15 consecuencias de fumar para la salud física y mental
Algunas de las consecuencias de fumar más graves para la salud son los problemas bucales, pérdida de densidad osea, enfermedades respiratorias, disfunciones sexuales, entre muchas otras.
Los cigarrillos tienen efectos terribles sobre la salud de los seres humanos. Si bien se han vendido por el mundo como objetos que relajan el cuerpo y causan placer, pocas personas son conscientes del peligro que corren al consumirlos.

Principales efectos de fumar para la salud
Ansiedad
Durante mucho tiempo se ha creído que fumar actúa como un relajante o tranquilizador que alivia la ansiedad y el estrés. Pero, recientemente un estudio realizado en la Universidad de Londres, ha desmentido esta creencia popular. Ellos aseguran que ingerir tabaco aumenta el riesgo de sufrir depresiones y ansiedad hasta en un 70%.
Aunque muchos fumadores experimentan la sensación de relajación o siente que los cigarrillos reducen su estrés, esto simplemente es temporal, porque luego la sensación es sustituida por antojos o el síndrome de abstinencia.
Afortunadamente, este estudio reveló que las personas que tenían alrededor de un año sin fumar, mostraban perfiles de ansiedad y depresión similares a aquellos que nunca habían fumado. Por eso, dejar a un lado los cigarrillos significa mejorar la salud física y mental.
Problemas bucales
La coloración amarillenta y la aparición del sarro en la superficie de los dientes se encuentran entre las peores consecuencias estéticas de la nicotina y el alquitrán del cigarrillo. Además, están las manchas blancas con pequeños puntos rojos que aparecen a lo largo del paladar y las zonas mucosas de la boca.
A nivel médico se encuentran las caries y el mal aliento causado por el poco flujo salival que causa el tabaco. Pero, la enfermedad más complicada es la llamada periodontal. Esta provoca la pérdida de dientes de manera progresiva y crónica.
Esto se debe a que la encía recibe menos oxígeno y sangre a medida que el consumo de tabaco aumenta. Todo esto disminuye los mecanismos de defensa contra las bacterias que afectan los tejidos bucales. De hecho, destruye los ligamentos y huesos bucales que sostienen los dientes.
Diabetes tipo 2
Por loco que parezca, el uso de tabaco aumenta el riesgo de contraer diabetes de tipo 2, una enfermedad que es común en personas que superan los 40 años.
Los médicos aseguran que los fumadores con esta clase de diabetes tienen mayores problemas para controlar su enfermedad con la dosificación de insulina. Por desgracia, esto provoca terribles llagas que solo pueden ser tratadas mediante operaciones; y en muchos casos se deben retirar dedos o partes del pie.
Por otra parte, las complicaciones renales e infecciones en las piernas son más frecuentes en los diabéticos que consumen cigarrillos. Pero aún hay más, ya que algunas personas padecen neuropatía periférica, una enfermedad que daña los nervios del brazo y piernas. Esto ocasiona el adormecimiento de las extremidades y dolores por la mala coordinación.
Disfunción eréctil
El sistema cardiovascular y la circulación de la sangre son factores determinantes en la erección del hombre. Lamentablemente, existen personas que se ven afectadas al momento de intimar, porque consumen tabaco. De hecho, se ha determinado que un tercio de la población que sufre de disfunción eréctil fuma cigarrillos.
Independientemente de la edad, se ha comprobado que aquellos hombres que ingieren una caja de cigarrillos al día, tendrán al menos un problema eréctil después de un año. Esto se debe a que tuvieron una prolongada exposición a los efectos nocivos.
Después de todo, la nicotina cierra el conducto de las arterias e impide el traslado del líquido rojo por los vasos sanguíneos. Por suerte, se ha demostrado que los hombres que dejan de fumar recuperan su vida íntima y su desempeño vuelve a la normalidad.
Arrugas prematuras de la piel
El uso de tabaco reduce la elasticidad natural que tiene la piel. Además, disminuye la producción de colágeno y vitamina A en el cuerpo. Pero, lo peor del asunto es que esto impide la correcta sanación de rupturas y pliegues sobre los tejidos que son conocidas como arrugas.
De hecho, las personas fumadoras poseen arrugas más profundas, estrechas y con contornos muy marcados. Sin embargo, eso no es todo. Consumir cigarrillos trae como consecuencia manchas amarillas en los dedos y el vello facial del hombre.
A todo esto, hay que sumarle el mal olor corporal que produce el tabaco y el aumento de la deshidratación del cuerpo. Esto último hace que la piel parezca áspera y quebradiza. Inclusive, algunas personas lucen un color muy pálido o cercano al grisáceo amarillento que produce la anemia.
Problemas de fertilidad
El uso de tabaco influye negativamente en aquellas parejas que desean tener un hijo. De hecho, los médicos han comprobado que fumar reduce las probabilidades de embarazo al menos en un 50%.
Si una mujer fuma desde una temprana edad, reduce su producción de óvulos y dificulta la capacidad que tiene su cuerpo para desarrollar un bebé en su vientre. Incluso, el humo del cigarrillo que consumen otras personas pueden llegar a afectar a la mujer a nivel hormonal y disminuir su reserva de óvulos.
En el caso de los hombres ocurre algo similar, porque el tabaco altera sus hormonas y afecta la cantidad y calidad de su espermas. Las consecuencias llegan hasta el punto de afectar la movilidad y variedad que tendrán los espermatozoides a nivel genético.
Dificultad para cicatrizar
Uno de los problemas más notorios en los consumidores de cigarrillos es la dificultad que tienen para cicatrizar sus heridas, ya que lo hacen más lento que el resto de personas. Por este motivo, los doctores han comenzado a recomendar que no se fume una semana antes y después de ser sometido a un proceso quirúrgico.
Esto se debe a la nicotina que tiene el tabaco, ya que disminuye la oxigenación de los vasos sanguíneos que están distribuidos por todos los órganos y tejidos del cuerpo humano. Además, el monóxido de carbono que posee el humo, reacciona negativamente con el oxígeno que tiene la sangre de una herida abierta.
Además, especialistas destacan que las personas que consumen un paquete de cigarrillos al día, tienen más probabilidades de sufrir necrosis en una herida que aquellos que no fuman o han dejado este vicio hace más de un año.
Pérdida de densidad ósea
Los efectos que tiene el tabaco en el sistema óseo son realmente devastadores. Se ha comprobado que produce la pérdida del calcio a través de la orina. Y, sin importar la edad que tenga el fumador, la densidad y forma de sus huesos se verán afectadas.
En el caso de las mujeres, fumar hace que inicien el proceso hormonal llamado menopausia, alrededor de los 35 años, muchísimo antes del tiempo correcto para su cuerpo. Por desgracia, este proceso hormonal se caracteriza por la pérdida de masa ósea. Por lo cual, las fracturas en la columna, muñecas, y cadera son comunes.
Lo peor del asunto es que los fumadores que han sufrido una fractura tienen mayores complicaciones en su proceso de sanación o peores evoluciones clínicas. Por ejemplo, estas personas suelen verse afectadas por callos óseos en sus huesos, y otros terminan padeciendo osteoporosis.
Infecciones respiratorias
Fumar cigarrillos predispone a las personas a infecciones e inflamaciones en las vías respiratorias. Por lo general, estas dolencias limitan de forma considerable la calidad de vida de las personas.
Sus síntomas más característicos son la tos, el resfriados y la poca la tolerancia al ejercicio. En cuanto a enfermedades crónicas, es común que el fumador llegue a padecer de faringitis, sinusitis y neumonía. Al parecer, la principal causa de estas complicaciones respiratorias es el alquitrán del humo.
Sin embargo, las más preocupantes son los dolores en los pulmones y la bronquitis crónica. La obstrucción pulmonar es la más peligrosa, porque inflama este órgano y destruye los alvéolos que convierten el oxígeno en dióxido de carbono.
Enfermedades estomacales
Cada vez que una persona fuma un cigarrillo, la mitad de ese humo va hacia los pulmones. El resto se dirige a los órganos más sensibles; por ejemplo, el estómago. Esto, sumado a otros componentes tóxicos que se trasladan por el sistema digestivo gracias a la saliva, altera el correcto funcionamiento del cuerpo humano.
Los médicos han descubierto que la nicotina aumenta la producción de los ácidos estomacales. Sin embargo, esa no es la única consecuencia negativa, ya que fumar provoca que el músculo al final del esófago no se cierre adecuadamente.
Esto ocasiona que el contenido del estómago se regrese hacia el esófago y lo irrite. Todas estas complicaciones traen enfermedades como gastritis y úlceras. Pero la irritación e inflamación del estómago e intestino son con mucho las más frecuentes.
Pérdida del olfato y del gusto
Resulta que el sentido del gusto está relacionado con los olores que se perciben al comer. Por ejemplo, cuando un niño ingiere algo que no le gusta, se tapa la nariz. Por desgracia, existen sustancias tóxicas en el tabaco que provocan el deterioro de los sentidos en los fumadores, específicamente del olfato y gusto.
Si bien, las células que están en la lengua se regeneran cada 10 días, si una persona va aumentando la dosis de cigarrillos que fuma, con el tiempo irá perdiendo la capacidad de saborear los alimentos.
Probablemente, la única manera de terminar con este problema es dejar a un lado dicho vicio. De esta manera, las nuevas células están sanas y no se debilitarán con las toxinas. Y, con el tiempo, las personas irán recuperando la intensidad con que percibían los sabores y los olores.
Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es una enfermedad que causa dolor, rigidez, inflamación, y pérdida de las articulaciones. Lamentablemente, puede tener muchísimas complicaciones médicas. Las cuales van desde el crecimiento anormal de bultos en las arterias y venas, hasta infecciones y tumores.
Por desgracia, un tercio de todos los casos de artritis reumatoide se relacionan con el consumo de tabaco. De hecho, la mitad de las pacientes que heredan esta enfermedad tiene padres que eran o son fumadores.
Se ha confirmado que la mitad de la personas que ingieren cigarrillos y padecen de artritis reumatoide, no responden favorablemente a los tratamientos al inicio de la enfermedad.No obstante, eso no es todo. Los medicamentos con agentes biológicos, los cuales son más potentes, tienden a fracasar con ellos.
Accidentes cardiovasculares
La medicina ha comprobado que el cigarrillo trae consecuencias negativas al corazón. Específicamente, vuelve más espesa a la sangre, ya que fumar aumenta la acumulación de grasas malas y otras sustancias negativas. También, llena de coágulos todos los vasos sanguíneos que van al cerebro.
Probablemente, las enfermedades más peligrosas sean los ataques cardíacos causado por las obstrucciones del suministro de sangre. Además están los accidentes cerebrovasculares que dañan partes del cerebro. Estos últimos pueden ocasionar discapacidades como parálisis y dificultad para hablar. En los peores casos puede llegar a cobrarse la vida de las personas a las que afecta.
Lamentablemente, incluso el humo del tabaco que fuman otras personas dañan las venas y arterias, lo que puede provocar ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares.
Ceguera
Fumar puede causar graves problemas al cuerpo humano, porque daña casi todos los órganos. Entre los más afectados se encuentran los ojos. Por ejemplo, fumar destruye lentamente la visión central y aguda, lo que dificulta la lectura y la visualización de detalles finos.
Si bien, esta complicación médica suele asociarse con la vejez, lo más sorprendente es que afecta también a jóvenes fumadores. Además, consumir cigarrillos provoca sequedad de los ojos y retinopatía diabética, enfermedad que daña los vasos sanguíneos de la retina.
Fumar forma unas cristalizaciones en la retina, mejor conocidas como cataratas, las cuales llevan a la ceguera si no son operadas a tiempo. Para colmo, se ha calculado que más del 50% de los consumidores de tabaco poseen cataratas o han sido operados de ellas antes de cumplir 80 años.
Cáncer
El cáncer cada día afecta a más personas en el mundo. De hecho, existen más de 100 tipos. Por desgracia, muchísima gente desconoce la estrecha relación que tiene esta letal enfermedad con el consumo del tabaco.
Fumar produce cáncer e impide que el cuerpo humano lo combata correctamente. Esto se debe a las diferentes sustancias toxicas que tiene el humo, que debilitan el sistema inmunológico. Y esto trae como consecuencia que las células malignas se multipliquen descontroladamente y sin que nadie las detenga.
También, desde hace años los médicos han confirmado que cada nueve de diez personas con cáncer en el pulmón, son o fueron consumidores activos de la tabaquería. Realmente no importa si disminuyen el hábito de fumar después de un tiempo, el riesgo de tener cáncer aumenta con cada cigarrillo.