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Arte mixteca: arquitectura, pintura, códices, cerámica, orfebrería


El arte mixteca es aquel conjunto de realizaciones artísticas e intelectuales producidas por el pueblo que habitó La Méxica, como se le conoce popularmente a las regiones de Oaxaca, Guerrero y Puebla en México.

Destacan entre sus manifestaciones los libros pictóricos o códices, así como sus trabajos con piedras y diferentes metales, siendo considerados por muchos como los mejores artesanos de la época precolombina.

Los registros arqueológicos indican que la cultura mixteca se desarrolló desde el 1500 a. C. hasta la conquista española a inicios del XVI d. C. Este pueblo amerindio conformó cientos de estados autónomos al sur de México, que eran unidos por una cultura y unas lenguas comunes.

El término mixteco es actualmente una palabra nahua-azteca, pero ellos se referían a sí mismos como tay ñudzahui, “gente del lugar de la lluvia” o “gente del lugar de Dzahui”, el dios de la lluvia. Fueron enemigos de los aztecas, con los que sostuvieron muchas guerras, y formularon alianzas con los tolteca-chichimeca en el norte y los zapotecas al este.

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Arquitectura

En los estudios arqueológicos de la civilización mesoamericana existe una corriente que sostiene que las ciudades de Mitla y Monte Albán fueron fundadas y construidas por los zapotecas, pero posteriormente, los mixtecas se apoderaron de ellas fusionándose ambas culturas.

En el caso de Monte Albán se ocupó ya en la fase en que había perdido su preeminencia política; mientras, se considera que gracias a la influencia mixteca en Mitla es que se convirtió en la joya arquitectónica de hoy en día.

Ubicadas al sur de Oaxaca, Mitla es una de las ruinas más conocidas de México. Se piensa que era un lugar de entierro sagrado. Los famosos Palacios de Mitla están distribuidos en cinco grupos separados entre unos 100 o 200 metros.

Se caracterizan por sus amplios cuadriláteros, columnatas interiores y elaboradas fachadas. El método de construcción parecer ser común a los cinco grupos, conformados por un núcleo de barro y piedra cubierto con yeso o traquita bien cortada.

El principal sello mixteca se observa en los mosaicos que decoran los marcos de las puertas. Se tratan de patrones geométricos elaborados magistralmente con pequeñas piedras. Se estima que cada composición está formadas por más de 100 mil piedras labradas, que fueron colocadas cuidadosamente como si fuera un rompecabezas gigante.

La estructura mejor conservada fue el Grupo de las Columnas. Este se conforma de dos cuadrángulos, limitado en tres de sus lados por grandes edificios que no llegan a cerrarse en los ángulos. El cuadrángulo del norte está flanqueado al este y oeste por dos palacios simétricos.

Pintura

En las ruinas de Mitla se han detectado una serie de pinturas que suelen relacionarse al estilo y temática de los códices mixtecos. Se conservan cinco fragmentos de estos murales, de los cuales cuatro se encuentran en el Grupo de la Iglesia y otro en el palacio del Grupo del Arroyo.

En el muro este del Grupo de la Iglesia se observan escenas del señor 1 Flor y señora 1 Flor, una pareja primordial en sus códices y progenitores de Apoala. Pueden identificarse los tocados de aves y sus figuras están representadas como si emergieran de la tierra, muy similar a las imágenes de los códices Bodley y Vindobonensis.

El estilo de las pinturas mixtecas suele considerarse como polícromo geométrico. A su vez, algunos estudiosos lo identifican por el delineado negro de las formas predominantemente rectas.

Los colores rojo, verde claro y ocre suelen ser planos, además de usar el blanco del estuco como valor cromático. Estos trazos se han detectado en lo que era la entrada de la Tumba 2 en la zona arqueológica de la Mixteca Baja, principalmente en huellas y peraltes de los escalones.

Códices

Los códices mixtecas son manuscritos pictóricos recogidos en donde se asentaban nacimientos, casamientos y muertes de los gobernantes. Además incluían los ñuu o pueblos sujetos, así como los nobles que gobernaban a cada uno de ellos.

Los temas más representados en la iconografía mixteca son las deidades y sus insignias, signos zoomorfos (serpiente, jaguar, venado, conejo, araña, etc.), discos solares y lunares, así como motivos que representaran elementos de la naturaleza como el agua y el fuego.

Estos registros eran pintados por los hijos de nobles educados para ello y se guardaban en la capital de cada yuhuitayu o reino mixteco. Los pictogramas que sobrevivieron a la conquista española, elaborados en distintas épocas, fueron Bodley, Nuttall, Vindobonensis, Selden y Colombino-Becker.

Códice Nutall  

El Códice Nuttall es un libro de 47 hojas que sobrevivió el deterioro de los años y se encontró en un monasterio dominico de Florencia, Italia, en 1859. Las láminas pintadas en piel de ciervo sobre una base blanca de estuco y yeso, están dobladas en forma de biombo y pintadas por ambos lados.

Se pueden apreciar dos narrativas, por lo que suele pensarse que se realizaron en épocas y lugares distintos.

En el anverso se registra la genealogía, matrimonio, alianzas y hazañas de su líder gobernante, señor 8 Venado; mientras en el reverso aparece la historia de centros importantes de la región mixteca, específicamente los señoríos de Tilantongo y Teozacoalco unificados por el señor 9 Casa.

Códice Vindobonensis

A través del Códice Vindobonensis o Yuta Tnoho se conocen la cosmología mixteca y los orígenes mitológicos de los tay ñudzahui. Se le considera el más extenso códice de la cultura mixteca por conformarse de 52 láminas, con pictogramas por ambas caras.

En uno de sus lados narra la historia de 8 Venado, quien dominó casi toda La Mixteca desde Tututepec y fue estableciendo alianzas con los pueblos del centro de México.

Pero el lado por el que es reconocido este códice describe cómo uno de los hombres de maíz dio a luz al Señor de la Mixteca luego de fecundar un árbol. El Señor de la Mixteca retó y venció al sol, quien pretendía impedir que el pueblo se estableciera en el territorio donde finalmente se logró asentar.

Cerámicas

Las piezas que han resistido en el tiempo evidencian un acabado fino con sombreado y pulido de primera clase, como si estuvieran barnizadas.

El grosor del lodo de las cerámicas mixtecas era sumamente delgado, con superficies de gran riqueza iconográfica, pues sus temas más que decorativos tenían como trasfondo la práctica ritual o se asociaban a diferentes tipos de ceremonias.

Las vasijas tipo códice podían variar desde platos, cajetes convergentes, ollas y vasos hasta jarros trípodes e incensarios. No solo los signos tenían un significado, también el fondo buscaba transmitir información.

Las piezas de color naranja se relacionaban a la luz, el sol y la festividad, mientras las de fondo negro se asociaban a la muerte, la oscuridad y el misterio.

Orfebrería

Hacia la época denominada post clásica pueden detectarse algunos trabajos con cobre y otros metales, con los que se fabricaron dispositivos y herramientas como hachas de guerra.

Sin embargo, los trabajos más destacados en orfebrería mixteca se realizaron con oro, que se había convertido en símbolo del sol. Suelen aparecer combinados con piedras como la turquesa y el jade o con finas texturas y plumas.

Una de las piezas más conocidas es el Escudo de Yanhuitlán, una insignia circular de oro con hilos de filigrana que simulan plumas y pequeños mosaicos de turquesa en forma de greca.

Le atraviesan horizontalmente 4 flechas y de la parte inferior cuelgan 11 cascabeles tubulares, todos esos elementos en oro. En este adorno pectoral parecen combinarse todas las técnicas de orfebrería conocidas por los mixtecas como la cera perdida, la falsa filigrana y el martillado.

Referencias

  1. Lind, Michael. (2008). Arqueología de la Mixteca. Desacatos. Revista de Ciencias Sociales. 13-32. 10.29340/27.548.
  2. Instituto Nacional de Antropología e Historia México. Pectoral de Yanhuitlán. Recuperado de inah.gob.mx
  3. Hermann Lejarazu, M.A. (2010, 25 octubre). Códice Nuttall: Lado 1: La Vida De 8 Venado. Arqueología Mexicana. Recuperado de arqueomex.com.
  4. Cultura mixteca: Origen, significado, ubicación y más. (2018, 13 noviembre). Recuperado de hablemosdeculturas.com
  5. Arellano, F. (2002) La cultura y el arte del México prehispánico. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.
  6. Sheetz, K. y Encyclopædia Britannica (s.f.). Mitla. Recuperado de britannica.com
  7. Terraciano K. (2001). Los mixtecos de la Oaxaca colonial. México: Fondo de Cultura Económica.
  8. Pohl, John M.D., “Los dinteles pintados de Mitla”, Arqueología Mexicananúm. 55, pp. 64-67.