Huerto vertical: características, para qué sirve, ventajas y desventajas
El huerto vertical es un sistema de cultivo de especies vegetales anuales en un sustrato soportado por una estructura que aprovecha el espacio vertical. Se busca maximizar el espacio horizontal disponible para cultivo, proyectando el sistema agrícola verticalmente.
Este tipo de huerto sirve para aprovechar al máximo el espacio para la producción agrícola, al permitir colocar más plantas en la misma área de suelo. Esto se logra al establecer pisos o niveles para el cultivo de las distintas especies.
Las ventajas que aporta el sistema de huerto vertical son el uso eficiente del espacio y la posibilidad de cultivar en espacios pequeños. Así como también el establecer el cultivo cerca de los centros de consumo, especialmente las ciudades.
Adicionalmente, el sistema de huerto vertical conlleva un uso más eficiente de los insumos agrícolas, como el agua de riego y fertilizantes. De igual forma un mejor control de plagas y de la contaminación que generan los sistemas agrícolas.
Mientras que entre sus desventajas destacan los altos costos iniciales para el establecimiento del sistema. Así como los inconvenientes derivados de instalarlos en áreas urbanas, especialmente por la atracción de insectos y posibles olores incómodos.
El huerto vertical puede desarrollarse a escala doméstica para el consumo familiar o a escala comercial para el mercado. Un ejemplo es la empresa Comcrop, que produce hortalizas en los techos de Singapur con sistemas de hasta ocho niveles de bandejas de cultivo.
En todo caso, es factible establecer un huerto vertical en casa, si se cuenta con un mínimo espacio y recursos básicos para su instalación. En su variante más sencilla, una vez establecido su manejo no conlleva más exigencia que cualquier otro tipo de huerto casero.
Índice del artículo
- 1 Características de los huertos verticales
- 2 Tipos de sistemas en los huertos verticales
- 3 ¿Para qué sirve?
- 4 Ventajas y desventajas
- 5 ¿Cómo hacer un huerto vertical casero?
- 6 Referencias
La diferencia entre un huerto vertical y cualquier otro huerto es el manejo del espacio de cultivo del que derivan una serie de exigencias particulares, fundamentalmente relacionadas con la infraestructura de soporte.
Se debe contar con un soporte que permita disponer las plantas cultivadas en pisos o niveles a distintas alturas. Esto se puede lograr con diferentes sistemas que van desde paredes con soportes porosos hasta estantes con soportes para maceta.
Por otra parte, el huerto vertical se puede desarrollar tanto bajo la concepción de sustrato sólido o mediante hidroponía.
El hecho de que el sistema se extiende verticalmente representa un problema para el manejo de la luz que requieren las plantas. El diseño de la estructura del huerto debe evitar que los niveles superiores sombreen sustancialmente a los inferiores, optimizando el uso de la luz.
Este problema se aborda de distintas formas, dependiendo de si se trata de producir con luz natural o artificial. En este último caso hay más control de las variables involucradas para resolver el problema.
El huerto vertical puede establecerse en un lugar cerrado, con una fuente de luz mediante un sistema de lámparas. En este caso se puede dirigir la iluminación a fin de evitar el sombreamiento de algunas áreas del cultivo.
Para garantizar una buena calidad de luz es conveniente utilizar lámparas LED, aunque también se pueden emplear lámparas fluorescentes o combinaciones de estas con lámparas de tungsteno. En algunos casos se emplean lámparas LED violeta producto de la combinación de luz roja y azul que provee condiciones óptimas de crecimiento.
En los sistemas al aire libre, se deben disponer los niveles adecuadamente para aprovechar la luz natural. Para esto, lo mejor es un sistema inclinado escalonado con las plantas en dirección al sol saliente que imite la disposición en una ladera montañosa.
Otro factor que requiere una atención particular es el riego, porque se debe optimizar el uso del agua y establecer un drenaje adecuado. Las plantas al estar superpuestas en niveles, corren el riesgo de que el agua que se drena en un nivel afecte al inferior y generar problema de exceso de riego.
El sistema de riego más eficiente en cuanto a aprovechamiento del agua y reducción de excedentes es el goteo. En todo caso, el sistema debe incluir un drenaje adecuado que permita recoger e incluso reutilizar el agua servida.
Los huertos verticales son adecuados principalmente para el cultivo de hortalizas y vegetales de hoja, no así para árboles frutales o cereales. Se puede cultivar col rizada, lechuga, tomate, cebolla, cebollín, diversas hierbas aromáticas, raíces como el rábano y la zanahoria.
También se puede establecer un huerto vertical ornamental, con especies llamativas bien sea por sus flores o por sus hojas.
Entre los huertos verticales los hay desde sofisticados tecnológicamente hasta sistemas muy sencillos de montar y manejar. Algunos sistemas muy tecnificados consisten en un estante metálico donde se disponen niveles de cajones para cultivar especies de rápido crecimiento.
A estas plantas se les provee la luz necesaria mediante iluminación LED con longitud de onda de amplio espectro. En tanto que el agua se suministra por sistemas por goteo, todo controlado por ordenadores.
Los nutrientes se proveen por fertirriego, es decir incorporados en el agua de riego, como en cultivos hidropónicos y se puede colocar en espacios reducidos. También hay sistemas de huertas verticales con sustrato de suelo, como por ejemplo el Sky Greens implementado en Singapur, Tailandia y China.
Este sistema consiste en una especie de noria de 9 m de altura que gira lentamente en un ciclo de 16 horas. Esta rueda porta las bandejas con el suelo y las plantas y al descender recibe el agua de riego, luego asciende para recibir la luz.
Dentro de los sistemas más sencillos, se utiliza iluminación natural e incluso riego y control de malezas y plagas manual. Estos solo requieren un soporte, que puede ser incluso un muro y envases capaces de portar el suelo donde cultivar las plantas.
Los huertos verticales sirven para producir plantas alimenticias, aromáticas, medicinales y ornamentales en condiciones donde no se dispone de suficiente espacio. Por otra parte, permiten un mayor control de insumos de producción como agua, luz, nutrientes, así como el control de plagas y enfermedades.
Además se adecúa bien para desarrollar una agricultura ecológica, con insumos orgánicos, generando un menor impacto ambiental. Esto último sobre todo porque es posible tener un mayor control de los desechos generados en el proceso agrícola.
Por otra parte, al permitir aprovechar espacios no aptos para la producción agrícola tradicional, posibilita su establecimiento en áreas urbanas. Así, se pone a disposición de los habitantes de las ciudades la producción de sus propios alimentos o generar alimentos para un mercado cercano.
Asimismo, los huertos verticales son un medio para acercar a la naturaleza al habitante de la ciudad, con comprobados beneficios psicológicos, contribuyendo a la calidad de vida urbana.
- Permite cultivar en áreas relativamente pequeñas, optimizando así el uso del espacio disponible y es posible incluso tener un huerto en espacios cerrados en el hogar o en las terrazas de edificios.
- Se puede multiplicar por 10 el espacio cultivable y así, por ejemplo, 50 m2 se transforman en 500 m2 en vertical.
- Acerca la producción de alimentos a los centros de consumo o comercialización, permitiendo menores costos de transporte y suministrar productos más frescos.
- Incide en la reducción del uso de combustibles fósiles para la movilización de vehículos de transporte.
- Facilita un uso más eficiente del agua y el resto de insumos agrícolas, como por ejemplo los fertilizantes. En estos se puede consumir un 95% menos de agua y 60% menos de fertilizante que un huerto tradicional en campo.
- Ofrece un entorno más adecuado para el control de la contaminación generada por la actividad agrícola.
- Permite promover la agricultura orgánica y ecológica y en los sistemas cerrado de agricultura controlada, permite producir alimentos todo el año con independencia de las condiciones ambientales.
- Requiere una inversión alta para su establecimiento, debido a la necesidad de construir una infraestructura adecuada.
- Hay especies cultivadas que no se adecúan al sistema de huerto vertical, como por ejemplo los árboles frutales, algunas raíces y tubérculos. Igual ocurre con plantas arbustivas de gran porte.
- Dependiendo del entorno donde se establezca y de los cultivos que se implementen, puede traer inconvenientes ambientales como plagas agrícolas y olores desagradables.
A continuación se presentan dos propuestas de huertos verticales donde es necesario tomar en cuenta los requerimientos de sustrato, cantidad de agua y fertilización dependiendo del cultivo. Así, un sustrato útil para la mayoría de los casos es una base de arena y grava fina y sobre esta tierra negra.
De igual forma, la mayoría de las especies de huerta requieren pasar por una fase de semillero o almácigo. En esta se producen las plántulas que luego son trasplantadas al recipiente definitivo en el huerto vertical.
- Se debe disponer de un muro o pared que esté expuesto al sol al menos en las horas de la mañana. Puede ser en el patio de una casa o en una terraza de edificio o balcón.
- Se requieren recipientes plásticos como cajas plásticas de transporte de frutas o botellas grandes de gaseosa (las botellas se deben cortar un área lateral, dándoles forma de canoa).
- Fijar las cajas a la pared mediante el uso de un taladro y anclajes para tornillos, ubicando cada una encima de la anterior. Se deben mantener una distancia no inferior a 70 cm a fin de evitar el sombreamiento de unas a otras.
- La sujeción de las cajas se completa conectándolas mediante cordeles por la parte delantera y finalmente atando las cuerdas a la parte superior del muro. Se deben hacer agujeros de drenaje, pero evitar los espacios grandes para no perder sustrato.
- Llenar las cajas con el sustrato preparado y trasplantar las plántulas desde el semillero o realizar la siembra directa de semillas, según el cultivo.
Este tipo de estructuras pueden ser trasladadas de un lugar a otro y para construirla se deben seguir los siguientes pasos:
- Conseguir un envase grande que se usará de base, de no menos de 25 a 30 cm de diámetro y 30 cm de altura. Este puede ser un macetero o la mitad inferior de un botellón plástico de agua mineral cortado transversalmente.
- Colocar tres listones o tablas de dos metros cada una y unos 15 cm de ancho en el centro del envase. Para esto, disponerlos tocándose por los bordes formando una columna triangular y atándolas firmemente entre sí en el extremo superior.
- Rellenar el envase con tierra y piedras, compactando la mezcla a fin de dejar fijas las tablas en el centro.
- Preparar 10 botellas plásticas grandes de gaseosas (1,5 a 2 litros), cortándoles un área lateral en forma elíptica (canoas).
- Fijar los envases plásticos de gaseosa a las tablas cada 15 cm de altura de forma alterna en cada cara del triángulo (en espiral) utilizando tornillos tirafondo o tornillos con tuerca.
- Para garantizar la firmeza de la estructura, los envases de gaseosa se unirán una misma línea entre sí mediante cordeles en la parte superior del triángulo de tablas.
- Rellenar los envases con el sustrato correspondiente y se procederá al trasplante de las plántulas o a la siembra directa.
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