Jobo: características, taxonomía, hábitat, distribución, usos
El jobo (Spondias mombin) es una especie de árbol perteneciente a la familia Anacardiaceae. Se conoce comúnmente como ciruela amarilla, hobo, ciruelo mango, chupandilla, ciruela de monte, ciruela loca, y en Brasil como cajá o taperebá.
Es un árbol caducifolio que alcanza los 8 m de altura, con un diámetro del tallo de unos 80 cm. La copa es extendida e irregular y su corteza presenta fisuras y protuberancias pequeñas y grandes.
Las hojas son alternas, pinnadas, de color verdoso-amarillento y miden 20 cm de largo. Están formadas por folíolos con forma elíptica cuyo margen es ondulado y miden hasta 4 cm. Las flores son pequeñas, rosadas o rojas.
El fruto es la parte más usada de esta especie, pues se trata de una fruta tropical normalmente de color amarillo o anaranjado. Es una drupa de forma ovoide, la pulpa es muy jugosa y tiene un sabor agridulce.
La composición química de las hojas del jobo les confiere propiedades como antiinflamatorio, antibacterianas, anticancerígenas, antioxidativas. Además, se utilizan para inducir la producción de leche en el ganado.
El fruto se usa para preparar helados, mermeladas y bebidas como el vino. La madera se usa para elaborar herramientas, fósforos, carbón, así como también para sustituir el corcho.
Esta especie también se puede usar para programas de conservación ya que permite controlar la erosión del suelo, como especie ornamental y también puede usarse como cortina rompe vientos.
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Se trata de un árbol o arbusto grande caducifolio que mide entre 3 y 8 m, aunque se han encontrado ejemplares de hasta 15 m. El diámetro del tallo puede ser de unos 80 cm. La copa del árbol es bastante extendida.
El tronco se ramifica a partir de 1 m de alto, y desarrolla ramas gruesas, torcidas y algo frágiles. La corteza es rugosa de color gris a marrón verdoso y con un aspecto variable con fisuras irregulares y algunas protuberancias pequeñas y grandes, las cuales se pueden confundir con espinas.
Las hojas del jobo son alternas, pinnadas y muestran un color verde-amarillento. Miden entre 10 y 20 cm de largo, poseen de 9 a 25 folíolos con forma elíptica, borde un poco ondulado y cuya longitud es de 1,9 a 4 cm.
Las flores del jobo son pequeñas, rojas o rosadas, y su tamaño es de 0,63 cm de diámetro. El cáliz es muy pequeño y está formado por 5 lóbulos y 5 pétalos. La floración ocurre en los meses de febrero, marzo, abril y mayo.
El fruto es una drupa de color amarillo predominantemente, pero también se consiguen frutos de color rojo o rosado. Su forma es ovoide, mide unos 3 cm de largo y 1,5 cm de ancho.
La pulpa del fruto es amarilla, muy jugosa y con un sabor agridulce. Puede contener hasta 5 semillas aplanadas de 12 mm de largo. La fructificación se da durante mayo, junio y julio.
La composición fitoquímica de las hojas del jobo son alcaloides, taninos, saponinas, y compuestos fenólicos. Las estimaciones cuantitativas de estos compuestos son: taninos 3,82%, saponinas 7,60%, alcaloides 6%, fenoles 1% y 3% de flavonoides.
En cuanto a su composición mineral contiene 2,55% de potasio, 0,10% de sodio, 0,304% de magnesio, 1,31% de calcio y 0,20% de fósforo. Su composición vitamínica (mg/100 g) es ácido ascórbico 19,35, riboflavina 0,25, tiamina 0,05, y niacina 3,75.
La función biológica de los flavonoides es la de proteger contra las alergias, la inflamación, agregación plaquetaria, antibacteriana, úlceras y prevención del cáncer gracias a su efecto antioxidativo en las células.
Como los flavonoides tienen efecto antiinflamatorio, el jobo es muy recomendado dentro de las hierbas utilizadas en la medicina tradicional.
Por su parte, las saponinas poseen propiedades hemolíticas. El alto contenido de estos compuestos en el jobo indican que esta especie posee efectos citotóxicos como la permeabilización del intestino. Asimismo, le proporcionan un sabor amargo a la planta.
Las saponinas tienen relación con hormonas como la oxitocina, la cual está involucrada en el trabajo de parto de las mujeres, y la posterior liberación de leche.
En otro caso, el ácido ascórbico es indicado para la buena articulación y el mejoramiento en la calcificación del esqueleto.
Igualmente, la pulpa de la fruta contiene proteínas, carbohidratos, fibra, ácido cítrico y sólidos solubles.
Además la pulpa contiene sodio, magnesio, fósforo, potasio, calcio, manganeso, hierro, cobre, aluminio y bario.
La fruta puede ser considerada como de mediana acidez (1,46%), parecida a la acidez encontrada en las cerezas, las fresas y las naranjas.
-Reino: Plantae
-Filo: Tracheophyta
-Clase: Magnoliopsida
-Orden: Magnoliopsida
-Orden: Sapindales
-Familia: Anacardiaceae
-Género: Spondias
-Especie: Spondias mombin
El jobo tiene algunas sinonimias como Mauria juglandifolia, Spondias aurantiaca, Spondias brasilensis, Spondias cytherea, Spondias dubia, Spondias glabra, Spondias, lucida, Spondias lutea, Spondias lutea var. glabra, Spondias lutea var. maxima, Spondias maxima, Spondias myrobalanus, Spondias pseudomyrobalanus.
Es una especie nativa de México, especialmente de sus zonas cálidas y húmedas. Se puede conseguir en Cuba, Jamaica, Puerto Rico, Antigua, Barbados, Granada, Martinica, Trinidad y Tobago, Aruba, Bonaire, Curazao, Isla de Margarita, Belice, Brasil, Costa Rica, Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Panamá, Filipinas, Tailandia, Vietnam, entre otros.
Crece en bosques tropicales perennifolios, selvas altas, medianas perennifolias y semicaducifolias.
Este árbol puede establecerse en sitios llanos o con pendiente, también en sitios perturbados que han sido intervenidos para alguna actividad agrícola y que luego han sido abandonados. Es una especie intolerante a la sombra, y bajo incidencia del sol puede crecer rápidamente. Asimismo el jobo es una especie resistente al fuego.
Crece desde los 0 m hasta los 1200 msnm. Prosperan en suelos con una profundidad menor a 50 cm, textura arcillosa, arenosa o franca. A diferencia de otras especies, Spondias mombin puede estar en suelos estacionalmente inundados y en los que tienen buen drenaje.
Tolera un pH entre ácido y neutro. La temperatura ideal está entre 25 °C, con una mínima de 16 °C y una máxima de 34 °C. La precipitación media anual en los lugares donde crece está alrededor de los 2700 mm, con un máximo de 3000 mm.
El jobo es conocido por sus propiedades medicinales y alimenticias. Los estudios realizados sobre esta especie les atribuyen características antifúngicas y antibacterianas.
La composición química de este vegetal permite incluso recomendar su consumo para mujeres embarazadas luego del quinto mes. Al parecer, el jobo produce efectos citotóxicos que podrían generar beneficios en la protección del feto ante patógenos extraños.
A su vez, estos niveles de citotoxicidad son un buen indicador que esta planta pueda usarse como analgésica. Asimismo, el follaje del jobo es proporcionado a los rumiantes luego de haber liberado la placenta para inducir la producción de leche.
En el Amazonas, el jobo se usa para preparar un vino. En Guatemala, esta fruta se transforma en sidra y se crea una bebida. Además, sus hojas jóvenes se cocinan y se consumen como verduras, aunque su consumo en exceso puede causar disentería.
Su fruto es comestible y con el jugo se preparan helados, bebidas y mermeladas. La pulpa congelada del fruto es muy comercializada en Brasil.
La madera sirve para el cepillado, lijado y hendimiento de tornillos en carpintería, pero no es buena para el formado, el tornado, agujerado ni enmuescado.
También se ha utilizado su madera para fabricar herramientas, chapas, cajas de embalaje, papel, fósforos, carbón, e incluso para sustituir el corcho.
Se debe tener en cuenta que no funciona para dar sombra a otros cultivos, ya que gran parte del año lo pasa sin follaje. En terrenos aptos para el pastoreo, el fruto de estas plantas también puede ser consumido por el ganado.
Desde el punto de vista ecológico, el jobo es útil para controlar la erosión, conservar los suelos, funciona como cortina rompe vientos y como especie ornamental.
Otro uso importante es que la resina de este árbol sirve para elaborar pegamentos o gomas.
El jobo se puede multiplicar de forma sexual y asexual. Si es a través de semillas, estas se deben escoger a partir de individuos libres de enfermedades y plagas y que tenga una buena producción de frutos.
Las semillas deben recolectarse y conservarse en recipientes secos a 4 °C para poder mantener la viabilidad incluso por años. Se recomienda rociar las semillas con un fungicida (2 g/kg de semilla) para protegerlas durante su almacenamiento.
La germinación de las semillas comienza a partir de los 20 días luego de la siembra, y no requiere de tratamiento pregerminativo.
De forma asexual, el jobo puede propagarse a través de acodos, estacas y esquejes. Estas estructuras se pueden obtener de estacas no leñosas y cortas, ramas jóvenes y yemas. La propagación por esta vía se puede realizar durante la primavera.
El jobo es atacado por Xyleborus ferrigineus y también sirve como hospedador de la mosca Ceratis spp. En la India, las Antillas Menores y en Trinidad y Tobago, esta especie hospeda a las moscas de la fruta Anastrepha momin-praeoptans.
En Costa Rica, la planta es atacada por un coleóptero de la familia Bruchidae (Amblycerus spondiae), el cual destruye las semillas.
Por otro lado, los hongos atacan la madera y le producen un cambio de coloración a gris-azul. Asimismo, las termitas también atacan su madera.
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- Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). 2019 Jobo (Español), k’an-abal, zabac-abal, k’ank’an-abal, xkinin-hobo (Maya). Tomado de: conafor.gob.mx