Historia

Españoles peninsulares: qué son, origen y características


Los españoles peninsulares fueron una clase social, económica y política formada por los colonos llegados a América directamente desde la península ibérica, a principios del siglo XVI, con la finalidad de poblar y controlar los nuevos territorios conquistados.

A finales del siglo XV se consolidó el proceso de conquista de América por parte del Reino de España. En pocos años, los españoles pasaron a convertirse en dueños de inmensos territorios con todas las riquezas naturales que contenían, así como también, con el control de la población nativa que habitaba estos territorios.

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Índice del artículo

Origen

Es conocido que la primera llegada a América por los europeos la lideró Cristóbal Colón en 1492; llegó a La Española, lo que hoy es República Dominicana, y más tarde se extendieron a Cuba.

Por otra parte, los primeros españoles llegaron a Mesoamérica liderados por Hernán Cortés, conquistando el Imperio azteca en el año 1521. A partir de entonces los españoles fueron directamente desde la península española; la causa principal de estos largos viajes era mejorar la posición social y económica, aunque también la evangelización.

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Más adelante se comenzó a explorar el Sudamérica; Francisco Pizarro conquistó el Imperio inca; Alonso de Ojeda descubrió los territorios de lo que hoy es Colombia; ; Juan Díaz de Solís descubrió el Río de la Plata, entre otros.

Características

Estos españoles que llegaron poco a poco y comenzaron a poblar los territorios americanos se conocen como españoles peninsulares; establecieron encomiendas para el reparto tanto de las tierras como de las comunidades indígenas para el uso de conquistadores y colonos.

Estos primeros colonos, llamados también gachupines o godos, ocuparon la más alta jerarquía social y gozaron de los mayores privilegios económicos y políticos.

Asumieron los cargos más importantes del gobierno y de la administración en los nuevos territorios adosados a la corona española. También tenían el camino abierto para ocupar la más alta jerarquía eclesiástica y del ejército. Eran los representantes del poder español en América.

Es de hacer notar que la mayoría de los españoles llegados a tierras americanas en pleno albor del siglo XVI, no eran miembros ni de la nobleza ni de las altas clases sociales españolas. Por el contrario, muchos eran marineros y aventureros que emprendieron el largo viaje al nuevo continente en busca de oro y riquezas.

Por su valentía, en ciertos casos, les fueron dados a algunos títulos nobiliarios menores (como el título de “Hidalgos”) en reconocimiento a sus servicios a la Corona en las Indias.

Los primeros colonos llegaron principalmente desde Castilla; más adelante llegaron catalanes y mallorquines a establecer empresas comerciales. En general, todo español llegado directamente desde España pasaba a pertenecer a la clase social de los españoles peninsulares.

La nueva generación: los criollos

Al poco tiempo de la llegada de los primeros españoles que se asentaron en tierras americanas, surgió una nueva clase social: los criollos, que en portugués significa “negro criado en la casa del señor” (nótese la discriminación desde la propia etimología), y que no eran otra cosa que los descendientes de españoles nacidos en territorio americano.

Si bien legalmente eran españoles, en el devenir cotidiano de la América colonial, estos hijos de españoles puros eran considerados inferiores, al punto de llamarlos criollos en vez de españoles.

Obviamente, con el paso del tiempo, los españoles peninsulares fueron muriendo y los criollos fueron aumentando en número.

Se calcula que ya para 1792, en México, por ejemplo, existían apenas entre 11 mil y 14 mil peninsulares, o lo que es lo mismo, el 0.2% de la población total; mientras que había aproximadamente un millón de criollos que representaban el 16% de la población total mexicana.

La discriminación que existía en la sociedad de la Nueva España era tal, que dentro de la misma clase de los criollos existían ciertas “subclases” determinadas básicamente por el color de la piel y la ocupación.

Los que eran tan blancos como los peninsulares, y además compartían sus aspiraciones sociales, podían mantener estrechos vínculos económicos, políticos y familiares con los peninsulares. Esto generó una poderosa oligarquía criolla.

Los demás criollos comenzaron a reclamar sus derechos de “igualdad” respecto a los españoles peninsulares y al resto de los criollos blancos sobrevalorados, reclamando la posibilidad de ocupar los mismos cargos y acceder a las mismas prebendas.

Pero la Corona Española parecía poner una mancha indeleble y un halo de desconfianza sobre todo lo engendrado en las nuevas tierras conquistadas. Los altos cargos políticos y militares quedaron siempre reservados a los peninsulares.

También siguieron gozando de privilegios en las actividades comerciales en la Nueva España. Los criollos tuvieron que conformarse con cargos medios y actividades comerciales de menor envergadura.

Esta segregación hecha por España a sus propios hijos, fue el caldo de cultivo para las posteriores gestas independentistas.

Al no poder ser considerados españoles, los criollos comenzaron entonces a sentirse americanos, a tomarle más amor al suelo donde habían nacido que al suelo de sus padres y, por consiguiente, a pelear por su independencia de la Corona.

Clases y castas en la Nueva España

En realidad fueron sólo tres las clases sociales que coexistieron en la América colonial:

Los indígenas, autóctonos y nativos de los territorios conquistados

Básicamente se convirtieron en la mano de obra para trabajar las tierras que peninsulares y criollos explotaban. No tenían acceso a la educación ni a ocupar cargos administrativos ni militares. Eran la base de la pirámide.

Los criollos, descendientes de los españoles nacidos en América

Con acceso a la educación y a ciertos cargos comerciales, pero sin los mismos plenos derechos de los españoles peninsulares. Eran el escalafón medio de la pirámide.

Los españoles peninsulares, en la punta de la pirámide

Españoles nacidos en España con todas las prebendas y derechos.

Pero de la mezcla de españoles, criollos e indígenas nacieron castas sociales que aumentaron en número con las subsiguientes migraciones (por ejemplo, de africanos y asiáticos) después de la conquista.

Estas mezclas raciales en la Nueva España se dieron a lo largo de más de tres siglos. Fueron los estratos sociales más discriminados y relegados durante toda la historia colonial, pero fueron los que le dieron a América su gran riqueza cultural.

Tabla de castas sociales

Referencias

  1. Gloria Delgado de Cantú. Historia de México. Volumen I: El proceso de gestación de un pueblo. p.382, 383.
  2. Criollos y españoles en el Virreinato – Los Peninsulares – Clase Social. Españoles o Peninsulares vs. Criollos.
  3. Los criollos y los peninsulares, Siglo XV en adelante / América Latina. Biblioteca Plan Ceibal. Recuperado de contenidos.ceibal.edu.uy.
  4. Clases sociales y castas de la Nueva España. Recuperado de historiademexicobreve.com.
  5. Óscar Mauricio Pabón Serrano (2012). Las cortes de Cádiz y los españoles de ambos hemisferios: El debate sobre la igualdad de representación entre americanos y peninsulares. Revista Temas N° 6. Departamento de Humanidades Universidad Santo Tomás. Bucaramanga, Colombia.