Historia

Periodo Formativo de América: origen, características, productos


El Periodo Formativo de América fue una etapa de la historia de ese continente. La cronología sobre este periodo no es unánime, ya que suele variar dependiendo del lugar desde donde se estudie. Así, en Mesoamérica se marca su comienzo sobre el 2000 a. C., mientras que en Norteamérica se retrasa casi 1000 años.

La aparición de la agricultura marcó el Periodo Arcaico de América. Esto desembocó en un cambio en la forma de vida de sus habitantes, que abandonaron el nomadismo y se asentaron en las primeras comunidades humanas, cada vez más complejas.

Más adelante, ya durante el Periodo Formativo, esta tendencia continuó fortaleciéndose. Los asentamientos eran cada vez mayores, en parte gracias a la mejora de las técnicas agrícolas. Los excedentes que comenzaron a producirse dieron lugar a que los humanos empezaran a comerciar entre ellos.

Los historiadores dividen este periodo en tres partes, aunque con las salvedades cronológicas antes mencionadas. De esta forma, la evolución de las sociedades humanos se compartimenta en el formativo temprano, el medio y el tardío. El final del periodo se ha marcado alrededor del año 250 d.C.

Índice del artículo

Origen

El Periodo Arcaico comenzó hacia el año 8000 a.C. Durante esa etapa, el hombre americano comenzó a usar la agricultura, un hito que afectó a todos los aspectos de su vida.

Periodo arcaico de América

Este periodo coincidió con los inicios del Holoceno y, por lo tanto, con el fin de las glaciaciones. Todo el planeta comenzó a calentarse, algo que, de acuerdo a muchos historiadores, colaboró para que el ser humano descubriera la agricultura.

Ese descubrimiento provocó que los habitantes de América empezaran a hacerse sedentarios, levantando las primeras ciudades del continente.

Agricultura y domesticación

Como se ha apuntado, la agricultura fue el factor fundamental para que el ser humano abandonara sus costumbres nómadas. Los cultivos, con su periodicidad, lo obligaban a permanecer en el mismo lugar y a levantar asentamientos.

Aparte de servirse de la agricultura, durante esa época el ser humano era, fundamentalmente, recolector, cazador y pescador. Poco a poco, empezó a modernizar las armas que utilizaba para cazar sus alimentos.

El hecho de hacerse sedentario llevó a que tuvieran que organizar las comunidades de una forma diferente, aumentando la colaboración entre los individuos. La organización económica se hizo más compleja, empezaron a dividirse los territorios y se establecieron vías comerciales.

Núcleos urbanos

Fue durante ese periodo cuando aparecieron los primeros poblados estables junto al mar, además de los ya mencionados que vivían de la agricultura.

Algunas de las culturas más importantes se desarrollaron en México y los Andes. En esa última ubicación destacó la cultura caral (Perú), datada en torno al 2600 a. C.

Diferencias cronológicas

Los historiadores utilizan el término Periodo Formativo para denominar diferentes fechas dependiendo de la zona del continente americano que estudien. Así, en Norteamérica, el Periodo Formativo abarca desde el año 1000 a.C. al 500 d.C, llamándolo también Periodo Neo-Indio.

Por otra parte, la cronología en Mesoamérica varia notablemente, ya que se considera Periodo Formativo a la era que fue desde el 2000 a.C. al 250 d.C.

Por último, en Sudamérica, especialmente en el Perú precolombino, los expertos dividen el Formativo en dos partes: el inicial, desde el 1800 a.C. hasta el 900 a.C, y el Horizonte, entre esta última fecha y el 200 d.C.

Características

En América, el periodo formativo se caracterizó por la consolidación de la agricultura y por la aparición de las primeras sociedades jerarquizadas, con una estructura administrativa más compleja que la de las aldeas anteriores.

Los expertos dividen este periodo en tres etapas, cada una con sus propias características.

Formativo Temprano

Siguiendo con la cronología seguida en Mesoamérica, el Formativo Temprano se desarrolló entre el año 2500 a.C y el 1500 a.C. Esta primera etapa estuvo marcada por el cambio en la manera de subsistir de las diferentes culturas.

A partir de esta época, los pobladores comenzaron a cultivar la tierra, obteniendo productos como el maíz, el frijol y la calabaza, además de otros cultivos regionales. Lo obtenido se completaba con la caza y la recolección. Aunque poco numerosos, algunos pueblos empezaron a practicar la ganadería.

Al mismo tiempo, también se produjo una variación importante en los asentamientos que poblaban. La sedentarización hizo que comenzaran a construir pequeñas localidades, habitadas por familias nucleares y extendidas.

La sociedad de esta época era igualitaria y las relaciones entre los individuos estaban basadas en la cooperación, algo imprescindible para garantizar su supervivencia.

Por último, apareció la alfarería en algunas zonas, aunque su uso no se extendería hasta algún tiempo después.

El Formativo Medio

La segunda etapa, el Formativo Medio, comenzó alrededor del 1200 a.C. y se prolongó hasta el 400 a.C. En ella, se produjeron notables avances en las técnicas agrícolas, incluso con la introducción de la producción intensiva.

Los asentamientos fueron haciéndose mayores, incorporando grandes construcciones de carácter religioso o ceremonial.

La sociedad fue evolucionando hacia organizaciones más estratificadas, con algunos individuos que comenzaron a acumular riquezas y poder. Esto conllevó la aparición de nuevas profesiones especializadas, como los artesanos que elaboraban productos de lujo para esa incipiente élite.

Este modelo se extendió por otras partes del continente, lo que explica los aparentes parecidos en este ámbito que muestran las distintas culturas durante esa época.

Entre los pueblos más importantes destacaron los olmecas, considerados como los principales representantes del Formativo Medio. Por su influencia, son denominados la cultura madre de Mesoamérica.

El Formativo Tardío

La última etapa del Formativo se desarrolló entre el 300 a.C. y el 250 d.C. Según los expertos, se caracterizó por ser un periodo de cambio radical, especialmente en el aspecto social.

De esta forma, los pueblos dejaron atrás su carácter igualitario y aparecieron grandes centros urbanos con una sociedad muy jerarquizada. El aumento demográfico, provocado por las mejores cosechas, fue uno de los factores fundamentales para que esto ocurriera. También influyeron la mejora de la medicina y la modernización de la agricultura.

Este último aspecto también provocó un importante cambio en la economía. Las mejores cosechas dieron lugar a que se produjeran excedentes, con lo que los pobladores empezaron a practicar el comercio.

Urbanísticamente, las poblaciones tendieron a concentrarse alrededor de los templos religiosos. Al igual que los ceremoniales, esos templos fueron aumentando su tamaño y su complejidad decorativa.

La última parte de esta etapa, a partir del 150 d.C. está considerada como de transición hacia el Periodo Clásico, en el que surgieron civilizaciones tan importantes como la maya.

Productos agrícolas

Como se ha señalado anteriormente, una de las principales características del Periodo Formativo fue la aparición de la agricultura. Gracias a ello, los pobladores del continente comenzaron a formar comunidades sedentarias y, a partir de ellas, crecieron sociedades más complejas. Este proceso tuvo su inicio en los Andes Centrales y en Mesoamérica.

Tipos de cultivos

Una vez que comenzaron a practicar la agricultura, la aparición de nuevas técnicas y de inventos que incrementaran la producción no se hizo esperar. Entre las primeras destacaron el uso de los abonos, el cultivo en terrazas y la captación de agua de los acuíferos.

En cuanto a los inventos, los habitantes de estas comunidades crearon sistemas de irrigación y fabricaron herramientas como el metate, usado para moler el maíz.

Los productos más comunes fueron el propio maíz, la patata, el frijol, la calabaza y la mandioca, aunque existieron diferencias dependiendo de la zona del continente.

Excedentes

Las mejoras mencionadas provocaron que las cosechas fueran mucho más abundantes, dando lugar a la aparición de excedentes.

Esto dio lugar a la aparición del comercio cuando los pobladores de cada comunidad establecieron circuitos de intercambio comercial con otros pueblos. Este contacto también sirvió para que los adelantos técnicos llegaran de un lugar a otro.

Referencias

  1. EcuRed. América precolombina. Obtenido de ecured.cu
  2. Carrasco Rodríguez, Antonio. El período Formativo o Preclásico. Recuperado de blogs.ua.es
  3. Escolares. Prehistoria de América. Obtenido de escolares.net
  4. Geoffrey H.S. Bushnell, Victor Wolfgang von Hagen and Others. Pre-Columbian civilizations. Obtenido de britannica.com
  5. Revolvy. Formative stage. Obtenido de revolvy.com
  6. Zier, Christian J. The Formative Period in Prehistory. Obtenido de coloradoencyclopedia.org