Valles de Colombia: características y principales valles
Los valles de Colombia son zonas de la geografía del país que forman cuencas entre cordilleras. Ocupan grandes extensiones del territorio de la nación latinoamericana, siendo el valle más extenso el del río Magdalena. Los cursos de agua asociados a ellos tienen gran importancia en estas formaciones, ya que las atraviesan y casi siempre llevan el mismo nombre que los valles.
Su formación no tiene por qué deberse exclusivamente a la erosión producida por los ríos, aunque este es el principal motivo de su aparición. A lo largo de los años las cuencas que se fueron formando en el territorio del país fueron rellenadas por capas de cenizas y polvo y esto favoreció la productividad de los suelos.
Gracias a las características presentes, sus tierras son consideradas como algunas de las zonas más fértiles en el mundo. Además, los valles colombianos se ubican a una gran altura sobre el nivel del mar, lo que ha beneficiado la presencia de un buen clima.
En la geografía de Colombia los valles son solo uno de los relieves que se pueden encontrar. También hay sistemas montañosos y llanuras, entre otros elementos.
La palabra valle tiene su origen en la palabra en latín vallis. Esta significa “cuenca que se encuentra entre las montañas” o “sitio donde la extensión terrestre se arquea”. Los valles se conforman por una vertiente y una zona de planicie.
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Los valles del territorio colombiano han algunos sido de los ecosistemas más vulnerados por los excesos cometidos por los seres humanos. El desarrollo continuo de actividades como la agricultura, la ganadería y el establecimiento de distintas comunidades en ellos han tenido efectos negativos en este relieve.
Incluso gran parte de los valles colombianos, en especial en las zonas más llanas, ya no cuentan con una flora que sea natural de su región, ya que esta ha sido devastada para dar paso a cultivos específicos o a actividades ganaderas.
Más del 60% del territorio colombiano tiene un relieve plano, pero la gran mayoría de la población, cerca del 70%, está ubicada en las zonas más altas. Es ahí donde se pueden encontrar las mejores condiciones de vida y las ciudades más desarrolladas.
Los suelos en los valles dependen en gran medida del tipo de clima y de los materiales con los que se ha formado el suelo. En líneas generales, los valles colombianos cuentan con terrenos que poseen una gran cantidad de nutrientes, unos altos niveles de fertilidad y poca presencia de aluminio, que puede ser dañino para la vegetación.
Las alturas de los valles colombianos varían entre los 200 metros hasta los 1500 metros, aunque en algunos casos esta cifra puede ser mayor.
Hay varios ecosistemas presentes en los valles interandinos del país, que están conformados por bosques y una flora propia de la sabana. Esta vegetación tiene la capacidad de aguantar largos períodos sin lluvias, que son relativamente frecuentes en el territorio.
Si se compara a Colombia con otras naciones, se puede observar que la fauna presente en sus valles interandinos es muy rica en cuanto a variedad.
En los valles colombianos hay especies que reciben especial atención para poder garantizar su continuidad en el tiempo. Existen varios grupos de animales y plantas que solo se pueden hallar en estos territorios, y por eso es vital su preservación.
El ave carpinterito punteado, el atrapamoscas apical y la eufonia frentinegra son aves únicas de esta zona; así como la serpiente coral o plantas como la orquídea flor de mayo o la zamia.
Actualmente hay más de 20 especies endémicas de estas zonas que corren el riesgo de desaparecer. Incluso, antes se podían encontrar en los valles interandinos animales como el jaguar o la danta. El venado de cola blanca, por ejemplo, está catalogado como uno de los animales en vías de extinción en el área de Colombia.
En Colombia hay una gran variedad de valles a lo largo de su territorio, pero se considera a dos de ellos como los más importantes: el valle del río de Cauca y el del río de Magdalena. Adquieren gran relevancia por la importancia de los cursos de agua que surcan estas zonas.
Además de estos, algunos valles menos importantes son conocidos como menores. A continuación veremos algunos de los más relevantes.
Este valle se ubica en la zona de Antioquía, justo en la parte central de la cordillera de los Andes. El río Medellín surca este valle de un extremo al otro. Se encuentra a una altura que varía entre los 1300 y los 2800 metros por encima del nivel de mar y cuenta con un relieve bastante irregular.
Se encuentra en la parte norte de Santander, en la zona limítrofe entre el territorio colombiano y el venezolano. El río Catatumbo está presente en este valle y Cúcuta es la principal población urbana que se encuentra en esta región.
Su cuenca tiene una superficie de 24 mil kilómetros cuadrados, de los cuales casi el 70% se encuentra en suelo colombiano. La otra parte está en Venezuela. Es una región que cuenta con miles de especies de animales en esta región del país.
Este valle está ubicado entre la cordillera de los Andes y la oriental, con la presencia del río César dándole su nombre al valle. Posee un clima tropical seco, lo que quiere decir que la época de lluvias dura muy poco tiempo aunque suele manifestarse de manera abundante.
Este valle tiene una superficie de 4400 kilómetros cuadrados, con un relieve llano con una leve pendiente. Su altitud varía entre los 250 y los 150 metros.
Dos son los ríos que cruzan este valle, el Guarapas y el Guachicos. Ambos ríos tiene una corriente que va del sur al norte hasta llegar al río Magdalena a 1200 metros sobre el nivel del mar.
Se encuentra en la zona de Huila. La cuenca está rellenada con sedimentos de la edad cenozoica (denominada también como la era terciaria). Este valle se ubica a unos 1300 metros sobre el nivel del mar y las montañas que lo rodean no sobrepasan los 2000 metros.
Las montañas alrededor del valle de Laboyos están conformadas por rocas volcánicas. Mientras que la estructura del valle depende de la zona: la parte oeste tiene pequeñas colinas y la oriental es más plana.
Es considerado como uno de los valles más importantes de Colombia. Basta con saber su extensión que alcanza los 200 mil kilómetros cuadrados para entender su importancia, ya que es el más extenso del país. Se encuentra entre la cordillera central y la oriental.
Debido a su gran extensión los climas presentes en este valle son muy variados, al igual que la flora. Lo dividen en valle del alto Magdalena, del Magdalena medio y el bajo.
Separa a la cordillera central de la cordillera occidental. Se encuentra en las zonas de Cauca y Nariño. Es un valle donde no abundan las precipitaciones, por lo que su clima y su vegetación se caracterizan por ser semiáridos.
Se ubica a mil metros sobre el nivel del mar. Es el valle que divide a la cordillera occidental y la central. Está catalogada como una de las áreas con mayor fertilidad en Colombia, aunque debido a su gran extensión también posee áreas pantanosas que no son buenas para el cultivo o la práctica de la agricultura.
Ocupa unos 85 mil kilómetros cuadrados del territorio colombiano. Las iniciativas azucareras y la práctica de la ganadería están muy presentes en este valle.
También se le conoce con el nombre de valle de Pubenza. Divide a la cordillera central y occidental en los Andes de Colombia en la zona del Cauca. Su extensión es de más de 240 kilómetros a lo largo y depende de la zona su ancho puede llegar a ser de hasta 32 kilómetros.
Ocupa la parte sur occidental del territorio colombiano. Tiene gran importancia a nivel cultura por la presencia de dos tribus indígenas en la zona, los Kamentsá y los Kamsá. Se ubica a más de 2500 metros de altura sobre el nivel del mar, y tiene una superficie de 93 kilómetros cuadrados.
Este valle forma parte de la región del alto Putumayo. Su clima cuenta con temperaturas que varían entre los 16 y los 27 grados centígrados.
Entre Cundinamarca y Boyacá se puede encontrar el valle de Tenza, cuyo nombre significa “rey de los vientos”. Promedia unos 20 grados centígrados de temperatura. Sus noches suelen ser más frías y sus inviernos son de abundantes precipitaciones.
Tiene las características propias de un bosque tropical húmedo. Su población apenas supera los 60 mil habitantes.
Cuenta con unas condiciones climáticas que hacen que el valle sea un lugar cálido y húmedo. Lo atraviesa un río con su mismo nombre.
Además de estos, en Colombia también existen unos valles que son considerados como menores o más pequeños. Estos valles son los de Aburrá, Lebrija, Sinú o Zulia. Algunos incluso se consideran como falsos valles porque su topología no presenta todos los elementos característicos que deberían aparecer en uno de estos territorios.
También hay otros valles en Colombia, como el de San Juan, que tienen gran relevancia por la posibilidad de desarrollar actividades mineras o forestales en ellos.
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