Vasoconstricción: concepto, periférica, cutánea
¿Qué es la vasoconstricción?
La vasoconstricción es la reducción del calibre de un vaso sanguíneo debido a la contracción de la musculatura vascular que conforma las paredes de las arterias, arteriolas y venas. Los capilares —vasos sanguíneos muy pequeños— no poseen musculatura en sus paredes, por lo que no entran en el concepto de vasoconstricción.
Esta reducción del calibre vascular ocurre por muchas causas y también tiene múltiples propósitos. El control de la contracción y la relajación de la musculatura vascular depende de muchos fenómenos intra y extracelulares, y cualquier alteración de los mismos puede ocasionar eventos patológicos como hipertensión arterial, isquemia e infartos.
Vasoconstricción periférica
La vasoconstricción periférica es una respuesta autonómica importante del cuerpo ante estímulos específicos.
Este fenómeno ocurre básicamente en la presencia de hipotermia y de sangrado severo; en el primer caso, para intentar conservar la adecuada temperatura corporal; y en el segundo caso, para conservar la irrigación sanguínea para órganos claves.
Hipotermia
Cuando existe un cuadro de hipotermia, ya sea por contacto con agua muy fría o exposición a climas con temperaturas bajo cero, el sistema nervioso simpático se activa y le ordena a las glándulas suprarrenales que liberen ciertas sustancias, como la adrenalina y la noradrenalina, que tienen un poderoso efecto vasoconstrictor a nivel periférico.
Estas sustancias actúan a nivel de ciertos receptores que se encuentran en las paredes de los vasos sanguíneos.
Una vez activados estos receptores, las células musculares de las arterias y arteriolas se contraen, reduciendo la luz o calibre de las mismas, disminuyendo a la vez el flujo de sangre a través de estas y desviándolo hacia los órganos vitales.
Este mecanismo se activa cuando disminuye la temperatura corporal central, no la temperatura de la piel. Es por ello que son necesarias exposiciones prolongadas al frío o que las mismas sean a temperaturas extremadamente bajas para que se produzca la vasoconstricción periférica como tal, con la consecuente redistribución del flujo sanguíneo.
Sangrado
Cuando se producen hemorragias importantes, ya sean sangrados simples o mediados por lesiones, también ocurre vasoconstricción.
Por sangrado simple se entiende aquel que no es consecuencia de destrucción tisular, como hemorragias digestivas o sangrado uterino disfuncional. La hemorragia por lesiones musculoesqueléticas suele ser más severa.
El sistema nervioso simpático se activa al percibir la pérdida de sangre y la disminución de la presión arterial. Se liberan sustancias vasoconstrictoras, que ejercen sus funciones aumentando la resistencia vascular periférica, la presión arterial y asegurando el flujo de sangre hacia el corazón, cerebro y pulmones, comprometiendo los riñones e intestinos.
Este efecto vasoconstrictor tiene una acción limitada, tanto en tiempo como en intensidad, tanto por el consumo de las sustancias que lo generan como por sus consecuencias definitivas, ya que el compromiso del flujo sanguíneo prolongado puede ocasionar necrosis renal e infartos mesentéricos, deteriorando la condición clínica del paciente.
Vasoconstricción cutánea
La vasoconstricción cutánea no es un fenómeno aparte de la periférica, pero tiene rasgos propios. La principal característica de la vasoconstricción cutánea es la palidez.
Al disminuir el calibre de las arteriolas y pequeños vasos de la dermis, con la inmediata reducción del flujo sanguíneo, se produce la pérdida anormal del color de la piel e hipotermia al tacto.
La palidez, considerada un signo clínico por los médicos en general, suele ser una de las primeras consecuencias evidentes de los pacientes con sangrados activos o con cuadros de hipotermia.
De hecho, su aparición es muy precoz y le permite a los profesionales de la salud actuar antes de que se presenten mayores complicaciones.
Algunas situaciones particulares distintas al frío o al sangrado pueden desencadenar vasoconstricción cutánea. El estrés, el uso de ciertos medicamentos o drogas, la actividad deportiva y varias enfermedades pueden causar palidez por mecanismos diferentes, siendo el único denominador común la entrada de calcio a las células musculares vasculares.
Sustancias y medicamentos vasoconstrictores
Los factores que desencadenan la vasoconstricción pueden ser endógenos o exógenos. Cualquiera que sea su origen, van a mediar múltiples elementos internos para que la consecuencia final sea la reducción del calibre vascular.
Epinefrina
También conocida como adrenalina (quizás su nombre más popular), es una sustancia natural permanentemente presente en la sangre y que produce un efecto vasoconstrictor cuando se incrementan sus niveles séricos.
Norepinefrina
Químicamente muy similar a la epinefrina, pero con un efecto vasoconstrictor más potente. Solo se libera desde las glándulas suprarrenales ante situaciones muy precisas.
También se le conoce como noradrenalina. Algunos autores se refieren a la noradrenalina cuando se habla de la producida en forma natural y de norepinefrina cuando hablan de la sintética.
Vasopresina
Forma sintética de la hormona antidiurética producida en la hipófisis. Además de concentrar la orina al favorecer la reabsorción renal de agua, tiene un efecto vasoconstrictor importante.
Dopamina
La dopamina es una catecolamina orgánica producida en el cerebro y en los riñones que cumple múltiples funciones en el cuerpo humano, incluyendo tareas de vasoconstricción.
Estas cuatro primeras sustancias son producidas naturalmente por el organismo, pero también pueden ser sintetizadas en laboratorios farmacológicos.
Todas tienen uso clínico y son utilizadas con frecuencia en las unidades de terapia intensiva, traumashock y quirófanos.
Angiotensina II
Vasoconstrictor endógeno potente, cuya activación es inhibida a través de la administración habitual de medicamentos conocidos como IECA (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina), los cuales son unos de los antihipertensivos más usados en el mundo actualmente.
Tromboxanos y endotelinas
Sustancias endógenas que actúan en el ámbito de la musculatura vascular, favoreciendo la entrada del calcio al interior de las células musculares y generando vasoconstricción.
Algunas sustancias químicas producidas en laboratorios, clandetinos o no, que son utilizadas con fines recreativos, tienen efecto vasoconstrictor predominantemente periférico y pueden ser administrados por distintas vías. Entre dichas sustancias tenemos:
- Cocaína.
- Anfetaminas.
- Alfa-metiltriptalina (Indopan).
- 25I o “N-Bomb”.
- LSD.
- Mefedrona (meow meow, comida para cáctus, CatMef).
Varios medicamentos tienen algún efecto vasoconstrictor, no necesariamente como su función principal, pero que repercuten en los valores de la presión arterial. Los más reconocidos son:
- Efedrina.
- Pseudoefedrina.
- Fenilefrina.
- Oximetazolina.
- Antihistamínicos.
La cafeína y las xantinas, presentes en el café y diversos tipos de té, pueden ocasionar vasoconstricción asintomática en el ser humano.