Biología celular

Tejido adiposo blanco: características, histología, funciones


El tejido adiposo blanco, o grasa blanca, es un tipo de tejido conectivo con actividad glandular formado por unas células denominadas adipocitos. Tales células se caracterizan por presentar una gran gota de aceite en su citoplasma, un núcleo aplanado y orgánulos que se encuentran desplazados hacia la periferia de la célula.

Se conocen dos tipos de tejido adiposo, el marrón y el blanco. Respecto a las células que los componen, se sabe de al menos cuatro tipos de células adipocíticas (blanca, marrón, beige, rosa). Algunos autores incluyen también a las células estrelladas hepáticas o adipocitos azules. Recientemente, también han sido descritos los adipocitos amarillos.

De estos adipocitos, solo los blancos y beige forman la grasa blanca, los marrones el tejido marrón, y el resto conforma otros tejidos como el mamario (células rosas), hepático (células azules) y médula ósea (células amarillas).

El tejido adiposo blanco tiene múltiples funciones en el organismo, tales como el almacenamiento de energía, mantenimiento de la temperatura corporal o producción de leptina, entre otros. Es un tejido que ha sido objeto de muchos estudios por estar relacionado con la obesidad, una enfermedad crónica muy común en los países desarrollados.

Índice del artículo

Características

Células

El tejido adiposo blanco se caracteriza por la presencia de células adiposas. Estas células adiposas pueden llegar a tener variedad de formas. Sin embargo, las formas esféricas de entre 25 a 200 micrómetros (μm) son las comúnmente observadas, especialmente en aislamiento. Presentan un citoplasma delgado.

Dentro del citoplasma, estas células tienen una gran gota de grasa que puede ocupar más del 90% de la masa celular. Esta gota puede aumentar o disminuir su volumen en el citoplasma, dependiendo de la actividad fisiológica o funcional de la célula.

La célula presenta un núcleo comprimido y periférico, un escaso número de mitocondrias y unos retículos endoplasmáticos lisos y rugosos pequeños. Estos orgánulos también se encuentran en la periferia de la célula a causa de la gota de grasa que ocupa el centro del citoplasma celular.

Otro tipo de célula adiposa que compone la grasa blanca es el adipocito beige. Este presenta características muy similares a los marrones y algunos investigadores señalan que conforman el tejido beige y lo ubican inmerso en el tejido adiposo blanco.

La grasa blanca también está compuesta de otra gran variedad de células como son las células progenitoras, células del endotelio, macrófagos y fibroblastos. La presencia de algunas de estas células denota que este tejido puede llegar a secretar una importante variedad de proteínas bajo diferentes condiciones fisiológicas.

Tejido

Este tejido está presente en todos los mamíferos, así como en otros grupos zoológicos. Es el tejido graso predominante en el cuerpo y está altamente vascularizado, es decir, que posee una gran cantidad de vasos sanguíneos.

Presenta una coloración blanca, amarillenta o marfil, variando el color principalmente por la alimentación del individuo y, de forma secundaria, por la ubicación del tejido en el organismo. El tejido está constituido por fibras de colágeno tipo III

Histología

Origen

Los tejidos adiposos, en general, son tejidos conjuntivos atípicos debido a la poca presencia de matriz extracelular. Se piensa que derivan de células madre embrionarias indiferenciadas (células mesenquimáticas).

El origen de cada tipo de células adiposas aún no está del todo claro. Si bien son células que provienen del tejido mesénquimal, algunos investigadores coinciden en que la formación del tejido adiposo blanco y el tejido marrón se lleva a cabo a partir de diferentes tipos de células al inicio del desarrollo embrionario.

Por otra parte, según recientes estudios, las células adiposas marrones se originan en el mesodermo paraxial (células mesenquimáticas Myf5+), mientras que las células adiposas blancas y beige se originan en el mesodermo lateral (células mesenquimáticas Myf5-).

Como ya fue previamente mencionado, las células adiposas beige tienen características de células adiposas marrones, pero estas se encuentran formando un tejido adiposo inmerso en el tejido blanco.

Una peculiaridad de estas células es que, según estudios moleculares e histoquímicos, tienen un origen común con las células adiposas blancas. Incluso algunos análisis sugieren (no aceptados por todos) que derivan de ellas.

Estructura y química

El tejido adiposo blanco presenta células que están separadas entre sí por capas muy delgadas de tejido conectivo laxo, formando principalmente fibras reticulares. Las células adiposas se encuentran rodeadas por la lámina externa, una fina capa de material extracelular, próximo a la membrana citoplasmática.

Dependiendo de la ubicación de la grasa blanca, los adipocitos pueden llegan a concentrarse (formar lóbulos o lobulillos) en grupos separados por tejido conectivo. El tamaño o densidad de estos grupos varía dependiendo de la resistencia mecánica a la que está expuesta la zona donde se encuentra el tejido.

El tejido adiposo blanco en un importante productor de hormonas como la leptina y almacena triglicéridos que por hidrólisis son convertidos en esteres, ácidos grasos y glicerol.

Localización

El tejido adiposo blanco es el que presenta mayor distribución corporal de los tejidos grasos. El principal depósito se encuentra bajo la piel, siendo subcutáneo. Las principales zonas donde se acumula este tejido son las extremidades inferiores y el abdomen, seguidas por las regiones torácica, abdominal y pélvica.

Dependiendo de las condiciones nutricionales del individuo, se puede hablar de dos grandes depósitos de tejidos adiposos blanco, el subcutáneo y el visceral. El depósito subcutáneo es el más abundante reservorio de este tejido en el cuerpo.

Por su parte, el depósito visceral se divide en dos tipos: mesentérico y omental. El depósito mesentérico envuelve a los intestinos, y el depósito omental o epiplón mayor se ubica en la región posterior del estómago cubriendo el abdomen.

Funciones

Los adipocitos de la grasa blanca contienen en sus membranas plasmáticas receptores de insulina, noradrenalina, corticoides y hormonas de crecimiento, entre otros. Estos receptores actúan facilitando la liberación y captación de ácidos grasos y glicerol.

Las funciones más conocidas de este tejido, es la de reservorio de energía en forma de triglicéridos, como tejido amortiguador de golpes y como aislante térmico.

El tejido adiposo blanco es secretor activo de sustancias, muchas de las cuales se ha determinado que poseen funciones específicas como es el caso de la leptina que actúa como un estimulante con efectos sobre el hipotálamo, en especial cuando el tejido adiposo aumenta en el cuerpo más allá del punto de equilibrio.

Referencias

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