Neurociencia

Quiasma óptico: características, anatomía y lesiones


El quiasma óptico es una estructura cerebral en la que se entrecruzan parcialmente las fibras de los nervios ópticos. Es decir, es una región del cerebro que actúa como punto de unión entre el nervio óptico del ojo derecho y el nervio óptico del ojo izquierdo.

Esta estrechura está ubicada en la fosa cerebral anterior, localizándose justo por delante de la silla turca. Presenta un tamaño de unos doce milímetros de ancho, ocho milímetros de largo y unos cuatro milímetros de alto.

quiasma óptico

La principal función de esta zona del cerebro consiste en integrar y unificar los estímulos visuales captados a través de los ojos, con el objetivo de generar elementos informativos que puedan ser enviados a otras regiones del cerebro.

Así mismo, el quiasma óptico desempeña la particular función de entrecruzar las fibras de los nervios ópticos, por lo que la región derecha del quiasma procesa el ojo izquierdo y la región izquierda procesa el ojo derecho.

Índice del artículo

Características del quiasma óptico

Quiasma óptico es un término que proviene del griego y significa disposición cruzada. Biológicamente, esta palabra hace referencia a una pequeña región cerebral.

El quiasmo óptico es una estructura del cerebro que se caracteriza por resultar un punto de unión de las fibras axónicas de los nervios ópticos. Es decir, es la zona del cerebro en el que van a parar los estímulos visuales captados por el ojo derecho y por el ojo izquierdo.

En el quiasma óptico, las fibras axónicas de los nervios ópticos se entrecruzan. En este encruzamiento, la mitad de las fibras pasan del nervio óptico derecho a la cintilla óptica izquierda y del nervio óptico izquierdo a la cintilla óptica derecha.

En este sentido, el quiasmo óptico es una estructura que permite entrecruzar la información visual y conectar los nervios ópticos con las cintillas ópticas.

La principal particularidad del quiasma óptico es que no resulta únicamente un punto de unión entre los dos nervios ópticos, sino que además, es el punto en el que se cruza parcialmente las fibras ópticas de estos nervios.

De este forma, el quiasma óptico resulta una estructura cerebral imprescindible para procesar la información visual. Esta región se observa en todos los seres vertebrados, incluso en ciclostomas.

Anatomía

El quiasma óptico es en sí una estructura nerviosa. Presenta una forma semejante a la letra griega chi y se caracteriza por derivar de la fusión de los dos nervios ópticos.

La estructura del quiasma óptico nace a través de las fibras axónicas de cada nervio óptico y se continúa de manera posterior con las dos cintillas ópticas.

El quiasma óptico constituye una estructura cerebral pequeña. Aproximadamente, mide entre 12 y 18 milímetros de ancho, unos ocho milímetros de largo y unos cuatro milímetros de altura.

Justo por encima del quiasma óptico se halla el suelo del tercer ventrículo, estructura con la que se interrelaciona de forma directa. Lateralmente, el quiasma óptico establece conexión con las arterias carótidas internas e, inferiormente, con la silla turca y la hipófisis.

Funciones del quiasma óptico en la vía óptica

El quiasma óptico es una región cerebral que desempeña un papel importante en la vía óptica. Es decir, constituye una estructura que resulta imprescindible para transmitir e integrar la información visual y, por lo tanto, permitir la visión como sentido perceptivo.

La vía óptica es por lo tanto un conjunto de estructuras cerebrales que se encarga de transmitir los impulsos nerviosos desde la retina hasta la corteza cerebral. Este proceso se realiza mediante el nervio óptico.

Las células receptoras del nervio óptico son los conos y los bastones, los cuales transforman las imágenes recibidas en impulsos nerviosos que son trasladados al cerebro y conducidos por diferentes estructuras.

En este sentido, el papel del quiasma óptico puede dividir la vía óptica en dos categorías principales: las estructuras anteriores al quiasma óptico y las estructuras posteriores al quiasma óptico.

-Estructuras anteriores al quiasma óptico

Antes de que la información percibida alcance la región cerebral del quiasma óptico, en la vía óptica participa una estructura principal para la percepción de los estímulos visuales: el nervio óptico.

El nervio óptico está formado por los axones de las células ganglionares de la retina del ojo. Estos nervios se encuentran recubiertos por meninges, se inician en el agujero escleral posterior y terminan en el propio quiasma óptico.

El nervio óptico presenta una longitud variable de entre cuatro y cinco centímetros aproximadamente, y se caracteriza por dividirse en cuatro porciones principales:

  1. Porción intraocular: esta porción se sitúa dentro del globo ocular y forma la papila óptica. Presenta una longitud de apenas un milímetro y está formado por fibras mielínicas.
  2. Porción orbitaria: esta porción presenta una forma de “S” y se encarga de permitir los movimientos oculares. Se relaciona con el ganglio ciliar y atraviesa el cono muscular, el cual termina en el anillo de Zinn.
  3. Porción intracanalicular: la porción intracanalicular o intraósea transcurre por el agujero óptico y presenta una longitud de uno seis milímetros.
  4. Porción intracraneal: esta última porción del nervio óptico se sitúa en la fosa craneal medial y termina dentro del quiasma óptico.

-Estructuras posteriores al quiasma óptico.

Una vez la información es transmitida de los nervios ópticos al quiasma óptico, y este último ha integrado y entrelazado los estímulos visuales, la información se dirige hacia otras regiones cerebrales.

Concretamente, posteriormente al quiasma óptico la vía óptica presenta cuatro áreas: las cintillas ópticas, el cuerpo geniculado externo, las radiaciones ópticas de Gratiolet y las áreas visuales.

Cintillas ópticas

Las cintillas ópticas se originan en la región inmediatamente posterior al quiasma. Cada cintilla se encuentra separada de la otra a través del tallo de la hipófisis en la parte inferior y mediante el tercer ventrículo en la región superior.

Las cintillas ópticas contienes las fibras nerviosas que provienen de la retina temporal y de las retinas nasales. En esta región se produce un nuevo ordenamiento de las fibras nerviosas. La mayoría de las fibras de las cintillas terminan a nivel del cuerpo geniculado y un pequeño porcentaje se dirige hacia el tubérculo cudrigémico superior.

Cuerpo geniculado externo

El cuerpo geniculado externo es la siguiente estructura de la vía óptica. Esta región genera una conexión de los axones de las células ganglionarias con las neuronas de su interior.

La sinapsis entre células y neuronas se encarga de codificar en cierta parte las señales nerviosas, elaborando la información visual.

Radiaciones ópticas de Gratiolet

Finalmente, las neuronas del cuerpo geniculado externo prolongan sus axones a través de las radiaciones ópticas, las cuales continúan formando la pared externa de los ventrículos laterales.

Ciertas fibras rodean a los ventrículos estableciendo relaciones con la cápsula interna y formando el asa de Myere. La mayor parte de las fibras en cambio se dirigen hacia el área 17 de Brodman de la corteza cerebral.

Áreas visuales

Finalmente, la transmisión de los nervios visuales termina en las áreas visuales, las cuales están formadas por las áreas 17, 18 y 19 de Brodman.

De todas ellas, el área 17 es la región visual principal, la cual se encuentra situada a nivel de la hendidura interhemisférica, en la superficie posterior de la corteza occipital del cerebro.

El área 17 de Brodman está dividida en dos porciones por la cisura calcarina, por lo que la región del córtex próxima a esta región se denomina corteza calcarina.

Las áreas 18 y 19 de Brodman en cambio son regiones de asociación cerebral. Establecen conexiones interhemisféricas en las que la información visual que llega a través de la vía óptica es analizada, identificada e interpretada.

Lesiones en el quiasma óptico

Las lesiones en el quiasma óptico son bastante infrecuentes, siendo así una de las regiones de las vías ópticas que menos se suelen dañar.

El quiasma óptico se encuentra ubicado en el interior del cráneo y en la región inferior del cerebro, por lo que raramente padece lesiones severas. De hecho, son pocos los casos de lesiones en el quiasma óptico que se han detectado hoy en día. No obstante, ciertos tipos de hemianopsia pueden originarse debido a daños en esta región cerebral.

La hemianopsia es una patología que implica la falta de visión o ceguera y se caracteriza por afectar únicamente a la mitad del campo visual. En la actualidad, se han detectado diferentes tipos de hemianopsia, de los cuales solo dos responden a daños en el quiasma óptico: la hemianopsia binasal y la hemianopsia bitemporal.

La hemianopsia binasal es un tipo de hemianopsia heterónima que afecta a la mitad izquierdo del campo visual del ojo derecho y la mitad derecha del campo visual izquierdo, y es producida por una lesión en el quiasma óptico.

Por su parte, la hemianopsia bitemporal se caracteriza por afectar a la mitad derecha del campo visual del ojo derecho y la mitad izquierda del campo visual del ojo izquierdo, y también se debe a una lesión en el quiasma óptico que en ocasiones es causado por un tumor en la hipófisis.

Referencias

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