Inanna (Diosa): etimología, origen, atributos
Inanna fue una de las principales diosas de la mitología del pueblo sumerio. Tuvo una gran relevancia debido a que estaba asociada con la fertilidad, la procreación, el amor sexual y la guerra.
Sobre su origen existieron diversas hipótesis, las cuales afirmaban que era hija del dios de la luna, Nanna, mientras que otros aseveraban que su padre era Enki. Otras creencias señalaban que la deidad era la hermana gemela de Shamash, hija del dios del cielo, Anu, y por consiguiente, hermana de la reina del inframundo, Ereshkigal.
La dama del cielo, como también era llamada, se caracterizaba por poseer una personalidad bastante compleja, lo cual se expone a través de los diversos relatos de la época.
Índice del artículo
- 1 ¿Cómo se representa a Inanna?
- 2 Etimología
- 3 Origen de la diosa
- 4 Atributos
- 5 Inanna en distintas culturas/civilizaciones
- 6 Referencias
¿Cómo se representa a Inanna?
Por un lado se le presenta como una deidad celestial de carácter apacible, lo cual se describe a través de la mitología denominada el descenso de Inanna al inframundo. Mientras otros mitos de la época, como el relacionado con la destrucción del monte Ebih, hacen referencia a una divinidad de carácter fuerte que se reveló incluso ante los deseos de su padre Anu.
En lo que respecta a sus atributos, en sus representaciones se mostró una dualidad, Por un lado como una deidad caracterizada por su gran femineidad y en otras iconografías es mostrada con ropa masculina y barba.
Su gran relevancia se manifestó a través de la extensión de su culto a distintas civilizaciones, como la fenicia y la griega, en las que a pesar de que adquirió otro nombre, mantenía idénticas responsabilidades y similares características.
Inanna fue asociada también con la naturaleza, específicamente con elementos como la lana, los granos y la carne. De igual forma se mantenía la creencia de que guardaba una estrecha relación con las tormentas. En este sentido se afirmaba que los truenos eran el rugido del león que le acompañaba.
Etimología
La procedencia del término que dio su nombre a la diosa de la fertilidad es del sumerio Nin-an-ak, cuyo significado alude a la dama del cielo.
La divinidad fue conocida con otros nombres, como Ninsiana, en cuanto era considerada en estrecha relación con el astro sideral, Venus.
También se empleó la frase “reina del cielo” para referirse a la diosa por parte de los sumerios, lo cual incidía en una transformación a su nombre de origen, Ninnanna.
Origen de la diosa
Sobre su origen no existió un acuerdo, de hecho, diversas teorías surgieron en varios pueblos de Mesopotamia con la finalidad de explicar su procedencia.
La diosa del amor sexual de los sumerios, según algunas creencias, era hija del dios del cielo, Anu, y a la vez hermana melliza del conocido dios del sol, Shamash o Utu.
Al ser la hija del dios del cielo, era la hermana menor de la autoridad suprema del inframundo o tierra de los muertos, la diosa más temida del panteón de Mesopotamia, Ereshkigal.
En este caso, Inanna era reconocida como la heredera de los cielos y otros afirmaban que la divinidad era hija del dios de la magia y la sabiduría, Enki.
En el mito que narra el descenso de la divinidad de la fertilidad, el amor y la guerra al inframundo, quien intercede por ella para que recobre la vida y pueda abandonar el inframundo es su padre, el dios Enki.
Otros criterios sugerían que la llamada reina del cielo era la hija del dios de la luna, llamado Nanna en sumerio y Sin en acadio, con el cual en compañía de Shamash constituía una triada cósmica.
Atributos
Inanna apareció en distintas representaciones iconográficas como una mujer desnuda, que en muchas ocasiones tenía como compañía a un león en el que se mostraba encima de la espalda del felino o con una pierna sobre él.
El animal que se asocia como parte de sus atributos es el león, cuyo significado es la valentía y el valor. Como a la deidad en una de sus facetas se le relacionaba con las tormentas, los truenos, que son parte de este fenómeno natural se asemejaban con el rugido de este animal.
Como digna representante de la guerra fue simbolizada con armaduras o trajes de batalla, con armas y, en ocasiones, se le colocaba barba.
En su rol de divinidad de la fertilidad era mostrada como una joven y bella mujer, desnuda, con cuernos en la cabeza. En la cultura Siria, su desnudez estaba cubierta solo por una túnica abierta.
Otro de sus atributos fue un grupo de juncos en señal de ser la diosa de la vida vegetal. Cabe destacar que la figura de Inanna se consideró afín con el planeta Venus y, en base a esto, uno de los elementos que la describían era la estrella de ocho puntas.
Culto a Inanna
En honor a la diosa se edificaron múltiples templos por toda Mesopotamia con la finalidad de brindarle todo tipo de atenciones, ya que se tenía la creencia de que de esta manera contarían con su protección.
El templo principal se levantó en la ciudad de Uruk y, según las tradiciones, en estas edificaciones eran entregados todo tipos de trofeos provenientes de las guerras. Además se llevaban a cabo rituales sagrados como los matrimonios e intercambios sexuales en honor a Inanna.
Inanna en distintas culturas/civilizaciones
La relevancia de la diosa sumeria conllevó a que su culto se extendiera a diversas civilizaciones en las que fue llamada por diversos nombres pero siempre tenía las mismas responsabilidades.
Inanna, la deidad sumeria de la fertilidad, la procreación, la guerra, el amor sexual y, en sus inicios, la naturaleza o la vida vegetal, para los asirios y los acadios recibía el nombre de Ishtar.
Cabe destacar que aunque Inanna e Ishtar representaban a la misma divinidad, en cada una de las civilizaciones adquiría características distintas.
Como Ishtar se mostraba con rasgos de mujer, más decidida e independiente, mientras que Inanna, en alguno de los relatos, se asocia como una figura rendida, por así decirlo, a las normas patriarcales.
Sin embargo, es una de las deidades más difíciles de descifrar por cuanto tras el análisis de los relatos de la época le eran atribuidas características bastante contradictorias.
Por ejemplo, en el mito referente al descenso de Inanna al inframundo se hace alusión a dos teorías. La primera se refiere a que el motivo que la llevó a trasladarse a la tierra de los muertos fue consolar a Ereshkigal, mientras que por otra parte relacionan la visita con sus deseos de extender su poder.
En la cultura griega
En Grecia, la deidad sumeria adquiere otro nombre y difiere en cuanto a los atributos, sin embargo, conserva las mismas características y son atribuidas responsabilidades semejantes.
Afrodita es la diosa griega que representa al amor, la fertilidad, la lujuria, el sexo y la belleza, conocida por lo hermosa que era, su aspecto jovial, así como su gran sensualidad.
Con respecto a los atributos de la divinidad griega, estos son representados por dos animales; el delfín y la paloma, además de la concha marina y una manzana.
Estos atributos obedecen a una de las teorías más fuertes con respecto al origen de la diosa griega, que describe cómo el dios Urano, en medio de un enfrentamiento con Cronos, perdió sus genitales, los cuales cayeron al mar y de la espuma de su esperma nació Afrodita.
En la cultura fenicia
Entre los semitas, la devoción por la diosa del amor sensual, la fertilidad y la guerra, que en estas tierras recibió el nombre de Astarté, les llevó a construir gran cantidad de templos.
Astarté fue una de las principales deidades y los pobladores concedían gran relevancia a honrarla de manera constante con la finalidad de obtener su protección y de no ser castigados.
El culto a la divinidad incluía diversas actividades como la prostitución sagrada en sus templos, sacrificios de animales y la entrega de los trofeos obtenidos en las batallas.
Los atributos de Astarté se asemejan a los de Inanna en el caso del león, con el que fue representada en distintas iconografías, así como el plasmarla como una mujer desnuda y joven. Sin embargo, se diferencian en el círculo con la estrella como símbolo del planeta Venus, que se asocia con la figura de los fenicios.
Inanna y la destrucción del monte Ebih
Uno de los mitos de Mesopotamia que incluyen a la diosa, está relacionado con el conjunto de acciones que emprendió con tal de destruir la reconocida montaña. En esta historia se puso de manifiesto uno de los rasgos negativos de personalidad que le fueron atribuidos a la deidad, asociados con la soberbia.
De acuerdo al relato, en uno de los viajes de Inanna, esta se topó con el monte Ebih y se sintió ofendida ante tan majestuosa belleza, la cual asoció con una falta de respeto hacia ella.
Tomó la decisión de acabar con la montaña pero se lo comunicó al dios Anu, considerado el creador del monte en cuestión, a lo que él se negó.
Sin embargo, obvió la postura de su padre y se dirigió al monte Ebih, en el que se encargó de ocasionar una masiva destrucción de la majestuosa obra natural.
Referencias
- Ancient Mesopotamian Gods and Godessess. (2.016). Inanna/Ishtar (Goddess). Tomado de uppen.edu
- Ancient Origins en Español. (2.017). Mitología sumeria: el descenso de Inanna al inframundo. Tomado de ancient-origins.es
- Enciclopedia Britannica. Ishtar Mesopotamian Goddess. Tomado de britannica.com
- Inanna. Tomado de fandom.com
- Mark, J, J, (2.010). Inanna. Tomado de ancient.eu
- Vázquez, H, A, M, (2.005). La diosa Inanna. Tomado de uned.es