Historia

Cultura Paracas: descubrimiento, historia, ubicación, cultura


La cultura Paracas fue una civilización precolombina ubicada en la actual provincia de Pisco, en Perú. Se estima que su desarrollo tuvo lugar entre los años 700 a. C. y 200 d. C. Dentro de la división histórica utilizada por los académicos, esos años se encuentran dentro del periodo Formativo Superior u Horizonte Temprano.

El descubrimiento de los primeros restos pertenecientes a esta cultura fue realizado por el arqueólogo Julio C. Tello, en 1925. El primer yacimiento estaba compuesto por un cementerio, en Cerro Colorado. Más adelante, el propio Trello encontró un nuevo cementerio, esta vez en Wari Kayan.

Tello, tras el estudio de todos los restos encontrados, afirmó que la cultura Paracas estaba dividida en dos fase diferentes. La primera fue bautizada como Paracas-cavernas, mientras la segunda recibió el nombre de Paracas-necrópolis. Sin embargo, en la actualidad muchos arqueólogos opinan que esa segunda fase formaba parte de otra cultura, la Topará.

La civilización Paracas tenía un gobierno aristocrático y teocrático. Su economía era principalmente agrícola, actividad en la que destacan las técnicas de irrigación. Igualmente, sacaron mucho provecho a la pesca. Por otra parte, este pueblo fue reconocido por su habilidad a la hora de trabajar los textiles, además de por trepanar y alargar los cráneos.

Índice del artículo

Descubrimiento

El descubrimiento de la cultura Paracas fue realizado por el célebre arqueólogo peruano Julio César Tello. En sus trabajos estuvo acompañado por Toribio Mejía Xesspe. Los primeros hallazgos tuvieron lugar en 1925.

Tello había visitado la península de Paracas en varias ocasiones entre 1923 y 1925. En una de esas expediciones encontró una necrópolis con más de 400 momias, todas con sus envoltorios funerarios.

Los arqueólogos estuvieron 20 años estudiando en profundidad todos los restos encontrados. Sus excavaciones en los varios sitios que fueron descubriendo les permitieron conocer cómo enterraban los paracas, sus trabajos textiles y algunas de sus costumbres y creencias.

Primer campamento arqueológico

El primer encuentro de Tello con la cultura paracas tuvo lugar en julio de 1925. El arqueólogo se encontraba, junto con Mejía Xesspe, en la bahía de Paracas, al sur de Pisco. En agosto de ese año, ambos estudiosos instalaron el primer campamento arqueológico.

Ese primer campamento se dedicó a estudiar un cementerio que Tello había encontrado en Cerro Colorado. Al principio, los arqueólogos descubrieron unas 39 tumbas en forma de pozos, que Tello denominó cavernas. En ellas encontró fardos funerarios, envueltos en mantos de gran calidad y rodeados de cerámica, armas de caza, pieles animales y comida.

Las técnicas de datación dieron como resultado que estos vestigios databan del 500 a. C., aproximadamente.

Wari Kayan

Dos años después de encontrar el primer cementerio, Tello y Mejía Xesspe realizaron un nuevo hallazgo. Se trataba de otro cementerio, esta vez situado en Wari Kayan, en las cercanías de Cerro Colorado.

El investigador bautizó el nuevo complejo funerario como Paracas-Necrópolis. Allí encontró 429 cuerpos, también momificados. Cada una de las momias estaba envuelta en varios mantos, algunos muy bellamente decorados.

Tello aún encontró un tercer cementerio en la península de Paracas, al que denominó Arena Blanca o Cabeza Larga. Este último nombre hacía referencia a la presencia de cráneos alargados. Aunque muchas de las tumbas habían sido saqueadas, los arqueólogos pudieron encontrar los restos de viviendas subterráneas.

Origen e historia

El origen de esta cultura se remonta al periodo Formativo Superior, también denominado Horizonte temprano. Los restos paracas encontrados por Tello han permitido afirmar que esta cultura se desarrolló entre el 700 a. C. y el 200 a. C., aproximadamente. Esto supone que fue contemporánea a la cultura chavín, ubicada en el norte del Perú.

La civilización paracas fue antecesora de la cultura nazca. El estudio de los restos confirman que existió una afinidad muy clara entres ambas civilizaciones.

El conocimiento de la historia de la cultura Paracas proviene, en su mayor parte, del estudio de los restos encontrados en Cerro Colorado. El propio Tello estableció la existencia de dos fases en esta civilización.

División temporal según Tello

La división en fases de esta cultura realizada por Tello está basada en las diferentes costumbres funerarias de cada uno de los yacimientos. Así, el arqueólogo llegó a la conclusión de que debieron existir dos fases:

– Paracas Cavernas: esta habría comenzado en el 800 a. C. y se habría prolongado hasta el 100 a. C. Sería la propia de los restos encontrados en la ladera norte de Cerro Colorado.

– Paracas Necrópolis: la fecha de inicio, según Tello, sería el 100 a. C. y su finalización en el 200 d. C. Correspondería a los asentamientos de Wari Kayan, en la zona sureste de la bahía.

Esta división no está clara para otros arqueólogos. No se sabe, por ejemplo, si las fechas de ambas fases son correctas o si se desarrollaron al mismo tiempo. Algunos autores incluso dudan acerca de la existencia de la Paracas Necrópolis y afirman que podría ser, en realidad, el comienzo de la Cultura Topara o de la Nasca.

Paracas Cavernas

De acuerdo a la división clásica elaborada por Tello, este fue el periodo más antiguo de la cultura Paracas. En los restos encontrados se puede observar una clara influencia de la cultura chavín, sobre todo en la cerámica.

El asentamiento principal durante esta fase se localizó en la peña de Tajahuana, situada a la orilla del Ica. Allí se levantó un asentamiento fortificado, a doscientos metros sobre el nivel de las tierras de cultivo que lo rodeaban. Igualmente se han encontrado viviendas en las faldas del cerro.

Las tumbas de este periodo eran subterráneas, excavadas en las rocas con una forma de copa invertida. Su profundidad alcanzaba los seis metros. Los cuerpos se han encontrado momificados y algunos presentan cráneos con trepanaciones o deformaciones.

En Cerro Colorado se encontraron cuerpos de hombres y de mujeres, con edades diferentes. La costumbre era colocar los cadáveres en posición fetal. Todos ellos estaban envueltos en mantos, algunos simples y otros muy decorados con figuras de animales o geométricas de varios colores.

El estudio de los restos han llevado a los arqueólogos a afirmar que la mayoría de la población se dedicaba a la agricultura, aunque la guerra y la religión también tenían una presencia muy grande. El hallazgo de varios instrumentos musicales da a entender que se celebraban ceremonias y festividades.

Paracas necrópolis

La fase de Paracas necrópolis se desarrolló en la quebrada de Topará, cerca del río Pisco y en la península Paracas.

Una de las grandes diferencias con el periodo Paracas-cavernas es la forma de los enterramientos. En este caso, tal y como indica el nombre de la fase, los cementerios eran auténticas necrópolis, con un gran número de cámaras subterráneas.

Esas cámaras tenían capacidad para bastantes cuerpos. Según los arqueólogos, las más grandes pertenecían a familias concretas o clanes, que las utilizaban para enterrar a sus miembros durante varias generaciones.

Las momias se enterraban vestidas con sus mejores prendas. Junto a ellas se colocaban objetos ceremoniales y simbólicos y alimentos. En total, se encontraron 429 cadáveres envueltos en telas bordadas con mucho esplendor. Los expertos consideran que los adornos de cada momia indican la clase social a la que pertenecía.

Ubicación geográfica y temporal

Paracas es considerada por los historiadores como una de las culturas más importantes de la época precolombina en Perú. Más que por su duración temporal, entre los años 700 a. C. y el 200 d. C., por la influencia que tuvo para civilizaciones posteriores.

Como se ha señalado, el origen de los Paracas tuvo lugar durante el periodo Formativo Superior u Horizonte temprano.

Localización geográfica

Los principales asentamientos de esta cultura estaba ubicados en la península que acabó dando nombre a la civilización: Paracas. Igualmente, también se han encontrado restos entres los ríos Ica y Pisco, en el actual Perú.

Las investigaciones realizadas confirman que durante su periodo de mayor expansión, los paracas llegaron hasta Chincha, por el norte, y hasta Yauca (Arequipa), por el sur.

Aunque no todos los expertos están de acuerdo, muchos creen que su principal centro estuvo ubicado en Tajahuana, en el valle de Ica. Este consistía en un poblado fortificado que había sido construido sobre la cima de una colina para facilitar su defensa.

Cultura

La civilizaciòn paracas fue una de las más complejas de toda América del Sur. La principal hipótesis sobre el origen de su nombre afirma que proviene del quechua “para-ako”, que significa “arena cayendo sobre la lluvia”.

Otra teoría, con menos seguidores, señala que el término paracas proviene del kauki, un idioma de la región. El significado de esta palabra es “gente de frente grande”, lo que podría hacer referencia a la costumbre de esta cultura de alargar los cráneos.

Este pueblo destacó, además de por las deformaciones craneales, por su textilería, cerámica, artesanía y ritos fúnebres.

Deformaciones craneales

Uno de los descubrimientos que permitió conocer una costumbre importante de la cultura Paracas fue el realizado en 1928 por Julio Trello. Se trató de un cementerio con tumbas repletas de cráneos alargados.

En total aparecieron más de 300 cráneos con esa característica. Según los investigadores, la estructura ósea se había deformado intencionadamente para conseguir aplanar la cabeza.

Según parece, los paracas utilizaban vendas o trozos de madera para deformar los cráneos de los bebés, ya que estos tienen los huesos más blandos. La cabeza del pequeño era presionada con las placas de maderas, en un proceso que podía alargarse hasta que el niño tuviera dos años.

Los motivos de esta práctica no se conocen al cien por cien. La teoría más aceptada es que servía para distinguir el grupo social del individuo, especialmente cuando pertenecían a la clase alta. Tampoco se descarta que tuviera algún significado religioso o mágico.

Vestimenta

Los paracas desarrollaron una importante industria textil. Por ese motivo, no es extraño que sus vestimentas destacasen por la riqueza de las telas y por el colorido de sus mantos. La clase social jugaba un papel importante a la hora de vestir, ya que los más privilegiados siempre llevaban prendas más elaboradas.

Las mujeres de esta cultura vestían unos miniponchos denominados unku. Estos consistían en una serie de mantas rectangulares que se doblaban en dos y se cosían por los costados. Igualmente, solían llevar una falda pequeña.

El pelo se cubría con una faja ricamente decorada. Esta se colocaba como su fuera un turbante y se añadía un manto que cubría toda la espalda y llegaba a las pantorrillas.

Los hombres, por su parte, vestían taparrabos o waras y un faldellín. Todas las prendas se elaboraban con algodón y lana.

Escritura

La cultura Paracas no desarrolló ningún sistema de escritura tradicional. Sin embargo, la doctora Victoria de la Jara ha elaborado una hipótesis que afirma que pudieron utilizar un método de comunicación similar.

Esta investigadora afirma que los paracas usaban sus tejidos (tokapus) para comunicarse. Su base sería el signo pallar en sus tejidos.

En caso de ser cierto, este sería el primer sistema similar a la escritura creado en América. La hipótesis mantiene que habría influido a las culturas Nazca y Mochica y que, más tarde, habría desaparecido por completo.

Economía

La economía de la cultura Paracas se caracterizaba por la clara división del trabajo. Esto permitió que se desarrollaran actividades muy especializadas, sobre todo en la agricultura y en la industria de los textiles.

Las dos principales actividades económicas eran la agricultura y la pesca. Para poder sacar provecho a la primera necesitaron mejorar la fertilidad del terreno y construir canales de riego. Sus principales cultivos eran el algodón y el máiz.

Irrigación

El clima de la península de Paracas no era nada propicio para la agricultura. Se trata de la zona más desértica de toda la costa peruana, con temperaturas muy altas, escasas lluvias y ríos con un caudal muy irregular. Sin embargo, los miembros de esta civilización lograron vencer esas dificultades y sacar un gran provecho de sus cultivos.

Para poder lograr buenas cosechas, los paracas tuvieron que adquirir un gran dominio de las técnicas de irrigación. Así, aprovecharon todas las reservas de agua existentes, tanto subterráneas como superficiales. Mediante canales de riego desviaron los cauces de los ríos para que llegaran a sus tierras de cultivo.

Por otra parte, también utilizaron una técnica denominada wachaque o chacra hundida. Esta consiste en eliminar la capa superficial de las tierras secas y dejar al descubierto la capa del subsuelo, más húmeda.

Uso del guano

La fertilidad de la tierra no dependía solo del agua, sino que era necesario alimentar los terrenos con abono.

La civilización Paracas aprendió pronto a usar el guano proveniente del excremento de las aves. Este producto era un material excelente para abonar las tierras y mejorar los cultivos.

Con su uso, las cosechas fueron más abundantes y los paracas destacaron por lograr grandes cantidades de algodón, pallar y maiz incluso en un terreno tan desértico.

Comercio

Los asentamientos Paracas se encontraban cerca de la costa, lo que les permitió sacar un gran provecho de los productos marinos. Gracias a eso, su alimentación era rica en pescado y mariscos.

Por otra parte, este pueblo desarrolló técnicas de navegación que utilizaron para comerciar con pueblos costeros, como los Chincha. El comercio no se limitó solo a la costa, sino que también crearon rutas por la sierra.

Los productos que más utilizaban en sus intercambios eran el algodón y la sal. A cambio, los paracas conseguían lana y tintes, artículos muy utilizados en su producción textil y para la cerámica.

Religión

La religión de esta cultura era muy similar a la de chavín. Una diferencia importante entre ambas era que los paracas tenían un dios principal denominado Kon o Dios Oculado.

Kon era adorado como dios del agua o de la lluvia. Dado el clima seco de la región, era de gran importancia tener contento a este dios y que las lluvias llegaran.

De igual forma, Kon era considerado como su deidad creadora. Era representado llevando máscaras de felino y volando, además de portando cabezas trofeo, alimentos y un báculo. Aparte de esta representación, también podía aparecer solo su cabeza, con ojos muy prominentes.

Por otra parte, los paracas creían en la vida después de la muerte. Sus prácticas funerarias y la momificación de los cuerpos prueban la importancia que daban a ese hecho.

Se supone, igualmente, que dentro de sus ritos religiosos se encontraba el sacrificio de seres humanos y de animales.

Urpayhuachac

Aunque Kon era el dios principal, los paracas también adoraban a otras divinidades. Una de las más importantes era Urpayhuachac, esposa del señor de la noche, Paracas Pachacamac.

Los paracas creían que esta diosa criaba a los peces en unos estanques situados en la cercanía del mar. Una leyenda relataba que un día, cuando ella no estaba, el dios Cuniraya llegó a esos estanques y arrojó a todos los peces al mar.

A partir de ese momento, el mar se llenó de peces y los seres humanos pudieron beneficiarse.

Ritos funerarios en Paracas Cavernas

Tello eligió la denominación Paracas-cavernas por la forma en la que se enterraban a los muertos.

Las tumbas de Paracas-cavernas se encontraban en el subsuelo. Los paracas habían tenido que excavar agujeros en forma de copa invertida que alcanzaban los seis metros de profundidad. En ellos se colocaban los cuerpos, todos en posición fetal.

Estas tumbas era comunitarias, pero se desconoce si cada una pertenecía a una misma familia.

Enterramientos en Paracas Necrópolis

Los cementerios de esta fase se construían con forma rectangular. En ellos podían ser enterrados decenas de fardos, siempre a pocos metros de profundidad.

A diferencia de lo que ocurría en la Paracas-cavernas, las tumbas de esta fase formaban auténticas necrópolis, con cámaras funerarias de gran tamaño y capacidad.

Las investigaciones han demostrado que los enterramientos en esta época tenían en cuenta la clase social del fallecido. Los más poderosos eran adornados con gran lujo y se dejaban más objetos a su lado. Así, se han encontrado fardos funerarios muy complejos, mientras que otros solo cuentan con la momia.

Muchas de las momias de Paracas necrópolis tienen una lámina de metal en la boca. Se supone que se colocaba sobre la lengua por algún tipo de motivo religioso.

Organización política y social

La cultura Paracas mantenía una organización social y política bastante jerarquizada. Su sistema de gobierno era teocrático, por lo que los sacerdotes tenían un poder considerable.

Aparte de la clase sacerdotal, existía otro grupo social con muchos privilegios: los guerreros. Finalmente, el resto del pueblo se encontraba en un tercer escalón.

La primera de estas clases, incluida en una especie de aristocracia teocrática, se encargaba de la gestión de los centros ceremoniales de todos los asentamientos paracas. Por otra parte, los guerreros pertenecían también a la nobleza, ya que esta cultura era bastante belicosa, tal y como demuestran las repetidas representaciones de cabezas trofeo.

Sociedad teocrática y desigual

Al igual que la cultura chavín, contemporánea a la suya, los Paracas vivían en una sociedad teocrática. Esto implica que los gobernantes estaban muy ligados a la religión, que a su vez legitimaba la posición de los dirigentes.

De igual forma, la cultura Paracas desarrolló una sociedad bastante desigual. Las clases dirigentes, nobleza, sacerdotes y guerreros, tenían muchos privilegios, tanto políticos como económicos. Por otra parte, el pueblo llano estaba obligado a obedecer a sus dirigentes. En caso de no hacerlo, los sacerdotes los amenazaban con grandes castigos en nombre de los dioses.

Sacerdotes militares

Un grupo social característico de la cultura Paracas fue el conformado por los sacerdotes militares. Estos tenían un gran poder político y tecnológico, ya que poseían grandes conocimientos de los astros y de los diferentes sistemas de irrigación.

Grandes guerreros

Como se ha señalado, los restos encontrados en los yacimientos paracas sugieren que se trataba de una cultura bastante belicosa. Algunos historiadores afirman que fue un estado militarista, el primero en todo el mundo andino. No obstante, su interés por la guerra era puramente defensivo y no hay evidencias de que intentaran conquistar otros pueblos.

Los restos del asentamiento de Tajahuana, con sus fortificaciones, son considerados como una prueba de que los paracas estaban preparados para la guerra. Esta localidad contaba con cuatro líneas defensivas y, además, había sido edificada en una zona alta perfecta para aguantar ataques enemigos.

Los dibujos en sus textiles han sido la mejor fuente de información sobre los guerreros paracas. En ellos, aparecen jefes militares vistiendo prendas diferenciadas del resto de la población. Además, estas figuras portan báculos y cuchillos. Por último, también llevan sogas que utilizaban para colgar cabezas obtenidas como trofeo.

Cerámica

La cerámica es considerada, junto con los textiles, la manifestación cultural más importante de la civilización paracas. Las más antiguas encontradas contienen elementos que prueban la influencia de la cultura chavín en este campo.

Más adelante, los paracas fueron creando un estilo propio, con motivos ornamentales que representaban a elementos naturales marinos.

La cerámica más tradicional de este pueblo era de color negro. Sus vasijas, de forma ovoide, eran fabricadas con dos picos tubulares que se unían con un asa. Tras cocerlas, los artesanos paracas decoraban las piezas. Los colores se obtenía a base de resina.

Además de estas vasijas, también se han encontrado cuencos, copas y jarrones de dos cuellos. Estas piezas se decoraban con diseños simbólicos delimitados con contornos negros y blancos. Finalmente, se pintaban con colores cálidos.

Cerámica de la cultura Paracas Cavernas

Los restos de cerámica más antiguos hallados en Paracas-cavernas tenían una mayor influencia chavín.

La mayoría eran piezas decoradas de manera compleja y con varios colores, como el rojo y el amarillo o el blanco y el negro. Una teoría afirma que la elección de colores tenían un significado religioso.

Cerámica de la cultura Paracas Necrópolis

La cerámica de esta fase tuvo un desarrollo menos importante que la elaborada en la Paracas-cavernas. Aunque sus artesanos mantuvieron la estética de las piezas, la pintura sufrió un cambio.

En Paracas-necrópolis los adornos y los colores se añadían antes de la cocción de las piezas. Esto provocó que se volvieran monocromas. Los motivos decorativos más frecuentes fueron los animales (peces, sobre todo), plantas y personas.

Arquitectura

El uso del adobe como material de construcción ha provocado que apenas hayan llegado ejemplos de los edificios paracas a nuestros días. En cambio, sí se ha podido estudiar a fondo la arquitectura funeraria y algunos restos de templos

Tumbas

La arquitectura paracas que mejor se ha podido estudiar es la funeraria. Las necrópolis encontradas permiten conocer que las tumbas se excavaban en las rocas, con una profundidad de unos seis metros.

El principal asentamiento de esta cultura durante el periodo Paracas necrópolis estaba situado cerca del río Pisco y de la quebrada de Topara. Las causas de la pérdida de importancia del anterior centro principal, en el río Ica, son desconocidas, aunque se apunta que pudo producirse por un cambio en el clima o por la pérdida de productividad de las tierras.

Las necrópolis de esta segunda fase se hicieron más complejas. Los cementerios estaban compuestos por un gran número de cámaras subterráneas en las que se enterraban a los fallecidos.

Ánimas Altas y Ánimas Bajas

Los arqueólogos no han podido encontrar restos de arquitectura monumental ni en la península de Paracas ni en otros asentamientos. La única excepción ha sido el valle bajo de Ica, donde han aparecido rastros de dos localidades diferentes: Ánimas Altas y Ánimas Bajas.

La primera debió abarcar unas cien hectáreas. El asentamiento estaba protegido por unas murallas construidas con paja y tierra y cubiertas de adobe. Esta construcción contaba con trece estructuras elevadas, con un estilo arquitectónico similar. Las paredes que se han podido estudiar estaban decoradas con imágenes de felinos.

Cerca de la anterior se encontraba Animas Bajas. Su tamaño era algo menor, con 60 hectáreas de extensión. En ellas había siete montículos de forma rectangular levantados con adobe.

Textilería

Uno de los cultivos más importantes para la cultura Paracas era el algodón. Este producto era utilizado, junto con la lana de vicuña y alpaca, para elaborar tejidos y mantas. Después, coloreaban estas telas con tintes naturales obtenidos de varios tipos de plantas y minerales. En total, se han contabilizado más de 190 tonos diferentes de verdes, amarillos, rojos, azules, etc.

Los paracas producían tejidos de gran tamaño. Podían ir desde los 2 metros hasta los 24, lo que implica que era necesaria la participación de bastantes personas para poder elaborarlos.

La textilería fue una de las actividades más importantes para esta cultura. Los tejidos jugaron un papel destacado a la hora de distinguir la procedencia social de sus habitantes. Así, por ejemplo, la clase gobernante usaban una vestimenta elaborada con tejidos de alta calidad, además de llevar más adornos.

Estilos

Los expertos señalan que la civilización Paracas usaba dos estilos diferentes en su textilería.

El primero, llamado lineal, utilizaba solo cuatro colores. En este caso, la tela era bastante básica y se tejía con líneas rectas bordadas. Además, se añadían unas franjas bordadas que rodeaban los bordes de la tela. La decoración solía representar animales o una figura de ojos grandes.

El segundo estilo era el denominado bloque de color. Los paracas realizaba una composición con motivos pictóricos curvados, que se delineaban con unos bordes muy característicos.

Decoración de los tejidos

A la hora de decorar los tejidos, los paracas podían elegir entre un gran número de patrones, desde los dibujos geométrico hasta las figuras antropomórficas, pasando por aves o felinos. Aunque no era lo más habitual, en ocasiones se usaban plumas de colores en la decoración.

Todos estos dibujos tenían significado simbólico o religiosos. Se piensa que reflejaban el mundo espiritual, con criaturas aladas sobrenaturales. Igualmente era frecuente la representación de una figura que llevaba cabezas humanas, una alegoría de los trofeos obtenidos en las batallas.

Medicina

La cultura Paracas también ha dejado restos que prueban sus actividades médicas. Entre las más llamativas se encuentra la trepanación de cráneos, operación que se realizaba para curar infecciones, tumores o fracturas.

A la hora de practicar alguna cirugía, sus médicos anestesiaban al paciente utilizando hojas de coca o chicha de jora, una bebida con mucho alcohol.

Cirujanos de Paracas e instrumental quirúrgico

La dificultad de las operaciones realizadas en el cráneo hace pensar que existían profesionales especializados en la medicina.

Además, en los yacimientos se han encontrado varios tipos de herramientas destinadas a la cirugía. Así, se sabe que contaban con bisturíes de obsidiana, cuchillos, vendas, hilos, agujas o algodones.

Trepanaciones craneanas

No hay que confundir la práctica de alargar los cráneos, realizada por motivos sociales o religiosos, de las trepanaciones que se practicaban por motivos médicos.

La trepanación consiste en hacer un agujero en el cráneo para intentar curar los traumatismos o tumores que afectan a esa zona. Los agujeros que se practicaban se cubrían con placas elaboradas con oro. Se supone que los médicos paracas (llamados Sir Kah) utilizaban esta técnica con los soldados heridos en las guerras.

Al estudiar los cráneos que presentan pruebas de haber sido objeto de esta operación, los expertos han descubierto que muchos de ellos sobrevivieron a la cirugía. Es imposible saber, no obstante, si presentaron secuelas tras ella.

Referencias

  1. Historia peruana. Cultura Paracas. Obtenido de historiaperuana.pe
  2. Tavera Vega, Lizardo. Paracas: Cerro Colorado y Wari Kayan. Obtenido de arqueologiadelperu.com.ar
  3. Pueblos Originarios. Cultura Paracas. Obtenido de pueblosoriginarios.com
  4. Khan Academy. Paracas, an introduction. Obtenido de khanacademy.org
  5. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Paracas. Obtenido de britannica.com
  6. Mutton, Karen. What Became of the Coneheads?. Obtenido de ancient-origins.net
  7. Staff writer. Paracas culture textiles. Obtenido de discover-peru.org
  8. Peru Hop. Paracas Culture: Art, food and heritage. Obtenido de peruhop.com