Zorro volador: características, hábitat, reproducción, alimentación
El zorro volador (Acerodon jubatus) es una especie de murciélago megaquiróptero (murciélago gigante) perteneciente a la familia Pteropodidae. Al igual que todas las especies de esta familia de chirópteros, los zorros voladores habitan las regiones tropicales del viejo mundo, siendo A. jubatus endémica de Filipinas. Esta especie es considerada como uno de los murciélagos de mayor tamaño que existen, pesando hasta 1,4 kilogramos, con una envergadura de hasta 1,7 metros.
Acerodon jubatus fue descrita en 1831 por el naturalista alemán Johann Friedrich von Eschscholtz. En 1896, Daniel Giraud Elliot describió una población de A. jubatus que habitaba la región de Panay como Acerodon lucifer.
Sin embargo, a finales del siglo XX, esta población fue designada como una subespecie del zorro volador (A. jubatus lucifer). Posteriormente dicha subespecie fue declarada extinta.
El zorro volador se encuentra actualmente en peligro de extinción. El principal problema reside en el reemplazo de las especies vegetales que sirven de recurso alimenticio para esta especie, por especies agrícolas o zonas urbanas. La caza furtiva para consumo y venta de su carne representa también una amenaza para A. jubatus.
Debido a esto, desde el año 1995, la especie fue incluida en el apéndice I del CITES, quedando prohibida su caza y tráfico. Sin embargo, es necesario establecer esfuerzos que resulten más eficaces para proteger al zorro volador gigante de Filipinas.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Hábitat y distribución
- 3 Reproducción
- 4 Alimentación
- 5 Estado de conservación
- 6 Comportamiento
- 7 Referencias
Estos murciélagos reciben el nombre común de zorro volador o zorro volador gigante de corona dorada (en inglés), debido al parecido de su rostro con el de un zorro común. Presentan orejas de tamaño mediano que se mantienen erguidas y un hocico largo y medianamente robusto.
Acerodon jubatus es considerada una de las especies más grandes de murciélagos. Su peso corporal varía entre 730 gramos a aproximadamente 1,4 kilogramos. Además, su antebrazo tiene una longitud de 21,5 centímetros, siendo el más largo entre los chirópteros.
La envergadura alcanza hasta 1,7 metros. El cráneo es alargado y puede tener una longitud aproximada de 7,2 centímetros. El macho es usualmente más grande que la hembra.
En el zorro volador, el dorso y la grupa tienen un color marrón obscuro con manchas esparcidas de color marrón rojizo hacia la parte posterior de la espalda. Esta característica provoca el efecto de una coloración castaña oscura. En la parte ventral la coloración es marrón-negruzca. El pecho, la barriga y los flancos presentan pelos claros.
El cuello y sus regiones laterales son obscuras y la nuca es ligeramente más pálida. Presenta un parche que varía ligeramente entre castaño “chocolate” y amarillento y puede rodear el cuello, llegando algunas veces hasta la base de las orejas.
En la parte superior de la cabeza, sobre la coronilla, se extiende un parche dorado que comienza entre los ojos y puede extenderse hasta la nuca y los hombros. Las cejas, mentón y garganta son negruzcos.
Las extremidades son negro parduzco y las membranas alares son de un color marrón con tonalidades pálidas.
El zorro volador es dependiente de los bosques, es decir, raras veces son observados fuera de ellos o en sus bordes, como es el caso de otras especies de zorros voladores como Pteropus vampyrus. Esto significa que A. jubatus es una especie sensible a los disturbios en su hábitat.
Estos animales prefieren bosques secundarios de alta calidad para actividades de forrajeo. También pueden frecuentar arroyos que contengan higos en las orillas. Es muy raro observarlos en huertos agrícolas.
Durante el día se perchan sobre arboles altos y en algunas ocasiones descansan en manglares ubicados en islas pequeñas. Usualmente los lugares de descanso se sitúan en pendientes pronunciadas y bordes de acantilados.
Estos murciélagos comparten los sitios de percha con los murciélagos gigantes de la fruta de Filipinas (P. vampyrus) que son mucho más comunes y dispersos.
Esta especie es endémica de Filipinas. Se encuentra disperso en gran parte del territorio del país, a excepción del grupo de islas Batanes y Babuyan y la región de Palawan. Pueden encontrarse desde el nivel del mar hasta 1100 m.s.n.m. en bosques montañosos.
En la actualidad, algunas poblaciones han desaparecido en regiones donde habían sido registrados anteriormente, como es el caso de la región de Panay.
Actualmente sigue existiendo poca información sobre la reproducción de esta especie. Sin embargo, al igual que otras especies de megaquirópteros, tienen una reproducción estacional y sincrónica. El mayor número de partos ha sido registrado entre los meses de abril y junio.
Los zorros voladores son polígamos y conforman grupos reproductivos, donde generalmente hay un solo macho con varias hembras (harén).
Las hembras paren una sola cría y la llevan colgando del pelaje del pecho y vientre hasta que está completamente desarrollada para volar por sí sola. Al parecer, las hembras consiguen la madurez sexual entre los dos y tres años de edad.
El zorro volador se alimenta de frutos y hojas de especies vegetales encontradas en tierras bajas, por lo cual, estos animales están restringidos a bosques naturales maduros. Las plantas que emplea con mayor frecuencia como alimentos son algunas hemi-epífitas y varias especies de Ficus.
Una de las especies más importantes en la dieta de A. jubatus es Ficus subcordata, que en algunos estudios ha representado hasta el 40% de la dieta. F. variegata representa también uno de los ítems más comunes, proporcionando hasta el 22% de la dieta total del zorro volador.
Estas especies vegetales son una fuente importante de calcio para estos murciélagos. Este macronutriente es especialmente importante en los murciélagos de la familia Pteropodidae.
En el zorro volador, los requerimientos de calcio son mayores durante el periodo de lactancia, entre los meses de mayo y julio. Es en esta época donde las especies de Ficus representan una mayor proporción en la dieta de estos animales.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), la especie Acerodon jubatus se encuentra en peligro de extinción. La población de estos murciélagos ha disminuido aproximadamente un 50% en las últimas dos décadas y sigue decreciendo en la actualidad.
Una de las causas principales de esta disminución es la pérdida de su hábitat y la intervención en sus áreas de descanso.
La cacería ilegal también es una fuerte amenaza para esta especie de murciélagos. Estos animales son cazados por varias razones. Principalmente como parte de la cultura de los filipinos. Son usados como alimento, considerando su carne como una exquisitez, y además tiene varios usos medicinales.
Por otro lado, son cazados por considerarlos una plaga para los sembradíos de árboles frutales, aunque muy rara vez se ven en estas áreas. Al parecer, son confundidos con Pteropus vampyrus, que suelen perchar y alimentarse de estos árboles.
Actualmente, las poblaciones de zorro volador en Filipinas se encuentran disminuyendo. Algunas estimaciones sobre la población total del zorro volador presumen que, en la actualidad, existen menos de 20.000 individuos de esta especie.
Históricamente, se han reportado para el país colonias mixtas de murciélagos que incluían varias especies de la familia Pteropodidae. Se cree que en la actualidad dichas colonias solo representan un 10% de su tamaño hace 200 años.
Un estudio reciente, ha reportado que, de 23 grupos de murciélagos perchados, solo en nueve grupos encontraron al zorro volador. En estas colonias mixtas, A. jubatus representa una pequeña proporción de los individuos totales.
En las zonas más protegidas, esta especie representa hasta el 20% de la colonia total, mientras que en otros grupos solo representa el 5% y en zonas con altas perturbaciones, su participación es de menos de 2%.
Acerodon jubatus es de hábitos nocturnos y gregarios. Esta especie es además nómada y presenta una alta capacidad de vuelo, pudiendo recorrer entre 10 hasta 87 kilómetros por noche.
Los zorros voladores tienden a evitar el contacto con los humanos. Es por esta razón que las localidades de forrajeo de estos murciélagos suelen ser áreas aisladas, en el centro de los bosques que habitan.
Algunas investigaciones han demostrado que estos murciélagos muestran patrones de movimientos durante las actividades de forrajeo noche tras noche. Esto significa que el comportamiento de búsqueda de alimento no representa un evento al azar en el zorro volador.
Durante el día, el grupo de murciélagos busca un lugar de descanso. En dicho lugar, los zorros voladores llevan a cabo varias actividades, entre las que se encuentran principalmente dormir, aleteo de alas, acicalamiento, extender alas y descansar.
Los machos suelen ser más activos que las hembras durante el día. Estos efectúan actividades de cortejo, defensa de territorio, peleas con otros machos y propagación de marcas de olor.
El aleteo de las alas es un comportamiento termorregulador, en vista de que estos animales carecen de glándulas sudoríparas. Este comportamiento esta correlacionado con la temperatura del ambiente. De modo que, mientras más altas sean las temperaturas (alrededor de medio día y en la mañana) mayor es la frecuencia de aleteo.
El acicalamiento cumple un importante papel en la regulación de los ectoparásitos que invaden a los zorros voladores, tal como las moscas de murciélagos (Cyclopodia horsfieldi).
Aunque en general, el sistema de cortejo de los zorros voladores ha sido poco estudiado, se han registrado diversos comportamientos relacionados con la reproducción. Los machos suelen establecer territorios de apareamiento, marcando con olor las ramas de los árboles, mediante el frotamiento de la cabeza y el cuello con dichas superficies.
Este comportamiento se da con mayor frecuencia durante las últimas horas de la tarde, justo antes de emprender el vuelo de búsqueda de alimentos.
Por otro lado, el comportamiento de cortejo del macho hacia la hembra, muestra una mayor frecuencia desde la madrugada hasta media mañana, y disminuye desde el mediodía hasta la noche. Durante el cortejo, el macho se acerca a una hembra y comienza a oler o lamer su área genital.
Con frecuencia, las hembras rechazan al macho mostrando comportamientos agresivos, como gritos y aleteos bruscos y posteriormente se alejan de este. Sin embargo, el macho continúa con el cortejo, insistiendo en este comportamiento cada 5 minutos aproximadamente, hasta que la hembra accede a la cópula.
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