18 tipos de conducta y sus características (con ejemplos)
Los tipos de conducta son las diferentes maneras que puede presentar una persona frente a un estímulo externo, como un cambio en su ambiente, o interno, como la aparición de una sensación o una emoción determinada. El estudio de la conducta es uno de los principales objetivos de disciplinas como la psicología, la antropología y la sociología.
No existe una lista aceptada universalmente de los tipos de conducta que nos podemos encontrar. Sin embargo, muchos autores han intentado crear una clasificación lo más exacta posible a lo largo de la historia. De esta manera han aparecido muchos criterios diferentes para ordenarlas, como por ejemplo su origen, sus efectos sobre el entorno o el papel que juega la razón en ellas.
El estudio de los tipos de conducta que presentan los seres humanos es especialmente importante porque nos permite comprender mejor nuestra naturaleza, predecir nuestro comportamiento y realizar intervenciones que sirvan para solucionar todo tipo de problemas. Además, en corrientes como el conductismo se considera que los comportamientos son el único fenómeno que merece la pena estudiar.
En este artículo veremos algunas de las clasificaciones más comunes para ordenar los tipos de conducta que existen. Las distintas categorías no son excluyentes, sino que un comportamiento puede pertenecer a varias clases al mismo tiempo.
Índice del artículo
- 1 Tipos de conducta según su origen
- 2 Tipos de conducta según su relación con el estímulo
- 3 Tipos de conducta según su visibilidad
- 4 Tipos de conducta según la intencionalidad de la persona
- 5 Tipos de conducta según nuestra relación con los demás
- 6 Tipos de conducta según su utilidad
- 7 Tipos de conducta según su estabilidad
- 8 Tipos de conducta según su relación con la sociedad
- 9 Referencias
Tipos de conducta según su origen
– Conductas instintivas
Durante mucho tiempo los psicólogos creían que los seres humanos llegamos al mundo como una “pizarra en blanco”, sin poseer por tanto una serie de comportamientos innatos relacionados con nuestra supervivencia como sí ocurriría con otras especies animales. Sin embargo, en el último siglo se ha descubierto que esto no es así en absoluto.
Hoy en día sabemos que los seres humanos tenemos una serie de instintos que nos llevan a actuar de forma inconsciente, y que tienen que ver con nuestra supervivencia y nuestros instintos de reproducción. Algunas de estas conductas instintivas son muy evidentes, mientras que otras pueden ser difíciles de detectar.
Así, por ejemplo, bostezar cuando tenemos sueño es un claro ejemplo de conducta instintiva: se trata de algo incontrolable y que hacemos sin saber por qué. Otro ejemplo menos evidente, sin embargo, sería la necesidad de buscar la aprobación de los demás, un instinto que se ha comprobado que aparece en todas las culturas.
– Conductas aprendidas
En el otro lado del espectro nos encontramos con las conductas aprendidas, que serían aquellas que no están presentes en el momento de nuestro nacimiento y que vamos adquiriendo mediante diferentes mecanismos a lo largo de nuestra vida. La mayoría de comportamientos que presentamos pertenecen a esta categoría.
Prácticamente todo lo que hacemos en nuestro día a día es un tipo de conducta aprendida. Hábitos como preparar la comida, vestirnos, lavarnos los dientes, conducir o ir a trabajar pertenecen a esta categoría.
Por otro lado, existen muchas maneras distintas en las que podemos adquirir una nueva conducta aprendida. Entre otros mecanismos encontramos el modelado, el condicionamiento clásico y operante, el aprendizaje vicario, o el aprendizaje por exposición.
Tipos de conducta según su relación con el estímulo
– Conductas apetitivas
Las conductas apetitivas son aquellas que se llevan a cabo para alcanzar un determinado objetivo relacionado con la búsqueda de placer o la persecución de estímulos positivos para el bienestar del individuo. Estos estímulos pueden ser tanto externos como internos, aunque en la práctica casi siempre se trata de una mezcla de ambos tipos.
Por ejemplo, dentro de las conductas apetitivas podríamos encontrar algunas como preparar comida para calmar el hambre, quedar con amigos para pasar un día agradable, o ver una película que nos llama la atención.
– Conductas evitativas
Las conductas evitativas son opuestas a las apetitivas, ya que se dirigen a evitar dentro de la medida de lo posible un estímulo desagradable. Al igual que ocurre en el caso anterior, los estímulos de los que se está huyendo pueden ser tanto internos como externos.
En muchos casos la naturaleza de una conducta en concreto depende de la intencionalidad de la persona y no de las acciones concretas que lleve a cabo. Por ejemplo, comer chocolate por placer sería una conducta apetitiva; pero si se hiciera para eliminar la ansiedad pasaría a ser evitativa.
Tipos de conducta según su visibilidad
– Conductas encubiertas
Las conductas encubiertas son todas aquellas que no pueden observarse a simple vista desde el exterior, de tal manera que solamente la persona que las lleva a cabo se da cuenta de ello. En la mayoría de los casos se trata de pensamientos de diferente tipo.
Esta categoría se utiliza principalmente en algunas corrientes psicológicas como el conductismo o el cognitivismo, de tal manera que se enfocan los pensamientos como una conducta más que por lo tanto se puede estudiar desde un punto de vista científico.
– Conductas manifiestas
Por otro lado, las conductas manifiestas serían todas aquellas que un observador externo puede ver. Dentro de esta categoría encontraríamos todos los comportamientos que no tuviesen que ver con el pensamiento, como por ejemplo las acciones físicas, el habla o el movimiento.
Así, una persona que estuviese pensando sobre qué hacer en una determinada situación estaría llevando a cabo una conducta encubierta; pero tan pronto como pasara a la acción su comportamiento sería manifiesto.
Tipos de conducta según la intencionalidad de la persona
– Conductas involuntarias
La categoría de conductas involuntarias englobaría a todos aquellos comportamientos que se producen sin que el individuo tome una decisión de la que se esté dando cuenta. Generalmente tienen que ver con la respuesta automática frente a un estímulo, que puede ser tanto interno como externo.
Por ejemplo, cuando un individuo se quema el dedo al tocar una vitrocerámica su respuesta automática será alejar la mano del fuego para evitar el dolor. Este comportamiento es completamente automático, y la persona no se dará cuenta de lo que ha hecho hasta después de llevarlo a cabo.
– Conductas voluntarias
Por otro lado, las conductas voluntarias son todas aquellas que la persona medita antes de llevar a cabo. En un principio se pensaba que todos los comportamientos son producto de una respuesta automática frente a un estímulo, pero más adelante se descubrió que tenemos la capacidad de elegir la manera en la que actuamos en cada momento.
Así, por ejemplo, cuando algo nos enfada puede que nuestra respuesta automática sea ponernos a gritar; pero también tenemos la capacidad de escoger no hacerlo y llevar a cabo una conducta más constructiva.
Tipos de conducta según nuestra relación con los demás
– Conductas pasivas
Las conductas pasivas son aquellas que dejan de lado los deseos y necesidades propios para tratar de evitar conflictos con los demás o para no hacer daño a otra persona. Generalmente las conductas pasivas son típicas de individuos con baja autoestima y que no saben comportarse con asertividad.
Un ejemplo de conducta pasiva podría ser aguantar insultos y comentarios humillantes de otra persona simplemente para no desencadenar un conflicto más fuerte, incluso cuando soportarlos nos hace daño. A la larga, las conductas pasivas suelen crear más problemas de los que evitan.
– Conductas agresivas
En el otro polo del espectro nos encontramos las conductas agresivas, que son todas aquellas destinadas a satisfacer los propios deseos y necesidades sin tener en cuenta los de los demás. Curiosamente, también suelen ser típicas de personas con baja autoestima, especialmente cuando se dan de manera automática y no premeditada.
Retomando el ejemplo anterior, la persona que se dedica a insultar y humillar a otros estaría actuando de manera agresiva, generalmente para sentirse superior o para ganar poder de algún tipo.
– Conductas asertivas
Por otro lado las conductas asertivas son todas aquellas que se utilizan para afirmar los propios deseos y necesidades a la vez que se tienen en cuenta los de los demás. Cuando se responde a un conflicto con asertividad suele ser posible encontrar una solución que satisfaga a todas las partes y que evite que el problema termine escalando.
Un ejemplo de conducta asertiva podría ser hablar con claridad con otra persona sobre algo que ha hecho y que nos ha molestado, con la intención de encontrar alguna manera de que no vuelva a ocurrir.
Tipos de conducta según su utilidad
– Conductas adaptativas
En psicología se considera que una conducta es adaptativa cuando permite a la persona responder de manera adecuada a su medio y le da las máximas probabilidades de conseguir los objetivos que se ha propuesto y alcanzar un estado de bienestar.
Por ejemplo, una persona que quiere perder peso y ponerse en forma estaría actuando de manera adaptativa si hiciese ejercicio y comiese sano.
– Conductas desadaptativas
Por el contrario, las conductas desadaptativas son aquellas que irían en contra del bienestar y los objetivos de la persona. Siguiendo con el ejemplo anterior, entrenar y estar a dieta podría ser algo desadaptativo en el caso de una persona con trastornos como la anorexia o la bulimia.
En muchos casos puede parecer que las conductas desadaptativas no tienen ningún sentido; pero incluso aunque sean perjudiciales a largo plazo para el individuo, en la mayoría de los casos este obtiene algún tipo de recompensa al llevarlas a cabo. De lo contrario, acabarían desapareciendo por sí mismas.
Tipos de conducta según su estabilidad
– Conductas estables
Esta categoría se refiere a aquellos comportamientos que tienden a repetirse cada vez que se produce una situación similar. En psicología tendrían una especial utilidad a la hora de predecir la forma de actuar de una persona, pudiendo así diseñar intervenciones más eficaces.
De hecho, el estudio de la personalidad pasa en la mayoría de ocasiones por investigar sobre las conductas estables de una persona con el objetivo de comprender sus rasgos más característicos.
Por ejemplo, una persona que siempre se enfadase al hablar de ciertos temas estaría mostrando una conducta estable, y esto podría darnos una pista sobre su temperamento.
– Conductas inestables
Las conductas inestables serían aquellas que no se repiten de manera predecible frente a situaciones similares. En la vida de la mayoría de personas son mucho menos frecuentes que las estables, y en gran parte de los casos están detrás de cambios vitales de cierta importancia.
Las conductas inestables suelen darse además en momentos de gran intensidad emocional, como por ejemplo en aquellos en los que la persona siente un gran dolor o estrés.
Así, por ejemplo, alguien que acabe de perder a un familiar cercano puede comportarse de formas sorprendentes para la gente de su entorno.
Tipos de conducta según su relación con la sociedad
– Conductas prosociales
Dentro de una sociedad determinada, se considera que una conducta es prosocial cuando va a favor del bienestar de todos sus miembros y entra dentro de los estándares y los valores de su cultura en concreto.
Por otra parte, una conducta puede ser prosocial en un país y no serlo en otro. Un ejemplo de este fenómeno podría ser la actitud frente a la bebida de los habitantes de diferentes países. Culturas como la italiana, la irlandesa o la española incluyen el consumo de bebidas como el vino y la cerveza dentro de sus hábitos, y se considera una conducta deseable y prosocial quedar en un bar para beber con amigos y familiares.
Por el contrario, en algunas culturas como la árabe beber alcohol se considera algo muy negativo y que va en contra de los valores de su sociedad.
– Conductas parasociales
Las conductas parasociales serían aquellas que aunque no van a favor del bienestar de los miembros de una cultura, tampoco les perjudican directamente. Las personas que las llevan a cabo normalmente sufren algún tipo de rechazo por parte de sus conciudadanos debido al abandono de los valores tradicionales, pero no suelen sufrir consecuencias especialmente negativas.
Por ejemplo, ciertos estilos de vida como el nomadismo o el emprendimiento están bastante mal vistos en algunas culturas, mientras que en otras son celebrados.
– Conductas antisociales
Las conductas antisociales serían todas aquellas que van directamente en contra de los valores de una cultura o que provocan algún tipo de daño a los habitantes de una sociedad. Entre los ejemplos más comunes de este tipo de conductas encontraríamos los delitos, como por ejemplo los robos, las agresiones o los asesinatos.
Referencias
- “Cómo identificar los 4 tipos principales de Comportamientos” en: Francesc Mas. Recuperado en: 22 Junio 2020 de Francesc Mas: francescmas.com.
- “Types of human behavior” en: Bioscience. Recuperado en: 22 Junio 2020 de Bioscience: bioscience.com.pk.
- “Los 5 tipos de comportamiento” en: Mente Plus. Recuperado en: 22 Junio 2020 de Mente Plus: menteplus.com.
- “¿Qué entendemos por conducta?” en: Cognifit. Recuperado en: 22 Junio 2020 de Cognifit: blog.cognifit.com.