Pisum sativum: características, variedades, hábitat, cultivo
El Pisum sativum, mejor conocido como guisante, es una especie perteneciente a la familia Fabaceae. Se conoce comúnmente también como arveja, alverja, chícharo y petit pois en francés. Es una planta de origen eurásico con alto valor nutricional.
La planta de guisante es una hierba anual, de tallo bajo (alcanza un máximo de 2 metros), con zarcillos como estructuras trepadoras y sistema radicular provisto de una raíz pivotante. Sus flores se producen en racimos y se observan de color blanco, lila, rosado y con estructuras de color púrpura. La semilla se produce dentro de una vaina alargada y son redondeadas, de textura lisa o rugosa.
El cultivo del guisante se realiza en muchos países del mundo, aunque se produce mejor en climas templados donde la temperatura esté entre 13 y 18 °C. Se puede consumir de forma natural o enlatada. Es útil para preparar sopas.
Esta especie tiene una gran importancia histórica en la ciencia, ya que fue la planta utilizada por Gregor Mendel, considerado el padre de la genética, para realizar sus experimentos sobre la herencia de caracteres. Se considera un cultivo muy útil para planes alimenticios escolares en algunos países.
Índice del artículo
- 1 Origen
- 2 Características
- 3 Taxonomía y variedades
- 4 Hábitat y distribución
- 5 Cultivo
- 6 Cuidados
- 7 Reproducción
- 8 Enfermedades
- 9 Referencias
El origen del guisante es eurásico y de regiones mediterráneas del oriente. Hoy día se cultiva en muchos países del mundo, siendo un cultivo popular.
Además de su origen, históricamente el guisante es una planta muy conocida por haber sido importante en el desarrollo de la ciencia, especialmente en la genética.
Gregor Mendel (1822-1884) escogió esta especie para realizar los cruces de líneas puras e identificar cómo se transmiten los caracteres hereditarios en la primera y segunda generación filial.
El motivo de su elección eran las características favorables de Pisum sativum tales como crecimiento rápido, diferenciación en semillas lisas y rugosas, verdes y amarillas, plantas altas y enanas, entre otras.
Se trata de una hierba anual de porte bajo, que trepa a través de zarcillos. Se considera como una planta enana cuando mide menos de 0,4 m, semi-trepadora cuando mide entre 0,8 y 1 m, y trepadora cuando mide de 1,5 a 2 m.
El sistema radicular de esta planta es poco desarrollado, aunque produce una raíz pivotante que puede ser muy profunda.
Las hojas poseen un par de foliolos y culminan en el desarrollo de un zarcillo, el cual se adhiere a las estructuras que funcionan como tutores para guiar su crecimiento.
Las flores se producen en racimos que muestran brácteas foliáceas, y la cual se inserta en la axila de las hojas mediante un largo pedúnculo. Las inflorescencias pueden tener hasta 3 flores, y también puede haber flores solitarias.
Las flores tienen el estandarte y la quilla de color blanco, rosado o lila, las alas de color púrpura o blancas.
El guisante es producido dentro de vainas de 5 a 10 cm de largo, las cuales contienen de 4 a 10 semillas. Las vainas son alargadas y contienen semillas lisas (para uso en conservería) o rugosas (para consumo directo).
El Pisum sativum presenta un contenido nutricional por cada 100 g, de 73 mg de calcio, 6,0 mg de hierro, 364 mg de fósforo, 0,57 mg de vitamina B, 6,5 mg de vitamina C, 23% de proteína, 58% de carbohidratos, 1,3% de lípidos, 6,0% de fibras y 348 calorías.
-Reino: Plantae
-Filo: Tracheophyta
-Clase: Magnoliopsida
-Orden: Fabales
-Familia: Fabaceae
-Género: Pisum
-Especie: Pisum sativum L.
Además, el guisante se conoce como Lathyrus oleraceus y Pisum vulgare. Asimismo, se conocen las subespecies Pisum sativum subsp. elatius, y Pisum sativum subsp. sativum.
De las variedades de esta especie, según sean de color verde, se conocen las siguientes:
Esta planta de guisante es de porte enano, su grano es redondo y liso con algunos huequitos. Se usa para el verdeo y la industria.
Se trata de un guisante de altura mediana, con una vaina más o menos curva y de grano rugoso y cilíndrico. Es útil en el área conservera y para congelar.
Esta es una variedad enana, con grano liso, redondo y algunos huequitos, ideal para el mercado, para congelar y para conserva.
Su altura es media, la vaina algo curvada con los extremos truncados, de color verde oscuro. El grano es rugoso y cilíndrico.
Es un guisante de ciclo precoz, altura mediana, con semillas lisas y redondas, así como con hoyuelos.
El grano en este caso es ovalado, grande y rugoso ya que sus vainas alcanzan un gran desarrollo. Existen subvariedades de enrame o trepadoras.
Es conocido también como capuchino y se reconoce por una vaina bastante curvada y alargada, así como un grano grueso, ovalado, liso, y con huequitos. Sus vainas y granos son comestibles.
Otras variedades que se conocen son la Apache, Azur, Cosmos, Grande, Gracia, Cartouche, Elegant, Forrimax, Isard, entre otras.
En la naturaleza se consigue en alturas por encima de los 500 metros. Se establece bien en climas frescos o templados y tolera las bajas temperaturas.
Se distribuye mayormente en Afganistán, Albania, Argelia, Argentina, Australia, Bulgaria, Canadá, China, Colombia, República Dominicana, Egipto, Etiopía, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Grecia, Guatemala, Haití, India, Indonesia, Irán, Iraq, Japón, Kenia, Líbano, México, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Perú, Filipinas, Portugal, Rumania, Rusia, España, Turquía, Ucrania, Estados Unidos o Vietnam, entre otros.
El guisante se cultiva en climas templados, con temperaturas entre 13 y 18 °C. Detiene su crecimiento cuando la temperatura está entre 5 o 7 °C.
Una temperatura por encima de 27 °C afecta la productividad de esta especie, especialmente si ocurren en las fases de floración y formación de vainas.
El pH ideal para su cultivo está entre 5,5 y 6,5. El suelo debe tener un buen contenido de calcio. Dependiendo del análisis del suelo, la corrección o aplicación a realizar debe ser tres meses antes de la siembra y a 25 cm de profundidad. Es recomendable la cal dolomítica, ya que también corrige la deficiencia de magnesio en la planta.
Cuando se siembra por primera vez guisante, se recomienda realizar inoculaciones con bacterias fijadoras de nitrógeno del género Rhizobium, ya que con esta simbiosis la planta es capaz de asimilar nitrógeno proveniente del aire.
En este sentido, el cobalto y el molibdeno son elementos importantes para que haya una exitosa fijación de nitrógeno en las plantas de guisantes y se deben tener en cuenta al momento de la inoculación.
Las bacterias mencionadas, forman nódulos en las raíces de plantas leguminosas, mejorando así el suministro de nitrógeno y por ende el rendimiento del cultivo.
La cosecha se debe realizar antes que las vainas se pongan fibrosas. Una hilera, por lo general da al menos tres cosechas si se comienzan a recolectar las vainas de la parte de abajo.
Luego de la cosecha, las plantas se cortan a nivel del suelo, permitiendo de esta manera que las raíces se descompongan y así el nitrógeno asimilado retorne al suelo y quede disponible para las cosechas siguientes.
El guisante se puede consumir en forma de granos verdes, al natural o en forma enlatada. La arveja también se puede consumir en forma de granos secos, rehidratada o enlatada.
Estos granos secos son muy útiles para preparar sopas, siendo muy consumidas en muchos lugares del mundo. De igual forma, se trata de un alimento básico y sencillo con alto valor nutritivo que fácilmente se puede emplear en planes de alimentación escolar.
Los guisantes verdes se pueden consumir tanto solos como con la vaina. Cuando los guisantes están tiernos, su sabor es algo dulce y se pueden consumir crudos. Igualmente se pueden consumir cocidos, guisados y para conservas.
Además, el guisante sirve como forrajera. Se puede aprovechar cuando las vainas están llenas, sin llegar estas a madurar. Puede fabricarse heno, tomando en cuenta la fragilidad de sus hojas y sus frutos. Para ensilaje se puede mezclar con un cereal.
El riego debe realizarse cuando haya un tiempo seco, especialmente si la planta está en floración y fructificación.
Se recomienda eliminar las malas hierbas regularmente para evitar competencia de nutrientes y de luz entre los guisantes y otras plantas, así como disminuir riesgos de plagas y enfermedades.
En el momento de la aparición de los primeros zarcillos, se recomienda guiar el tallo de la planta mediante unas cañas o palos.
El Pisum sativum es un cultivo de invierno-primavera. De acuerdo a cada región, el guisante puede sembrarse entre enero y febrero y el ciclo puede durar hasta el verano.
Las semillas deben ser cubiertas con una mezcla de insecticidas tipo piretroides y diazinón, así como con fungicidas como el captan.
El cultivo debe realizarse en surcos o en cuadrantes (si son especies trepadoras) para facilitar su tutorado. Los surcos son de 15 cm de ancho por 5 cm de profundidad y las semillas se separan cada 5 cm.
La siembra se realiza de forma directa, manual o mecanizada, a una profundidad entre 4 y 5 cm. La densidad de siembra usada es de 100 a 200 kg/ha.
Las variedades de porte bajo (hasta 45 cm de altura), o las semitrepadoras (entre 50 y 80 cm) son las que más se recomiendan para un jardín. A estas debe colocársele un tutor cuando midan unos 7 cm de altura aproximadamente.
Los guisantes redondeados se siembran en otoño o a finales de invierno ya que son más resistentes. Las variedades de semilla rugosa se siembran desde la primavera.
La mayoría de daños en los guisantes son causados por hongos, bacterias, virus y nemátodos. El hongo del suelo Rhizoctonia solani ocasiona la podredumbre del tallo, llegando a afectar hasta el 40% de la producción de plantas en estado inicial.
Otros hongos de importancia son el Fusarium solani y el Cylindrocladium clavatum, que pueden afectar de forma individual o simultánea. Estas dos especies causan síntomas semejantes a los de Rhizoctonia solani.
La enfermedad llamada Oídio es causada por el hongo Erysiphe pisi (Oidium sp.), la cual puede producir grandes pérdidas en la calidad de los granos, especialmente en las variedades de ciclo corto.
Mientras que, en condiciones de alta humedad relativa el ataque del hongo Ascochyta spp. produce pequeñas lesiones en las hojas, que se identifican por tener un borde oscuro y una parte central de un color más claro, y puede atacar tanto a los tallos como a las vainas.
El hongo Sclerotinia sclerotiorum es muy frecuente en áreas de suelo compactado y con exceso de irrigación. Este fitopatógeno causa la pudrición acuosa de la planta que ocasiona la muerte de la planta.
El mildiú ocasionado por Peronospora viciae ocurre mayormente en climas muy húmedos y fríos con exceso de riego. Esta enfermedad se manifiesta con la aparición de manchas necróticas grandes, cubiertas por un moho verde.
La invasión de la planta es sistémica y se distorsiona en la parte apical y causa acortamiento en los entrenudos, hojas malformadas. La intensidad de esta enfermedad disminuye a medida que se eleva la temperatura por encima de 20 °C.
La enfermedad de la vaina marrón es causada por el virus del bronceado transmitido por un trips, y el cual se conoce como una enfermedad muy común en las plantas de guisante.
Se manifiesta durante la formación de vainas y el llenado de los granos. Las vainas se vuelven marrones, secas, se tuercen y alcanzan un tamaño pequeño. Algunas muestran unos anillos necróticos, muy típicos de esta enfermedad.
Las plantas de guisantes son atacadas por pocas plagas. Entre las de mayor importancia se destacan el pulgón del guisante (Acyrthosiphon pisum), el cual afecta a las plantas en su fase cercana a la floración y forma colonias en el meristema apical del tallo, así como en el envés de las hojas.
Algunas otras plagas que afectan el follaje están controladas de forma natural mediante controladores biológicos (Bacillus thuringiensis), no requiriéndose ni siquiera de la aplicación de agrotóxicos.
Entre estas plagas se incluyen el gusano verde (Heliothis virescens), el chinche verde (Nezara viridula) y el chinche pequeño (Piezodorus guildini), los cuales afectan a la planta al inicio del llenado de los granos; y los trips (Trips tabaco) que afectan al cultivo desde los 25 días luego de su germinación.
Otras plagas de menor importancia son la falsa oruga medidora (Pseudoplusia includens), la oruga militar (Spodoptera ssp.), la larva minadora (Liriomyza huidobrensis) y la polilla Iridopsis spp. Todas ellas afectan el follaje.
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