Maria Reiche: biografía, aportes y teoría
María Reiche fue una matemática y arqueóloga nacida en Alemania y posteriormente nacionalizada peruana que dedicó gran parte de su carrera al estudio de las líneas de Nazca. Conocida como “la dama del desierto” o “la dama de Nasca”, la investigadora llegó a Perú en 1932, país que no abandonó con la excepción de unos pocos meses en los que volvió a su país natal
Cuando fijó su residencia en Lima, Reiche trabó amistad con Amy Meredith, una inglesa que regentaba un salón de té del que eran clientes muchos intelectuales peruanos. Entre ellos se encontraba el doctor Kosok, quien contrató a la alemana como asistente para estudiar las líneas de Nazca.
Reiche se trasladó a Nazca y comenzó una labor de investigación que duraría toda su vida. La arqueóloga descubrió nuevos trazados y elaboró un mapa de toda la zona. Los primeros resultados de su trabajo fueron publicados en el libro El misterio del desierto, que gozó de un gran éxito y provocó que numerosos turistas acudieran a la zona.
Durante los años siguientes, María Reiche continuó con sus investigaciones sobre las líneas elaboradas por la cultura nazca. La arqueóloga escribió lo siguiente sobre su trabajo: “tengo definida mi vida hasta el último minuto de mi existencia: será para Nazca. El tiempo será poco para estudiar la maravilla que encierran las pampas, allí moriré”.
Índice del artículo
Biografía
María Victoria Reiche Neumann nació el 15 de mayo de 1903 en Dresden, Alemania. Fue la mayor de tres hermanos y, tras superar las primeras etapas de su educación, estudió matemáticas, geografía y física en la Universidad Técnica de su ciudad natal y en Hamburgo. La futura arqueóloga se graduó en esta última en 1928.
Ya durante su infancia realizó un trabajo para su escuela en el que afirmó que su deseo era viajar por el mundo para trabajar como investigadora.
Viaje a Perú
Su sueño de vivir en el extranjero se cumplió en 1932, cuando viajó a Cuzco (Perú) para trabajar como tutora privada de los hijos del cónsul alemán en esa ciudad.
Poco antes de terminar su contrato de cuatro años, Reiche se trasladó a la capital del país, Lima, donde dio clases de inglés y alemán, además de traducir textos, entre los que se encontraban algunos redactados por Julio C. Tello y Paul Kosok. Este contacto con la arqueología peruana despertó en ella un gran interés.
La siguiente ocupación de Maria Reiche en Perú fue la de restauradora de textiles precolombinos para el Museo Nacional.
Según sus biógrafos, fue en este periodo cuando María Reiche comenzó a admirar la historia peruana. Prueba de su interés fue un viaje que emprendió a Machu Picchu, donde estudió el Intiwatana, el reloj solar.
Viaje a Alemania y vuelta definitiva a Perú
Reiche volvió a Alemania en 1936, en un momento en el que la situación en ese país era complicada. Hitler se encontraba en el poder y estaba preparando lo que sería el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Ante esto, la investigadora decidió regresar a Perú, donde comenzó a trabajar como profesora de alemán.
Una de sus primeras clientas fue la inglesa Amy Meredith, dueña de un salón de té en el que se reunían habitualmente intelectuales como Julio C. Tello o Paul Kosok. Este último la contrató como asistente y la llevó a Nazca por primera vez en 1941.
Las líneas de Nazca
El objetivo de Kosok, que después asumió Reiche, era investigar una serie de diseños trazados en el desierto a unos 400 kilómetros al sur de Lima. Los dibujos, realizados por la cultura nazca entre el 200 a. C. y el 500 d. C., fueron delineados con unas 800 líneas de docenas de metros.
El resultado fue la creación de unas 300 figuras geométricas y de 70 con formas de animales, plantas y seres antropomórficos.
En Nazca con Paul Kosok
Las líneas de Nazca habían sido descubiertas en la década de 1920 y Kosok llevaba algún tiempo estudiándolas antes de contratar a Reiche como asistente.
Los dos investigadores iniciaron la tarea de explorar, estudiar y medir los dibujos realizados por los nazcas. El propósito de los creadores de esas líneas era un gran misterio y habían sido propuestas varias hipótesis.
Reiche y Kosok desarrollaron su propia teoría: las líneas se trazaron siguiendo las constelaciones y eran como una especie de mapa estelar.
Cuando Kosok abandonó Perú en la década de los 40, Reiche se quedó en el desierto para proseguir sus investigaciones. La arqueóloga descubrió 18 figuras y dedicó parte de sus esfuerzos a cuidar el lugar, amenazado por la erosión, la contaminación y por los proyectos para construir carreteras.
En un primer momento, los pobladores de la zona no confiaban en María Reiche e, incluso, algunos la calificaban como bruja. El motivo era sus interminables caminatas a solas por la arena, limpiando y midiendo los tramos y siempre realizando cálculos.
El primer artículo de Reiche sobre las líneas de Nazca se publicó en 1949, con el título de Mystery on the desert. A study of the ancient figures and strange delineated surface (Misterio en el desierto. Un estudio de las figuras antiguas y la extraña superficie delineada).
Al cuidado de las líneas
Las publicaciones de Reiche hicieron que la zona fuera ganando fama en todo el mundo. Con ello se multiplicaron los visitantes que deseaban verla, lo que llegó a suponer un riesgo para su conservación, algo que despertó la preocupación de la alemana.
En esos momentos, Reiche era la única al cuidado de las líneas y solo contaba con una escalera de mano que hacía las veces de torre de control y una escoba con la que limpiaba el terreno o ahuyentaba a los turistas que ponían en peligro las líneas.
La situación cambió cuando el Fondo de Promoción Turística comenzó a colaborar con Reiche. Esta, además, recibió la ayuda de su hermana Renate. Las infraestructuras mejoraron con la construcción de un mirador y la puesta en marcha de un servicio de avionetas para sobrevolar el área.
La propia María Reiche pagó a unos vigilantes para evitar a saqueadores que intentaban esquilmar el terreno.
Muerte de Amy Meredith
Amy Meredith, con quien Reiche convivió 21 años, falleció en 1960 a causa de un cáncer. Su herencia fue destinada a que las investigaciones de la arqueóloga pudieran seguir su curso.
La muerte de Meredith hizo que Reiche pasará por una época muy dura. Por un tiempo dejó Nazca y se instaló en la sierra, donde trabajó dando clases en las zonas más pobres.
Últimos años y fallecimiento
El delicado estado de salud de Reiche en los últimos años de su vida fue lo único que consiguió apartarla de su trabajo. La investigadora, ciega y con parkinson, se trasladó a una habitación de uno de los hoteles para turistas ubicados en la propia Nazca. Su hermana Renate la asistió durante esa etapa final de su vida.
Maria Reiche falleció en Lima el 8 de junio de 1998, con 95 años de edad, víctima de cáncer. Un año antes, la UNESCO le había otorgado la Medalla Machu Picchu y el gobierno peruano le otorgó la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos a título póstumo.
Reiche recibió sepultura en el lugar en el que había pasado 25 años, en Nazca. La choza que habitó fue después convertida en museo.
Aportes y teorías de Reiche
Primer mapa de Nazca
De vuelta a Nazca, María Reiche continuó con sus investigaciones sobre las líneas. A pesar de que los medios de los que disponía eran bastante rudimentarios consiguió crear el primer mapa de las figuras en 1974.
Por otra parte, también descifró algunos dibujos y ofreció su teoría sobre los mismos. Entre las primeras figuras que logró descifrar se encontraba la de un mono con la cola enroscada en espiral. La arqueóloga afirmó que se trataba de la representación de la unión de la Osa Mayor, una constelación, y otros astros cercanos a la misma.
Teoría
Todo el trabajo desarrollado por Reiche le llevó a elaborar su propia teoría sobre las líneas de Nazca, muy parecida a la que mantuvo su maestro Kosok.
Según afirmaba, la cultura nazca usó las figuras como sistema astronómico, calendario de lluvias y para planificar las cosechas.
Como ejemplo, la autora señalaba sobre la figura de la parihuana o flamenco que si “nos paramos en su cabeza en las mañanas del 20 al 23 de junio y seguimos con nuestra mirada la dirección del pico, podremos observar claramente la salida del sol, exactamente en un punto de un cerro ubicado en esa dirección”.
Esta teoría fue la más aceptada hasta los años 80 del siglo XX. Sin embargo, investigadores posteriores han apuntado que los geoglifos pudieron ser manifestaciones de la organización social y religiosa de los nazcas.
Distinciones en vida
María Reiche, apodada por muchos habitantes de Nazca como “la mujer que barría el desierto”, vivió durante las décadas en las que estudió las líneas en una cabaña cercana a las mismas.
Su labor acabó siendo reconocida por gobiernos e instituciones, que le concedieron varias distinciones mientras aún vivía. Reiche recibió en 1981 la Medalla de Honor del Congreso de Perú y en 1986 fue galardonada con las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta y con la Medalla Cívica de la Ciudad de Lima.
Además de esos reconocimientos, también fue nombrada doctora honoris causa por las universidades de Trujillo, San Marcos e Ingeniería.
En 1992, el gobierno peruano le concedió el título de Ciudadana Honoraria de Perú y al año siguiente la investigadora adoptó esa nacionalidad.
El trabajo y las gestiones de Maria Reiche, junto con el de otros investigadores, fueron fundamentales para que la UNESCO nombrara a las líneas de Nazca como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Referencias
- López, Alberto. María Reiche, la guardiana del misterio del desierto de Nazca. Obtenido de elpais.com
- Yanes, Javier. Maria Reiche y la tecnología tras las líneas de Nazca. Obtenido de bbvaopenmind.com
- EcuRed. María Reiche. Obtenido de ecured.cu
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. Maria Reiche. Obtenido de britannica.com
- Antipode. Who was Maria-Reiche?. Obtenido de antipode-peru.com
- Sommerlad, Joe. Maria Reiche: Who was the German governess who devoted her life to Peru’s mysterious Nazca Lines?. Obtenido de independent.co.uk
- Sack, Harald. Maria Reiche – Keeper of the Nazca Lines. Obtenido de scihi.org