Medicina

Enfermedades respiratorias más comunes y sus características


Las enfermedades respiratorias son comunes durante el período invernal y sus causas suelen estar asociadas a las bajas temperaturas casi de forma inevitable. Sin embargo, no son las únicas patologías que producen alteraciones respiratorias; existen innumerables enfermedades que pueden generar anomalías pulmonares o faríngeas.

Enfermedad respiratoria es un término médico que abarca patologías que afectan a los órganos y tejidos que hacen posible el intercambio de gases en los organismos superiores. Incluye distintos tipos de trastornos: del tracto respiratorio superior, la tráquea, los bronquios, los bronquiolos, los alvéolos, la pleura y los nervios y músculos de la respiración.

Sus síntomas suelen estar relacionados con la respiración -tos, dificultad para respirar, mucosidad- aunque pueden ir acompañados de otros síntomas generales como dolores de cabeza, confusión, fiebre, fatiga…

Las enfermedades y problemas respiratorios pueden ser frecuentes y leves, como el resfriado común, hasta graves y que amenazan la vida, como la neumonía, embolia pulmonar, asma y cáncer de pulmón.

Tipos de enfermedades respiratorias comunes y sus causas

1- Asma

El asma es una enfermedad de curso crónico caracterizada por una afección de las vías respiratorias ubicadas en los pulmones.

Las paredes internas de las vías respiratorias se hinchan, se vuelven sensibles y pueden reaccionar de forma fuerte a alérgenos. Al reaccionar, las vías respiratorias se estrechan y los pulmones se vuelven más sensibles, lo que puede causar opresión en el pecho, dificultad para respirar o sibilancias.

Tratamiento

En la actualidad se realiza inmunoterapia con vacunas que disminuyen la sensibilidad a las alergias y ayudan a disminuir la aparición de las crisis.

El tratamiento debe tener en cuenta varios factores; el manejo de la alergia, la inflamación de la mucosa y el broncoespasmo.

Para la alergia actúan las vacunas y los antihistamínicos. Para la inflamación de la mucosa los más efectivos son los corticoides inhalados en dosis muy bajas.

Como estos no actúan de forma inmediata ante el broncoespasmo, deben usarse los broncodilatadores que quitan la sensación de ahogo.

Cuando el asma está asociada a fibrosis pulmonar o bronquitis crónica se usan los anticolinérgicos como el Bromuro de Ipratropio.

2- Neumonía

La neumonía es una infección de uno o los dos pulmones, pudiendo ser causada por virus, bacterias u hongos, siendo Streptococcus pneumoniae la bacteria más común.

Los signos y síntomas de esta enfermedad pueden variar entre los diferentes afectados, sin embargo, algunos de los más comunes incluyen: tos, expectoración de mucosidad, episodios febriles, escalofríos, insuficiencia respiratoria, sudoración, confusión, cefalea, pérdida de apetito, etc. 

Tratamiento

El tratamiento de las neumonías bacterianas se realiza con antibióticos por un lapso aproximado de ocho días. Los antibióticos ayudan a tratar varios tipos de neumonía y algunas pueden prevenirse con vacunas.

Si el tratamiento ambulatorio no es efectivo, requerirá hospitalización para aplicar líquidos y antibióticos por vía intravenosa y para hacer oxigenoterapia. Si la neumonía es viral, no se dan antibióticos porque estos no atacan el virus.

La neumonía puede llegar producir sepsis y ser causante de muerte en ancianos y pacientes inmunodeprimidos.

En la actualidad existe una vacuna contra la neumonía causada por Streptococcus pneumoniae, que es la bacteria más común. Está indicada para personas mayores de 50 años y en niños, pero no previene las causadas por otros factores como virus y hongos.

3- Bronquitis

Esta  patología resulta de una inflamación de los bronquios, las vías que llevan aire desde boca y nariz a los pulmones. Se trata de una condición en la que el revestimiento de los bronquios se inflama debido a virus, bacterias o partículas que los irritan.

Las personas con bronquitis no pueden respirar bien y llevar aire a sus pulmones, y tampoco pueden eliminar las flemas y mucosidades de sus vías respiratorias. Por otra parte, los pacientes con bronquitis crónica suelen ser fumadores.

Los síntomas más habituales están relacionados con  los episodios de fiebre, el dolor torácico, la dificultad para respirar o sibilancias.

Tratamiento

Los más importantes son aquellos que llevan a dilatar los bronquios, como los broncodilatadores.

Pueden ir acompañados de corticoides inhalados, los cuales ayudaran a mantener la inflamación de los bronquios bajo control.

En algunos pacientes se desarrollan complicaciones a consecuencia de la bronquitis por gripe. Entonces, se puede determinar el uso de tratamientos dirigidos a los virus A y B.

También en algunos casos puede ser necesario el uso de antibiótico, cuando se sospecha la implicación de bacterias.

Cuando a causa de la bronquitis se da tos severa, será necesario tratarla con antitusígeno y expectorantes. Es recomendable también una correcta hidratación.

4- Efisema pulmonar

El efisema pulmonar produce un incremento anormal y patológico de los espacios aéreos ubicados en los pulmones debido a una acumulación de aire.

El curso clínico de esta condición médica se caracteriza por una marcada dificultad para respirar, fatiga, tos, entre otros.

Tratamiento

El tratamiento para los pacientes con enfisema pulmonar depende del grado de obstrucción que tengan.

Lo más importante es dejar de fumar, utilizar broncodilatadores para reducir el espasmo, y mantenerse bien hidratado para evitar sobreinfección por las secreciones. El enfisema puede complicarse si la persona llega a contraer gripe o neumonía.

En pacientes con enfisema severo y en las primeras etapas de la enfermedad, se puede realizar una cirugía de reducción del volumen pulmonar. Se extirpan las partes más afectadas del pulmón permitiendo que éste pueda funcionar mejor.

Es muy importante también realizar terapias respiratorias y oxigenoterapia, que ayudarán a disminuir el ahogo que se produce en los pacientes al realizar las actividades diarias y ayudando a prolongar la vida del paciente.

Los pacientes con enfisema deben llevar una nutrición saludable. En ellos, el acto de respirar puede consumir más calorías que en una persona sana.

Parte del tratamiento es aprender a convivir con la enfermedad, algunos sienten depresión por los factores que acompañan su patología.

Para evitar esto, pueden asistir a programas educativos que les ayudaran a adquirir mejores hábitos y mejorar su estilo de vida.

5- Faringitis

La faringitis es la inflamación de la faringe, la cual se encuentra en la parte posterior de la garganta. Popularmente se le llama “dolor de garganta” y es una de las razones más comunes de visita al médico.

A menudo se da junto a otras enfermedades como resfriado común, mononucleosis o gripe. La mayoría de casos son causados por infecciones virales, siendo poco comunes infecciones por la bacteria de la gonorrea, por hongos, alergias o reflujo gastroesofágico.

Tratamiento

El tratamiento con antibióticos dependerá del tipo de faringitis, si ésta es producida por bacterias, será el tratamiento indicado, pero si se produce por virus o por un resfriado común, no es recomendable de ninguna manera su uso.

Lo que hacen los antibióticos es activar el sistema inmunológico, defendiendo al organismo, atacando la infección y acelerando la curación.

Además de los antibióticos se debe mantener una adecuada hidratación. El médico también puede recetar pastillas o medicamentos en aerosol que ayudarán a mejorar el dolor de garganta.

6- Bronquiolitis

Por otro lado, en el caso de la bronquiolitis, como su propio nombre indica, se produce como resultado de la acumulación e hinchazón de mocos en los bronquios, las vías más pequeñas de los pulmones.

Junto a estos síntomas se producen otro tipo de manifestaciones clínicas tales como: tos, dificultad para respirar, fatiga y fiebre. En los casos más extremos los pacientes pueden mostrar la piel de color morado, resultado de la falta de oxígeno.

Tratamiento

Al ser una enfermedad que se da principalmente en los niños, se debe procurar que el niño beba mucho líquido y esté bien hidratado, que el aire que respire sea húmedo para ayudar a aflojar el moco y que tenga reposo.

El principal objetivo del tratamiento será aliviar los síntomas tales como la dificultad para respirar y los ruidos respiratorios o sibilancias.

Si el problema se agrava, puede requerir hospitalización para realizar oxigenoterapia y aplicar líquidos intravenosos.

7- Gripe

La gripe es una de las enfermedades respiratorias más comunes, la cual afecta a un alto porcentaje de la población. Esta se produce como resultado de virus que, generalmente, produce infección de garganta, pulmones y nariz.

Entre los síntomas más comunes manifestados por los pacientes observamos: dolores del cuerpo, escalofríos, mareos, dolor de cabeza, nauseas y vómitos.

Tratamiento

En la actualidad, todavía no hay medicinas que hayan dado buenos resultados en la lucha contra el virus de la gripe.

El tratamiento se realiza con analgésicos, descongestionantes y antipiréticos que alivian el malestar que produce la enfermedad, pero no la combaten. Se necesita que el organismo siga su curso normal de recuperación en cada caso.

Durante un cuadro gripal, se recomienda reposo y beber líquidos abundantes. El uso de antibióticos solo se receta cuando hay complicación bacteriana.

Existe tratamiento preventivo con vacunas, que pueden prevenir hasta un 90% de los casos. Cada año se debe recibir una nueva dosis debido a que la composición cambia según el tipo de virus que se esté propagando.

Es aconsejable prevenir la gripe no solo con la vacunación, sino también evitando el contagio, lavándose las manos a menudo, llevar una dieta rica en vitaminas D y C, y taparse apropiadamente la boca al toser o estornudar.

8- Resfriado común

Junto con la gripe, el resfriado común afecta a un amplio número de pacientes, de  ahí su nombre. Se estima que en Estado Unidos esta enfermedad afecta alrededor de mil millones de personas al año.

Entre los síntomas más comunes encontramos secreción y cogestión nasal y estornudos. En concreto, parece ser que éstas se producen como resultado de diferentes virus.

Tratamiento

Para tratar el resfriado común, se deben tomar medidas similares a las que se siguen con la gripe. Por lo general el resfriado desaparece en pocos días.

Se recomienda descanso, ingerir líquidos abundantes y tomar medicamentos que alivien los síntomas. No se deben tomar antibióticos.

Se recomienda prevenir contagios y una alimentación sana, rica en vitaminas D y C.

9- Rinofaringitis

La rinofaringitis se produce como consecuencia de una infección de las vías respiratorias. Generalmente causada por una bacteria que afecta a la faringe y las cavidades nasales.

Dicha enfermedad respiratoria es muy frecuente en niños, siendo uno de los principales motivos de consulta. No obstante, también puede observarse en adultos, siendo menos frecuente en éstos últimos.

Como consecuencia de esta infección se produce una hinchazón de las vías mencionadas. Asimismo, junto a estos síntomas, encontramos otro tipo de manifestaciones clínicas como: tos, dolor de garganta, estornudos y, en algunas ocasiones, fiebre.

Tratamiento

Como en la gripe, para el tratamiento de la rinofaringitis, se recomienda reposo, tomar abundantes líquidos, en especial infusiones y jugos naturales. Además, no tomar bebidas alcohólicas ni fumar.

Como medicamentos se recetan los necesarios para aliviar los síntomas, como analgésicos para los dolores, antipiréticos para disminuir la fiebre y descongestionantes o lavados nasales, para reducir la congestión.

10- Amigdalitis

Como su propio nombre indica, la amigdalitis se produce como consecuencia de la hinchazón de las amígdalas, ganglios linfáticos situados en la parte superior de la garganta y posterior de la boca.

En concreto, dicha infección es consecuencia de una infección viral o bacteriana que afecta a la región mencionada.

Además de la hinchazón de las amígdalas podemos observar otros síntomas como la dificultad para deglutir, dolor de oído, dolor de cabeza y fiebre.

En algunos casos, puede observarse sensibilidad en la mandíbula o garganta o problemas para comer.

Tratamiento

El tratamiento varía según el tipo de amigdalitis, sus síntomas y su evolución.

Normalmente se recomienda ingerir alimentos que no sean irritantes, y medicamentos como analgésicos y antipiréticos para aminorar el malestar que produce la enfermedad.

La evolución de una amigdalitis aguda puede durar hasta seis semanas.

Solo en caso de amigdalitis bacterianas se receta antibiótico. Cuando la amigdalitis se complica o se vuelve crónica, será necesaria la extracción quirúrgica o amigdalectomía, así se evitará que la infección pueda causar enfermedades secundarias.

11- Pleuritis

La pleuritis, también denominada pleuresía, se produce como su propio nombre indica, por una inflamación de la pleura parietal y visceral consecuencia generalmente de una neumonía.

Dentro de esta enfermedad respiratoria podemos encontrar dos tipos según los síntomas presentados. El primer tipo, la pleuritis seca, se caracteriza porque los pacientes presentan dolor torácico, tos, dolor continuo en hombros y zonas adyacentes, disnea, fiebre y falta de apetito.

El segundo de los tipos, la pleuritis húmeda, se caracteriza por dolor torácico, disnea, coloración azulada, fiebre o falta de apetito.

Tratamiento

Cuando se identifica la causa que la produjo se podrá realizar el tratamiento necesario.

Si es causada por una infección bacteriana, se recetarán antibióticos. Normalmente se prescriben analgésicos, antitusígenos, antiinflamatorios no esteroides y medicamentos para diluir depósitos de pus, mucosidad o coágulos.

Es recomendable descansar para ayudar al proceso de recuperación del organismo. Por lo general al recostarse sobre el lado del dolor se ejerce presión y se siente alivio.

Es posible que quienes presenten derrames pleurales requieran hospitalización.

12- Neumotórax

El neumomotórax podría definirse como la entrada de aire que se produce entre el espacio pleural visceral y parietal que puede dar lugar a un colapso pulmonar que puede variar en función del espacio ocupado.

Como resultado de esta ocupación se produce una alteración de la hemodinámica respiratoria de los pacientes. Entre los síntomas clínicos más frecuentes encontramos disnea, movimientos respiratorios rápidos, dolor torácico y tos seca y persistente.

Tratamiento

El tratamiento del neumotórax pretende aliviar la presión en el pulmón y ayudarle a que se vuelva a expandir. Si es leve, simplemente se supervisa la evolución a través de Rayos X y se administra oxígeno hasta lograr que el pulmón vuelva a expandirse.

Si el colapso pulmonar es grande se utilizará una sonda pleural para eliminar el exceso de aire. Si la sonda pleural no remedia el problema, es posible que sea necesario efectuar una cirugía para taponar la fuga de aire.

En contadas ocasiones, se tendrá que efectuar una incisión entre las costillas a fin de tener un mejor acceso a múltiples fugas o a fugas muy grandes.

13- Traqueítis

La traqueítis se produce como resultado de la hinchazón de tráquea, generalmente, por una infección benigna, la cual puede afectar a laringe o faringe.

Entre las manifestaciones clínicas más frecuentes encontramos: tos espasmódica, producción de esputo y dolor corporal.

Tratamiento

Normalmente es viral, presentando una mejoría espontánea en el lapso de tres a cuatro semanas. Se recomienda evitar fumar, humedecer el ambiente, dormir semisentado y antitusígenos en el período de la tos.

Dependiendo de la gravedad, puede ser necesario suministrar antibióticos, usar oxígeno suplementario o un tubo endotraqueal que se inserta a través de la boca hasta la tráquea para mantenerla abierta y ayudar a la respiración.

14- Derrame pleural

El derrame pleural se produce como consecuencia de la acumulación de líquido pleural entre las capas que recubren los pulmones y la cavidad torácica.

Se denomina derrame pleural debido a la acumulación excesiva de líquido que produce la enfermedad. Podemos distinguir dos tipos de derrame según la zona  en la que se produce la acumulación de líquido.

En el primer tipo, el derrame pleura trasudativo, se produce como consecuencia de la acumulación de líquido en espacio pleural, lo cual da lugar a un aumento de la presión de los vasos sanguíneos.

Por otro lado, el derrame exudativo, se produce como consecuencia del bloqueo de los vasos linfáticos o sanguíneos que tienen como consecuencia lesiones en los pulmones e incluso tumores.

Entre los síntomas más frecuentes encontramos dolor torácico, tos, fiebre, hipo, respiración rápida o dificultad para respirar.

Tratamiento

Se debe tratar lo que lo ocasiona. Las terapias respiratorias y las compresas pueden ayudar a mejorarla.

En caso de derrame pleural extendido se deben realizar punciones pleurales para extraer el líquido que puede ayudar al diagnóstico de la enfermedad.

Si hay infección o se acumula pus, es conveniente hacer un drenaje de succión permanente como tratamiento para limpiar la pleura con antibióticos.

El método de pleurodesis se usa cuando la enfermedad es intratable para pegar las paredes de la pleura deliberadamente.

Si el derrame pleural es con supuración extendida, se puede eliminar con una cirugía mediante un endoscopio, ayudando a que los pulmones se recuperen más rápido.

15- Laringitis

La laringitis se produce como consecuencia de la hinchazón e irritación de la laringe, ubicada en la parte superior de las vías respiratorias que van a los pulmones, es decir, la tráquea.

No obstante, aunque en la mayoría de los casos esta enfermedad se produce como consecuencia de un virus, también existen casos en los que se observa como resultado de alergias, infecciones bacterianas, bronquitis, enfermedades gástricas, lesiones o neumonía, entre otras.

Los síntomas más frecuentes son la ronquera o pérdida de voz. No obstante, algunos pacientes presentan, fiebre, ganglios linfáticos o glándulas inflamadas en el cuello.

Tratamiento

La laringitis aguda, como es causada por un virus, suele mejorar por sí sola en una semana aproximadamente. El tratamiento será con analgésicos y antipiréticos para ayudar a mejorar los síntomas.

También se recomienda aire húmedo, tomar abundantes líquidos, evitar bebidas irritantes, el cigarrillo y, ante todo, evitar hablar demasiado y en voz alta o cantar, para descansar la voz cuanto más sea posible.

16- Sinusitis

La sinusitis es una enfermedad respiratoria que se produce como consecuencia de un virus, bacteria u hongo, los cuales producen la inflación de los senos paranasales, es decir, de los espacios llenos de aire del cráneo, los cuales se localizan detrás de la frente, los ojos, las mejillas y los huesos de la nariz.

Dicha enfermedad es frecuente en la población adulta. En un principio, la sinusitis puede confundirse con un resfriado debido a los síntomas que presenta.

No obstante, en contraposición con el resfriado los pacientes pueden presentar mal aliento o pérdida de olfato, tos, fatiga, fiebre, dolor de cabeza y garganta.

Aunque no es una enfermedad frecuente en niños, en algunos casos, éstos también pueden presentarla. Entre los síntomas presentados por esta población destaca la fiebre elevada y la excesiva secreción nasal.

Tratamiento

Dependiendo de los factores que la causen será el tratamiento.

Para la sinusitis bacteriana aguda se usan antibióticos dependiendo del grado de resistencia que presente. En caso de que la evolución no sea buena, se usan antibióticos de segunda línea y se administran de una a dos semanas.

Cuando la sinusitis es causada por infecciones dentales requiere tratamiento específicos para ese tipo de infecciones.

La sinusitis aguda grave puede necesitar cirugía para dilatar los orificios y drenar las secreciones, sobre todo cuando no responde al tratamiento con antibióticos.

Las sinusitis causadas por hongos o fúngicas, se tratan con cirugía y el uso de medicamentos antifúngicos.

17- Tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad respiratoria consecuencia de una bacteria, la Mycobacterium tuberculosis. Como resultado se pueden producir daños en los pulmones e incluso en  otras partes del cuerpo.

En la enfermedad se pueden observar diferentes fases. La primera de ella es asintomática, es decir, en ésta no se observan síntomas clínicos.

No obstante, hasta que no avanza la enfermedad no se observan síntomas clínicos como: dificultad respiratoria, dolor en el pecho y tos. En los casos más extremos podemos incluso observar expectoraciones de sangre y sudoración excesiva, especialmente por la noche.

Tratamiento

La tuberculosis debe ser tratada o causará la muerte. Para su tratamiento se usa una combinación de medicamentos que son eficaces pero tienen efectos adversos.

En la actualidad, el tratamiento es prácticamente el mismo que hace 40 años. La diferencia radica en que antes se suministraban unas 15 pastillas al día y ahora en una misma pastilla hay varios fármacos.

La vacuna que se aplica no necesariamente previene la enfermedad, pero reduce su gravedad.

18- Fibrosis quística

La fibrosis quística se produce como resultado de la acumulación de moco espeso y pegajoso en los pulmones, el tubo digestivo y otras áreas del cuerpo.

Como en el caso de la rinofaringitis, es una enfermedad frecuente en la población pediátrica. No obstante, también puede observarse en adultos.

Dicha enfermedad puede ser muy peligrosa en recién nacidos, ya que puede producir un grave retraso en el crecimiento como consecuencia de la incapacidad para aumentar de peso. Entre los síntomas, destacamos la piel con sabor salado que presentan algunos pacientes.

Tratamiento

Se administran antibióticos cuando sea necesario o todo el tiempo, para evitar y tratar infecciones pulmonares y sinusales.

Deben usar broncodilatadores y hacer terapias respiratorias para abrir las vías respiratorias y para diluir el moco.

Se recomienda aplicar vacunas antigripales anualmente. En la medida que la enfermedad empeora será necesaria la oxigenoterapia.

El trasplante de pulmón será solución solo en algunos casos.

Referencias

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