Arte

Catedral de Tulancingo: historia, características, leyendas


La catedral de Tulancingo es una obra arquitectónica que fue construida en 1528. Los franciscanos pidieron su construcción para dedicarla a San Juan Bautista. Es una edificación del tipo religiosa colonial, llena de contrastes y elementos arquitectónicos que la hacen única en diseño, estilo y reconstrucción, pues en ella se llevaron a cabo intervenciones que la cambiaron por completo.

En sus inicios esta edificación fue una pequeña iglesia destinada a cumplir la función de evangelizar a la población de Tulancingo, en Hidalgo, a través de la influencia franciscana. Con el crecimiento económico y social del lugar, prosperó hasta convertirse en un templo imponente y obra maestra arquitectónica digna de admiración.

Catedral de Tulancingo

En el año 1788 fue ampliada por el arquitecto José Damián Ortiz de Castro, quien también colaboró en la construcción de la catedral de México. La catedral de Tulancingo destaca de manera monumental en el centro histórico de Tulancingo.

Este arquitecto modificó el estilo a neoclásico, ya que cuando se llevó a cabo la transformación México estaba atravesando una transición del Barroco. Está fabricada en cantera gris y su estilo es sobrio y sencillo. Su frontón triángular está sostenido por dos columnas de estilo jónico que miden 17 metros de altura.

Se encuentra justo enfrente a la plaza principal La Floresta. La ubicación exacta de la catedral de Tulancingo es en la Plaza de la Constitución, centro de Tulancingo 43600, Hidalgo, México.

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Historia

En sus inicios, que datan del año 1528, esta catedral que fue edificada por los franciscanos no tenía las proporciones que hoy se pueden admirar. Era una construcción de menor tamaño, se trataba de una pequeña iglesia.

En el año 1788 se llevó a cabo la ampliación y la restauración a manos del arquitecto José Damián Ortiz de Castro, quien ejecutó el proyecto de reconstrucción elaborado por el cabildo de Tulancingo de aquel entonces. Además, este insigne arquitecto colaboró en la terminación y planificación de la catedral de México.

La modificación que se le dio a la catedral de Tulancingo en el año 1788 no solo fue de ampliación, sino que también se cambió el estilo. El edificio guarda relación directa con el cambio del México barroco al México del neoclásico.

En el frontis de la catedral de Tulancingo se puede ver un llamativo reloj inglés de marca London que data del año 1820. Mide alrededor de 80 centímetros de diámetro con 1 metro de carátula.

Las estimaciones del peso se acercan a la tonelada y media, y se puede acceder a este solo por medio de una escalera, ya que está ubicado a 27 metros de altura. La historia cuenta que este reloj fue trasladado a Tulancingo en 1830 desde Inglaterra por vía marítima.

Características

La catedral de Tulancingo está catalogada como el edificio más importante del lugar y constituye una de las pocas evidencias del pasado de la población. Su principal característica, que además es lo que a primera vista llama la atención de la catedral, es su imponente arquitectura. En sus comienzos solo era una pequeña iglesia edificada por los franciscanos que llegaron a Hidalgo.

A día de hoy, tras las modificaciones que han tenido lugar a lo largo del tiempo, la catedral refleja la grandeza, la estabilidad económica y la humildad de las autoridades que construyeron el templo de estilo neoclásico que hoy se puede admirar.

Cuando el neoclásico se impuso sobre el barroco, se realizaron multitud de transformaciones a las antiguas construcciones de estilo barroco. También se produjeron contradicciones entre los distintos arquitectos, ya que había quienes rechazaban los nuevos revestimientos y el modelo estilístico, dado que se destruían muchos retablos barrocos e historia.

A pesar de las discrepancias, la sociedad novohispana aceptó el cambio de estilo. Se asumió como un cambio relacionado con el progreso y el regreso a un estilo más puro.

Asimiso, se llegó a la conclusión de que el barroco era de mal gusto. En el caso específico de la iglesia que se convirtió en la Catedral de Tulancingo, la reconstrucción fue completa.

La reconstrucción de la Iglesia de Tulancingo

La reconstrucción realizada por el arquitecto Ortiz de Castro amplió la iglesia más de 300 metros, y también aumentó la altura de los muros. Se añadieron dos torres de campanario, los cruceros, el vestíbulo y la cúpula.

Para solucionar el problema de la estrechez de la antigua iglesia, Ortiz proyectó fuera de los parámetros del edificio los enormes cubos de las torres. De esta manera, consiguió ganar horizontalidad y distancia, además de una altura total de 41,3 metros desde el piso hasta los pináculos.

En el templo se puede encontrar una sola nave con prolongación de 58 metros, un crucero de 40 metros de largo por 12 de ancho y el retablo principal está dedicado a San Juan Bautista. El interior es de cantera gris, elegante y sobrio.

En su portada, se aprecia un frontón también de estilo neoclásico y de forma triangular, el cual da la bienvenida al ingresar en el templo. La cúpula es de forma octagonal y tiene una linternilla pequeña.

Otras características que llaman mucho la atención de los visitantes son: la pila bautismal labrada exclusivamente en piedra, el altar principal y el pulpito de madera con una extraordinaria decoración en relieve, el reloj de sol ubicado en sus patios y una cruz atrial.

Leyendas

En cuanto a las leyendas que tienen relación con la catedral de Tulancingo, solo se le vincula y destaca una, la que hace referencia a los túneles encontrados dentro del templo, los cuales dan a una especie de pasadizos subterráneos.

Lamentablemente no hay información específica de la dirección o conexión que estos podrían tener con alguna otra edificación cercana. Tampoco que sea una salida a alguna de las calles o, incluso, que sean el ingreso a catacumbas donde se hayan dejado descansar los restos de algún sacerdote u obispo importante de la congregación.

Se está lejos de una posible respuesta, ya que la congregación a cargo de la catedral no tiene intenciones de comenzar ningún tipo de investigación. Por ahora, solo queda la incertidumbre y el misterio.

Referencias

  1. Cortés Rocha, X. (2019). Las torres de la catedral de México.La obra de José Damián Ortiz de Castro. Tomado de sedhc.es
  2. Lazos, J. (2019). Entre catedrales y parroquias: un fragmento olvidado de la memoria sonora en el México del siglo XIX. Tomado de resonancias.uc.cl
  3. Medina, M. (2019). Develando El Pasado: José Damián Ortiz De Castro Y El Proyecto De La Parroquia, Hoy Catedral De Tulancingo. Tomado de lasallep.edu.mx
  4. Pacheco Medina, M. (2019). LA CATEDRAL DE TULANCINGO: ARQUITECTURA AL SERVICIO DE LA DEVOCIÓN. Tomado de ceder.ulagos.cl
  5. Pacheco Medina, M. (2019). San Juan Bautista: Tesoro del claustro de la Catedral de Tulancingo. Tomado de repository.uaeh.edu.mx