Andosol: características, desarrollo y tipos
Un andosol es un suelo que se forma sobre cenizas, rocas, vidrios y otros materiales de origen volcánico. También se denomina suelo de cenizas volcánicas y es de color negro. Posee un alto contenido de materia orgánica y tiene una alta capacidad de retención de agua, así como de intercambio catiónico.
Muy raras veces estos suelos pueden formarse sobre materiales no volcánicos, tales como argilitas y loes, entre otros. En el ámbito mundial cubren una superficie aproximada de 100 millones de hectáreas: están principalmente en zonas volcánicas de climas húmedo y perhúmedo.
Pueden encontrarse desde el Ártico hasta los trópicos. No se hallan en zonas con estaciones de sequía largas y son poco frecuentes en zonas áridas. Por su alto contenido de materia orgánica, son muy usados para la agricultura; en este caso, sus principales limitantes son su elevada capacidad de fijación de fosfatos y que suelen estar en elevadas pendientes.
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Características
– Tiene un perfil de horizontes AC o ABC; el primero de estos generalmente es el más oscuro.
– Posee una alta productividad natural: el contenido de materia orgánica está en el intervalo de 8 a 30 % en el horizonte superficial.
– Su textura es franco arenosa, muy porosa, por lo que presenta buen drenaje.
– Algunas veces presenta alta saturación de agua y es bastante resistente a la erosión causada por el esta.
– Presenta minerales como alofano, imogolita, ferrihidrita y complejos formados por material orgánico y aluminio o hierro.
– Meteoriza con facilidad, originando mezclas amorfas de silicato y aluminio.
– Su densidad aparente es baja.
– Por lo general presenta bajos valores de saturación de bases.
Desarrollo
La formación del andosol está relacionada con una rápida transformación química de las rocas volcánicas en suelo. Así mismo, también depende de la porosidad y permeabilidad del suelo, y de la presencia de materia orgánica.
El humus está algo protegido de su alteración por agentes biológicos gracias a la formación de complejos con el aluminio; esto permite la concentración de materia orgánica en la superficie del suelo.
Parte del aluminio presente en el suelo —que no forma complejos con la materia orgánica— puede precipitar en conjunto con el sílice dando origen a alofanos e imogolita.
La porosidad del suelo va a aumentar con el tiempo debido a la pérdida de percolación y a la estabilización del material del suelo por parte de la materia orgánica, el alofano, la imogolita y la ferrihidrita. La cantidad y disposición de las arcillas en este tipo de suelos también va a modificarse a medida que este envejece.
Tipos
Existen numerosas clasificaciones de suelos, entre las que se incluye a los andosoles. La siguiente clasificación se basa en lo establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO):
Vítrico
Se caracteriza por tener en su primer metro un horizonte en el que predominan vidrios y otros minerales de origen volcánico.
Adicionalmente, no debe tener por encima un horizonte proveniente de la descomposición moderada de rocas de origen volcánico (horizonte ándico).
Eutrisílico
Tiene un horizonte con un contenido de sílice de 0,6 % y un contenido de Ca+Mg+K+Na (suma de bases) no menor de 25 cmolc/kg en los primeros 0,3 m del suelo.
Sílico
Posee un horizonte con un contenido de sílice de 0,6 %, o con una relación menor a 0,5 de aluminio extraído con pirofosfato con respecto al extraído empleando oxalato.
Gleico
Presenta coloraciones grises, verdes, azules y están saturados en agua durante la mayor parte del año. Si estas características se presentan en los primeros 0,5 m del suelo, se denomina epigleico; si aparecen entre 0,5 o 1 m, se denomina endogleico.
Melánico
Tiene un horizonte oscuro de gran espesor. Su contenido de materia orgánica es elevado, principalmente por la descomposición de raíces de gramíneas. Presenta abundante alofano y complejos formados por aluminio y compuestos orgánicos.
Fúlvico
Tiene un horizonte semejante al melánico, pero la materia orgánica no proviene de la descomposición de las raíces de gramíneas.
Hídrico
De los primeros 100 cm, al menos 35 cm presentan una saturación de agua del 100 % a una presión de 1500 kPa en muestras de sedimento que no han sido sometidas a secado.
Páchico
Tiene un horizonte bien estructurado y oscuro. Su contenido de materia orgánica es de medio a alto, saturado (mólico) o no saturado de bases (úmbrico). Tiene un espesor superior a 0,50 m.
Hístico
Tiene un horizonte de materia orgánica abundante y mal oxigenado. De acuerdo con la profundidad de este horizonte y su composición, se establecen tres modalidades:
Fibrihístico
Se ubica en los primeros 0,40 m de suelo y presenta más del 66 % del material orgánico constituido por restos vegetales que pueden ser identificados.
Saprihístico
Se diferencia del anterior porque menos del 17 % del material orgánico proviene de restos vegetales aún reconocibles.
Taptohístico
Se ubica entre 0,40 y 1 m de profundidad.
Mólico
Tiene un horizonte bien definido, oscuro y básico, con un contenido medio o elevado de materia orgánica.
Dúrico
Los primeros 100 cm de suelo presenta nódulos compactados con sílice y formas microcristalinas de este mismo material.
Úmbrico
Es semejante al mólico, pero no está saturado de bases.
Lúvico
El suelo presenta un horizonte superficial o subsuperficial más rico en arcilla que el siguiente horizonte. Adicionalmente, su saturación de bases es mayor al 50 % hasta el primer metro de profundidad.
Pláquico
Presenta un horizonte con gran cantidad de óxidos de hierro y materia orgánica a una profundidad superior a 0,50 m de profundidad, seguido por un subhorizonte muy delgado unido por un complejo de materia orgánica y aluminio. El hierro puede estar presente o ausente.
Léptico
Se caracteriza por presentar una capa de roca continua y dura a una profundidad que va de 0,25 a 0,5 m (epiléptico) o de 0,5 a 1,0 m (endoléptico).
Acróxico
En estos suelos la concentración de bases intercambiables y aluminio extraídos con cloruro de potasio 1M es menor que 2 cmol(c)/kg, en uno o más subhorizontes en el primer metro de profundidad.
Vético
Un suelo es vético si la suma de las bases e hidrógeno intercambiables es menor que 6 cmol(c)/kg de arcilla en algún subhorizonte que esté situado a menos de 100 cm de profundidad.
Cálcico
En estos casos el carbonato de calcio es abundante, pudiendo estar concentrado o difuso entre 0,20 y 0,50 m de profundidad.
Arénico
Su textura es franco-arenosa en el primer medio metro de profundidad.
Otros tipos
Sódico, con una saturación de sodio generalmente superior al 6%. Dependiendo del porcentaje de saturación de sodio o de la suma de sodio más magnesio, pueden distinguirse entre endosódico e hiposódico.
Esquelético (endoesquelético y epiesquelético), con alto contenido de gravas u otros fragmentos gruesos.
Dístrico (epidrístico, hiperdrístico u ortidrístico) y éutrico (endoéutrico, hiperéutrico u ortiéutrico), según la saturación de bases y la profundidad a la que se encuentra.
Referencias
- Andosol. En Wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org
- FAO (1999). Base referencial mundial del recurso suelo. Informes Sobre Recursos Mundiales de Suelos. Roma
- J.J. Ibáñez, F.J. Manríquez (2011). Los andosoles (WRB 1998): suelos volcánicos. Recuperado de madrimasd.org
- P.V. Krasilʹnikov (2009). A handbook of soil terminology, correlation and classification. Earthscan.
- T. Takahashi, S. Shoji (2002). Distribution and classification of volcanic ash soils. Global Environmental Research
- B. Prado, C. Duwig, C. Hidalgo, D. Gómez, H.Yee, C. Prat, M. Esteves, J.D. Etchevers (2007). Characterization, functioning and classification of two volcanic soil profiles under different land uses in Central Mexico. Geoderma