Química

Soluciones cristaloides: composición, tipos y ejemplos


Las soluciones cristaloides son aquellas formadas por la disolución de un electrolito y otras moléculas pequeñas solubles en agua, utilizadas en procedimientos rutinarios clínicos como ajustadores del volumen de líquido del sistema circulatorio. En términos químicos sencillos: estas soluciones no son más que disoluciones acuosas y diluidas de sales minerales.

Las soluciones cristaloides desempeñan un rol importante en las terapias clínicas como líquidos de infusiones intravenosas para casos de hemorragia, deshidratación, hipovolemia e infecciones. Usualmente, su concentración salina es isotónica, lo que significa que el número de sus iones disueltos es equiparable al de los del plasma sanguíneo.

Las soluciones cristaloides por lo tanto no ocasionan alteraciones osmóticas, sino que aportan un volumen adecuado de líquido para que la sangre continúe irrigándose por el sistema circulatorio. De esta manera, se logra que el corazón bombee la sangre diluida y pueda surtir el oxígeno a los tejidos.

Un ejemplo de una solución cristaloide es la solución salina normal, la cual contiene NaCl a una concentración de 0,9%. No obstante, dependiendo del caso clínico, puede escogerse otras soluciones, con distintos componentes, concentraciones y tipos de tonicidad.

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Composición de las soluciones cristaloides

Todas las soluciones cristaloides son a base de agua esterilizada o libre de microorganismos, por lo que este es su solvente predilecto. De lo contrario, no podrían integrarse sanamente a nuestro organismo y ocasionaría cualquier tipo de reacción indeseable. Como solución o disolución que es, también cuenta con solutos, los cuales en esencia son sales minerales o electrolitos fuertes.

Las sales pueden ser varias, siempre y cuando aporten en concentraciones moderadas los iones Na+, Ca2+, K+ y Cl. Además de las sales inorgánicas, también pueden tener solutos orgánicos muy solubles en agua tales como acetatos, gluconatos y lactatos. Asimismo, algunas de estas soluciones contienen glucosa (dextrosa).

Las concentraciones de estas sales o solutos son muy variadas, y vienen expresadas ya sea en porcentajes, miligramos por decilitros (mg/dL), molaridades u osmolaridades. La elección de una u otra dependerá de los criterios clínicos.

Tipos

Se dijo al principio que las soluciones cristaloides se utilizan frecuentemente para aportar volumen de líquido al sistema circulatorio. En el proceso, dependiendo de su tonicidad, el plasma sanguíneo sufre o no cambios osmóticos, los cuales promueven o favorecen ciertos estados deseados en el paciente.

Así pues, lo único que distingue una solución cristaloide de otra no es la naturaleza química de su soluto, sino su tonicidad; es decir, si se trata de una solución hipertónica, isotónica o hipotónica.

Hipertónica

Una solución cristaloide hipertónica es aquella cuya concentración salina es superior a la encontrada en el plasma sanguíneo. Por lo tanto, el agua migra desde el interior de las células hacia el plasma que ha aumentado su tonicidad por la presencia de la solución cristaloide hipertónica. Un ejemplo de este tipo de solución es la del 3% NaCl, notablemente más concentrada que la solución salina normal al 0,9%.

Estas soluciones están contraindicadas para la mayoría de los casos clínicos, a excepción para aquellos que presentan secuelas neurológicas.

Isotónica

Una solución cristaloide isotónica es aquella cuya concentración salina es equiparable o idéntica al del plasma sanguíneo y al del interior celular. Por lo tanto, no hay un intercambio de agua entre los dos medios. Un ejemplo de este tipo de solución es la del NaCl al 0,9%, ya mencionada anteriormente.

Hipotónica

Y finalmente, una solución cristaloide hipotónica es aquella cuya concentración salina es inferior al del plasma sanguíneo y al del compartimiento o espacio intracelular. Esta vez el agua se mueve hacia el interior celular hasta alcanzar el equilibrio. Un ejemplo de este tipo de solución es la del NaCl al 0,45%.

Al igual que como sucede con las soluciones cristaloides hipertónicas, las hipotónicas están contraindicadas para la mayoría de los casos clínicos, especialmente para aquellos en donde se presenta un riesgo de edema cerebral.

Ejemplos de soluciones cristaloides

Se mencionarán y describirán a continuación algunos ejemplos de soluciones cristaloides. La diferencia entre una y otra radicará en la identidad de sus electrolitos o sales disueltas.

Solución normal salina

La solución normal salina tiene una composición de NaCl al 0,9%, es isotónica y además es la solución cristaloide más recurrente, pues sirve para tratar infinidades de casos comunes de deshidratación; tales como los ocasionados por la diarrea, el shock, los vómitos, las hemorragias, entre otros. Sin embargo, se evita su uso en pacientes con problemas renales o cardíacos.

Solución de lactato

También conocida como solución de Ringer o de Hartmann (aunque estas difieran ligeramente en sus concentraciones iónicas), es aquella que está compuesta por una mezcla de cloruro de sodio, lactato de sodio, cloruro de calcio y cloruro de potasio.

Su composición salina es la que más se asemeja a la del plasma sanguíneo, por lo que es del tipo isotónica. Se utiliza como líquido o fluido ajustador para los casos de quemaduras, traumas, desbalanceo electrolítico, acidosis metabólica. Sin embargo, está contraindicada para pacientes que padecen hipercalcemia.

El lactato es metabolizado en nuestro cuerpo y se termina transformando en bicarbonato. Esta solución también puede contener el anión gluconato, así como ciertas cantidades de magnesio, Mg2+.

Solución de glucosa

También conocida como solución cristaloide de dextrosa, viene en dos concentraciones: 5 y 10% (D5 o D10, respectivamente). Esta es inicialmente hipotónica, pero se transforma en isotónica una vez la glucosa es absorbida, proveyendo de agua a los riñones. Aunque provee una cantidad significativa de calorías, está contraindicada para pacientes que padecen de hiperglicemia.

A diferencia de las demás soluciones cristaloides, estas son dulces. Las más dulces tienen concentraciones superiores al 10% (D20, D30, D50, etc.), y se destinan para pacientes con edemas pulmonares y cerebrales. Por otra parte, reducen el catabolismo proteico, protegen al hígado, y ayudan a combatir los colapsos circulatorios.

Soluciones salinas hipertónicas e hipotónicas

Las soluciones salinas hipertónicas (3 y 5% NaCl) se utilizan para surtir de líquido a pacientes con quemaduras, inducir la hiperosmolaridad, y aliviar las insuficiencias renales. Por otro lado, las soluciones salinas hipotónicas (0,45% NaCl o menores concentraciones), controlan la hipernatremia, y están contraindicadas para los pacientes con quemaduras.

Por lo tanto, una surte los efectos contrarios a la otra; cuando es indispensable la solución hipertónica, se desaprueba la hipotónica, y viceversa.

El mecanismo detrás de todas las soluciones cristaloides se basan en el equilibrio osmótico e hídrico entre los fluidos intra y extracelulares.

Referencias

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