Historia

Coexistencia pacífica: causas, características y consecuencias


La coexistencia pacífica fue un concepto aplicado a la política internacional durante la segunda mitad del siglo XX. El primero en usar el término fue el dirigente soviético Nikita Kruschev, quien lo acuñó para describir cómo debían ser las relaciones entre las dos grandes potencias de la época: Estados Unidos y la Unión Soviética.

Poco después del final de la Segunda Guerra Mundial, los aliados vencedores se dividieron en dos grandes grupos ideológicos. Uno, el capitalista occidental, encabezado por EE.UU. El segundo, el comunista, liderado por la Unión Soviética. Durante unos años, pareció inevitable que estallara un conflicto entre los dos bloques.

La muerte de Stalin, en 1953, dio un giro a la situación. Su sustituto fue Nikita Kruschev, quien pronto promovió una nueva política exterior, la coexistencia pacífica. La base de la misma era el convencimiento de que para evitar la guerra era necesario renunciar al uso de las armas para imponerse.

La coexistencia pacífica, a pesar de que se produjeron varias importantes crisis que casi desembocaron en una guerra nuclear, mantuvo la paz entre los dos bloques. Según los historiadores, el final de esa etapa se puede marcar a principios de los años 80.

Índice del artículo

Causas

Joseph Stalin falleció el 5 de marzo de 1953 y fue sustituido por Nikita Kruschev tras un proceso sucesorio en el que tuvo que deshacerse de los partidarios de continuar con la línea dura (exterior e interior).

Pronto, el nuevo líder soviético decidió cambiar la política de su país. Por una parte, emprendió un proceso de desestalinización y logró que la economía experimentase una mejora notable. Por otra parte, también lanzó una propuesta para reducir la tensión con el bloque occidental.

El armisticio en la Guerra de Corea y la paz de Indochina contribuyeron a que esa distensión fuera posible. Además, en los Estados Unidos, los partidarios de las doctrinas más agresivas, quienes proponían “represalias masivas” ante cualquier movimiento soviético, fueron perdiendo influencia.

Necesidad de un largo período de paz

Tras llegar al poder, Kruschev se propuso modernizar parte de las estructuras de la Unión Soviética. Así, proyectó construir presas gigantes en el Volga o canalizaciones para llevar agua a los campos de cultivo de Asia Central, por ejemplo.

Todos esos proyectos necesitaban un gran desembolso económico, además de mucha mano de obra. Por esa causa, necesitaba que la situación internacional se calmara y que ningún conflicto bélico (o amenaza del mismo) pudiera acaparar los recursos que iban a ser destinados a la construcción de las infraestructuras.

Arma nuclear

El lanzamiento de las bombas atómicas por parte de los Estados Unidos sobre Japón, había creado un sentimiento de inseguridad en los soviéticos. Parte de sus esfuerzos se enfocaron en equipararse en potencial destructivo con sus rivales.

En 1949, la Unión Soviética fabricó sus bombas A y, en 1953, las H. Además, construyó submarinos y superbombarderos para poder lanzarlas en territorio enemigo.

Esto calmó a las autoridades soviéticas, puesto que consideraban que el poder militar se había equilibrado.

Destrucción Mutua Asegurada

Otra de las causas de la propuesta soviética para la coexistencia pacífica estuvo relacionada con el punto anterior. El desarrollo de armas de destrucción masiva por parte de la Unión Soviética hizo que ambos bandos tomaran conciencia del previsible resultado de un enfrentamiento armado entre ellos.

Ambos contendientes contaban con armas suficientes para destruir varias veces a su enemigo, convirtiendo sus territorios en inhabitables durante siglos. Fue la llamada doctrina de Destrucción Mutua Asegurada.

Deshielo

Tras la muerte de Stalin aparecieron algunos signos de distensión entre los dos bloques surgidos de la Segunda Guerra Mundial. Entre estos, destacan la firma del Armisticio de Panmunjong, que puso fin a la guerra de Corea en 1953, o los acuerdos de Ginebra, relacionados con el conflicto en Indochina.

Características

La formulación del concepto de coexistencia pacífica partió de las filas soviéticas. Sus dirigentes llegaron a la conclusión de que, durante un tiempo, era inevitable que países comunistas y capitalistas convivieran. La única manera, por lo tanto, de evitar una guerra mundial era renunciar a las armas como medio para resolver las disputas.

Esta teoría se mantuvo vigente durante casi 30 años. En el fondo de la misma, se encontraba una visión optimista del futuro del bloque soviético: Kruschev pensaba que ese periodo de paz permitiría que superaran a occidente económicamente.

Distensión

La principal característica de esta etapa de la guerra fría fue la distensión entre los dos bloques mundiales. Existía una especie de compromiso tácito para no alterar el equilibrio surgido de la Segunda Guerra Mundial.

La coexistencia pacífica se basó en un respeto (y miedo) mutuo entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. La Conferencia de Ginebra de 1955 ratificó el status quo existente y confirmó las áreas de influencia de los dos países.

Respeto a las áreas de influencia

Esas áreas de influencia fueron, con excepciones, respetadas por las superpotencias. No solo en lo militar, sino también en el ámbito de la propaganda política.

Equilibrio del terror

La tecnología militar de los dos bloques había alcanzado tal desarrollo que aseguraba la destrucción de los dos bandos en caso de guerra, sin importar quien venciera. Durante muchos años, la coexistencia pacífica convivió con el miedo a que estallara una guerra nuclear.

Para tratar de evitar las situaciones de crisis extrema, EE.UU y la URSS establecieron, por primera vez, vías directas de negociación. El famoso “teléfono rojo”, la metáfora sobre el contacto directo entre los mandatarios de los dos países, se convirtió en el símbolo del diálogo.

Por otra parte, se llevaron a cabo negociaciones que culminaron en tratados para limitar las armas nucleares.

Crisis

A pesar de todo lo anterior, la coexistencia pacífica no significó que el enfrentamiento entre ambos bloques desapareciera. Aunque se respetaban las áreas de influencia cercanas, una de las características de ese periodo fueron las crisis que aparecían cada poco tiempo en las áreas periféricas.

Las dos superpotencias se enfrentaban de manera indirecta, apoyando cada una a un bando diferente en las distintas guerras que estallaban en el mundo.

Una de las crisis más importantes fueron la de 1961, cuando el gobierno de la Alemania Oriental levantó el Muro de Berlín que separaba las dos partes de la ciudad.

Por otra parte, la conocida Crisis de los Misiles estuvo a punto de provocar la guerra nuclear. Estados Unidos descubrió la intención de la Unión Soviética de instalar misiles nucleares en Cuba y decretó un férreo bloqueo naval. La tensión se elevó al máximo, pero finalmente los misiles no fueron instalados.

La Guerra de Vietnam fue otra de las crisis dentro del marco de la guerra fría. En este caso, los estadounidenses se vieron obligados a retirarse en 1973.

Consecuencias

Según los historiadores, es complicado separar las consecuencias directas de la coexistencia pacífica de las causadas por la Guerra Fría.

El fin del monopolio nuclear de Estados Unidos

Estados Unidos perdió la condición de ser el único país con armas nucleares. No solo la Unión Soviética fabricó las suyas, sino también lo hicieron otros países como Gran Bretaña, Francia o la India.

Esto llevó a que se establecieran negociaciones para limitar el arsenal nuclear e, incluso, para desmantelar parte del mismo.

La contestación dentro de cada bloque

La distensión hizo que aparecieran discrepancias dentro de los dos bloques. Al no tener que estar totalmente pendientes de hacer frente al enemigo, las diferencias internas afloraron en varios lugares.

En Occidente destacó Francia, que estableció una política autónoma frente a los Estados Unidos. La mencionada Guerra de Vietnam también supuso una gran contestación interna, incluso dentro de EE.UU.

En los países dentro del área de influencia soviética se produjeron algunos levantamientos importantes. Entre ellos la Primavera de Praga, que buscaba el establecimiento de un “socialismo de rostro humano”:

Por su parte, la Yugoslavia de Tito, quien ya se había enfrentado a Stalin, impulsó el Grupo de Países No Alineados, con la intención de formar un tercer bloque, más o menos, independiente.

Creación de nuevas organizaciones militares

En 1954, la República Federal Alemana ingresó en la OTAN. La respuesta soviética fue la creación del Pacto de Varsovia, organización militar que englobaba a los países de su entorno.

Vuelta a la tensión

Muchos expertos sitúan el final de la Coexistencia Pacífica en los años 80, cuando Ronald Reagan accedió a la presidencia de los Estados Unidos. Otros, no obstante, apuntan que se había empezado a debilitar años antes, con Jimmy Carter como presidente.

En esa época estallaron nuevos focos de conflictos en todos los continentes. La Unión Soviética invadió Afganistán y Estados Unidos respondió apoyando a la resistencia y estableciendo sanciones a los soviéticos, incluido el boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú.

La denominada Guerra de las Galaxias, impulsado por Reagan en 1983, hizo que la tensión volviera a dispararse, confirmando la finalización de la Coexistencia Pacífica.

Referencias

  1. Ocaña, Juan Carlos. La Coexistencia Pacífica 1955-1962. Obtenido de historiasiglo20.org
  2. Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco. Hacia La Coexistencia Pacífica. Obtenido de hiru.eus
  3. Icarito. Guerra Fría: La coexistencia pacífica. Obtenido de icarito.cl
  4. Khrushchev, Nikita S. On Peaceful Coexistence. Obtenido de foreignaffairs.com
  5. Van Sleet, Michelle. Khrushchev’s Peaceful Coexistence: The Soviet Perspective. Obtenido de blogs.bu.edu
  6. CVCE. From peaceful coexistence to the paroxysms of the Cold War (1953–1962). Obtenido de cvce.eu
  7. Library of Congress. The Soviet Union and the United States. Obtenido de loc.gov
  8. Digital History. The Death of Stalin and the Cold War. Obtenido de digitalhistory.uh.edu