Coyote: características, hábitat, alimentación, reproducción
El coyote (Canis latrans) es un mamífero placentario que forma parte de la familia Canidae y se encuentra emparentado con el perro doméstico. Una de sus características principales es su aullido solitario. Esta llamada de contacto es utilizada para comunicar que un coyote se encuentra fuera de la manada.
El tamaño y el peso de este animal dependen del sexo y de su ubicación geográfica. Así, las hembras son más grandes que los machos y los que habitan al norte suelen pesar más que los que viven en el sur.
Su distribución abarca toda América central y Norteamérica, excluyendo las regiones polares. Este cánido se adapta fácilmente a los hábitats, por lo que puede vivir en bosques, pantanos y desiertos. También, se encuentra en zonas suburbanas, agrícolas y urbanas, donde suele atacar a los animales domésticos.
Canis latrans tiene una conducta muy particular: marca con orina el sitio donde guarda el alimento que comerá posteriormente. La micción es común en esta especie, siendo utilizada como un signo olfativo de dominio. Suele hacerlo mientras viaja, cuando juega o excava y para mostrar agresión y territorialidad.
Índice del artículo
- 1 Evolución
- 2 Características
- 3 Taxonomía
- 4 Estado de conservación
- 5 Hábitat y distribución
- 6 Alimentación
- 7 Reproducción
- 8 Comportamiento
- 9 Referencias
El género Canis desciende del Eucyon davisi, cuyos restos datan del Mioceno y aparecieron en Estados Unidos y en México. Durante el Plioceno, el Canis lepophagus apareció en esa misma región y en el Pleistoceno temprano ya existía el Canis latrans.
Según las investigaciones, la transición del Eucyon davisi a C. lepophagus fue lineal. Canis lepophagus existió antes de que los clados del género Canis se separan. Este era de tamaño pequeño, con un estrecho cráneo. Su peso era similar al de los coyotes modernos, pero sus extremidades eran más cortas.
El coyote es un animal más primitivo que el lobo gris, lo que queda evidenciado por su tamaño pequeño y las mandíbulas y cráneo estrechos. Esto le impide tener el poder de agarre para sostener grandes presas, tal como lo hacen los lobos.
Además, la cresta sagital del Canis latrans es aplanada, lo que indica que su mordida es débil. De esta manera, las evidencias podrían indicar que los antecesores del coyote tienen mayor parecido a los zorros que a los lobos.
Comparativamente, los coyotes del Pleistoceno (C. l. Orcutti) eran de mayor tamaño y más robustos que la especie actual, probablemente como respuesta a la existencia de presas más grandes. La reducción de tamaño ocurrió durante los 1000 años del suceso de extinción del Cuaternario, donde las grandes presas se extinguieron.
El tamaño varía según el sexo, ya que el macho es más grande y pesado que la hembra. Así, el macho pesa entre 8 y 29 kilogramos, mientras que la hembra tiene un peso de 7 a 18 kilogramos. El macho mide entre 1 y 1,35 metros de largo, con una cola de 40 centímetros de longitud.
Además, existen diferencias con relación a la región geográfica donde habita. En este sentido, las subespecies que viven en el norte pesan alrededor de 18 kilogramos, mientras que las del sur de México pesan en promedio 11,5 kilogramos.
El coyote tiene una cara delgada, con las orejas grandes, en relación al tamaño de la cabeza. Los ojos son redondos, con el iris de color amarillo. Con relación a la nariz, es negra y mide menos de 25 milímetros.
El hocico es fino y puntiagudo, con caninos prominentes, delgados y largos. Los molares están adaptados para triturar carne y huesos. En cuanto al cráneo, es alargado y la frente está levemente inclinada.
La coloración puede abarcar tonalidades grises o rojizas, con algunos pelos blancos y negros intercalados.
Sin embargo, el color puede variar acorde a la ubicación geográfica. Los que viven en regiones altas suelen tener coloraciones más grises y negras, mientras que los de zonas desérticas son grises blanquecinos.
El coyote tiene una zona blanca que cubre la parte inferior del hocico y abarca hasta el vientre. En la línea dorsal tiene pelos negros, que demarcan una franja con una cruz oscura a la altura de los hombros. El albinismo se presenta con muy poca frecuencia entre la población de los coyotes.
Con relación a la cola, es densa y ancha, con la punta de color negro. Esta mide aproximadamente la mitad del largo del cuerpo. En la base dorsal tiene una glándula supracaudal, de color negro azulado. También, posee una melena, formada por pelos que tienen un largo de entre 80 y 110 milímetros.
El pelaje del Canis latrans está compuesto por dos tipos de pelos: unos son suaves y cortos y otros son ásperos y largos. Además, tiene marcadas variaciones, relacionadas con el ambiente donde se desarrolla.
Las subespecies del norte lo poseen más denso y largo que el de las especies del sur, que lo tienen corto y fino. Algunos coyotes centroamericanos y mexicanos tienen el pelo híspido, caracterizado por ser áspero, tieso y duro.
Anualmente se produce una muda, durante la época de verano a otoño. Antes de esto, el pelaje se muestra decolorado y desgastado. Así, en verano tiene un pelo más corto y fino que en el invierno. La gruesa capa de la temporada fría es altamente aislante, aumentado la conservación del calor corporal.
Las patas son pequeñas, en comparación con el tamaño del cuerpo. Las delanteras tienen cuatro dedos y las traseras cinco, cada uno con una garra fuerte y no retráctil.
La zancada del Canis latrans mide entre 15 y 20 centímetros y su paso al caminar es de 33 centímetros. Sin embargo, cuando trota, la pisada puede alcanzar una longitud de 60 a 75 centímetros. Al correr, lo hace a una velocidad de 50 km/h.
El coyote puede tener una alta sensibilidad auditiva, que va desde 100Hz hasta 30kHz. El sentido del olfato está muy desarrollado y le permite identificar, entre otras cosas, su territorio y el estado reproductivo de la hembra.
Con respecto a la estructura del globo ocular, esta especie tiene una retina dúplex, con preponderancia a los vástagos. Además, ante las variaciones en la intensidad de la luz, los conos y los bastones se activan. Debido a esto, su visibilidad en las noches es buena, aspecto muy favorable en sus hábitos crepusculares y nocturnos.
– Reino Animal.
– Subreino Bilateria.
– Filum Cordado.
– Subfilum Vertebrado.
– Clase Mamífero.
– Orden Carnivora.
– Familia Canidae.
– Género Canis.
– Especie Canis latrans.
Las poblaciones de Canis latrans han disminuido, lo que ha alertado a los organismos dedicados a la protección de las especies. Es por esto que la UICN ha categorizado al coyote dentro del grupo de animales que, de no tomarse las acciones pertinentes, pudiera ser vulnerable a extinguirse.
La gran amenaza de este cánido es el hombre, quien degrada el ambiente y lo caza de manera ilegal. El hábitat natural del coyote ha sido modificado, producto de la deforestación del ecosistema, para el establecimiento de asentamientos urbanos, agrícolas y de ganadería.
Debido a esto, el animal invade frecuentemente las zonas urbanas que se encuentran cercanas al lugar donde vive, atacando y depredando a ovejas, vacas, toros y otros animales de cría. Para proteger el ganado, el hombre caza al coyote, lo que ha originado una merma en su población.
Además, los cazadores capturan a este mamífero por su piel, que es comercializada a altos precios tanto a nivel regional como internacional. Aunque el Canis latrans ha sufrido durante muchos años diversas amenazas, actualmente las reducciones de su población son locales y temporales.
En Estados Unidos, el coyote se encuentra protegido en 12 estados. Además, en México es una especie que se encuentra regulada por la Ley General de Vida Silvestre y su Reglamento.
El Canis latrans originalmente habitaba Estados Unidos, México y Canadá. Sin embargo, durante el siglo XIX, esta especie se expandió a diversos biomas boscosos donde no había vivido nunca. Así, se localizó en bosques caducifolios, de taiga y en selvas tropicales.
Los especialistas sostienen que en la ampliación de su rango han influido la fragmentación del ambiente y la extinción de algunos de sus depredadores, como el lobo gris (Canis lupus) y el jaguar (Panthera onca).
Actualmente, el coyote se encuentra en América Central y ha colonizado toda Norteamérica, con la excepción de las zonas polares. Así, se distribuye desde Costa Rica hasta la región norte de Alaska. Las más altas densidades ocurren en Estados Unidos, en la región centro sur y en las Grandes Llanuras.
Este cánido se encuentra ausente en las islas árticas al norte de Canadá, incluyendo un gran área norte de Quebec, de Labrador y de Terranova. Así mismo, es poco frecuente en aquellas zonas donde abundan los lobos grises, como al norte de Alaska, el noreste de Minnesota, Ontario y Manitoba.
El coyote ocupa una amplia variedad de hábitats. Puede vivir en casi cualquier ecosistema donde se encuentren las poblaciones de animales que conforman su dieta. Así, puede localizarse en prados, bosques, montañas y desiertos, donde la disponibilidad del agua podría limitar su distribución.
La expansión de esta especie hacia la zona este de Panamá puede estar relacionada con la utilización de las áreas ganaderas y urbanas, quedando así en evidencia la gran adaptabilidad del Canis latrans a diferentes entornos. Así mismo, podría vivir en áreas con pastos cortos, en zonas semiáridas donde exista artemisa o en regiones áridas.
En búsqueda de su alimento, este animal podría caminar entre 5 y 16 kilómetros diarios, así como usar los ríos congelados como rutas de acceso durante el invierno. Igual que otros cánidos, es un excelente nadador, pudiendo nadar hasta 0.8 kilómetros a través de arroyos.
Para construir su madriguera, el coyote utiliza zonas escarpadas, matorrales, salientes rocosos y troncos huecos. También puede usar las que han dejado otros animales, como el tejón americano (Taxidea taxus).
El lugar de descanso generalmente mide entre 1,5 y 7,5 metros de largo y 3 metros de diámetro. Además, tiene varias entradas y muchos túneles interconectados.
En un rango de hogar podría convivir una familia de dos o más generaciones, un adulto soltero o una pareja. La extensión de este área varía en cada región. Por ejemplo, en Texas es de 5 kilómetros cuadrados, mientras que en Washington puede abarcar de 54 a 142 kilómetros cuadrados.
Los machos suelen tener mayores rangos que las hembras. Así, mientras el promedio en los machos es de 42 kilómetros cuadrados, las hembras ocupan 10 kilómetros cuadrados.
El comportamiento social y el tamaño del grupo influyen en el tamaño del territorio donde habita el coyote. Aquellos que durante el invierno viven en manadas, tienen hogares de menor tamaño que los que están solos o en parejas.
El coyote es un depredador oportunista, que come una diversa gama de alimentos, incluyendo desde insectos y frutas hasta grandes ungulados y carroña. Sin embargo, parece ser selectivo con algunas especies, ya que prefiere no comer musarañas ni ratas marrones.
Dentro de su dieta se encuentran bisontes, alces, crustáceos, ciervos, ovejas, roedores, serpientes, insectos, conejos y aves. En el grupo de las aves están las alondras, pavos salvajes, gorriones, cisnes y pelícanos.
También come moras, melocotones, arándanos, peras y manzanas. En las zonas urbanas, suelen atacar a los animales domésticos o de cría, además de poder comer alimentos que se encuentren entre la basura.
La disponibilidad del alimento influye en su dieta. En invierno, consume 1% de materia vegetal, 3% de aves, 3% de venados, 8% de cabras y ovejas, 15% de roedores, 34% de conejos y 35% de carroña. Además, pasa la mayor parte del tiempo descansando.
En el verano, aumenta la cantidad de presas disponibles, lo que hace que disminuya el tamaño de las presas a las que ataca.
El éxito en la caza podría depender de las características ambientales, de la edad del coyote y de las dimensiones de la presa.
Cuando Canis latrans caza en grupo o en pareja, puede tener acceso a grandes animales, como el alce, el antílope americano, las ovejas salvajes y el venado. Sin embargo, si el coyote se topa con crías de ovejas o con terneros, los prefieren ante que a presas de mayor tamaño.
Para cazar, se vale de su visión y de los estímulos olfativos y auditivos. Además, suele capturar aquellos animales que ofrezcan poca resistencia, como los jóvenes, los enfermos, los viejos, los que están atrapados en la nieve o las hembras embarazadas.
Esta especie almacena el excedente de alimento, marcando con su orina el sitio donde lo almacena, expresando con esto su dominio.
Existe una inusual alianza entre el coyote y el tejón. Ambos trabajan en conjunto para capturar a los perros de la pradera, que generalmente se encuentran dentro de cuevas subterráneas. El tejón los desentierra utilizando sus garras, mientras que, cuando salen del hoyo, el coyote los atrapa y mata. Después de comer, el cánido deja algunos restos para el tejón.
Cuando el coyote caza presas de pequeño tamaño, como ratones, coloca rígidas sus piernas, se detiene y luego se abalanza sobre el animal. En el caso de perseguir a un animal de mayor tamaño como un venado, suele hacerlo en manada.
Así, uno o más coyotes persiguen al animal, mientras que el resto de cánidos esperan. Luego, el grupo de relevo continuará con la cacería. Trabajando en equipo, ahorran energía y garantizan el éxito de la tarea.
Las hembras y los machos pueden reproducirse en su primer año. No obstante, algunos coyotes no se reproducen hasta que tienen dos años. Las hembras son monoéstricas, ya que tienen estro una vez al año. En cuanto al ciclo de espermatogénesis en los machos, es anual.
La duración del estro es de 2 a 5 días y la ovulación ocurre 2 o 3 días antes de que finalice la receptividad de la hembra.
Los comportamientos propios del cortejo se llevan a cabo entre 2 y 3 meses antes de que las parejas se apareen. Una de las formas en que la hembra atrae al macho es a través de las marcas de olor que deja, empleando su orina y heces para ello. A través de estas, el macho obtiene información sobre si la hembra está en celo.
Después de copular, entre la pareja se establece un fuerte vínculo: establecen el área donde estará la madriguera, cazan y ambos cuidan a la cría. Así mismo, pueden continuar apareándose por varios años, pero generalmente no lo hacen de por vida.
La gestación dura de 60 a 63 días, tiempo después del cual nacen entre 2 y 12 cachorros, con un promedio de 6 crías. Existen algunos factores que podrían influir en el tamaño de la camada.
La madre se encarga de la crianza, pudiendo ser ayudada por una cría de la camada anterior. El macho contribuye con la alimentación y protección. Sin embargo, podría abandonarlos si la hembra deja la madriguera antes del destete.
Al nacer, los cachorros pesan entre 240 y 275 gramos, con una longitud de 16 centímetros. Tienen sus ojos cerrados, pero los abrirán a los 14 días. Durante los primeros 10 días, dependen exclusivamente de la leche materna.
Alrededor de los 12 días aparecen los dientes incisivos, a los 16 los caninos y a los 21 días los premolares. Los padres complementan la dieta de las crías, ofreciéndoles alimentos sólidos que previamente han regurgitado.
Luego, alrededor de la sexta semana, la lactancia disminuye y comienzan a recibir ratones y trozos de carne. Cuando tienen 4 meses de edad ya pueden cazar pequeños mamíferos.
Los cachorros comienzan a caminar cuando tienen 3 semanas de nacidos y a la sexta semana ya corren. Así mismo, se inician las peleas entre ellos, y cuando tienen 5 semanas ya han establecido jerarquías de dominio.
La unidad social está formada por la familia, donde existe una hembra reproductiva. El coyote es un animal gregario, aunque usualmente no depende de sus compañeros. No obstante, podría unir fuerzas con otros miembros de la especie para atacar a un gran ungulado, que no puede derribar de manera individual.
Estas agrupaciones son temporales y pueden estar formadas por hembras no reproductoras, machos solteros y crías adultas.
Canis latrans es un animal poco territorial, suele defender su espacio casi exclusivamente durante la etapa de apareamiento. Sin embargo, podría perseguir y combatir a un intruso, aunque en raras oportunidades lo mata. Uno de los motivos que suele originar conflicto dentro del grupo es la escasez de alimentos.
El coyote es reconocido como el mamífero salvaje más vocal de toda Norteamérica. El rango de sus vocalizaciones puede llegar a 11 tipos, que se dividen en tres grupos: de alarma, de contacto y de saludo.
Las vocalizaciones de alarma incluyen resoplidos, gruñidos, alaridos, ladridos. Los gruñidos son emitidos por los cachorros mientras juegan, pero también los usan los machos durante la copulación. En cuanto a los aullidos, resoplidos y ladridos son llamadas de alarma que, por su intensidad, se escuchan a largas distancias.
Para saludar, el coyote silba y aúlla a baja frecuencia. Pueden utilizar estos sonidos cuando se encuentran reunidos, y también podrían ser la parte final de la ceremonia de saludo, que concluye con el meneo de la cola.
Dentro de las llamadas de contacto, el aullido solitario constituye el sonido icónico de esta especie. Esta vocalización está asociada con el anuncio de la existencia de un coyote, que está solo y separado de la manada.
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