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Anélidos: qué son, características, morfología, reproducción, respiración


¿Qué son los anélidos?

Los anélidos (Annelida) son un filo de organismos que tienen forma de gusano y viven en ambientes terrestres húmedos, marinos y de agua dulce. A este grupo animal pertenecen las conocidas sanguijuelas y las lombrices de tierra, entre otros organismos llamados poliquetos.

La característica más importante del grupo es la presencia de metamerismo o segmentación de sus cuerpos. Los anélidos poseen su cuerpo dividido en una serie de secciones muy similares entre sí, donde cada una de las partes posee estructuras especializadas para la respiración, circulación, etc.

Están distribuidos por todo el mundo y pueden alimentarse de otros invertebrados, de materia orgánica en descomposición o bien de fluidos corporales, como sangre.

Características de los anélidos

– Son animales triploblásticos con un cuerpo con simetría bilateral. El celoma de estos es esquizocélico y está dividido por septos, excepto en las sanguijuelas.

– El cuerpo está estructurado en anillos muy similares entre sí. De hecho, el nombre del grupo deriva de las raíces latinas annelus, que significa pequeño anillo. Generalmente existe una cabeza distintiva.

– Las formas más populares son los gusanos de tierra y las sanguijuelas. También existen una serie de gusanos marinos, pero estos últimos no son tan conocidos.

– El fluido en el interior del celoma funciona como un esqueleto hidrostático, que funciona gracias a que el volumen del fluido es constante y a la contracción de los metámeros, que contienen musculatura y permiten el movimiento de los animales.

– El epitelio secreta una cutícula externa, húmeda y transparente.

– Se encuentran en hábitats muy diversos, desde zonas terrestres y húmedas, hasta cuerpos de agua dulce y marinos.

– Los modos de vida son muy heterogéneos dentro de este grupo animal. La mayoría de las formas presentan una forma de vida libre, otros pocos son simbióticos y una cantidad mucho menor son ectoparásitos de otros organismos.

Morfología

El cuerpo de los anélidos se encuentra dividido en segmentos llamados metámeros, que se agrupan en una serie lineal. En el exterior, está marcado por una serie de anillos, rasgo que le otorga el nombre al filo.

Además, el cuerpo está dividido en una región anterior denominada prostomio y peristomio, donde se ubican todas las estructuras relacionadas con la región cefálica.

Seguido de esta, se encuentra el tronco, y la parte posterior es el pigidio. En esta región terminal se encuentra el ano. Ni la cabeza ni el pigidio se consideran segmentos.

El cuerpo del animal crece de la siguiente manera: los nuevos segmentos empiezan a diferenciarse justo frente al pigidio. Así, los segmentos más viejos los encontraremos en la porción anterior, mientras que los más nuevos están en la región posterior del gusano.

Cada segmento posee su propio sistema circulatorio, respiratorio y nervioso. Asimismo, cada uno posee su celoma.

El fluido del celoma actúa como un esqueleto hidrostático. El volumen de este no cambia, por lo que la contracción muscular de una zona debe ser compensada por la dilatación de otra. De esta manera, el fluido provee un mecanismo de locomoción.

Taxonomía y clases

Los anélidos consisten en más de 15.000 especies de gusanos segmentados. La mayoría de los individuos están agrupados en la clase Polychaeta. En términos de apariencia, son bastante heterogéneos, algunos podrían ser considerados grotescos bajo la concepción popular, mientras que otros son gráciles, delicados y coloridos.

Actualidad

En la taxonomía actual, Annelida incluye a los pogonóforos y a los gusanos vestimentíferos. Anteriormente, estos organismos eran agrupados en el filo Pogonophora, o en distintos filos: Pogonophora y Vestimentifera.

Estos organismos viven en el mar, y suelen habitar regiones profundas. Hoy en día se agrupan dentro de la clase de los poliquetos, en el clado Siboglinidae.

Clases de anélidos

Tradicionalmente, el filo anélidos se ha dividido en dos clases: Polychaeta y Clitellata, dividida a su vez en las subclases Oligochaeta e Hirudinea. A continuación describiremos cada una de las clases:

Clase Polychaeta o poliquetos

Con más de 10.000 especies descritas hasta la fecha, la clase de los poliquetos es considerada la más diversa entre los anélidos. Además de ser muy numerosos, sus colores son increíblemente llamativos, brillantes e iridiscentes.

Se dividen en dos grupos, dependiendo de su actividad: sedentarios y errantes o de movimiento libre.

La longitud de estos gusanos marinos abarca desde los 5 a 10 cm. Sin embargo, existen extremos: tenemos especies muy pequeñas, no mayores a 1 mm, e individuos que logran alcanzar los 3 metros.

La mayoría de sus integrantes son capaces de tolerar un amplio rango de concentraciones salinas. La fauna suele estar más diversificada en zonas con temperaturas cálidas.

Viven en regiones bajo las rocas o en conchas abandonadas por sus huéspedes principales. También pueden encontrarse enterradas en el sustrato. Otros pueden construir sus propios tubos y vivir en ellos.

Tienen un papel fundamental en las cadenas alimenticias de los ecosistemas acuáticos. Son presas de una serie de animales marinos, como peces, crustáceos, hidroides y otros. En algunas regiones del mundo, son considerados como una fuente de alimento para los humanos.

Clase Clitellata o clitelados

  • Subclase Oligochaeta

Los oligoquetos son una clase de más de 3.000 especies de organismos que aparecen en una enorme variedad de formas y habitan ecosistemas variados. En esta clase se encuentran las lombrices de tierra y otras especies que viven en agua dulce. Otras son parásitas, o bien viven en los océanos.

La longitud del animal se encuentra en un rango desde los 12 hasta los 30 centímetros. Existen algunas excepciones que alcanzan hasta los 4 metros de longitud, con más de 250 segmentos corporales.

Generalmente, tienen hábitos de vida nocturnos, algunos pueden permanecer cerca de la superficie del suelo y mantener fuera la porción anterior o terminal del cuerpo.

  • Clase Hirudinea

Los hirudíneos son las sanguijuelas y animales afines a estas. Las sanguijuelas “verdaderas” poseen 34 segmentos corporales, carecen de quetas y poseen una serie de ventosas ubicadas en las regiones anteriores y posteriores.

Generalmente, habitan cuerpos de aguas dulces, unas pocas son marinas y otras se han adaptado a ecosistemas terrestres con niveles altos de humedad. Son particularmente abundantes en los países tropicales, comparados con su diversidad en las zonas templadas.

Los miembros del orden Acanthobdellida poseen 27 segmentos y tienen quetas en los primeros cinco segmentos. La ventosa se localiza únicamente en la región posterior.

Los miembros del orden Branchiobdellida presentan de 14 a 15 segmentos, no poseen quetas y la vesícula se ubica en la región anterior. Este orden tiene hábitos de vida comensales o parásitos.

Reproducción

En los poliquetos, los sexos se encuentran separados. Estos animales no poseen órganos sexuales permanentes. Así, el sistema reproductivo es bastante simple.

Está constituido por las gónadas que aparecen en las épocas de apareamiento. La fertilización es externa y el desarrollo ocurre por medio de una larva trocófora.

En contraste, los oligoquetos son monoicos, es decir, hermofroditas. De este modo, tanto los órganos sexuales masculinos como femeninos se encuentran en el mismo animal. En el género Lumbricus el sistema reproductivo se localiza en los segmentos 9 hasta el 15.

La reproducción ocurre a lo largo del año. En el encuentro sexual, los gusanos ponen en contacto sus superficies ventrales, y pueden permanecer unidas gracias a la sustancia viscosa que produce el clitelo. Ciertas estructuras especiales se encargan de penetrar el cuerpo de su compañero y descargar los gametos.

Las sanguijuelas también son hermafroditas, pero presentan fertilización cruzada durante el acto sexual. El esperma se transfiere por medio de un pene o por una impregnación hipodérmica –donde un espermatóforo penetra el integumento de otro individuo–.

Respiración

Los poliquetos exhiben una amplia variedad de adaptaciones para mediar los procesos respiratorios. Existen parapodios y branquias en diversas especies, que se encargan de mediar el intercambio de gases. No obstante, en ciertas especies no existe ningún tipo de órgano encargado del intercambio.

En los oligoquetos no existen órganos especializados para la respiración. Por esta razón, el intercambio gaseoso ocurre por medio de la piel, que es una superficie húmeda y fina que permite el tránsito del oxígeno y del dióxido de carbono.

La mayoría de las sanguijuelas respiran por medio de la piel, aunque algunas poseen branquias.

Alimentación

Los poliquetos que se desplazan libremente por los ambientes acuáticos suelen ser depredadores o carroñeros. En contraste, los poliquetos sedentarios se alimentan de partículas en suspensión o consumen partículas que se encuentran en los sedimentos.

La mayoría de los oligoquetos son carroñeros, y se alimentan de la materia orgánica en descomposición que encuentran en el suelo. Esta puede contener restos de hojas y vegetación o bien ser materia orgánica proveniente de animales.

Para evitar las altas concentraciones de calcio típicas de este tipo de dietas, los oligoquetos cuentan con una serie de glándulas, ubicadas a lo largo del esófago, cuya función es la excreción del exceso de iones, reduciendo así la concentración de calcio en la sangre. También regulan el balance ácido base de los fluidos del cuerpo.

Las sanguijuelas son popularmente consideradas organismos parásitos, sin embargo, muchos son depredadores. Tienen piezas bucales especializadas para la toma de pequeños invertebrados o para alimentarse de sangre de vertebrados de sangre fría.

Hábitat y distribución

Los anélidos tienen una distribución mundial, y algunas especies son cosmopolitas. Los poliquetos son, mayormente, formas marinas, y aunque la mayoría son bentónicas (que viven en el fondo), existe un número de formas pelágicas que viven en el océano abierto.

La mayoría de los oligoquetos y de las sanguijuelas son organismos de agua dulce o de cuerpos de agua dulce.

Algunas de las especies de agua dulce suelen enterrarse bajo el barro o la arena, mientras que otros pueden sumergirse en la vegetación.

Referencias

  1. Barnes, R. D. (1983). Zoología de los invertebrados. Interamericana.
  2. Brusca, R. C., & Brusca, G. J. (2005). Invertebrados. McGraw-Hill.
  3. Hickman, C. P., Roberts, L. S., Larson, A., Ober, W. C., & Garrison, C. (2001). Integrated principles of zoology. McGraw-Hill.