Tundra alpina: características, ubicación, clima, fauna, flora
La tundra alpina es una extensión de terreno que cuenta con una vegetación que es característica de los climas muy fríos. La tundra ocupa aproximadamente el 20% de la superficie terrestre, aunque existen dos tipos diferentes: la ártica y la alpina, observándose la segunda en lo más alto de las montañas.
El término “tundra” tiene su origen en Rusia, aunque dependiendo del dialecto tiene varios significados, como colina ártica, tierra hostil o llanura helada. En inglés la primera referencia a la palabra tundra se hizo en el año 1841 para describir la zona más al norte de Siberia.
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Existen dos tipos de tundra: la ártica y la alpina. Ambas poseen características muy diferentes.
En el caso de la tundra alpina las precipitaciones son mayores, al igual que la temperatura media, aunque sigue siendo muy área geográfica muy fría. No se observa la presencia de árboles y los animales solo habitan en estas regiones durante la época de verano.
El terreno en el que se encuentran las tundras suele ser plano o con muy pocas colinas. La escasa biodiversidad presente en la tundra alpina le da una gran importancia, ya que pueden establecerse zonas de monitoreo sin interrupciones.
Pueden utilizarse para la práctica de actividades recreacionales, son zonas donde se puede encontrar una riqueza mineral relevante.
La tundra alpina, como su nombre indica, se puede localizar en las zonas altas de las montañas, pero alejadas de las zonas polares. El ejemplo más emblemático serían las de los Alpes suizos. Justamente el término “alpino” que se utiliza para nombrar a este tipo de tundra es una referencia a esta cordillera.
Su ubicación se puede determinar según cuatro elementos: la región en la que se encuentra, la latitud, la localización que tiene en la montaña y su distribución a nivel geográfico.
Se encuentran en cualquier latitud siempre que cuenten con un gran altitud. Entre las regiones donde son más comunes están los Himalayas, los Alpes, la meseta del Tíbet, la cordillera americana (tanto en las zonas del norte como en el área del sur), la región de los Pirineos y algunas montañas de África.
El paisaje que las rodea suele ser de presentar zonas rocosas, acantilados e incluso áreas planas con leves pendientes. La cumbre de las montañas suele ser su ubicación natural.
Por último, es la altitud presente la que determina su distribución a la largo del planeta. Deben existir una altitud y latitud altas, con bajas temperaturas. También la presencia del agua determina la distribución de estos ecosistemas, ya que carecen de líquido.
Las tundras alpinas se caracterizan por encontrarse en regiones que tienen temperaturas medias similares a las polares. Las temperaturas presentes dependen mucho de la latitud en la que se encuentran los ecosistemas.
Hay poca variación de temperatura en las tundras alpinas, como pasa en el monte Kilimanjaro en Tanzania, o en la montaña Ruwenzori de Uganda.
Eso sí, estas zonas suelen estar expuestas a ráfagas de viento con altas velocidades. Esto ocasiona un ambiente un poco destructivo para la vegetación presente, pues el viento además suele transportar cristales de hielo debido a las bajas temperaturas.
En las zonas alpinas la posibilidad de lluvia aumenta a medida que la altitud es mayor. Aunque si la temperatura es muy baja estas precipitaciones ocurren en forma de nieve. Las zonas más ventosas de las tundras alpinas tiene niveles mayores de precipitaciones.
Por último, estas zonas cuentan con baja presión de aire, lo que produce que existan pocas cantidades de oxígeno. Esto ocasiona que algunos tipos de animales no puedan sobrevivir en estos ecosistemas.
La tundra alpina se ubica en muchas zonas diferentes a lo largo de la superficie terrestre. En cada región las características pueden variar en cuanto a altitud, distribución, latitud, etc. Todo esto evita que la fauna sea común para todas ellas, por lo que no se puede asociar a ninguna raza con este tipo de ecosistema.
A pesar de no estar muy pobladas, algunos animales pueden hacer vida en las tundras alpinas a pesar de la poca vegetación y las bajas temperaturas, como es el caso de algunas aves, algunos animales invertebrados o mamíferos.
Las aves por ejemplo, son habituales en las regiones de tundras alpinas cuando no se alimentan de mariscos. Además, la cantidad de insectos que hay en este ecosistema favorece la migración de las aves durante la época de verano.
En el caso de los invertebrados, son los animales con mejores características para vivir en las zonas de tundra alpina. Un ejemplo pueden ser los colémbolos.
También existen algunos mamíferos que atraviesan estos ecosistemas para conseguir alimentos, como son la cabra montesa, la oveja, la chinchilla o la marmota.
La vegetación presente en este tipo de ecosistema también depende de varios factores presentes en las tundras alpinas. Se puede dividir la vegetación de acuerdo a la altitud existente, al igual que en función del suelo y de las zonas.
Según la altitud, la vegetación está presente desde la línea de árboles hasta los picos de las montañas que solo están cubiertas por nieve. Una vez superada la línea de los árboles, la vegetación no es uniforme y las plantas son más bien pequeñas. Mientras que en los valles algunas especies más grandes pueden desarrollarse por contar con mayor protección.
En otras zonas la altura no es tan determinante como el suelo. En regiones como Montana, en la montaña de los Apalaches, las montañas tienen hierba por la poca profundidad que hay en sus terrenos. Esto evita que puedan crecer árboles en estas zonas.
Por último, la zona donde se ubican las tundras alpinas también influye en la vegetación presente. Aquellas que se ubican cerca del ecuador tienen una flora con características de sabana tropical y bosque.
En el este de África, en el monte Kenia, la vegetación varía en diferentes lugares porque la altura es diferentes en cada lugar. Empieza con bosques templados, con gran presencia de bambú, y luego aparecen los arbustos a medida que va aumentando la temperatura. Al superar los 12 mil pies de altura aparece la nieve.
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