Fosa de las Marianas: historia, características, cómo se formó
La fosa de las Marianas es una estructura geológica que se formó gracias a una zona de los océanos que sufrió un hundimiento del terreno con respecto a los bloques laterales. Esta fosa se encuentra ubicada en el área occidental del océano Pacífico, a una distancia de 200 km de las islas Marianas, a las que les debe su nombre.
Se considera que la fosa de las Marianas es el sector con mayor profundidad de todos los océanos del planeta. Además, cuenta con una forma de “u” que mide 2550 kilómetros de largo junto con unos 69 kilómetros de ancho. En cuanto a su temperatura, se ha podido establecer que en el fondo presenta entre 1 y 4 °C.
La fosa de las Marianas recibió la distinción de Monumento Nacional de los Estados Unidos en 2009, ya que se le considera una de las estructuras geológicas oceánicas más importantes de la Tierra.
Los investigadores preservan su interés por este lugar ya que han encontrado varios organismos unicelulares y microorganismos desconocidos en las áreas mas profundas de la fosa.
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El primer registro que se llevó a cabo de la fosa de las Marianas ocurrió en 1875 a través de la fragata de la María Real Británica, cuando la expedición Challenger realizó un sondeo. Dicha expedición fue la que se tomó como referencia para nombrar a la zona con mayor profundidad de la fosa: el abismo de Challenger.
En aquel momento, sin contar con las tecnologías actuales, los científicos lograron calcular una profundidad de 8184 metros a través de la utilización de la herramienta llamada escandallo, que consiste en una plomada cónica que se amarra a la sondaleza con la finalidad de que esta llegue al fondo del mar.
Dos años después de este descubrimiento, August Petermann (un reconocido cartógrafo alemán) realizó la publicación de un mapa que llevó por título Mapa de profundidad del Gran Océano, donde se puede observar la ubicación de este primer sondeo de la fosa.
Posteriormente, en 1899 un barco de la armada de los Estados Unidos logró obtener otros datos, que calcularon una profundidad de 9636 metros.
En 1951 se realizó un nuevo cálculo de la profundidad de la fosa utilizando la ecolocalización, que consiste en la capacidad que poseen algunos animales de conocer su entorno mediante la emisión de ondas de sonido, interpretando el eco que producen los objetos cuando son rozados por dichas ondas.
Esta investigación realizada a través de los recursos de la fauna arrojó un nuevo dato de profundidad: oscilaba en los 11 012 metros.
En 1957 una nave soviética conocida con el nombre de Vityaz realizó un nuevo informe de profundidad de la fosa, que calculó unos 10 934 metros. Sin embargo, gracias al buque M. V. Spencer F. Baird en décadas posteriores ya se habían logrado calcular hasta unos 11 000 metros de profundidad.
Durante las investigaciones, los científicos encontraron un calamar gigante perteneciente a la clasificación de los Architeuthis; también localizaron a una especie de lenguado desconocida hasta entonces.
Además, se encontraron otras especies desconocidas de seres vivos muy pequeños, junto con un tipo de plancton que no se había encontrado en otros lugares. A pesar de las investigaciones y el interés de los científicos, la fosa de las Marianas es uno de los espacios del mar más desconocidos por el hombre.
En la actualidad se puede afirmar que la fosa de las Marianas cuenta con una profundidad de 10 994 metros; no obstante, algunos medidores han podido registrar hasta 11 034 metros.
La extensión de esta fosa es tan profunda que, si el monte Everest (el más alto del planeta Tierra) fuese colocado en este punto, quedaría sumergido por completo, ya que su cima se mantendría todavía inmersa a dos kilómetros bajo el agua.
El área más profunda es conocida con el nombre de Abismo de Challenger, donde la columna de agua posee una presión de 1086 bares, equivalente a 15 750 psi. Esto quiere decir que la fosa de las Marianas posee una presión 1000 veces mayor a la presión atmosférica estándar al nivel del mar.
Debido a estos altos valores de presión, la densidad del agua en esta fosa experimenta un incremento de un 4,96 %, lo que es equivalente a un 95,27 de cualquier tipo de unidad de volumen de agua. En la presión del abismo de Challenger se puede contener la misma cantidad de masa de agua que en cien unidades de este tipo en la superficie.
En cuanto a la zona que rodea a la fosa, esta se caracteriza por tener ambientes únicos, lo que propicia que exista una vida marina distinta a la que habita en el resto de las regiones.
A su vez, la fosa cuenta con una serie de respiraderos que burbujean dióxido de carbono y azufre líquido, junto con diversos volcanes de lodo que se encuentran activos.
La fosa se encuentra constantemente en una oscuridad completa (es decir, carece en absoluto de iluminación), dándole cabida a temperaturas glaciales. En los lugares más profundos de este lugar se encuentran altos niveles de vida microbiana.
En cuanto a su ubicación exacta, se puede establecer que la fosa de las Marianas se encuentra en el fondo del océano Pacífico, específicamente en el lado noroccidental, al sur y al este de las islas que le dan su nombre.
Su latitud norte es de 11° 21, mientras que su longitud este es de 142° 12. Esta fosa se encuentra cercana a Guam, una isla que existe entre China y las costas de Indonesia.
En un programa de Discovery Channel emitido en 2009 se sugirió que la fosa se formó debido a una zona extensa de subducción de la corteza terrestre, que se sumergió debajo del manto tectónico.
Se denomina subducción a un proceso de hundimiento que ocurre en un lugar oceánico de una placa litosférica, que se coloca debajo del borde de otra placa.
En el caso de la fosa de las Marianas, la placa del Pacífico se subduce debajo de la placa de las Marianas, lo que explica la presencia del archipiélago y la continua actividad volcánica que se desarrolla en este.
Debido a los fuertes niveles de presión que se desarrollan en la fosa de las Marianas, los investigadores han encontrado varias especies marinas nunca antes vistas en otros territorios.
Estas especies han desarrollado una habilidad especial para adaptarse a presiones mil veces más fuertes que la presión estándar del nivel del mar. Algunas de estas son las siguientes.
Se conoce como architeuthis a un género de cefalópodos perteneciente al orden Teuthida. Vulgarmente se les ha llamado calamares gigantes debido a su inusual longitud.
Algunos científicos han propuesto la existencia de hasta ocho especies de este calamar; sin embargo, se considera que en realidad solo existe una especie que posee algunas variantes.
Estos animales se caracterizan por habitar en las profundidades de los océanos, aunque algunos han quedado varados en las playas. Pueden alcanzar dimensiones verdaderamente extraordinarias, siendo las medidas más comunes de 10 metros para los machos y 14 metros para las hembras. Sin embargo, se han hallado especímenes mucho más grandes.
De hecho, algunos investigadores especulan sobre la existencia de calamares que sobrepasan los veinte metros, aunque esto no se ha podido confirmar con exactitud.
Según fuentes del sector, en 1887 se encontró a una hembra de 18 metros varada en una playa de Nueva Zelanda; así mismo, apareció otro ejemplar capturado por accidente en 1933, que medía hasta 21 metros.
Los solaide, también conocidos como lenguados, son una familia de peces que abarca un centenar de especies. En la fosa de las Marianas se encontró un lenguado de una especie nunca antes vista, por lo que se asume que el pez obtuvo nuevas formas físicas con la finalidad de adaptarse a este ambiente.
Los lenguados se caracterizan por ser peces planos o pleuronectiformes y pueden habitar tanto en agua salada como en agua dulce.
Su alimentación se basa principalmente en crustáceos u otros invertebrados. El color de sus escamas es oscuro y suelen ser delgados y quietos, lo que los convierte en una presa difícil.
Los lenguados son muy consumidos por los seres humanos debido a su carne fina y blanca, además de que poseen un sabor delicado.
Se denomina plancton a un conjunto de organismos, que generalmente son microscópicos, cuya característica principal es que flotan tanto en aguas dulces como en aguas saladas.
Suelen ser más abundantes después de los 200 metros de profundidad, por lo que se encontraron varios de estos especímenes en la fosa de las Marianas; incluso se halló una especie de plancton nunca antes vista.
La mayoría de las especies de plancton son transparentes, aunque cuentan con cierta irisación. Pueden presentar algunos colores únicamente si son visualizados a través del microscopio; cuando esto ocurre, aparecen tonos rojizos y azulados en sus bordes. Ciertas especies de plancton pueden emitir luminiscencia, como por ejemplo, la noctiluca.
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