Cultura árabe: historia, características, religión, economía, tradiciones
La cultura árabe es el conjunto de tradiciones, creencias, costumbres y otras manifestaciones culturales que comparten la mayoría de los habitantes de un conjunto de países que van desde el norte de África hasta Oriente Medio. Su origen de esta cultura se sitúa en la península arábiga y está estrechamente vinculada al islam.
Para diferenciar a los considerados culturalmente árabes de los que no lo son se suele acudir a la definición aportada por la Liga Árabe. Esta manifiesta que “árabe es una persona que hable árabe, viva en un país de lengua árabe, y simpatice con las aspiraciones de los pueblos árabes”.
Además de una lengua común, aunque dividida en varios dialectos regionales, los árabes comparten muchas tradiciones, la mayoría ligadas a la religión. Entre estas se cuentan la peregrinación a La Meca, lugar santo del Islam, la celebración del Ramadán o la del sacrificio del cordero.
Por otra parte, la gran extensión territorial de la cultura árabe hace que puedan encontrarse costumbres diferentes dependiendo de la zona geográfica. Algo similar sucede con la gastronomía y la música, que, aunque comparten algunos elementos en común, mantienen ciertas particularidades territoriales debidas a las influencias exteriores recibidas.
Origen e historia de la cultura árabe
La cultura árabe se originó en Arabia, una península situada entre el golfo Pérsico y el mar Rojo. Se trata de una zona muy árida que solo permite la práctica de la agricultura en las zonas cercanas a la costa o en los oasis.
La población de dicha península era de raza semita. La mayoría de ellos eran beduinos nómadas que vivían del pastoreo de camellos y cabras. Las ciudades eran muy escasas y solo destacaban los dos centros comerciales de la zona: La Meca y Yatrib.
Políticamente estaban organizados en tribus, muchas veces enfrentadas entre sí. Algunas de ellas eran politeístas y otras fetichistas.
Preislámico
La población del periodo preislámica estaba compuesta por los pueblos semitas que emigraron a la península. Su única característica común era que hablaban un idioma similar.
La base de la cultura árabe fueron los babilonios, caldeos, arameos, nabateos, asirios, egipcios, himaritas y sabaneses. Estaba compuesta por los pueblos semitas que emigraron a la península. Su única característica común era que hablaban un idioma similar.
Islámico
En la localidad de La Meca, en el 570 d. C. nació el profeta del islam, Mahoma. Buen conocedor de las tradiciones judías y cristianas, comenzó a predicar una nueva religión en el año 610 d. C. Se trataba de una religión monoteísta, que rendía culto a un único dios, Alá.
En un primer momento, sus palabras no tuvieron buena acogida en su ciudad de origen y Mahoma se vio obligado a huir hasta Yatrib (más tarde bautizada como Medina) en el 622. Esta huida es conocida como la Hégira y marcó el comienzo de la era islámica. El calendario musulmán cuenta los años a partir de esa fecha.
Mahoma logró reunir un ejército y tomó la Meca en el 630. A partir de entonces, su número de seguidores se incrementó sin cesar. Mahoma falleció dos años después, con Arabia unida por su doctrina, recogida en un libro sagrado llamado Corán.
Tras la muerte de Mahoma comenzó la expansión del islam, además de los enfrentamientos internos por el poder religioso y político. Sus sucesores fueron denominados califas e instauraron el califato.
Ortodoxo (632 -660 d. C.)
Durante este periodo existió el único califato que compartieron los musulmanes suníes y chiíes. Los cuatro califas que gobernaron fueron extendiendo el territorio mediante la conquista de Palestina, Armenia, Siria, Mesopotamia, Persia, Bizancio y Egipto.
Omeya (660 – 750 d. C.)
La muerte del califa Alí, en el año 661, significó la instauración de un régimen hereditario y la eliminación de la Shura, el órgano consultivo que había existido hasta ese momento. Además, los califas de este periodo estaban establecidos en Siria y Damasco se convirtió en la capital del califato.
Los omeyas sirios estaban muy influidos por los bizantinos, lo que supuso que las costumbres de los árabes fueran pareciéndose más a las de Bizancio y menos a las de Arabia. Esta península, aunque perdió su poder político, siguió manteniendo el religioso.
Abasida (750 – 1242 d. C.)
El asesinato de la familia omeya a manos de Abu Abbas marcó el comienzo de una nueva dinastía, la Abasida. Esta trasladó la capital, primero, a Bagdad y, después, a El Cairo.
Los musulmanes fueron ampliando su territorio hasta llegar a la India, pero varios conflictos internos provocaron que el califato se dividiera en tres: el Califato de Córdoba, en de El Cairo y el de Bagdad.
Por otra parte, los abasidas impulsaron la cultura y la ciencia. Esto propició un gran auge de estos campos, hasta el punto de que el mundo árabe se convirtió en el centro intelectual de la época. En Bagdad, por ejemplo, existió una Casa de la Sabiduría en la que los eruditos traducían al árabe todo el conocimiento mundial.
Edad de Oro del islam
Los periodos anteriores, entre el siglo VIII hasta el XIII o el XIV, son conocidos como la Edad de Oro del islam. En esa época, los académicos, comerciantes e ingenieros árabes realizaron numerosas aportaciones en sus diferentes campos. Igualmente, sus poetas y artistas crearon una cultura que influyó en el resto del mundo.
Decadencia
Tras ese periodo de brillantez, el mundo árabe comenzó una etapa de decadencia que se alargó varios siglos. Las invasiones mongolas, sobre el año 1258, marcó el inicio de esa decadencia.
Posteriormente, entre el 1393 y 1401, una nueva ola de invasiones encabezadas por Tamerlán acabó con el Imperio Abbasí, aunque con el tiempo los invasores se islamizaran. Más tarde, los turcos, musulmanes, pero no árabes, se hicieron con el poder político.
Con la excepción de Siria, que fue favorecida por los otomanos, el resto del mundo árabe continuó su decadencia. Además, los turcos obligaron a los artesanos y jefes de los gremios árabes a instalarse en Estambul.
Este ocaso de la cultura árabe se vio potenciado por la llegada de los europeos a buena parte de sus territorios. La caída del Imperio Otomano no sirvió para que los árabes recuperaran el poder, sino que fueron los europeos los que lo hicieron.
El nacionalismo árabe
La dominación otomana no estuvo exenta de rebeliones y levantamientos en su contra, pero todas fueron sofocadas. Lo mismo ocurrió cuando los europeos comenzaron a controlar varios países árabes, como Túnez (por parte de Francia), Libia (Italia) o Marruecos (Francia y España).
Otros países, como Egipto, se vieron envueltos en los enfrentamientos coloniales entre las potencias europeas, hasta acabar controlado por los británicos.
Aunque la influencia europea se dejó notar en las élites árabes, también comenzó a nacer un incipiente sentimiento nacionalista que iría a más en los años siguientes.
Rebelión árabe
Uno de los episodios más importantes dentro del mundo árabe fue la rebelión que tuvo lugar en 1916. Este levantamiento estuvo dirigido por el jerife de La Meca y tenía el propósito de librarse del dominio otomano en Palestina.
Los rebeldes pretendían crear un estado árabe que comprendiera desde Alepo, en Siria, hasta Yemén. La insurrección duró dos años y dio lugar a la aparición de un reino árabe. Este, sin embargo, no fue muy duradero y las potencias coloniales dividieron su territorio y crearon el actual mapa de Oriente Medio.
Siglo XX
En algunos casos, la reacción árabe ante el dominio europeo fue una vuelta a las raíces religiosas más conservadoras. En otros, sin embargo, se apostó por relegar la religión al plano privado e imitar los sistemas políticos de Europa.
Además de las posturas señaladas, existió una tercera respuesta: el llamado modernismo islámico. Sus partidarios, muchos entre la intelectualidad, señalaban que los valores modernos europeos ya se encontraban en el islam, pero que este no era entendido por la mayoría de la sociedad.
Tras la Segunda Guerra Mundial, y con la Guerra Fría en su apogeo, algunos países adoptaron una especie de sociedad dual. Las elites y clases medias altas se occidentalizaron, mientras el resto de la sociedad se volvía más conservadoras.
Este sistema solía sostenerse en dictaduras, lo que no gustaba a las clases medias. Con el tiempo, las costumbres occidentales se identificaron con esos sistemas dictatoriales.
En algunos países árabes surgió el llamado nacionalismo laico, encabezado por el egipcio Nasser. Igualmente, aparecieron dirigentes del mismo estilo en Irak o Siria, que se enfrentaban a los movimientos fundamentalistas y, al mismo tiempo, a las potencias occidentales.
El nacionalismo laico desapareció por varios motivos. Por una parte, la mayoría de los dirigentes eran dictadores y, por otra, su enfrentamiento con occidente, sobre todo con Estados Unidos, los debilitó hasta ser derrocados por movimientos conservadores religiosos.
Ubicación geográfica
Existen tres aspectos que determinan quién es árabe y quién no lo es. El primero es político, que incluye a los 300 millones de habitantes de los países miembros de la Liga Árabe.
El segundo de estos factores es la lengua. Unas 200 millones de personas hablan árabe en la actualidad.
El último de ellos es genealógico, ya que se considera árabe a todos aquellos con ascendientes originarios de Arabia.
Mundo árabe actual
Siguiendo los parámetros anteriores, el mundo árabe actual comprende desde Marruecos, en África, y Oriente Medio.
Los países considerados árabes son los siguientes: Marruecos, Argelia, Libia, Túnez, Egipto, Yemen, Comoras, Djibouti, Mauritania, Omán, Sudán, Somalia, Palestina, Jordania, Siria, Iraq, Barein, Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Líbano.
Extensión de la cultura árabe durante la Edad de Oro
La expansión del islam fuera de Arabia se produjo tras la muerte de Mahoma. Los primeros califas conquistaron el Imperio Persa, Siria, Palestina y el norte de África.
Más adelante, durante la dinastía Omeya, el califato se extendió hasta Marruecos y España. Por el este, llegaron hasta el río Indo y el Turquestán.
Características generales
La cultura árabe es el resultado de la mezcla entre la existente en la península Arábiga y la del resto de territorios que conquistaron. Así, se pueden contemplar rasgos culturales propios de los persas, indios, griegos o españoles, entre otros pueblos.
Esta cultura es, hoy en día, complicada de definir. Su gran variedad aporta una gran riqueza y, también, manifestaciones culturales que difieren según el territorio.
Existen, no obstante, características comunes, como la lengua o las relacionadas con la religión mayoritaria, el islam. Otras religiones presentes en el mundo árabe, como el cristianismo o el judaísmo también participaron en la creación de la cultura árabe.
Vestimenta
La vestimenta tradicional árabe aún se sigue utilizando en la mayoría de los países. Como en el resto de su cultura, la manera de vestir está relacionada con los mandatos del Corán, que prohíbe las prendas estrechas, trasparentes y los colores llamativos.
Aunque existen diferencias regionales, los hombres están obligados a cubrirse el awrah, la parte del cuerpo que va desde el ombligo a las rodillas. Su vestimenta debe ser sencilla y no ceñirse demasiado al cuerpo. En la vida diaria suelen vestir túnicas anchas que llegan hasta los tobillos. Además, es frecuente que se cubran la cabeza con un turbante.
Las mujeres deben seguir las mismas reglas en cuanto a la prohibición de prendas ceñidas o transparentes. En su caso, el aspecto más destacado en la obligación de taparse el pelo, para lo que usan diversos tipos de vestimenta.
Las prendas usadas para cubrirse el pelo varían dependiendo de la zona y de la persona. Las más conservadoras optan por vestidos que cubran completamente el cuerpo, como el burka. Por su parte, en los países menos rigoristas suele ser más frecuente el uso del hiyab, un pañuelo que cubra el cabello y el cuello.
Las mujeres
La visión de las mujeres en el Corán es objeto de múltiples controversias. Los textos sagrados recogen, por una parte, su igualdad ante dios y, por otra, su dependencia de los hombres.
La situación de las mujeres en el mundo árabe es más o menos rígida dependiendo del país. Algunos de ellos, como Túnez, han avanzado en el reconocimiento de sus derechos, mientras que en otros, como los del golfo Pérsico, están sujetas al dominio masculino.
La sharia
La sharia es el cuerpo legal del islam y fue desarrollada tras la muerte de Mahoma. Su legislación cubre todos los aspectos de la vida diaria, regulando la conducta, la moral y el culto.
Este código legal, no obstante, cuenta con diferentes interpretaciones, algunas mucho más conservadoras que otras.
Algunos países han adoptado la sharia como ley superior y sus tribunales velan por su cumplimiento. En otros, aunque no sea el único código existente, se han adoptado algunas de sus leyes, incluidas las que regulan las actividades mercantiles, bancarias o las herencias y testamentos.
Números
Los llamados números arábigos son aquellos que se utilizan hoy en día en la grafía latina: del 0 al 9. Precisamente, el número 0 fue una de las innovaciones más importantes dentro del sistema digital.
A pesar del nombre, esta manera de representar los números fue inventada en la India, sobre el siglo III a. C., y los árabes la empezaron a utilizar antes que en Europa. Curiosamente, en la lengua árabe los números se escriben de una manera diferente.
Religión
Antes de que Mahoma predicara el islam, los árabes eran mayoritariamente politeístas y unos pocos eran cristianos o judíos.
Cuando el islam comenzó a expandirse, la mayoría de los árabes adoptaron la nueva religión.
El Corán
La base del islam como doctrina religiosa es bastante sencilla. Su dogma principal es la existencia de un único dios, del cual Mahoma es el profeta. Su libro sagrado es el Corán, donde aparecen los principios básicos de la religión:
– Dar limosna a los necesitados
– Rezar cinco veces al día
– Ayunar durante el mes del Ramadán
– Peregrinar a La Meca una vez en la vida
– Practicar la guerra santa
Sunitas y chiitas
Dentro de la religión islámica existen dos corrientes principales, muchas veces enfrentadas entre sí.
La que cuenta con más seguidores es el sunismo. Por su parte, los chiitas son mayoritarios en países como Irán, el sur de Iraq o Bahrein. Estos últimos consideran que Alí, el yerno de Mahoma, fue su sucesor legítimo.
Árabes cristianos
En los países árabes también existe una minoría de la población que profesa el cristianismo. Estos árabes cristianos se concentran sobre todo en Egipto, Líbano, Siria, Jordania, Iraq y Palestina.
Economía del Imperio árabe
Las actividades comerciales fueron el factor que unió a los distintos territorios que componían el Imperio Árabe. Desde el siglo VIII, sus comerciantes controlaban las vías marítimas del Mediterráneo y del Índico, además del mar Rojo y el golfo Pérsico. Igualmente, dominaban las rutas terrestres en África y Asia.
Moneda propia
Uno de los aspectos más importantes para el buen funcionamiento de la economía fue la creación de una moneda propia, el dinar. Esto les permitió independizarse de la economía bizantina. Además, inventaron dos nuevos métodos de pago: el cheque y la letra de cambio.
Agricultura
Aunque el comercio tenía una gran importancia geopolítica, la principal actividad económica era la agricultura.
Durante el imperio, los árabes introdujeron numerosas innovaciones para mejorar su práctica. Entre ellas, el uso de las acequias y norias para mejorar el riego.
Tradiciones
La gran extensión del mundo árabe provoca que existan diferencias regionales en cuanto a sus tradiciones. No obstante, algunas de ellas son similares en todos los territorios.
Boda árabe
Hoy en día, la antigua tradición de concertar los matrimonios está desapareciendo en muchos países árabes. Otras tradiciones, en cambio, se mantienen casi inalterables.
Según la ley islámica, una mujer solo puede contraer matrimonio con un musulmán. Los hombres pueden casarse hasta con cuatro mujeres, aunque solo si puede mantenerlas y tratarlas por igual. Esta poligamia también es cada vez menos frecuente. Además, pueden ser judías o cristianas.
El sexo prematrimonial está, en teoría, prohibido, por lo que las primeras citas deberían contar con un miembro de la familia que vigile. El novio tiene que pedir la mano de la novia a la familia y pactar la dote.
Según la tradición, el matrimonio solo es válido cuando se hayan pasado tres etapas: el nikah (firma del contrato nupcial), la celebración del matrimonio (normalmente se prolonga durante días) y la consumación.
Ramadán
Ayunar durante el ramadán es una de las obligaciones dentro de la religión islámica. Se trata, además, de una de las más seguidas.
Durante el noveno mes del año lunar árabe, cuyo nombre es ramadán, se debe guardar ayuno durante las horas de sol. Cuando llega la noche, los árabes rompen en ayuno con comidas copiosas, normalmente reunidos en familia.
Eid al-Adha
Eid al-Adha se puede traducir como “celebración del sacrificio”. Se trata de una fiesta que conmemora la voluntad de Abraham de sacrificar a su hijo para obedecer a Dios. Al ver que iba a obedecer, Dios intervino y le ofreció un cordero para que fuera sacrificado en lugar del niño.
La fecha de esta festividad depende del calendario lunar, por lo que varía dentro del calendario occidental. El día de la celebración comienza con una oración especial después del amanecer. Después, el jefe de la familia sacrifica un cordero siguiendo el método islámico que lo regula.
Peregrinaje a La Meca
Otra de las tradiciones relacionadas con la religión es la peregrinación a La Meca. Visitar la ciudad sagrada del islam es uno de los fundamentos de sus creencias.
Unos tres millones de personas viajan a La Meca cada año, en un mes concreto, en un peregrinaje llamado Hajj. Otros muchos realizan el umrah o peregrinación menor, que puede hacerse durante todo el año
Rito fúnebre
Aunque los árabes cristianos celebran los ritos fúnebres de manera más parecida a la occidental, los musulmanes siguen lo descrito en sus textos sagrados.
Cuando se produce el fallecimiento, un familiar cercano cierra los ojos del difunto. El cuerpo se lava siguiendo un ritual preciso y, después, se envuelve en unas telas. El siguiente paso es la oración fúnebre y, finalmente, se entierra el cuerpo directamente en la tierra, sin ataúd.
Costumbres
Saludos
A la hora de saludarse, los árabes usan, principalmente, dos frases. La primera es ahlan wa sahlan y la segunda, relacionada con la religión es assalam aleikum (la paz sea contigo).
En cuanto a las diferencias por sexo, los hombres se saludan de una manera muy efusiva, con mucho contacto físico y besos. No es tampoco infrecuente que dos amigos caminen por la calle tomados de la mano.
Sin embargo, a la hora de saludar o hablar con una mujer, los hombres nunca tienen contacto físico o visual.
Modales en la mesa
Antes de comenzar a comer, la costumbre es dar las gracias a Alá por los alimentos. Además, es preciso lavarse las manos y secarlas.
En muchas ocasiones, los árabes no usan cubiertos, sino que cogen la comida con la mano derecha. Nunca se utiliza la izquierda, ya que es considerada impura.
El hammam
El hammam, o baño árabe, era un elemento muy relacionado con las mezquitas. La mayoría de ellos están situados en las cercanías de estos edificios de culto.
Los asistentes al baño árabe comienzan su circuito con una lucha ligera y, después, entran en una piscina de agua templada. Una vez relajado, se puede elegir entre el camino frío o cálido, aunque normalmente se alterna el agua caliente con la fría.
La narguila
En los países árabes es muy habitual encontrar grupos de personas, mayoritariamente masculinas, tomando té en las teterías mientras fuman un narguile. Esta pipa de agua recibe también otros nombres según la zona: arguile, kalyan, shisha, etc.
Gastronomía
La gastronomía árabe presenta variedades regionales que hacen que los platos más típicos de Marruecos, por ejemplo, no sean los mismos que los de Siria.
En líneas generales, esta gastronomía se ha nutrido de las influencias de otras culturas. Así, el uso de las especias de la India o Irán han marcado buena parte de las recetas del mundo árabe gracias a las rutas comerciales.
A pesar de las diferencias, se pueden nombrar varios factores comunes en la gastronomía árabe. Entre ellos se encuentran el predominio de la carne de cordero, el uso del yogur, especias como la menta, el tomillo, el azafrán o la curcuma y la presencia de arroz como acompañamiento.
Hummus
El hummus (garbanzo en árabe) es una crema elaborada con ese ingrediente, tahini, limón y aceite de oliva. Se trata de un plato presente sobre todo el Oriente Medio y los países del golfo, aunque se ha ido extendiendo por otras zonas del mundo, árabes o no.
Cuscús
Uno de los platos por excelencia del norte de África es el cuscús. Se trata de una receta basada en la sémola de trigo, que se cuece en un recipiente denominado cuscusera.
Al mismo tiempo se cocina un estofado de carne de verduras y especias para unirlo a la sémola. Existen múltiples variantes, como la más dulce de Marruecos, con dátiles o uvas pasas, hasta la más picante de Túnez, con harissa.
Falafel
Al igual que el hummus, el falafel es una receta típica del mundo árabe que se ha extendido por todo el mundo. En este caso, el plato es originario de Oriente Medio y consiste en una especie de albóndiga frita elaborada con garbanzos, cebolla y especias. En Egipto, por su parte, existe una variante elaborada con habas.
Maqluba
Este plato de origen palestino se elabora principalmente con arroz. Se suele comer los viernes, día sagrado del islam, y se acompaña con pollo o cordero y verduras. Normalmente se añade una salsa elaborada con yogur.
Idioma
Uno de los factores utilizados para definir qué países están incluidos en el mundo árabe es el idioma.
El árabe es una lengua de raíz semítica, como el hebreo o el arameo. Hoy en día es la quinta lengua en número de hablantes y es oficial en 20 países y cooficial en otros seis.
Como en otros aspectos, el idioma árabe también cuenta con sus diferencias, tanto regionales como de uso. Así, el árabe clásico es la lengua usada en la religión, mientras que el árabe culto (o fusha) es el utilizado hoy en ocasiones formales, en la educación y en la mayoría de los medios de comunicación. En la calle, por su parte, se suelen usar variantes dialectales.
El alfabeto árabe recibe el nombre de alifato y su escritura se realiza de derecha a izquierda. Las vocales llamadas cortas no se suelen escribir, algo que dificulta su aprendizaje.
Dialectos
Las zonas en las que se habla el árabe presentan una peculiaridad lingüística: la disglosia. Esta consiste en que existen dos variantes de la lengua, la culta y la coloquial.
Los grupos dialectales generales, divididos a su vez en otros más pequeños, son el árabe magrebí, el grupo sudanés, el grupo egipcio, el árabe levantino y el árabe peninsular.
Arte
Cuando los árabes de Arabia constituyeron un estado tras convertirse al islam, su arte recogió influencias romanas, griegas y paleocristianas.
Arquitectura
El tipo de edificio más característico del arte árabe es la mezquita, el templo en el que se realizan las ceremonias religiosas. Existen varios estilos de mezquitas, con grandes diferencias entre las del norte de África y las construidas con el estilo otomano, influido por el arte bizantino.
Dentro de la arquitectura civil destacan los palacios y el urbanismo de las ciudades, muy centrado en la necesidad de llevar el agua hasta las casas. La protección ante el calor era otro de los elementos a tener muy en cuenta.
Artes decorativas
Aunque la prohibición de representar figuras no aparece en el Corán, sí forma parte de los hadices, los dichos de Mahoma.
Esta prohibición se siguió en las artes religiosas, pero no en la arquitectura civil. Así, la aparición de representaciones figurativas dependía en gran medida de la ortodoxia religiosa del gobernante de turno.
Esa limitación, por una parte, permitió que se desarrollaran otros tipos de decoraciones, como la epigrafía, los motivos vegetales o los llamados arabescos.
Pintura
Los árabes usaban la técnica del fresco en sus pinturas de la corte, especialmente en los primeros momentos. Entre las obras destacan los murales de la primera época Omeya, son ejemplos muy destacados en Qusayr Amra (donde hay pintura figurativa) o en Al Mafjar.
Además de los frescos encontrados en los palacios, las representaciones más brillantes se encuentran en los libros sagrados, sobre todo en la época de los mogoles indios. El Corán se ilustraba de una manera similar a la medieval en Europa, con escenas llenas de figuras.
Música
El elemento común en la música árabe es el idioma de sus canciones, el árabe. Bajo este concepto aparecen géneros como la música, religiosa, la profana o la clásica.
Al igual que en el arte, la música árabe se vio enriquecida por la influencia de otras músicas como la persa, la india, la turca o la andalusí. Los árabes tradujeron del griego varios tratados sobre este tipo de arte y empezaron a usar los principios de los sistemas que aparecían.
Características
Según los expertos, la melodía de la música árabe, basada en la octava dividida en 24 cuartos de tono, es complicada de seguir para los occidentales. La propia representación escrita presenta bastantes diferencias.
El sistema de modos melódicos usado en la música árabe recibe el nombre de maqam (estación). Cada uno de ellos está conformado en una escala concreta y por varias notas importantes.
Los maqam, que incluyen tanto las composiciones como las improvisaciones, se interpretan con instrumento o con vez y no incorporan el ritmo.
Referencias
- U.S. Institute of Languages. Arabic Culture. Obtenido de learnalanguage.com
- British Council. Arabic Language and arab culture. Recuperado de britishcouncil.org
- Arab America. Story of Arab Food. Obtenido de arabamerica.com