Historia

Cultura chavín: descubrimiento, ubicación, organización, arquitectura


La cultura chavín fue una civilización que se desarrolló en el antiguo Perú durante la etapa formativa de su historia, durante el primer Horizonte Cultural (1200 a.C. – 200 a. C.). El nombre de esta cultura proviene de su centro más importante, la ciudad de Chavín de Huántar.

Esta ciudad estaba ubicada en la cuenca alta del río Marañón, en el actual departamento peruano de Áncash. Durante su etapa de mayor apogeo, Chavín de Huántar fue un importan centro ceremonial y el lugar desde el que su cultura se extendió por buena parte de la costa y sierra de los Andes de Perú.

El descubridor de esta cultura fue el arqueólogo peruano Julio César Tello, quien la catalogó como la “madre de las civilizaciones andinas”, aunque descubrimientos recientes parecen indicar que la civilización Caral es más antigua que la Chavín. Tello afirmaba que el origen de esta cultura pudo ser amazónico tras estudiar los motivos decorativos de su cerámica y arquitectura.

Durante el periodo de influencia chavín se produjo un gran desarrollo de la cerámica, la textilería la agricultura, la ganadería y la metalurgia. Esta civilización estaba gobernada por un sistema político teocrático, con los sacerdotes ocupando los principales puestos de poder.

Índice del artículo

Descubrimiento

Julio César Tello, considerado por muchos como el padre de la arqueología peruana, llegó a la zona de Áncash como parte de una expedición formada por el hallazgo de una cabeza clava. A partir de ese momento inició sus estudios sobre el yacimiento.

Antecedentes

La primera referencia a Chavín de Huantar fue realizada por Pedro Cieza de León (1520-1554), un cronista español que describió las ruinas. Durante los siglos siguientes, algunos religiosos, también españoles, dejaron constancia de lo impresionante de los restos.

Ya en el siglo XIX, Antonio Raimondi, un explorador italiano, estuvo en la zona y lamentó el abandono de la ciudad, cuyas piedras habían sido usadas por los pobladores de alrededor para construir sus viviendas.

Más adelante, el alemán Ernst W. Middendorf descubrió la gran escalinata que une la plaza Cuadrada con el Templo Mayor.

Julio C. Tello

Los trabajos de Tello dieron como resultado el descubrimiento del templo en 1920. El arqueólogo encontró varias decenas de cabezas clavas en sus muros. Se trataban de esculturas que representaban cabezas de seres mitológicos, algunas con rasgos humanos y otras con aspecto animal.

Ese tipo de representaciones eran típicas de las tribus amazónicas, lo que llevó a Tello a afirmar que la cultura chavín procedía de esa zona.

El arqueólogo peruano continuó con sus trabajos sobre esta cultura, a la que consideraba como la “cultura matriz” o “madre de las civilizaciones andinas”.

Origen e historia

La cultura chavín se desarrolló aproximadamente entre los años 900 y 200 a. C. Está considerada como un horizonte culturas debido a su influencia sobre las culturas posteriores.

Orígenes

La civilización chavín comenzó a desarrollarse en torno al que sería su centro más importante, Chavín del Huantar, alrededor del 900 a. C.

Históricamente, esta cultura fue el final del largo proceso que comenzó con la aparición de la agricultura y la ganadería durante el Neolítico.

Aunque sus orígenes previos a su asentamiento en Chavín de Huántar no están claros, Julio C. Tello mantuvo que podían provenir de las regiones selváticas del Amazonas, ya que la iconografía que utilizaban era muy similar a la de esa zona.

Periodos de desarrollo cultural

La periodización de la cultura chavín está basada en el desarrollo de su cerámica, pero puede dar pistas sobre las diferentes fases por la que paso su civilización.

Periodo Urabarriu

La primera de las fases fue el periodo Urabarriu, que comprendió entre el 900 y el 500 a. C. Durante este tiempo, Chavín de Huántar solo contaba con pequeñas zonas residenciales en las que habitaban cientos de personas. Aunque la caza era una actividad importante, los miembros de este pueblo comenzaron entonces a cultivar maíz y papas.

Según los estudios sobre la cerámica de este periodo, los centros de producción estaban dispersos, lo que sugiera que existía una baja demanda por parte de una población igualmente dispersa.

Periodo Chakinani

El segundo periodo es conocido como Chakinani y comprende entre el 500 y el 400 a. C. En esta etapa se produjo un movimiento migratorio hacia Chavín de Huántar. Fue entonces cuando domesticaron las llamas y se estima que la comunicación con otros pueblos lejanos se intensificó.

Periodo Janabarriu

El último periodo, el Janabarriu, se prolongó entre el 400 y el 250 a. C. La población aumentó de manera considerable y los asentamientos fueron adquiriendo las características de auténticas ciudades. En esta fase se produjo la diferenciación social y la especializaban en el trabajo.

Ubicación

La cultura Chavín se desarrolló en el callejón de Conchucos, en la parte oriental de la cordillera Blanca peruana. Se encontraba ubicada en las orillas del río Mosna, en la cuenca del afluente del alto Marañón. Este territorio está situado hoy en día en la provincia de Huari, departamento de Áncash.

Con el tiempo, la cultura fue extendiendo su área de influencia hasta alcanzar los departamentos de Lambayeque y Cajamarca, por el norte, y los de Ica y Ayacucho, por el sur. Esta extensión ha provocado que sea considerada como una cultura panandina.

A pesar de esa expansión, los expertos no consideran probado que en todos esos lugares se hablara su lengua o que la etnicidad fuera la misma que en Chavín de Huántar.

Organización política y social

La cultura chavín se organizó mediante una teocracia, una forma de gobierno en el que la religión se convierte en la cuestión más importante a la hora de tomar decisiones.

Ese tipo de organización política otorga una gran importancia a los líderes religiosos. En el caso de la cultura chavín, se piensa que los sacerdotes fortalecieron su poder gracias a sus conocimientos sobre el clima, la astronomía y la naturaleza.

Clases sociales

Existen algunas divergencias entre los expertos a la hora de señalar las clases sociales existentes dentro de la civilización chavín. Mientras que algunos solo hablan de dos, los sacerdotes y el pueblo, otros añaden una tercera formada por la nobleza.

Existe coincidencia en colocar a los sacerdotes como la clase más importante. Esta casta, como se ha señalado, no solo dirigía las ceremonias religiosas, sino que también poseían grandes conocimientos sobre astronomía, artes y ciencias.

La nobleza chavín, por su parte, estuvo conformada por los guerreros. Su función principal era defender el territorio, pero también se ocupaba de mantener el orden interno.

El resto de la población era la clase dominada. Estaba formada, sobre todo, por los agricultores y ganaderos.

Arquitectura

La arquitectura chavín se difundió desde la capital a todo el territorio en el que tuvieron influencia. Sus construcciones se caracterizaban por su forma de U, aunque también construían pirámides truncadas, plazas rectangulares o pozos circulares.

La mayoría de estas construcciones estaban realizadas con piedra, aunque en la costa solían usar también el barro y el adobe.

Algunas de las piedras que utilizaron para sus edificios llegaban a pesar hasta 10 toneladas, por lo que se piensa que eran necesarios muchos hombres y largas jornadas para su transporte y tallado.

Estructuras piramidales

A la hora de construir edificios piramidales, este pueblo lo hacía por etapas. Así, se levantaban primero sus muros compuestos de grandes rocas. Después, se añadían pequeñas piedras para dar estabilidad ayudadas por la arcilla.

Esas construcciones contaban con pequeñas ventanas que conectaban sus salas con pasadizos. Su función principal era llevar el aire desde el exterior.

Chavín de Huántar

La ciudad de Chavín de Huántar reunió en su interior todas las características de la arquitectura de esta cultura. En su mejor momento, la población contó con entre 2 000 y 3 000 habitantes y su extensión era de unos 400 000 metros cuadrados.

El Templo Viejo se levantó sobre el 750 a. C. Se trata, en realidad, de un conjunto de edificios que siguen la característica forma de U. En la mitad, se encontraban dos escaleras que descendían hacia una corte circular hundida. En el centro de la red de galerías apareció el Lanzón, el objeto principal de culto.

Por su parte, el Nuevo Templo, conocido también como el Castillo, era mucho más grande y estaba construido con grandes piedras de forma rectangular. Sus paredes estaban revestidas de losas cuadradas o rectangulares decoradas con imágenes de criaturas chamánicas en bajo relieve.

Para poder levantarlo, los chavines debieron crear un sistema de drenaje que permitiera que el agua del Mosna pasara por debajo del templo. Además, esto le dio una característica muy especial: se producía un ruido debido a las aguas que recordaba al rugido de un felino.

Otras obras importantes

Además de las levantadas en Chavín de Huántar, los arquitectos de esta cultura también fueron autores de otras estructuras importantes. Entre ellas se encuentra Pampa de las Llamas -Moxeque, un conjunto de dos pirámides situadas en la mayor plaza de toda la región de Áncash.

En la sierra de Perú se encuentra Pacopampa, el primer lugar en el que los chavines practicaron la metalurgia.

Por otra parte, el segundo centro ceremonial en importancia era Chongoyape, hoy en día un centro hidroeléctrico. Por último, otro de los lugares más importantes de esta civilización era Garagay, repleto de altorrelieves en barro.

Cerámica

La cerámica chavín era casi siempre monocroma, aunque en ciertos casos la decoración podía aparecer en color rojo o en negro plata.

Otra de sus características era el avanzado manejo de la arcilla que demostraban los ceramistas de la cultura chavín. Entre otros aspectos, eso les permitía lograr una estructura compacta a pesar de no utilizar moldes.

Las piezas elaboradas por este pueblo se dividían en dos clases según su uso: la cerámica utilitaria, para el uso diario del pueblo; y la cerámica ceremonial, destinada a los rituales.

Con el tiempo, la manera chavín de trabajar la cerámica se convirtió en una gran influencia para otras civilizaciones cercanas y costeras.

Períodos

Desde el punto de vista del desarrollo temporal se ha dividido la cerámica chavín en dos tipos:

Época rocas: su principal característica es la forma globular de las piezas. Estas tenían la pase plana y un asa estribo terminada en pico. Además, se fabricaban vasijas y tazones de hasta 50 centímetros de diámetro.

Época ofrendas: los cuellos de las piezas se hicieron más delgados y su forma era campanulada.

Calidad del acabado

El material usado por los ceramistas de la cultura chavín era de alta calidad y compacto. El resultado mostraba acabados buen pulidos, la mayoría en color negro, marrón o rojo. Las paredes de las piezas eran delgadas y estaban decoradas con imágenes de seres mitológicos.

Las piezas más comunes eran los jarrones o cántaros, casi todos con un asa tubular gruesa sobre el recipiente y con canales internos. La boca de la parte superior tenía forma de cilindro, un rasgo único de la cerámica chavín.

Temas

Al igual que ocurría con otras expresiones artísticas, la cerámica chavín está repleta de imágenes de animales, desde felinos hasta serpientes. En algunos casos, las figuras eran sobrenaturales, con feroces facciones y colmillos.

Buena parte de las especies animales que aparecían en la cerámica eran naturales de las zonas selváticas del Amazonas, lo que hizo pensar a Tello que este pueblo procedía de allí.

Las piezas sin temas naturales, casi siempre vasijas tubulares, estaban inspiradas en frutos como la chirimoya, la guanábana y otros similares.

Economía

La economía de la cultura chavín estaba basada en la agricultura y la ganadería. Además, se sabe que practicaban el trueque con otros pueblos.

El gran avance es su economía se debió a la implantación de modernas técnicas en la agricultura. Gracias a sus sistemas de riego y al uso de ciertas herramientas sus cultivos fueron cada vez más productivos. Los más importantes eran los de maní, ají, pepino, tomate y maíz.

La ganadería de esta civilización estaba centrada en la cría de llamas, vicuñas y alpacas.

Religión

La religión de la cultura chavín era politeísta, con múltiples dioses en su panteón. Muchos de ellos representaban a los elementos naturales, además de a los sentimientos y a las distintas actividades.

Como se ha señalado, Tello afirmaba que la relación entre esta cultura y el área amazónica se podía comprobar con las manifestaciones artísticas de seres sobrenaturales con rasgos de animales propios de la selva peruana, como el jaguar, las serpientes o los caimanes.

Al tratarse de un pueblo con un sistema de gobierno teocrático, la religión estaba muy presente en todos sus ámbitos de la vida.

El centro ceremonial más importante de este pueblo fue Chavín de Huántar, punto central de los rituales religiosos. Sus rituales, en los que la vestimenta y la música jugaban un papel fundamental, estaban dirigidos por la casta sacerdotal. Aunque no se sabe a ciencia cierta, es probable que existiera algún tipo de “gran sacerdote”, como ocurrió después en la cultura inca.

Dios felino

Los dioses de la cultura chavín se caracterizaban por su aspecto amenazador. Entre ellos destacaba el “dios felino”, también conocido como dios de los báculos. Algunos expertos los consideran como un antecedente de Viracocha. Una de sus mejores representaciones se encuentra en la Estela de Raimondi.

Sin embargo, algunos descubrimientos arqueológicos recientes han sacado a la luz representaciones más antiguas similares a esa divinidad.

Alucinógenos

Los sacerdotes chavín consumían el cactus de San Pedro de Ayahuasca, con propiedades alucinógenas, para sus ceremonias. Con esto buscaban entrar en trance y contactar con los dioses.

Gracias a estos alucinógenos, el pueblo los veía como seres superiores, capaces hacer de intermediarios con sus dioses.

Por otra parte, las edificaciones destinadas a las ceremonias contaban con galerías subterráneas y catacumbas que eran usadas para distintos rituales. Se piensa que en ellas sometían a diversas pruebas a los peregrinos.

Los sacerdotes fueron reflejados en las estelas como seres mitad humano y mitad felino. Así, aparecían con garras y dientes, mientras sostenían el cactus San Pedro.

Agricultura

Como se ha indicado anteriormente, la agricultura fue la principal actividad económica de esta cultura. Para mejorar las cosechas, tuvieron que implementar varios procesos muy novedosos para la época, como la creación de canales de riego mediante los primeros andenes. Además, utilizaban la chaquitaclla, un tipo de arado de mano.

Esta cultura utilizó las laderas de los Andes para instalar un sistema de terrazas. Con esto, solucionaron las dificultades que representaba la orografía.

Los andenes les permitieron usar eficientemente esas laderas aprovechando la exposición al sol. Además, estos sistemas hidráulicos les permitieron aumentar la infiltración para mantener un buen drenaje.

Productos

Los principales productos que obtenían de sus cultivos eran la papa y el maíz. Además, también cultivaron otros como el camote, la oca, los frijoles, la quinua, el pepino o el tomate.

Los chavín no solo cultivaron maíz para su alimentación, sino que también fue uno de los productos más valorados en sus actividades de trueque.

Escultura

Las esculturas estaban elaboradas con piedra y tenían carácter religioso. Las más importantes son los monolitos, las cabezas clavas y las estelas. Igualmente, también fueron frecuentes las columnas o las losas levadizas, como la que se encontraba en la Portada de las Falcónidas.

Características

Aunque, como se ha señalado, la mayoría de las esculturas de esta cultura fueron elaboradas con piedra, también se han encontrado ejemplos de piezas creadas con hueso, conchas e, incluso, tejidos ornamentales. Todo esto convirtió a esta expresión artística en una de las mayores influencias para culturas posteriores.

Una de las características más relevantes de las esculturas era la expresión con la que dotaban a las bocas de las figuras. Era frecuente, por ejemplo, la aparición de una boca de felino con colmillos afilados y enormes dientes.

Esa misma boca aparecía también en representaciones humanos o animales. Así, era habitual la representación de aves con bocas felinas.

Las tres figuras animales que más aparecían eran el jaguar, la anaconda y el águila, aunque con mayor presencia del primero.

Esculturas más destacadas

Lanzón monolítico: esta escultura, de 5 metros de altura, representaba al dios sonriente o fiero. Se encontraba en una pequeña estancia subterránea en el centro del antiguo templo de Chavín de Huántar. El nombre de lanzón se le otorgó por su forma de punta de lanza y se piensa que pudo ser una piedra sagrada.

En esta escultura aparece representado un dios de aspecto antropomorfo, con cejas y cabello formados por serpientes. Tiene también dos colmillos y garras felinas.

–  La estela Raimondi: en ella aparece un dios con rasgos felinos y los brazos abiertos. En cada mano sostiene una vara. Su altura es de 1,98 metros y se trata de un bloque de granito pulido grabado solo en una de sus caras.

Cabezas clavas: estas piezas de varios tamaños representan al dios jaguar o a otros seres mitológicos. Se encontraban en los muros principales del templo de Chavín de Huántar. Algunos investigadores afirman que eran retratos de los sacerdotes tras consumir alucinógenos.

Textilería

La textilería chavín está considerada como una de las manifestaciones culturales más antiguas de esa época. Destacaban sobre todo por sus tejidos y por la tapicería, un tipo de labor mediante la que se elaboraban telas gruesas con un telar fijo de cuatro manos.

Los tejidos se caracterizaban por sus bordados, además de por los adornos sencillos mediante orlas y flecos.

Su principal materia prima era el algodón, aunque también era frecuente el uso de la lana. Con ellas se elaboraban tapices y otro tipo de productos.

Algunas de esos tejidos se pintaban con motivos religiosos. Ese es el caso de la tela encontrada en Ica y en la que se pueden observar distintos personajes relacionados con la religión de la cultura Chavín. Algunos arqueólogos afirman que se trataba de un catecismo destinado a difundir sus creencias.

Metalurgia

Otra de las facetas en las que la cultura chavín mostró gran destreza fue en la metalurgia, actividad en la que utilizaron técnicas avanzadas como la soldadura o el control de la temperatura.

Esta destreza les permitió crear obras de arte de oro o de aleaciones de metales, ya que utilizaron sus conocimientos para la orfebrería.

Orfebrería

La orfebrería de la cultura chavín alcanzó un gran desarrollo para la época. Sus orfebres aprovecharon los conocimientos metalúrgicos para crear piezas de oro, plata o bronce. Además, también utilizaron aleaciones de esos mismos metales. Sus técnicas más comunes eran el martillado y el repujado.

Los trabajos realizados en los diferentes yacimientos arqueológicos han permitido recuperar ejemplos de brazaletes, pectorales, diademas, orejeras, anillos o pectorales, además de otros adornos más pequeños.

La mayoría de estas joyas fueron encontradas en Chongoyape, en el departamento de Lambayeque. Estas piezas muestran una gran maleabilidad y fueron martilladas en láminas al frío. Su decoración es de temática religiosa.

Referencias

  1. Historia peruana. Cultura Chavín. Obtenido de historiaperuana.pe
  2. Enciclopedia de historia. Civilización chavín. Obtenido de enciclopediadehistoria.com
  3. Cultura Chavín. Cultura Chavín Perú. Obtenido de culturachavin.org
  4. The Editors of Encyclopaedia Britannica. Chavín. Obtenido de britannica.com
  5. Cartwright, Mark. Chavin Civilization. Obtenido de ancient.eu
  6. UNESCO World Heritage Centre. Chavin (Archaeological Site). Obtenido de whc.unesco.org
  7. Lima Easy. The Chavín Culture (1200 BC-200 AD). Obtenido de limaeasy.com
  8. Scher, Sarahh. Chavín de Huántar. Obtenido de khanacademy.org