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Araña lobo: características, hábitat, reproducción, comportamiento


La araña lobo (Lycosa tarantula) es una araña perteneciente a la familia Lycosidae. Fue descrita por Linnaeus en 1758. Esta especie es una de las que posee mayor tamaño en el continente europeo. Son bastante tímidas por lo que al sentirse amenazadas huyen rápidamente a sus refugios.

Inicialmente se les denominaba tarántulas, sin embargo, con el descubrimiento de las arañas migalomorfas sudamericanas (mucho más grandes), adoptaron el nombre común de arañas lobo, debido a sus métodos de caza activa.

Tanto las hembras como los machos antes de su maduración sexual son localizados en pequeñas madrigueras. La maduración de estas arañas puede extenderse por hasta 22 meses, dividiéndose su desarrollo post-embrionario en periodos discretos claramente diferenciables por la aparición de las mudas.

Cuando el período reproductivo es limitado y los machos y hembras no están maduros sexualmente para el mismo periodo, el número de animales maduros determina si existe poligamia o no.

Los genitales externos, el bulbo copulatorio del macho y el epigynum de la hembra, se desarrollan completamente durante la última muda. La maduración completa de los individuos ocurre en al final de la primavera (finales de mayo e inicios de julio).

En la naturaleza puede existir una alta densidad de estos animales, registrándose hasta 40 madrigueras en un área de 400 m2, donde se reparten hembras adultas, hembras jóvenes y machos no desarrollados.

Las arañas lobo pueden exhibir una distribución aleatoria dentro de los territorios que ocupan, durante los primeros estadios de su desarrollo. Cuando son juveniles, tienden a ubicarse de manera agregada en aquellos lugares que les ofrecen las mejores condiciones. Sin embargo, al llegar a la fase adulta la disposición espacial varía significativamente.

Las madrigueras de las hembras están separadas por distancias constantes, lo que indica cierto grado de territorialidad y de protección del recurso “madriguera”. Además de esto, se garantiza disponibilidad de alimento dentro de un territorio protegido.

Atacan a sus presas a distancias de entre 30 y 40 cm de su madriguera, a la que regresan luego, por integración de la ruta gracias a la recopilación de información visual y mediante otros órganos receptores.

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Características generales

Son arañas de gran tamaño. Sus cuerpos (sin tomar en cuenta la longitud de las patas) pueden alcanzar tallas de hasta 3 cm en las hembras y los machos un máximo de 2,5 cm. Las hembras suelen ser más longevas que los machos debido a que pasan la mayor parte de su vida en la madriguera.

La coloración de estos arácnidos es bastante variable. Los machos suelen tener una coloración pardo clara, mientras que las hembras son pardo oscuras. Las patas en ambos sexos poseen patrones de bandas laterales oscuras que son más notorias en las hembras.

Presentan ojos dispuestos en una configuración típica 4-2-2. Una fila anterior conformada por un par de ojos anteriores medios (AME), un par de ojos laterales medios (ALE) y una fila posterior conformada por un par de ojos medios posteriores (PME) grandes y un par de ojos posteriores laterales (PLE).

En las etapas juveniles, machos y hembras son indiferenciables, sin embargo, son reconocibles sexualmente después de la penúltima muda (subadultos), cuando el tarso de los pedipalpos en los machos aumenta de tamaño y los genitales externos femeninos (epigynum) son claramente distinguibles.

Características visuales

Estas arañas son capaces de usar la estructura visual del sustrato en el que se desempeñan para regresar a su madriguera empleando la integración de la ruta. Solo los ojos laterales anteriores son capaces de percibir el cambio visual del sustrato en el que se desempeñan.

Los ojos laterales anteriores (ALE) son los encargados de medir el componente angular del desplazamiento en condiciones en las que no hay luz polarizada o una posición relativa con respecto al sol. De esta manera, Lycosa tarantula pueden determinar la distancia y ruta de regreso a la madriguera.

En condiciones lumínicas naturales, la direccionalidad del movimiento está asociada con los ojos medios anteriores (AME) que son los únicos que detectan luz polarizada.

El papel de los ojos medios posteriores parece estar relacionado con el de los ojos laterales anteriores y la detección del movimiento, siendo de las arañas con mejor visión.

Hábitat y distribución

Lycosa tarantula se distribuye en gran parte del sur Europa, en la cuenca del mar Mediterráneo. Actualmente se encuentra en el sur de Francia (Córcega), Italia, Balcanes, Turquía, España y gran parte del Oriente Medio.

Generalmente ocupa ambientes secos con baja humedad y vegetación escasa. Algunas áreas de distribución presentan arbustos dispersos y abundante maleza.

Construyen galerías o madrigueras verticales que pueden alcanzar entre 20 y 30 cm de profundidad. La región externa de la madriguera generalmente consta de ramas pequeñas, hojas y piedras que están unidas con seda.

Durante el invierno utilizan estos refugios para resguardarse de las bajas temperaturas. De igual forma, se resguardan la mayor parte del día de la radiación solar.

Taxonomía

Lycosa tarantula cuenta actualmente con dos subespecies reconocidas. Lycosa tarantula carsica (Caporiacco, 1949) y Lycosa tarantula cisalpina (Simon, 1937).

Recientemente, la filogenia molecular del grupo de arañas lobo para la cuenca del mediterráneo occidental, establece un grupo muy relacionado de especies denominado “grupo Lycosa tarantula”. El grupo establece relaciones de parentesco genético, morfológico y de comportamiento.

Dentro del grupo se incluyen a las especies Lycosa tarantula, Lycosa hispanica y Lycosa bedeli.

Otra araña de la familia Lycosidae con la que suele ser confundida Lycosa tarantula es Hogna radiata, la cual posee un menor tamaño y presenta un diseño de coloración distintivo en el cefalotórax.

Estado de conservación

Como en la mayoría de los arácnidos, el estado poblacional de estas arañas no ha sido evaluado y no se conoce si existen tendencias de disminución de sus poblaciones.

Es posible que la intervención del hábitat y la eliminación de estos animales afecten su número, sin embargo, es necesario establecer investigaciones sobre su estado de conservación.

Reproducción

Algunas poblaciones estudiadas muestran un comportamiento de reproducción polígamo, sin embargo, la frecuencia de apareamiento múltiple es baja.

El éxito reproductivo de las hembras puede estar sesgado, pues un número pequeño de machos pueden monopolizar la cópula. Los eventos reproductivos también dependen de la distribución espacial y temporal tanto de los machos como las hembras.

En la época reproductiva, los machos suelen madurar más rápido debido a que poseen un menor tamaño y en consecuencia pasan por un menor número de mudas.

Por otro lado, los machos de Lycosa tarantula, son errantes, es decir que no poseen una guarida permanente como en el caso de las hembras y por lo tanto sufren un mayor grado de mortalidad. Por lo tanto, la mortalidad y la maduración relacionada con el sexo, son factores que influyen en la disponibilidad de pareja.

Las hembras pueden estar muy dispersas y pueden ser difíciles de localizar por parte de los machos. Se ha observado que las hembras pueden influenciar la reproducción mediante la selección de los machos.

Una vez que el macho localiza una hembra interesada, inicia un cortejo breve que consiste en una serie de pasos elaborados y movimiento de los pedipalpos.

Construcción del capullo y cuidado parental

La elaboración del capullo ocurre entre tres y cuatro semanas luego del apareamiento.

Generalmente, si es el primer periodo reproductivo de la hembra, esta solo construirá un capullo de huevos. Si esta sobrevive para el siguiente año, puede hacer un nuevo capullo que colgara de la región ventrodistal del abdomen hasta que eclosionen los huevos.

Cada capullo pude contener más de cien huevos. Una vez que las crías emergen del capullo, al igual que gran parte de las arañas de la familia Lycosidae, se posicionan sobre el prosoma y abdomen de la madre.

Una vez son independientes y están preparadas para cazar, las crías se van dispersando en el ambiente, estableciendo sus propios refugios.

Las hembras con más de una temporada reproductiva suelen colocar sacos de huevos más pequeños y con menor número de huevos que las hembras más jóvenes.

Esto último está vinculado con la alimentación menos frecuente de las hembras más longevas y un fenómeno conocido como senescencia reproductiva. En el siguiente video se muestra la bolsa de huevos de una hembra de esta especie:

Nutrición

La actividad de estas arañas es principalmente nocturna. Durante las noches pueden observarse a las hembras emboscando posibles presas alrededor de su madriguera o explorando cerca de esta.

En general, las hembras marcan un perímetro con seda de unos 20 cm de diámetro alrededor de la madriguera, lo cual les ayuda a detectar presas que pasen cerca de su madriguera. Los machos por otro lado, al ser moradores del suelo cazan de manera más activa a sus presas.

Gran parte de la dieta de estas arañas se basa en otros invertebrados como grillos, cucarachas y lepidópteros. Además, pueden ser caníbales, consumiendo arañas lobo juveniles o machos con intenciones reproductivas en el caso de las hembras.

Los machos pueden tener un valor nutricional superior al de muchas de las presas disponibles en el ambiente que ocupa la hembra.

Los machos han adaptado su comportamiento para evitar durante las noches a las hembras. Se cree que detectan las feromonas que la hembra deja impresas en la seda alrededor de la madriguera. En la naturaleza, la tasa de alimentación de las hembras es más alta que la de los machos. En el siguiente video se observa cómo una araña lobo caza un grillo:

Comportamiento

Los machos luego de madurar sexualmente (después de la última muda), dejan sus refugios para convertirse en moradores del suelo. Este tipo de estrategia es conocido para una gran diversidad de arañas cursoriales. Por otro lado, las hembras permanecen en su madriguera y alrededores durante toda su vida.

Los machos dejan la madriguera una semana después de su maduración, con el fin de buscar hembras para reproducirse. Durante algunas noches pueden ser observados pernoctando en alguna madriguera abandonada o incluso con una hembra, si tiene éxito de encontrarla y ser aceptado por la misma.

No se han observado relaciones de competencia entre los machos, como una medida de garantía para el éxito reproductivo. Las hembras de esta especie se pueden aparear con varios machos en una sola temporada reproductiva, del mismo modo los machos pueden ser observados apareándose hasta con seis hembras.

Las hembras suelen ser más agresivas con los machos por la noche que durante el día, de igual forma, las hembras son cazadoras más efectivas durante este periodo.

Debido a esto, los machos suelen visitar a las hembras durante el día cuando tienen menos probabilidades de ser canibalizados por la hembra.

Relaciones culturales

En algunas regiones de Italia y España donde se distribuye esta araña, era considerada una araña peligrosa.

Sin embargo, los emponzoñamientos con estas arañas son poco frecuentes y no resultan graves. Su veneno es considerado similar al de una abeja y la reacción sistémica es más bien identificada como una reacción alérgica localizada.

En la cultura popular europea del siglo XVII, una mordedura de Lycosa tarantula, producía un cuadro de histeria convulsivo conocido como tarantismo, que es combatido solo con la realización de un baile muy elaborado con acompañamiento musical conocido localmente como la tarantela.

La persona afectada por la mordedura de una tarántula era sometida a una serie de bailes que variaban según la respuesta del afectado y si la araña responsable del accidente era hembra o macho.

La persona tarantulada, danzaba con ayuda de otras personas, sujetado a una cuerda amarrada de una viga en el techo de la casa. La música se detenía cuando el paciente mostraba síntomas de cansancio, momento en el cual era reconfortado con abundantes líquidos, caldos y agua.

El baile se extendía por un periodo máximo de 48 horas, hasta que desaparecían todos los síntomas relacionados con el tarantismo.

Referencias

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