Nutrición

Las 8 bebidas más saludables para el organismo (naturales)


¿Qué son las bebidas saludables?

Existen muchas bebidas saludables para mejorar el estado físico y mental del organismo, promover el bienestar e incluso tratar ciertas dolencias y enfermedades. Los líquidos no son buenos solo para hidratarse, sino que se pueden convertir en una de las principales formas de alimentación, por su facilidad de ingesta y riqueza en nutrientes y vitaminas.

Además, muchas de estas bebidas son fáciles de realizar en casa, de modo que todos podamos disfrutar de un buen vaso que ayude al cuerpo a fortalecerse.

Las bebidas saludables para la mente y el cuerpo

1. Agua

Claramente, el agua es la bebida más saludable de todas. La razón es simple: sin ella no podríamos vivir, siendo un factor inseparable a nuestra supervivencia.

El beber agua asiduamente nos proporciona múltiples beneficios, entre los que destacamos los siguientes:

Pérdida de peso: si te encuentras en mitad de una dieta, prueba a beber agua. Esto hará que nuestro apetito disminuya. Además, ayuda a quemar grasas, ya que cuando bebes, los riñones metabolizan las grasas de una mejor manera.

Mejora la calidad de la piel: al beber agua nuestra piel se verá mucho más hidratada. Si no tomas agua, el cuerpo la retiene para conservarla y conduce a la erosión y a las arrugas.

Ganar masa muscular: el agua aporta oxígeno a las diferentes células del cuerpo, lo que ayuda a una formación más rápida de masa muscular si decidimos realizar algún tipo de actividad física.

Favorece las articulaciones: las articulaciones se lubricarán de una manera mucho más natural y eficiente de lo que lo haríamos si no bebiésemos las cantidades adecuadas de agua.

En cuanto a las cantidades recomendadas, se recomienda un aproximado de 2 litros diarios.

2. Leche semidesnatada y de soja

Siempre que la leche sea desnatada o esté compuesta por soja, será una de los líquidos más sanos a los que podremos recurrir.

¿Cuál es su composición? En primer lugar, destaca por contener unos impresionantes porcentajes de calcio, junto a vitamina D y diferentes proteínas.

Los expertos recomiendan que su ingesta se traduzca en cantidades que ronden desde uno hasta dos vasos al día.

3. Té

Se puede ingerir ya sea frío o caliente. Funciona como un potente antioxidante y también ayuda a mineralizar nuestro cuerpo.

Los tipos de té más destacados son:

Té negro: cuando hablamos del té negro nos referimos al más conocido y más usado en el mundo. Entre sus propiedades destacan su capacidad de aliviar dolores y de saciar el apetito.

Té blanco: se trata de uno de los tés más ricos en minerales, flúor y en vitaminas del grupo A, B y C. Asimismo, tiene función depurativa junto a un pequeño “empujón” que puede llegar a aportarnos a la hora de perder peso.

Té rojo: ayudará a relajar nuestra sensación de sed, funciona como antioxidante, para reducir la hipertensión y otros beneficios.

Té azul: también llamado como té oolong, se trata de una mezcla entre té verde y té negro. De los beneficios que aportará a nuestra salud podemos hablar del poder de regulación del colesterol y el fortalecimiento del sistema inmunológico.

Té verde: en el té verde podemos observar las mismas propiedades que las del blanco, solo que tiene un poco menos de antioxidantes.

4. Café

Su composición se basa en un conjunto de flavonoides antioxidantes, fluoruros y aminoácidos.

Por otra parte, gracias a la cafeína, se puede mejorar la salud de los vasos sanguíneos, además de la predisposición a padecer diabetes del tipo 2.

Es recomendable que no se abuse de esta bebida, pues su consumo excesivo puede provocar hipertensión, insomnio o incluso estrés y ansiedad.

5. Zumos

En este apartado nos referiremos a los zumos siempre y cuando cumplan el requisito de ser totalmente naturales. Entre sus múltiples características encontramos grandes cantidades en sales minerales, antioxidantes y sobre todo, vitaminas.

Con bebernos un vaso al día bastará para ayudar a nuestro organismo a mejorar su salud.

Los beneficios de este tipo de bebidas son variados. Siempre dependen de la fruta, aunque por lo general la vitamina que más se suele dar dentro de estos zumos es la C, la cual ayuda a aumentar las defensas del organismo.

Hablando en equivalencias, un vaso de zumo equivale a una pieza de fruta, y lo que es mejor, es mucho más fácil de digerir y rápido.

6. Bebidas con edulcorantes

Dentro de este grupo podremos realizar una división entre diferentes bebidas:

– Agua con vitaminas

– Refrescos para dietas

Lo ideal es entre uno o dos vasos al día.

7. Leche entera

La diferencia entre la leche desnatada o de soja y la entera radica en que esta última aporta un elevado número de grasas saturadas. El aporte calórico será mucho mayor que el que se obtiene de los otros tipos de leche.

8. Bebidas alcohólicas

En término generales, las bebidas alcohólicas poseen más efectos negativos que positivos para nuestro cuerpo.

La Organización Mundial de la Salud, además de promover a su uso moderado, también especifica que en las mujeres no es recomendable consumir más de una al día y para los hombres, más de dos.

¿Pero por qué temerle a este tipo de bebidas? Principalmente, porque las cantidades de alcohol que presentan llevan a la embriaguez y a otras consecuencias negativas. Además, el consumo de alcohol supone una de las principales causas de la aparición de cáncer de hígado.

Pese a esto, podemos afirmar que el beber alcohol con moderación mejora nuestra circulación sanguínea. Dicho esto, presentamos las diferencias entre los varios tipos de bebidas alcohólicas que existen.

Ginebra: la ginebra es conocida por contener en su composición bayas de enebro, un tipo de hierba que ayuda a mejorar el estado de los riñones.

Whisky: si por algo destaca esta bebida es por ser baja en grasas. Se trata de la que menos engorda dentro de su familia, por lo tanto, no debes temer si piensas que vas a ganar unos kilos de más. Igualmente, posee unos altos niveles de ácido elágico, el cual funciona como antioxidante y lucha contra enfermedades degenerativas como el alzhéimer.

Ron: a pesar de ser una de las bebidas más calóricas dentro de las alcohólicas, el ron ayuda a aliviar los dolores musculares, además del óseo. Igualmente, también funciona como un combatiente contra el resfriado, puesto que posee propiedades antimicrobianas.

Vodka: si el whisky destaca por su bajo nivel en grasas, el vodka llama la atención especialmente por ser una de las bebidas que más ayudan a calmar el estrés, actuando sobre el sistema nervioso y mejorando la oxigenación y flujo de sangre en el cerebro. Igualmente, el vodka ha servido desde siempre como un gran aliado digestivo después de una comida.

Vino: sin duda alguna, una de las bebidas alcohólicas que más pueden ayudar a nuestro cuerpo. Especialmente destaca por la cantidad de antioxidantes beneficiosos para problemas del corazón. El resveratrol consigue luchar contra las células cancerígenas que pueden surgir en nuestro organismo.

Cerveza: la cerveza tiene antioxidantes, vitaminas, ácido fólico y proteínas que resultan muy beneficiosas para el organismo, siempre y cuando se consuma con moderación.

Si bien las bebidas alcohólicas no son estrictamente naturales (ni las más sanas) es cierto que su consumo controlado puede ser beneficioso para la salud, en especial el vino y la cerveza.