indígenas, los españoles llegaron a las proximidades de Tenochtitlán en noviembre de 1519. Allí fueron recibidos por Moctezuma II, gobernante de los aztecas.

Aunque Cortés intentó ser paciente en su estrategia para tomar Tenochtitlán, uno de sus subordinados, Pedro de Alvarado, ocasionó una gran matanza en la ciudad aprovechando su ausencia. Cortés, al regresar, trató de apaciguar la situación con la ayuda de Moctezuma. Sin embargo, los españoles tuvieron que escapar para evitar la venganza de los mexicas.

Tras reorganizar sus fuerzas, Cortés y sus aliados indígenas pusieron sitio a Tenochtitlán. Después de más de dos meses de batallas navales y urbanas, los mexicas se rindieron en agosto de 1521. Los españoles continuaron sus campañas de conquista hasta dominar todo el territorio mexicano y establecieron el virreinato de Nueva España.

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Antecedentes

La primera vez los españoles pisaron Mesoamérica fue en 1511, cuando un barco que se dirigía hacia Santo Domingo naufragó en las costas de Yucatán. Los supervivientes fueron capturados por los mayas, con la excepción de Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar, que escaparon y fueron rescatados posteriormente.

Aún tendrían que pasar cinco años para que la Corona española comenzara a prestar atención a ese territorio. En 1517, Diego Velázquez, gobernador de Cuba, envió a Francisco Hernández de Córdoba a la península de Yucatán. Esa expedición encontró varias ciudades mayas.

Al regresar, Hernández de Córdoba comunicó sus hallazgos y el gobernador comenzó a organizar una nueva expedición. El mando de esta fue concedido a Juan de Grijalva, quien mantuvo el primer encuentro con un gobernador de Moctezuma II.

Hernán Cortés

La siguiente expedición organizada por Diego Velázquez consistió en once barcos, quinientos cincuenta hombres y dieciséis caballos. El gobernador eligió a Hernán Cortés para comandar esa campaña de conquista.

Los barcos partieron el 18 de febrero de 1519 y llegaron a la isla de Cozumel pocos días después. Tras unos días de tenso contacto con los mayas, los españoles pusieron rumbo hacia el río Grijalva.

El 11 de marzo de 1519, Cortés y sus hombres llegaron a la desembocadura del río. Allí tuvo lugar la primera batalla de la conquista, cuando los españoles se enfrentaron y vencieron a los chontales. Como consecuencia, los conquistadores fundaron Santa María de la Victoria, la primera localidad hispana en Mesoamérica.

Después de unos días, Cortés puso rumbo hacia el norte hasta llegar a San Juan de Ulúa. En ese lugar fundó la Villa Rica de la Vera Cruz.

Primer encuentro con los mexicas

En la recién fundada Villa Rica de la Vera Cruz, Cortés estableció el primer contacto con emisarios mexicas. Moctezuma, enterado de la llegada de los españoles, quería saber qué pretendían esos extranjeros. La respuesta fue tranquilizadora, ya que Cortés afirmó que solo pretendían explotar y comerciar.

En esos momentos, parte de la tripulación de Cortés propugnaba regresar a Cuba. Sin embargo, el conquistador extremeño se negaba, ya que no quería enfrentarse a Diego Velázquez por no haber logrado el objetivo marcado.

Para solucionar el problema, Cortés tomó el poder de la expedición en nombre de la Corona, por lo que en teoría ya no tenía que responder ante el gobernador de Cuba. Eso y la fundación de ciudades en contra de las órdenes de Velázquez provocaría después serios problemas para el conquistador.

Alianzas con pueblos indígenas

Desde Veracruz, donde pasaron un tiempo, los españoles comenzaron a explorar los alrededores. En una de esas exploraciones se encontraron con los totonacas, un pueblo que pagaba tributo a los mexicas.

Los indígenas invitaron a Cortés a visitar Cempoala, donde sus dirigentes le relataron la tiranía a la que los mexicas los sometían. El español aprovechó la oportunidad y ofreció a los totonacas una alianza contra el enemigo común. La propuesta fue aceptada de inmediato.

Rumbo a Tenochtitlán

Cortés envió uno de sus barcos hacia España con el fin de explicar sus pasos al rey Carlos I y justificar sus acciones. Ante las protestas de parte de la tripulación, que deseaba volver a Cuba, el conquistador embarrancó sus naves para impedir que ninguno se marchara.

En el mes de agosto de 1519, Cortés tenía ya preparados a sus hombres para dirigirse a Tenochtitlán. En total, la expedición estaba compuesta por 400 soldados, 200 cargadores y 1 000 guerreros totonacas.

En el trayecto contactaron con varios pueblos que los recibieron, en general, de manera pacífica. La excepción fueron los tlaxcaltecas, quienes habían resistido siempre a los mexicas, sus grandes enemigos. Cerca de Tlaxcala se produjo una gran batalla, que terminó siendo ganada por los españoles. Ante el poderío de los conquistadores, los tlaxcaltecas se aliaron con ellos.

Moctezuma, al recibir noticias sobre esas alianzas, envió varios emisarios a Cortés para intentar que no continuaran avanzando hacia Tenochtitlán. Los españoles, sin embargo, siguieron adelante.

El siguiente destino fue Cholula, cuyos habitantes habían invitado a Cortés. Esta invitación era en realidad una trampa, tal y como avisaron los tlaxcaltecas: un ejército mexica esperaba a las afueras de la ciudad para atacar a los españoles.

La reacción de Cortés cuando los cholultecas confesaron la emboscada fue tomar la ciudad de manera muy sangrienta. Con esta conquista, la última ciudad antes de Tenochtitlán quedaba en manos españolas.

Llegada a Texcoco

Los expedicionarios dejaron Cholula para continuar su trayecto hacia la capital azteca. Por el camino recibieron a otros emisarios de Moctezuma con el mismo mensaje: que no continuaran avanzando.

Los españoles llegaron al lago de Texcoco el 6 de noviembre de 1519. Allí fueron recibidos por Cacamatzin, sobrino de Moctezuma, y otros altos cargos del imperio. El 8 de noviembre, Cortés y Moctezuma se encontraron cara a cara.

En esa reunión se intercambiaron regalos y palabras de aprecio y el tlatoani mexica invitó a Cortés a alojarse en el palacio de Axayaca. En los días siguientes volvieron a encontrarse en varias ocasiones y Cortés aprovechó para intentar convencer a Moctezuma de que abandonara su religión y abrazara el catolicismo. Lo único que logró fue enfadar a los grandes sacerdotes mexicas.

Causas de la caída de Tenochtitlan

La principal causa de la conquista de Tenochtitlán fue el deseo de los españoles de conquistar nuevos territorios y obtener más recursos económicos. A esto hay que unir la pretensión de extender la religión católica y eliminar las creencias que consideraban paganas.

Causas psicológicas

Los españoles llegaron a tierras americanas muy motivados por su afán de obtener nuevos territorios y riquezas. Los mexicas, por su parte, afrontaron la conquista desde una posición diferente.

Para los mexicas, los presagios que anunciaban sus sacerdotes eran muy importantes. En la época de la conquista, esos presagios no eran buenos y el propio Moctezuma estaba preocupado por ellos.

Además, la moral de los combatientes fue muy diferente. Los españoles, a pesar del enfrentamiento entre Cortés y Narváez, presentaron un mando único, mientras que los aztecas se vieron obligados a cambiar de gobernante varias veces. Primero, por la muerte de Moctezuma y, después, por el fallecimiento de su sucesor, Cuitláhuac, debido a una enfermedad.

Alianzas

La posición de dominio de los aztecas sobre otros pueblos había ocasionado el descontento de estos últimos. Los altos tributos que debían pagar los pueblos sometidos al imperio, además de otras obligaciones, creó un caldo de cultivo perfecto que aprovecharon los españoles.

De esta forma, Cortés logró firmar alianzas con varios pueblos de la zona, como los totonacas o los tlaxcaltecas. Esto le permitió contar con el apoyo de miles de guerreros que paliaron la inferioridad numérica española.

Estrategias y armamento europeo

A pesar de las alianzas mencionadas, los mexicas seguían contando con una importante superioridad numérica. Sin embargo, las avanzados armas de los españoles les permitieron contrarrestar esta circunstancia.

Las armas mexicas estaban fabricadas con piedra, madera y hueso, materiales mucho más frágiles que el acero usado por los españoles. Estos contaban con ballestas y armas de fuego, como los arcabuces. Por último, el uso del caballo les concedió una importante ventaja en los enfrentamientos.

Desarrollo

Los españoles, ya a las puertas de Tenochtitlán, comenzaron a preocuparse por su situación. En esos momentos eran conscientes de que Moctezuma podía ordenar atacar en cualquier momento. Por ese motivo, intentaron convencer a Cortés de que capturara al dirigente mexica para usarlo como escudo defensivo.

Captura de Moctezuma

La excusa para capturar a Moctezuma apareció pronto. Los recaudadores aztecas trataron de cobrar el tributo al imperio en Cempoala, aliada de Cortés. Igualmente, intentaron llevarse a unos jóvenes para sacrificarlos.

Los dirigentes de la ciudad se negaron y afirmaron que ya no tenían ninguna obligación con los aztecas. Esto provocó un enfrentamiento que terminó con la muerte de varios españoles y numerosos indios totonacas.

Cuando Cortés recibió estas noticias acusó a Moctezuma de ser culpable de esas muertes. Aunque el tlatoani lo negó, los españoles lo apresaron y lo confinaron en su propio palacio.

Moctezuma no opuso resistencia a este arresto, pero muchos dirigentes de su imperio no admitieron la situación. Así, comenzaron a planear cómo librarse de los españoles. Cacamatzin, sobrino del emperador, encabezaba este grupo de rebeldes.

Pánfilo de Narváez

Mientras el ambiente en la capital mexica era cada vez más tenso, Cortés recibió la noticia de la llegada a Veracruz de una flota enviada por Diego Velázquez y comandada por Pánfilo de Narváez. Su misión era detener a Cortés, ya que el gobernador de Cuba lo acusaba de desobedecer sus órdenes.

Cortés intentó primero convencer a los recién llegados de que se unieran a él, pero sin conseguirlo. Ante esto, en lugar de esperarlos, decidió partir con 260 soldados y 5 000 guerreros tlaxcaltecas para enfrentarse a Narváez. El resultado de la batalla fue favorable a Cortés.

Muerte de Moctezuma y la Noche Triste

Pedro de Alvarado quedó al mando de las tropas españolas mientras Cortés se enfrentaba a Narváez. A diferencias de la estrategia más paciente de su líder, Alvarado decidió atacar a los mexicas mientras estaban celebrando una ceremonia religiosa. El resultado es conocido como la Matanza del Templo Mayor.

Cortés, a su regreso, intentó calmar a los enfadados mexicas. Sin embargo, la situación se agravó tanto que ordenó a los suyos que se resguardaran en el palacio. Los mexicas, mientras tantos, atacaban a los soldados que sorprendían.

El conquistador exigió a Moctezuma que calmara a su pueblo y lo envió a la azotea del palacio para ordenar a los suyos que cesaran los ataques y volvieran su casa. Sin embargo, para ese momento la tensión eran incontenible.

Aunque existen varias versiones, la más habitual es que uno de los reunidos lanzó una piedra contra el emperador que le golpeó en la frente. Moctezuma II falleció por ese motivo días después.

Los españoles, sin el escudo que suponía Moctezuma, debieron escapar. La retirada con destino a Tacuba tuvo lugar en la noche del 30 de junio de 1520. Los mexicas, vigilantes, los atacaron sin piedad.

Casi la mitad de los soldados españoles resultaron muertos, mientras que otros fueron capturados y sacrificados. Este episodio fue bautizado como la Noche Triste por los españoles.

Reorganización

Los españoles supervivientes y sus aliados pudieron alcanzar Tlaxcala. Enseguida empezaron a preparar la conquista definitiva de Tenochtitlán. Su plan era atacar desde dos lugares diferentes y usando dos estrategias: por las calzadas y por la laguna. Para esto último construyeron 16 pequeños bergantines.

El 28 de diciembre de 1520, los conquistadores partieron hacia la capital mexica. Según lo planeado, el ataque debía iniciarse a finales de abril del año siguiente.

Por su parte, los mexicas habían elegido como tlatoani a Cuitláhuac, quien había dirigido el ataque durante la Noche Triste. Sin embargo, este falleció poco después a causa de la viruela y el trono fue ocupado por el joven Cuauhtémoc.

Ataque con bergantines

El asedio de la ciudad comenzó cuando cortaron el agua del acueducto de Chapultepec. La guarnición que lo vigilaba fue aniquilada por los soldados comandados por Cristóbal de Olid y Pedro de Alvarado.

Después, Cortés envió sus bergantines, cada uno con un cañón, y miles de balsas de sus aliados indígenas para enfrentarse con la flota mexica. Esta resultó destruida.

Lucha en el interior de la ciudad

Según las crónicas, Cortés creía que la ciudad iba a rendirse rápidamente, pero Cuauhtémoc ordenó ejecutar a todos los nobles que pretendían negociar con sus enemigos.

Los mexicas bloquearon los puentes y el puerto para atrincherarse en el interior de la ciudad. Cortés ordenó el ataque terrestre y comenzó una batalla urbana casi puerta por puerta.

Este asedio duró alrededor de 75 días. Los españoles avanzaban, pero los mexicas lograron muchas veces recuperar sus posiciones. Según Bernal Díaz, un cronista español, “a la continua nos daban guerra, así de día como de noche”.

El propio Cortés fue capturado por los mexicas en una ocasión, pero fue pronto liberado por sus hombres.

Situación de los sitiados

En el interior de la ciudad la situación era cada vez más precaria. Los sitiados no tenían agua potable y las canoas que debía llevarles alimentos eran atacadas por los bergantines españoles.

A pesar de eso, el avance español era muy lento y tenían que cegar los canales y las acequias a cada paso para facilitar su movimiento. Cortés intentó dialogar con Cuauhtémoc para llegar a un acuerdo, pero, según Bernal Díaz del Castillo, el joven tlatoani respondió los siguiente:

”Pues que así queréis que sea, guardad mucho el maíz y bastimento que tenemos, y muramos todos peleando, y desde aquí adelante ninguno sea osado a demandarme paces. Si no, yo le mandaré matar”.

Caída de Tenochtitlán

Tlatelolco cayó en manos españolas el 13 de agosto de 1521. Cuauhtémoc trató de retirarse en una canoa junto con su familia, pero fue alcanzado por un bergantín y hecho prisionero.

Sin apenas resistencia, los españoles y sus aliados totonacas y tlaxcaltecas llegaron al Templo Mayor. Tenochtitlán había sido conquistada y el Imperio azteca había llegado a su fin.

Consecuencias

Los españoles continuaron con sus ataques en el interior de Tenochtitlán tras la rendición de esta. Muchos mexicas trataron de huir, pero el número de muertos fue inmenso. Casi todos los nobles fueron asesinados y la mayoría de los supervivientes eran niños.

Según algunas fuentes, el número de mexicas muertos durante el asedio fue de unos 240000. Cortés, por su parte, cifró el número de bajas mexicas en 67000 durante los combates y en otros 50000 por falta de alimentos. Los españoles supervivientes fueron 900.

Comienza el dominio de España

Antes de la conquista, Tenochtitlán contaba con unos 200000 mil habitantes. El imperio, por su parte, estaba habitado por unas cinco millones de personas.

La caída de la capital mexica fue el punto final al imperio, aunque sus estructuras de gobierno se mantuvieron durante algún tiempo. Los españoles continuaron con sus campañas militares hasta conquistar todos los territorios que formarían parte del virreinato de Nueva España.

La colonización consiguiente hizo que muchas culturas indígenas desaparecieran. La lengua española fue impuesta sobre las autóctonas. Lo mismo ocurrió con catolicismo que sustituyó a las creencias de los pueblos indígenas.

Creación del virreinato de Nueva España

Los españoles crearon una nueva entidad política-administrativa que englobaba el antiguo Imperio azteca y otros territorios mesoamericanos: el virreinato de Nueva España.

El rey de España era la autoridad suprema del virreinato, con un poder absoluto. El siguiente escalón de poder estaba ocupado por el Consejo de Indias, que, en nombre del monarca, promulgaba las leyes y dictaba sentencias desde la metrópolis.

Como representante del rey en el territorio se encontraba el virrey. Sus poderes y facultades como autoridad local eran muy amplios.

Este dominio español se prolongó durante tres siglos, hasta que México declaró su independencia en el siglo XIX.

Mortandad indígena

Aunque la cifra de indígenas fallecidos en los enfrentamientos armados contra los españoles fue alta, la principal causa de muerte fue otra distinta: las enfermedades.

Los españoles llevaron desde Europa algunas enfermedades para las que los indígenas no tenían inmunidad, lo que causó una gran mortandad.

Mestizaje

El mestizaje en la zona se inició a partir de la conquista española. En la mayoría de los casos, era el resultado de violaciones o relaciones con las sirvientas.

La llegada de más colonos a la zona hizo crecer el número de mestizos que fueron clasificados mediante un sistema de castas dependiendo de la etnia de sus progenitores.

Referencias

  1. Santos, Yaiza. La caída de Tenochtitlán, aquel fin del mundo. Obtenido de jotdown.es
  2. León Portilla, Miguel. Caída de México-Tenochtitlán. Obtenido de arqueologiamexicana.mx
  3. Universidad Nacional Autónoma de México. Conquista de Tenochtitlán. Obtenido de e1.portalacademico.cch.unam.mx
  4. Hudson, Myles. Battle of Tenochtitlán. Obtenido de britannica.com
  5. Hernández, Bernat. Guns, germs, and horses brought Cortés victory over the mighty Aztec empire. Obtenido de nationalgeographic.com
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  7. Gunderman, Richard. How smallpox devastated the Aztecs – and helped Spain conquer an American civilization 500 years ago. Obtenido de theconversation.com
  8. Cartwright, Mark. Cortes & the Fall of the Aztec Empire. Obtenido de ancient.eu