Biografías de personajes históricos

César Dávila Andrade: quién fue, biografía, estilo literario y obras


¿Quién fue César Dávila Andrade?

César Dávila Andrade (1918-1967) fue un escritor y poeta ecuatoriano, considerado el mayor exponente del relato breve en ese país. Su obra se inscribió en el neosurrealismo y el neorromanticismo.

La familia era descendiente del general José María Córdova, héroe de la independencia ecuatoriana.

Fue conocido como el Fakir, apodo que obtuvo por su delgado semblante y porque practicaba yoga. Además, estuvo relacionado y mostró vivo interés por temas esotéricos. También era miembro de la sociedad rosacruz.

Se cultivó en temas de ciencias ocultas, hipnotismo y escribió en muchas oportunidades sobre temas místicos que llamaban su atención. 

Publicó ensayos, artículos periodísticos, poemas y relatos e, incluso, novelas cortas. En Ecuador colaboró con revistas como Letras del Ecuador, editada por la Casa de la Cultura. Vivió y murió en Venezuela, donde escribió en ocasiones para El Nacional y El Universal, los dos diarios más importantes de ese país.

Biografía de César Dávila Andrade

Primeros años

César Dávila Andrade nació el 2 de noviembre de 1918 en Cuenca, Ecuador. Fue el mayor de cinco hijos de Rafael Dávila Córdova y Elisa Andrade Andrade. La familia era modesta.

El joven se educó en su ciudad natal, en la que acudió a la primaria en la escuela de los Hermanos Cristianos. De allí, César Dávila Andrade pasó al colegio normal Manuel J. Calle y luego entró en la Academia de Bellas Artes.

Por parte de su padre descendía del prócer ecuatoriano José María Córdova. También era sobrino de César Dávila Córdova, un reconocido poeta y crítico literario. Por el lado de su madre, era primo hermano del periodista Alberto Andrade Arizaga, que usaba el nombre de Brummel para firmar sus textos.

Tantas eran las penurias económicas de su familia, que a los 18 años tomó un puesto en la Corte Superior de Justicia y afirmaba que solo era feliz después de entregar íntegramente lo poco que ganaba a su madre.

Juventud

Cerca de 1938, César Dávila Andrade viajó a Guayaquil y allí consiguió trabajo como jardinero en la residencia de Carlos Alberto Arroyo del Río. Al tiempo, pudo conseguir una posición como profesor en el Colegio Salesiano Cristóbal Colón, en el que enseñó literatura.

Un año más tarde regresó a Cuenca y se inscribió en el Partido Socialista, situación que disgustó profundamente a su padre, conservador cuya convicción ya había resquebrajado su relación con otros miembros de la familia, y su hijo no fue la excepción.

Fue por esos años que la personalidad de Dávila Andrade se transformó, pues se convirtió en alcohólico. Entonces quedó atrás el joven tímido y agradable, y se volvió cerrado, depresivo y, en ocasiones, grosero.

En 1942 César Dávila Andrade viajó a Quito a probar suerte, pero regresó pronto a casa, puesto que no consiguió ningún trabajo en la capital ecuatoriana que se adaptara a su gusto por la literatura y su expectativa de convertirse en escritor.

Inicios literarios

César Dávila Andrade comenzó sus aventuras literarias en la poesía desde muy joven, cuando en 1934 dedicó a su primo Alberto el poema “La vida es vapor”, el primero del que se guarda algún registro.

Mientras vivió en Guayaquil también unió su vocación literaria con su trabajo como profesor. Escribió poesías como “Ciudad oscura” y “El canto a Guayaquil”. En ese período también comenzó a escribir relatos, que emprendió con “Vinatería del Pacífico”.

La primera publicación de Dávila Andrade fue en la revista Letras del Ecuador, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en 1945. 

Literatura

César Dávila Andrade trabajaba duramente como autor y también como corrector en la Casa de la Cultura en la década de 1940. Entonces, se hallaba rodeado de la intelectualidad ecuatoriana. Por esa época leía mucho, pero también bebía demasiado, tanto que comenzó a afectar su salud.

Se dice que ayudaba a los pobres cuanto podía, aunque eso y su vicio por el licor, regularmente, lo condujeran a bordear la indigencia.

La fama como autor de César Dávila Andrade arribó cuando ganó las Violetas de Oro, un premio entregado por las Fiestas de la Lira de Cuenca, en 1945 y 1946. Esos honores los recibió gracias a sus poemas “Canción a Teresita” y “Oda al Arquitecto”.

Después, Dávila Andrade publicó uno de sus textos más famosos, Espacio me has vencido. Esta obra fue considerada una de las más finas piezas en la literatura del autor y del Ecuador en general.

En 1950 se casó con la viuda Isabel Córdova Vacas, que le llevaba 15 años al escritor. Con esa unión la condición bohemia que caracterizaba a Dávila Andrade quedó atrás por algún tiempo. Se dice que existía mucho afecto y admiración en la pareja, quienes decidieron mudarse a Venezuela junto con el hijo de Isabel.

Venezuela

En 1951, se radicó en Venezuela con su familia, aunque al año siguiente, por conflictos matrimoniales, regresó a Guayaquil, luego a Cuenca y finalmente se fue a Quito.

A finales de 1953 decidió volver a Caracas para estar al lado de su esposa. En la capital venezolana creó vínculos con la élite intelectual del país, especialmente con Juan Liscano, un reconocido escritor.

Trabajó en los medios de mayor renombre, especialmente en el ámbito cultural, como El Nacional, La República y El Universal. En Venezuela, César Dávila Andrade y su esposa lograron tener una vida cómoda, aunque no ostentosa.

Cerca de 1961, Dávila Andrade, que atravesaba otra crisis con su esposa, comenzó a dictar una cátedra literaria en la Universidad de los Andes, en Mérida. Y continuó con su actividad como escritor.

A partir de 1963 comenzó a trabajar en la publicación del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes, Inciba, y en la revista Zona Franca, de Juan Liscano.

La última publicación de César Dávila Andrade fue editada por Arte de Caracas y llevó por nombre Cabeza de gallo. En esa selección de relatos estuvieron incluidos 10 textos, de los cuales cinco eran nuevos, tres pertenecían a Abandonados en la luz y dos a Trece relatos.

Muerte

César Dávila Andrade murió el 2 de mayo de 1967 en Caracas, Venezuela. El escritor se quitó la vida tras un arrebato ansioso provocado por sus frecuentes crisis matrimoniales. Se encontraba hospedado en el Hotel Real, propiedad de Juan Liscano.

Su carácter ansioso e inestable, que siempre jugó en su contra, le condujo a la muerte. Llamó por teléfono en repetidas ocasiones a su esposa Isabel, de quien se había separado el 23 de abril del mismo año. Al no recibir respuesta alguna, decidió cortarse la yugular con una hojilla frente al espejo.

A su madre, el gobierno de Ecuador le concedió una pensión vitalicia. El autor fue enterrado en suelo venezolano y los intelectuales de su círculo se encargaron de construirle un mausoleo apropiado.

Su viuda, Isabel Córdova, publicó algunos poemas inéditos, que el autor le dedicó antes de morir, en un volumen titulado Poemas de Amor.

Ocultismo

Desde joven, César Dávila Andrade se interesó por las ciencias ocultas y fue parte de logias y sociedades herméticas como los rosacruces. Siempre llevaba consigo textos a los que él mismo llamaba “libros raros”, relacionados con magia y parapsicología.

Su guía dentro del rosacrucianismo fue el coronel ecuatoriano José Gómez. Otro de los pasatiempos de Dávila Andrade fue el hipnotismo. Con el yoga mantenía un cuerpo muscular, aunque muy delgado, por eso surgió su apodo “el Fakir”, además por la costumbre de comer poco y beber mucho.

El gusto por los temas místicos y herméticos se manifestó en la obra literaria de César Dávila Andrade, tanto en su estilo como en sus temas.

Estilo literario

César Dávila Andrade es considerado uno de los mayores exponentes de las letras ecuatorianas. Con su pluma logró destacar tanto en la poesía como en la prosa. En la poesía se le relaciona con el estilo neorromántico y neosurrealista.

De él dijo Rodrigo Pesantez Rodas:

“Dávila Andrade no perteneció a ninguna Escuela Literaria. Le importaba una alzada de hombros los casilleros de la crítica. Sin embargo, es preciso anotar que fue un romántico puro y tardío en sus primeros versos (Canción a la bella distante).

Expresionista magnífico que atendió más al sentimiento que a la intuición. Después anduvo por el superrealismo. Se hermanó con Neruda en la música de los primeros versos, en esas nostalgias de las primeras novias que van riendo sílabas azules”.

Obras

Poemas y poemarios

– “La vida es vapor” (1934, dedicado a su primo Alberto Andrade Arizaga).

– “Ciudad oscura”.

– “Canto a Guayaquil”.

– “Autopsia” (1943).

– “Canción a Teresita” (1945).

– “Oda al Arquitecto” (1946).

Espacio me has vencido (1947).

– “Invocación humana” (1947).

Boletín y elegía de las mitas (1959).

Arco de instantes (1959).

Conexiones de tierra (1961).

– “El huracán y su hembra” (1962).

En un lugar no identificado (1963).

La corteza embrujada (1966).

Poesías de amor (1967).

Relatos

– “Vinatería del Pacífico” (1948).

Abandonados en la tierra (1952).

Trece relatos (1955).

Cabeza de gallo (1966).

Ensayos

– “Solano, el combatiente sedentario”, (1947).

El humanismo llamado Zen: magia, yoga y poesía (Obras completas, 1984).

Evocación de Omar Khayyam (Obras completas, 1984).

Teoría del Titán Contemplativo (1948).

Influencia

A pesar de que su vida terminó abruptamente, la influencia que tuvo la obra de César Dávila Andrade fue grande, principalmente en las letras, pero también en otras áreas. Su nombre no solo fue conocido dentro de las fronteras ecuatorianas, sino también en el resto de Latinoamérica.

Entre las obras que han tenido a Dávila Andrade como inspiración para su trama, está Entre Marx y una mujer desnuda (1976), de Jorge Enrique Adoum. También, Jorge Dávila Vasquez, sobrino del autor, lo tomó como protagonista para su drama teatral Espejo roto, de 1991.

También, el director Carlos Pérez Agustí llevó a la gran pantalla una representación de Cabeza de gallo en 1989.

Referencias

  1. César Dávila Andrade. Recuperado de en.wikipedia.org. 
  2. César Dávila Andrade. Recuperado de circulodepoesia.com.