Biología

Tejido hematopoyético: qué es, características, histología, tipos, funciones


¿Qué es el tejido hematopoyético?

El tejido hematopoyético es un tejido en donde se produce la formación de las células de la sangre. Considerado parte del tejido vascular o conectivo de distintos grupos de animales, presenta células con capacidades regenerativas a corto o a largo plazo, y células progenitoras multipotentes, oligopotentes y unipotentes comprometidas.

Con el avance del microscopio en el siglo XIX, fue posible la observación de las diferentes células sanguíneas, su proliferación y diferenciación. A partir de entonces se supo que el lugar de formación de la sangre era la médula ósea.

Muchas hipótesis fueron propuestas para explicar la formación de las células sanguíneas, pero fue el patólogo alemán Franz Ernst Christian Neumann (1834-1918) quien propuso la teoría pionera de la célula madre. Esta teoría sugiere que una célula podría estar en el origen de todos los linajes de células sanguíneas.

Otro científico también destacado en el área fue el ruso-estadounidense Alexander A. Maximow (1874-1928). Maximow propuso la teoría de una célula común para el sistema hemático completo, o la hematopoyesis.

Precisamente sobre esta teoría de Maximow se basa el concepto moderno de origen y diferenciación de las células sanguíneas.

¿Qué es la hematopoyesis?

En general

La hematopoyesis se conoce como el proceso mediante el cual se producen todas las células sanguíneas maduras.

Estas células tienen un tiempo de vida limitado, desde pocas  horas, en el caso de glóbulos blancos, hasta de 4 meses, en el caso de glóbulos rojos, lo que significa que deben ser reemplazadas constantemente.

El proceso hematopoyético se encarga de equilibrar las necesidades diarias de producción de células sanguíneas del cuerpo. En los organismos vertebrados, la mayor parte de este proceso se produce en la médula ósea.

Deriva de un número limitado de células madre hematopoyéticas que pueden generar células de su misma capa o de origen embrionario. También pueden provenir de células madre de la sangre, que pueden diferenciarse en los múltiples tipos celulares de la sangre (células multipotentes) y son capaces de autorrenovación extensa.

En humanos

En los seres humanos, los lugares donde ocurre la hematopoyesis cambian durante el desarrollo. En los embriones se realiza principalmente en el saco vitelino. Durante la etapa fetal el proceso se traslada al hígado, bazo, tejido linfático y después a la médula ósea roja.

Posteriormente, tras el nacimiento, la producción de las células sanguíneas se traslada a la médula ósea del hueso trabecular y la cavidad medular de los huesos largos.

Finalmente, en los adultos ocurre en los huesos de cráneo, pelvis, vértebras, esternón y las zonas próximas de la epífisis del fémur y el húmero. La hematopoyesis en adultos se puede reiniciar en el hígado y en el bazo bajo ciertas circunstancias.

Características del tejido hematopoyético

El tejido hematopoyético proviene del mesodermo, constituye del 4 al 6% del peso corporal y es un tejido blando, densamente celular. Está formado por los precursores de las células sanguíneas, macrófagos, células adiposas, células reticulares y fibras reticulares.

Las células que lo conforman se encargan del buen funcionamiento del organismo a través de la oxigenación, eliminación de desechos biológicos, transporte de células y componentes del sistema inmunológico.

Histología

El tejido conjuntivo o conectivo está integrado por células y matriz extracelular, la cual comprende a la sustancia fundamental y a las fibras inmersas en ella. Se sabe que este tejido tiene su origen en el mesodermo, a partir del cual se forma el mesénquima.

Por otra parte, en organismos adultos el tejido conectivo se clasifica en dos variedades: el tejido conjuntivo propiamente dicho y el tejido conjuntivo especializado, que corresponde a los tejidos adiposo, cartilaginoso, óseo, linfoide y la sangre (al cual pertenece el tejido hematopoyético).

Tipos de tejidos hematopoyéticos

El tejido hematopoyético se divide en 2 tipos de tejidos:

Tejido mieloide

Es un tipo de tejido hematopoyético relacionado con la producción de los eritrocitos (eritropoyesis), leucocitos granulados y megacariocitos. Fragmentos de los megacariocitos forman las plaquetas (trombocitos).

El tejido mieloide se encuentra ubicado a nivel del canal medular y los espacios del hueso trabecular de los huesos largos en animales jóvenes. En animales adultos, se limita solo en el ámbito de las epífisis de los huesos largos.

Durante la etapa embrionaria este tejido se encuentra en el hígado y el bazo, y puede persistir incluso durante las primeras semanas de vida. En los seres humanos, el tejido mieloide está limitado, por lo regular, a la médula ósea de las costillas, el esternón, las vértebras y epífisis de los huesos largos del cuerpo.

Tejido linfoide

El tejido linfoide también es un tejido hematopoyético. Este tejido existe en órganos muy bien definidos que presentan una cubierta de tejido conectivo. Se le denomina tejido linfático encapsulado y los órganos que lo presentan son los ganglios linfáticos, el bazo y el timo.

También existe un tejido linfático no encapsulado y se encuentra formando una barrera de defensa en el organismo, y en órganos expuestos a la contaminación del ambiente, como la submucosa del intestino, las vías respiratorias, las vías urinarias y los genitales.

Funciones del tejido hematopoyético

Tejido mieloide

El tejido mieloide cumple la función de fabricar glóbulos rojos (células sanguíneas que contienen hemoglobina y transportan el oxígeno en el cuerpo), plaquetas o trombocitos y glóbulos blancos llamados neutrófilos, eosinófilos y basófilos (granulocitos).

Tejido linfoide

Las funciones de este tejido dependen de si es tejido no encapsulado o encapsulado. El primero cumple la función de formar barreras de defensa contra posibles contaminantes del ambiente, como ya se mencionó en el apartado de Tipos de tejido hematopoyético.

Por su parte, el tejido linfoide encapsulado se encarga de producir linfocitos, monocitos y células plasmáticas, a partir de órganos como el bazo, el timo y los ganglios.

Procesos de formación

Mielopoyesis

Se conoce como el proceso de formación de los leucocitos, incluyendo granulocitos eosinófilos, granulocitos basófilos, granulocitos neutrófilos y monocitos. Este proceso se realiza íntegramente en la médula ósea en el adulto normal.

A cada tipo de mieloide o célula sanguínea (eosinófilos, basófilos, neutrófilos y monocitos, entre otros) le corresponde un proceso generativo diferente:

  • Eritropoyesis: formación de eritrocitos.
  • Trombopoyesis: formación de plaquetas en la sangre.
  • Granulopoyesis: formación de granulocitos polimorfonucleares de la sangre: neutrófilos, basófilos y eosinófilos.
  • Monopoyesis: formación de monocitos.

Linfopoyesis

Es el proceso en el que se forman los linfocitos y células Natural Killer (células NK), a partir de una célula madre hematopoyética.

Referencias

  1. C. Ward, D.M. Loeb, A.A. Soede-Bobok, I.P. Touw, A.D. Friedman (2000). Regulation of granulopoiesis by transcription factors and cytokine signals. Leukemia.
  2. Atlas de histología vegetal y animal. Recuperado de mmegias.webs.uvigo.es
  3. Glosario de medicina. Hematopoyesis. Recuperado de glosarios.servidor-alicante.com
  4. Palis, G.B. Segel (1998). Developmental biology of erythropoiesis. Blood Reviews. 
  5. P. Mazzarello (1999). A unifying concept: the history of cell theory. Nature Cell Biology.
  6. S. Welner, P.W. Kincade, R. Pelayo (2007). Linfopoyesis temprana en médula ósea adulta. Inmunología.