Recursos prosódicos: qué son y ejemplos
Los recursos prosódicos son herramientas utilizadas en la expresión oral que ayudan a transmitir correctamente el mensaje. Permiten darle a una exposición mayor dinamismo y logran captar la atención del oyente. Se utilizan en la expresión oral libre o en la lectura en voz alta de un documento escrito.
Son varios los recursos prosódicos existentes:
1- La entonación
Es la variación o modulación del tono de la voz, aplicando o restando fuerza en ciertas palabras para acompañar su sentido y dar a la exposición diferentes matices.
Un poema de amor no puede declamarse con la misma entonación con la que se lee un discurso en un mitin político, ya que alguno de los dos será un fracaso estrepitoso.
El volumen de la voz, la intensidad con la que se pronuncien algunas palabras y la suavidad de otras, ayudarán a transmitir la intención exacta del mensaje en cuanto a pensamientos, sentimientos o emociones.
2- La emotividad
Aquí juega un rol muy importante la capacidad histriónica del hablante, en cuando a la emoción que pueda imprimirle a su discurso que, en definitiva, no es otra cosa que una interpretación o actuación.
La emotividad logrará empatía en el público; es decir, hará que el oyente se involucre desde la emoción con el mensaje. Es un recurso altamente efectivo y convincente.
3- El volumen
Algo que parece obvio, pero que muchas veces determina el éxito o el fracaso de una exposición.
El volumen apropiado viene determinado por las características del recinto (tamaño, altura, acústica, ruidos externos), la cantidad de personas y el tipo de mensaje en sí mismo.
4- El ritmo
Aquí entran en juego diversas variables como la fluidez y las pausas. Así como en el baile, en la expresión oral se debe tener un gran dominio de estas dos herramientas para asegurar un discurso exitoso.
Un ritmo constante y monótono aburrirá a la audiencia. Asimismo, es importante que el discurso se note espontáneo y fluido.
Las pausas le agregan dramatismo al mensaje, además de otorgarle al oyente el tiempo necesario para que pueda procesar la información adecuadamente.
Alguien que hable con demasiadas pausas puede aburrir a su interlocutor y hacer que este se distraiga, perdiendo efecto la comunicación.
Por el contrario, alguien que hable demasiado rápido sin las pausas adecuadas, confundirá y agotará al oyente, que consumirá demasiada energía intentando asimilar toda la información. Las pausas son, por lo tanto, indispensables, pero es un arte su buen manejo.
5- La dicción
Tiene que ver con la correcta pronunciación de las palabras y tomarse el tiempo justo para que suenen todas las vocales y consonantes con claridad.
Aquí también es importante cuidar de separar cada palabra de la siguiente, para garantizar la correcta interpretación del mensaje en su totalidad.
Es recomendable que el hablante realice ciertos ejercicios de vocalización previos a su discurso, los cuales le permitirán relajar la lengua y los músculos maxilares y faciales.
Asimismo es necesario una prudente –mas no exagerada- apertura de la boca para que las sílabas tónicas y atónicas puedan pronunciarse correctamente.
Al igual que en el lenguaje escrito, en el lenguaje oral es imprescindible la correcta acentuación de las palabras para transmitir un significado correcto y unívoco.
6- La repetición
Es un recurso muy útil cuando el hablante quiere remarcar una idea y que la misma se fije en el consciente de su audiencia.
También es muy utilizado en momentos en los que hay señales de fatiga o dispersión en el público.
7- Aclaración o ampliación
Son “paréntesis” verbales que se utilizan para ampliar o explicar mejor una idea. Las ampliaciones en el lenguaje oral deben ser cortas y concisas, de manera de poder regresar rápidamente a la idea original sin que el oyente se disperse o se pierda el objetivo del mensaje principal.
8- La Metáfora
La metáfora un recurso léxico semántico, es decir, que tiene que ver con el sentido de lo dicho. Con la metáfora se intenta decir o explicar algo sin hacer alusión directa a ese algo, sino utilizando términos que comparten su significado. Es un recurso estético que será más o menos efectivo dependiendo del nivel cultural de la audiencia.
Ejemplos de Metáfora:
“Las nieves del tiempo platearon mi sien”; en este caso, nieves tiene que ver con las canas, ya que en realidad lo que se quiere decir es que el paso del tiempo que hizo que si pelo se llenara de canas.
“Danza mi corazón al verte y llora cuando te vas”; el corazón no puede danzar ni llorar, pero la metáfora transmite la emoción de alegría y de tristeza que produce la presencia de la persona a la que alude la frase.
9- Comparaciones o analogías
Junto con las aclaraciones y ampliaciones, son recursos que le permiten al que habla explicar mejor una idea y lograr que el oyente la fije y entienda correctamente.
No es un recurso exclusivo del lenguaje oral y a veces funciona mejor en el lenguaje escrito, donde el lector maneja sus tiempos para entender el mensaje.
En una exposición hay que ser cuidadoso con esto, porque si no se escoge una buena comparación, puede confundir en lugar de aclarar.
10- Hipérbole
Es otro recurso literario que puede trasladarse a la expresión oral con relativo éxito dependiendo de la habilidad de quien lo utilice.
La hipérbole es una figura retórica que consiste en exagerar un hecho con el fin de captar la atención y darle mayor énfasis a una idea con respecto al resto.
Es importante que no se confunda la intención del emisor al utilizar una hipérbole: debe quedar claro que es una exageración intencional y no un engaño o una mentira que pueda desacreditar o disminuir su credibilidad o reputación.
Algunos ejemplos de hipérbole: “Me duelen hasta las pestañas”; Te amo hasta el infinito y más allá”; “se lo repetí un millón de veces”; “somos el mejor país del mundo”.
Referencias
- Virginia Acuña Ferreira (2011). Recursos Prosódicos y verbales para la intensificación de las emociones en la conversación cotidiana. Recuperado de academia.edu.
- Figuras retóricas (2009). Recuperado de retoricas.com.