Historia

Luis Miguel Sánchez Cerro: biografía y gobierno


Luis Miguel Sánchez Cerro (1889-1933) fue un militar y político nacido en Perú en 1889. Tras varios años de carrera militar, alcanzó la presidencia del país mediante un golpe de Estado en 1930. En esa ocasión, fue obligado a abandonar el cargo en marzo del año siguiente por la situación económica y la contestación social.

Ese mismo año, Sánchez Cerro concurrió a las elecciones presidenciales. A pesar de que sus rivales denunciaron que se había cometido fraude y desconocieron el resultado, el militar recuperó la presidencia del país, en esta ocasión de manera constitucional.

El mandato de Sánchez Cerro tuvo dos caras totalmente opuestas. Por una parte, implantó un régimen represivo contra la oposición política, eliminando bastantes libertades públicas. Por otra, gozó de cierta popularidad y promulgó una serie de medidas que favorecían a las clases populares. Muchos historiadores lo califican como seguidor del fascismo.

El presidente no consiguió terminar su mandato. En 1933, un simpatizante del APRA, partido opositor, asesinó a Sánchez Cerro en Lima. Una de las consecuencias inmediatas fue el fin del conflicto que Perú había comenzado con Colombia por cuestiones territoriales.

Índice del artículo

Biografía

Luís Miguel Sánchez Cerro nació el 12 de agosto de 1889 en la localidad peruana de Piura, en el seno de una familia de clase media.

Su fisonomía de mestizo, o cholo, fue una de las razones por las que consiguió popularidad entre grandes sectores de población, aunque algunas teorías sostienen que era afroperuano.

Esta última hipótesis proviene de una leyenda urbana que sostenía que había nacido en La Mangacheria, un barrio poblado por descendientes de esclavos.

Ingreso en el Ejército

Con diecisiete años, en 1906, el joven Luis Miguel se marchó a Lima para ingresar en la Escuela Militar de Chorrillos. En 1910, se licenció como subteniente de infantería.

Su primer destino fue Sullana, en un regimiento que protegía la frontera con Ecuador. En esos momentos, las relaciones entre ambos países eran muy tensas y no se descartaba la guerra. Finalmente esta no se produjo, y Sánchez Cerro fue trasladado, primero, a Sicuani, en 1911, y, al año siguiente, a Lima.

En 1914 formó parte del golpe de Estado que terminó con la presidencia de Guillermo Billinghurst. Durante el levantamiento, sufrió graves heridas, perdiendo dos dedos de su mano derecha. Esto le valió el apodo de “el mocho”.

Tras esto, Sánchez fue ascendido a capitán, aunque adscrito al Estado Mayor. Los expertos señalan que los mandos desconfiaban de él y no quisieron ponerlo al mando de las tropas. En 1915, vivió unos meses en Estados Unidos, ejerciendo el puesto de adjunto militar.

De vuelta a Perú, pasó por varios destinos militares: Arequipa, Carabaya y, por último, a la guarnición de Loreto. Allí, cerca de la frontera con Ecuador, destacó por detener, casi sin ayuda, el avance de 50 soldados ecuatorianos.

Primera conspiración contra Leguía

Sánchez Cerro fue ascendido a mayor y destinado de nuevo a Arequipa y, después, a Sicuani en 1921. Fue en esa época cuando fue descubierto participando en actividades conspirativas contra el gobierno de Leguía. Esto le valió ser separado de su regimiento y enviado como juez militar a Cuzco.

En esa ciudad, Sánchez protagonizó un pronunciamiento contra el gobierno, que fue fácilmente reprimido. El militar pasó un tiempo en prisión y, al salir, sufrió la expulsión del ejército.

Sánchez Cerro pasó bastantes penalidades económicas durante ese periodo. Para sobrevivir, se dedicó a vender carbón de palo.

Sin embargo, el presidente Leguía aceptó que regresara al ejército, siempre que desistiera de sus intentos de derrocarlo. Así, en 1924, Sánchez volvió como ayudante en el ministerio de la Guerra y, más tarde, fue nombrado jefe de un batallón de zapadores que se había sublevado en Pampas con la misión de disciplinar la unidad.

Sánchez se dirigió a Pampas solo, sin refuerzos. Contra pronóstico, consiguió el objetivo marcado. No obstante, las suspicacias políticas hicieron que fuera separado del mando del batallón.

En Europa

Tras rechazar el puesto de jefe provincial en Cajatambo, Sánchez fue enviado a Europa en agosto de 1825, en misión de estudio militar. Hasta 1929, estuvo en Francia y en Italia, donde entró en contacto con el fascismo.

En enero de 1929, regresó a Perú y, según los historiadores, enseguida comenzó a preparar un nuevo levantamiento contra el gobierno de Leguía, quien llevaba casi diez años en el poder.

Durante unos meses, Sánchez se comportó como un oficial leal al gobierno, aceptando varios ascensos y diferentes destinos. Sin embargo, pronto inició el golpe que terminaría con el presidente.

Golpe de Estado contra Leguía

El golpe de Estado comenzó el 22 de agosto de 1930. Ese día, al mando de la guarnición de Arequipa, Sánchez Cerro se levantó contra el gobierno de Augusto Leguía. En poco tiempo, la sublevación logró apoyos en troas partes del país, incluida la capital, Lima.

Leguía trató de formar un gabinete militar para salvar la situación, pero la guarnición de Lima solicitó su renuncia en la madrugada del día 25. El presidente aceptó y renunció al mando.

En un primer momento, el poder quedó en manos de una Junta Militar, hasta que, el día 27, Gómez Cerro llegó a Lima en avión. Enseguida, formó una nueva Junta Militar de Gobierno, con él en la presidencia.

Presidente de la Junta de Gobierno

La Junta presidida por Sánchez se mantuvo al frente del país hasta el 1 de marzo de 1931. El cambio de gobierno no consiguió estabilizar al país, sumido en una crisis económica nacida tras la Gran Depresión de 1929. Los precios subían continuamente y las cifras de parados no paraban de crecer.

Esto provocó que diversos sectores sociales comenzaran a manifestarse. Los partidos de izquierda convocaron a los obreros a movilizarse y el gobierno reaccionó reprimiéndolos con dureza. En una de las manifestaciones, se produjo un gran número de muertos en manos de la policía.

En Ayacucho, el enfrentamiento enfrentó a la policía y a los indígenas, mientras que los estudiantes también salieron a protestar a la calle, ocupando la Universidad de San Marcos.

Renuncia

A todo lo anterior había que unir los intentos de llegar al poder de otros líderes militares participantes en el golpe contra Leguía. En febrero de 1931, estalló una sublevación policial y militar en el Callao, aunque fue derrotada.

Sánchez Cerro, a pesar de todos sus intentos por mantener el poder, tuvo que renunciar tras el levantamiento popular ocurrido en Arequipa. Así, el militar dejó la presidencia el 1 de marzo de 1931.

Las Juntas creadas a continuación, así como los presidentes de las mismas, no lograron tranquilizar la situación. Finalmente, la presión del pueblo impuso a David Samanez Ocampo como presidente de una Junta Nacional de Gobierno. Esto pacifico al país y Samanez aprovechó para convocar elecciones para el 11 de octubre de 1931.

Elecciones presidenciales de 1931

El vencedor de las elecciones fue Luis Miguel Sánchez Cerro, quien juró el cargo en septiembre del mismo año.

Los grandes derrotados fueron los candidatos del APRA. Estos acusaron a Sánchez de fraude electoral, aunque con escasas pruebas. Ante esto, los apristas desconocieron el resultado y pasaron a la oposición.

Para poder competir en las elecciones, Sánchez había creado un partido político: la Unión Revolucionaria. Esta, considerada de ideología fascista por muchos historiadores, logró la mayoría en el Parlamento.

Presidente Constitucional de la República (1931-1933)

El gobierno de Sánchez Cerro tomó posesión el 8 de diciembre de 1931. Una de sus primeras decisiones fue comenzar los trabajos para redactar una nueva Constitución. Esta fue promulgada el 9 de abril de 1933.

La oposición de los apristas y el propio carácter represivo del gobierno hizo que la inestabilidad fuera la característica principal durante ese periodo.

Atentado

Los sangrientos sucesos que ocurrieron en Perú en 1932 han provocado que fuese llamado el “Año de la Barbarie”. La grave crisis, política y económica, había sumido al país en la inestabilidad.

Ante esto, el Congreso aprobó la Ley de Emergencia, un conjunto de medidas legislativas que daban al gobierno poderes especiales para reprimir a los opositores.

Entre los acontecimientos que marcaron ese año, uno está relacionado directamente con el presidente Sánchez Cerro. El 6 de agosto, un joven miembro del APRA trató de asesinar al político de un disparo. A pesar de la grave herida en el pulmón, el dirigente se recuperó en solo un mes.

Guerra con Colombia

La delicada situación por la que atravesaba el país se agravó, aún más, cuando un incidente con Colombia provocó el estado de guerra entre ambos países.

Los peruanos movilizaron a sus tropas y se produjeron varias batallas aisladas. La guerra total parecía inevitable. Solo la muerte de Sánchez Cerro evitó el conflicto.

Asesinato

El presidente se encontraba en Lima, pasando revista a las tropas destinadas a combatir contra el ejército colombiano, el 30 de abril de 1933 por la mañana. Cuando acabó, procedió a marcharse del lugar usando su vehículo descapotable. En ese momento, Abelardo Mendoza, militante aprista, le disparó varios tiros.

Aunque Sánchez Cerro consiguió llegar con vida al hospital, a las 1:10 pm, tras dos horas de agonía, se certificó su muerte.

Características de su gobierno

Las características de los gobiernos de Sánchez Cerro estuvieron unidas a la personalidad del propio presidente. Por su origen popular y mestizo logró ser bastante popular entre una parte de la población. No obstante, su carácter autoritario hizo que fuera perdiendo apoyo.

Además, nunca consiguió estabilizar el país. Durante sus etapas como presidente, las crisis políticas, sociales y económicas fueron constantes.

Tercer militarismo

Luis Miguel Sánchez Cerro fue el primero de los presidentes del periodo denominado Tercer Militarismo. Esta etapa de la historia peruana se caracteriza por la violencia política y la represión.

Los partidos más importantes fueron el APRA y la Unión Revolucionaria, creada por el propio Sánchez Cerro para presentarse a las elecciones de 1931.

Represión

La represión contra los opositores, principalmente apristas y comunistas, marcó el periodo presidencial de Sánchez Cerro. Además, suspendió la inmigración proveniente de Japón.

El presidente promulgó la llamada Ley de Emergencia, un instrumento legal para reprimir a los ciudadanos. Ya al aprobar la ley en el Parlamento, once parlamentarios del APRA fueron desaforados.

Crisis económica

Aunque la crisis económica ya había comenzado antes del golpe de Estado de Sánchez Cerro, sus medidas nunca pudieron paliarla. Perú, como el resto del mundo, se vio afectado por el Crack del 29, y vio como las materias primas que exportaba perdían parte de su valor.

A pesar de que Sánchez Cerro contactó con la Misión Kemmerer, la moneda nacional perdió buena parte de su valor y los ingresos fiscales descendieron considerablemente. Frente a esto, el desempleo creció a pasos agigantados.

Inestabilidad

La inestabilidad política fue una constante durante todo el gobierno de Sánchez Cerro. El Partido Comunista y el APRA convocaron numerosas huelgas y se sucedieron los conatos de revolución. El presidente sufrió un intentó de asesinato y los buques anclados en el Callao se sublevaron.

En julio de 1932 tuvo lugar la Revolución de Trujillo, reprimida violentamente. Más tarde, en julio del año siguiente, se produjo un levantamiento en Cajamarca, con el mismo resultado.

Conflicto con Colombia

El 1 de septiembre de 1932, un grupo de peruanos residentes en Leticia, territorio cedido por Perú a Colombia por el Tratado de Salomón-Lozano de 1922, se levantaron contra las autoridades colombianas de la localidad. En poco tiempo, controlaban todo el pueblo.

Ambos gobiernos se vieron sorprendidos por este suceso. Colombia protestó por lo ocurrido y Perú reaccionó apoyando a sus ciudadanos. Además, los peruanos deseaban recuperar la zona cedida por el gobierno de Leguía.

Los dos países comenzaron una serie de gestiones diplomáticas, pero, al mismo tiempo, se prepararon para la guerra. Aunque no de forma generalizada, se produjeron algunos choques armados en la frontera.

Sánchez Cerro ordenó movilizar a 30000 efectivos y destinarlos a la frontera. Al frente de las tropas colocó a Oscar R. Benavides, quien ya había derrotado a los colombianos en 1911.

Justo cuando parecía que el conflicto total era inevitable, el asesinato de Sánchez Cerro cambió la situación y la guerra nunca llegó a estallar.

Obras de gobierno

A pesar de toda la inestabilidad y el autoritarismo, el gobierno de Sánchez Cerro pudo realizar algunas obras importantes.

Constitución de 1933

La Constitución de 1933 fue la principal herencia legislativa dejada por Sánchez Cerro. La nueva Carta Magna fue promulgada el 9 de abril de 1933 y, según los expertos, era bastante moderada y combinaba los sistemas presidenciales y parlamentarios.

Entre los artículos más importantes se encontraba la limitación de los periodos presidenciales a 6 años y la prohibición de la reelección inmediata.

Las cámaras legislativas tenían la potestad de derribar al gobierno e, incluso, de destituir al presidente.

Por otra parte, concedió cierta autonomía administrativa a los municipios, aunque mantuvo el centralismo.

En lo social, la Constitución declaró la libertad de cultos, incorporó el habeas corpus y estableció la pena de muerte para algunos delitos.

Economía

Como se ha señalado anteriormente, la crisis mundial de 1929 afectó duramente a Perú. Para enero de 1932, la situación era, según el propio ministro de Hacienda, calamitosa: la moneda apenas valía nada, el desempleo era altísimo, y el comercio y la industria estaban asfixiadas.

El gobierno intentó paliar la situación prohibiendo la conversión de la moneda, aplicando nuevos impuestos directos y unificando los de la renta.

Aparte de esto, la Misión Kemmerer recomendó crear algunas instituciones. El gobierno hizo caso a los expertos y fundó los bancos Minero e Industrial, con el fin de potenciar la producción de productos que se importaban.

Social

El gobierno intentó frenar las migraciones desde las áreas rurales a las ciudades. Para eso, desarrolló una serie de proyectos para que los pueblos vieran sus necesidades cubiertas.

Entre estas medidas, la administración inició proyectos de colonización en la selva y amplió la legislación en favor de los indígenas.

En otros aspectos, el gobierno de Sánchez Cerro concedió a los obreros un día de descanso remunerado por el 1º de mayo. Además, estableció un horario de verano para los trabajadores, el derecho a las vacaciones obreras y se construyeron restaurantes populares.

Infraestructuras

Durante este periodo se produjo la mejora de las infraestructuras sanitarias, policial y militar. Por otra parte, se procedió a construir muchas vías de comunicación y se pavimentó la carretera central.

Política educacional y cultural

En enero de 1933, el Congreso de Americanistas declaró a Cuzco como “Capital Arqueológica de América”.

En el ámbito educativo, se crearon unas 90 escuelas modernas, con capacidad para mil alumnos cada una. Igualmente, también se abrieron escuelas prácticas y especializadas, en todo el país.

Sin embargo, las actividades políticas llevadas a cabo por los estudiantes y profesores de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos hizo que el gobierno la cerrara en 1932. El receso duraría hasta 1935.

Referencias

  1. DePerú. Luis Miguel Sánchez Cerro. Obtenido de deperu.com
  2. Biografías y Vidas. Luis Sánchez Cerro. Obtenido de biografiasyvidas.com
  3. Archivo Histórico de El Comercio. Luis Sánchez Cerro: recuerdos de un magnicidio de hace 80 años. Obtenido de elcomercio.pe
  4. Javier Pulgar-Vidal, John Preston Moore. Perú. Obtenido de britannica.com
  5. The Biography. Biography of Luis Sánchez Cerro (1889-1933). Obtenido de thebiography.us
  6. Revolvy. Luis Miguel Sánchez Cerro. Obtenido de revolvy.com
  7. Encyclopedia of Latin American History and Culture. Sánchez Cerro, Luis Manuel (1889–1933). Obtenido de encyclopedia.com