Geografía

Llanura abisal: características, elementos, flora, fauna


Se llama llanura abisal a la porción de continente que se hunde en el océano y forma una superficie con tendencia a ser plana, que se encuentra localizada a profundidades de entre 2000 a 6000 metros bajo el nivel del mar. Esta porción de superficie continental es fácilmente identificable porque su perfil está cerca de ser horizontal, a diferencia de los terrenos subacuáticos que la rodean.

Antes de llegar a la llanura abisal existe una abrupta caída conocida como talud continental, y luego de esta pueden encontrarse nuevas caídas abruptas: las fosas o abismos abisales.

Se estima que, en conjunto, todas estas suaves pendientes oceánicas podrían conformar el 40 % del suelo marino, convirtiéndose en los mayores depósitos de sedimentos del planeta.

Índice del artículo

Características

La principal característica de las llanuras abisales está descrita en su nombre: al igual que las llanuras en tierra firme, son casi planas. Poseen una pendiente o inclinación, pero esta es prácticamente imperceptible por las vastas extensiones en las que se desarrolla.

Estas llanuras se producen por la acumulación constante de sedimentos provocados por los procesos naturales en el continente y que, de una u otra forma, descargan su contenido al mar.

Dichos sedimentos viajan por las distintas corrientes y se van posando a distintas profundidades tapando huecos, lo que genera como resultado llanuras que registran hasta 800 metros de material sedimentado.

Dada la gran profundidad en la que se ubica esta zona del suelo oceánico, la luz solar no consigue llegar. Por esa causa las temperaturas son sumamente bajas, casi llegando al punto de congelación.

Gracias a todas estas condiciones extremas y por las grandes presiones que pueden ser censadas, se podría pensar que no existe mucha vida en esa región, pero ello sería un error.

Ubicación

La mayoría de estas llanuras abisales se concentran en el océano Atlántico. El océano Indico también posee llanuras, pero ocupan mucha menos superficie en comparación con las del Atlántico.

En el océano Pacifico, donde predominan los abruptos cambios topográficos, es más difícil encontrarlas. Allí quedan relegadas a las pequeñas franjas de suelo submarino entre accidentes abisales.

Elementos

El relieve con tan pocos cambios, típico de la llanura abisal, es apenas perturbado por formaciones tales como la siguientes:

Colinas volcánicas

Son elementos formados por la acumulación de material proveniente de erupciones volcánicas submarinas. Dicho material se va acumulando erupción tras erupción, creando una pequeña cresta de bordes bien definidos y paredes laterales de suave caída.

Islas volcánicas

No son más que colinas volcánicas que, por su constante y abundante actividad, han logrado emerger a la superficie, llegando incluso a subir varios cientos de metros sobre el nivel del mar.

Respiraderos hidrotérmicos

Son extrañas formaciones por las que emana agua a impresionantes temperaturas. A pesar de que en su entorno inmediato el agua se encuentra a temperatura casi de congelación (escasos 2 °C), por estos respiraderos el agua puede salir con temperaturas que varían entre 60 °C y casi 500 °C.

Debido a la aplastante presión en esas profundidades, el agua puede mantener su estado líquido o llegar a ser lo que se conoce como fluido supercrítico. La combinación de la presión y la concentración de la salinidad hace que el agua pueda cambiar sus propiedades físicas y rondar entre líquido y gas.

Como es lógico pensar, esto se produce de la acción magmática de las placas tectónicas que conforman nuestro globo terráqueo. Estos respiraderos contribuyen en forma importante a disipar la creciente presión entre placas.

Filtración fría

Aunque este no es un elemento físico como tal, es un fenómeno que solo se presenta en estas llanuras y que fue descubierto en fechas recientes (1983, en el golfo de México).

Se trata de una especie de lagunas o piscinas de concentración de hidrocarburos, sulfuro de hidrógeno y metano que “flotan” entre las profundas aguas oceánicas.

Estas concentraciones, descubiertas por vez primera a 3200 m de profundidad, se perciben por la diferencia de densidad con las aguas circundantes. Podríamos imaginar a una gota de aceite en un vaso de agua, pero en una escala mucho mayor.

Con el lento correr del tiempo, esta concentración de sustancias va siendo decantada y degradada hasta desaparecer.

Guyot

Es otra formación cuyo origen también podría ser volcánico. En este caso se trata de una estructura tubular o cónica que pareciera haber logrado emerger a la superficie pero que fue erosionada con el paso del tiempo, quedando así su cima aplanada. Para tener una imagen gráfica, vale decir que es una isla volcánica cortada a la altura del mar.

Flora

En un principio, cuando las llanuras abisales fueron descubiertas, se asumió que eran grandes extensiones desérticas. La gran distancia que nos separa de estas, lo vasto de la superficie que ocupan, y la dificultad que implica poder visitarlas, hizo que durante muchos años los científicos de todo el mundo siguieran esta línea de pensamiento.

A pesar de que en las últimas dos décadas se ha demostrado que una gran diversidad de especies hace vida en las llanuras abisales, la forma en la que interactúan y la estructura de sus ecosistemas aún no ha sido estudiada en profundidad.

Se debe tener en cuenta que a estas inmensas profundidades no llega luz solar, por lo que no existe ningún tipo de especie vegetal capaz de hacer fotosíntesis. En este medio tan difícil solo es posible la obtención de energía de los detritos que caen desde la superficie o por quimiosíntesis.

Las fuentes hidrotermales o respiraderos hidrotérmicos son los sitios en los que se concentra y pulula la vida capaz de realizar este proceso de conversión de calor, minerales y emanaciones gaseosas en energía vital. La quimiosíntesis es un proceso reservado a un puñado de especies vegetales que forman parte de la cadena alimenticia del fondo del mar.

Fauna

Impensables criaturas habitan las profundidades marinas. En la actualidad se habla de entre 17 000 y 20 000 especies conocidas para esa franja de océano, pero si pensamos que solo se conoce el 10 % del océano, se puede concluir que no estamos ni cerca de conocer a la totalidad de habitantes de ese medio profundo, frío y oscuro.

Invertebrados como crustáceos, caracoles, gusanos, bacterias, protozoos y peces con apariencia fantasmal son los moradores de estas vastas extensiones. Pobremente estudiados, solo es posible verlos en su ambiente con equipo especializado, robots submarinos, batiscafos, sumergibles de gran alcance, entre otros mecanismos.

Algo notorio entre las especies de la fauna del océano profundo es la bioluminiscencia, fenómeno que consiste en que el animal puede hacer brillar zonas de su cuerpo gracias a sustancias químicas y electricidad corporal. Este fenómeno es recurrente y sirve tanto para la navegación como para conseguir alimento, atrayendo a la presa a una mortal trampa.

Otras características presentes en los habitantes de las llanuras abisales son la evolución de ojos (pudiendo haber desaparecido en algunos casos), la evolución de mandíbulas con dientes grandes y filosos que se proyectan más allá del cuerpo del animal, y la presencia mayoritaria de individuos con coloraciones de pieles oscuras u opacas.

Diferencias con plataforma continental

Por plataforma continental define a la porción de continente que entra en el mar y comienza a hundirse. Ese recorrido hacia abajo, iniciando en el nivel 0,00 s.n.m. (sobre el nivel del mar) puede tomar unos pocos metros o cientos de kilómetros.

Por lo general se toma como plataforma continental esa extensión submarina del continente que se extiende hasta la primera caída abrupta hacia las profundidades (el talud continental). La media de la profundidad para esta franja de océano es de 200 m.

Perfil gráfico

Si se hace un gráfico del perfil del océano, la plataforma continental sería una playa larga que comienza en el continente y se prolonga y hunde en el mar. Luego de ello se toparía con una primera gran caída (el llamado talud continental) y a continuación de este talud iniciaría una nueva playa o línea horizontal con pequeña pendiente: la llanura abisal.

Entonces, podemos decir que ambos accidentes submarinos comparten similitud de perfil y relieve. Su principal diferencia estriba en la profundidad en la que se ubica cada una de estas, la presión, la temperatura, la luz que cada una recibe y la biodiversidad que albergan.

Vida bullente

Sin duda, en la plataforma continental la vida bulle por doquier. Las especies marinas más conocidas, en sus distintas formas y tamaños, adornan el paisaje, comparten espacio y sirven de recurso renovable para su explotación.

Ejemplos

Debido a lo accidentado del fondo marino, a la distribución de las placas tectónicas y a las consecuencias de sus choques, las llanuras abisales se encuentran en números desiguales a lo largo de los distintos océanos del planeta. A continuación enumeraremos las más destacadas tomando en cuenta el océano del que forman parte:

Océano Atlántico

– Llanura abisal Sohm.

– Llanura abisal de Ceará.

– Llanura abisal de Pernambuco.

– Llanura abisal argentina.

– Llanura abisal de Vizcaya.

– Llanura abisal de Cabo Verde.

– Llanura abisal de Angola.

– Llanura abisal de Weddell.

Océano Indico

– Llanura abisal de Somalia.

– Llanura abisal de Arabia.

– Llanura abisal Perth.

– Llanura abisal de Tasmania.

Océano Pacifico

– Llanura abisal Tufts.

– Llanura abisal Aleutianas.

Océano Antártico

– Llanura abisal Bellishausen.

– Llanura abisal Enderby.

Referencias

  1. “Llanura Abisal” en Wikipedia. Recuperado en 01 de marzo de 2019 de Wikipedia: es.wikipedia.org
  2. “Abyssal Plain” en Wikipedia. Recuperado en 01 de marzo de 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org
  3. “Abyssal Plain” en Encyclopaedia Britannica. Recuperado en 01 de marzo de 2019 de Encyclopaedia Britannica: britannica.com
  4. “Fauna Abisal” en Wikipedia. Recuperado en 01 de marzo de 2019 de Wikipedia: es.wikipedia.org
  5. “Plataforma Continental” en Wikipedia. Recuperado en 01 de marzo de 2019 de Wikipedia: es.wikipedia.org
  6. Errázuris, A., Gangas, M., Georgudis, B., Rioseco, R. “Materiales didácticos para la enseñanza de la geografía” en Google Books. Recuperado en 01 de marzo de 2019 de Google Books: books.google.cl
  7. Tarbukc, E., Lutgens, F. “Ciencias de la Tierra. 8 Edición. Una introducción a la geología física” en Ruta Geológica. Recuperado en 01 de marzo de 2019 de Ruta Geológica: rutageologica.cl
  8. Ponce, J. “Plataforma submarina y costa atlántica argentina durante los últimos 22 000 años” en Researchgate. Recuperado en 01 de marzo de 2019 de Researchgate: researchgate.net