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Las 70 Mejores Frases de Hannibal Lecter


Te dejo las mejores frases de Hannibal Lecter, psiquiatra psicópata y caníbal, erudito e intrigante personaje ficticio de las novelas de Thomas Harris llevadas al cine en El silencio de los inocentes, Hannibal, El dragón rojo yHannibal, el origen del mal.

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-Es la certeza de la muerte lo que nos conduce a la grandeza.

-El amor y la muerte son los pilares sobres lo que gira toda emoción humana. Lo que hacemos por nosotros muere con nosotros, lo que hacemos por los demás sobrevive.

-Las palabras son cosas vivientes. Tienen personalidad, un punto de vista, un plan.

-La memoria hace que los momentos sean inmortales, pero el olvido promueve una mente sana. Es bueno olvidar.

-Ninguna bestia es tan salvaje como el hombre cuando tiene el poder para expresar su ira.

-Cuando sea factible, uno siempre debe de tratar de comerse a los groseros.

-Formamos vínculos muy rápidos con lo que aún ni existe.

-Casi todo lo que hacemos, casi todo en lo que creemos, lo motiva la muerte.

-Para alguien fuerte no hay nada más desconcertante que verse débil.

-Hacer cosas malas a gente mala nos hace sentir bien.

-Cuando el zorro escucha al conejo gritar, viene corriendo, pero no para ayudar.

-Sin recuerdos, la imaginación tomará el control.

-Nada aísla más que una enfermedad mental.

-La tragedia no es morir, sino desperdiciarse.

-El amor nos aleja de los sentidos, pero el odio hace que estén presentes para calcular nuestros actos.

-Nuestras cicatrices tienen el poder de recordarnos que el pasado fue real.

-Uno observa la nada y solo ve las cosas que ya tiene en mente.

-Siempre me ha reconfortado la idea de la muerte, que mi vida puede acabar en cualquier momento me permite apreciar completamente la belleza, el arte y el horror de todo lo que este mundo puede ofrecer.

-Nada me hizo suceder. Yo sucedí.

-Ahora estás siendo grosero, y yo odio a la gente grosera.

-Como tu madre te dice, y mi madre solía decirme, “es importante”, siempre solía decir, “el siempre tratar cosas nuevas”.

-Si no puedes estar al tanto con la conversación, entonces mejor no te metas.

-¡Oye, Cordell! ¿Por qué no lo empujas? Siempre puedes decir que fui yo.

-Y no mientas Clarice, o lo sabré.

-Tu trabajo es el de ocasionar mi perdición, así que no estoy tan seguro de que tan buenos deberían de ser mis deseos para ti. Pero estoy seguro que nos divertiremos. Ta-ta, “H”.

-¿Estás acaso tratando de encontrar mi paradero, chica traviesa?

-La gente no siempre te dice lo que está pensando. Tan solo se preocupen de que no avances en la vida.

-¿Has visto la sangre en la luz de la luna? Parece bastante negra.

-¿Crees que me puedes cambiar de la misma manera que te he cambiado?

-Mason Verger no quiere matarme más de lo que yo lo quiero matar a él. Él solo desea verme sufrir de una manera inimaginable. Es bastante retorcido, sabes.

-Clarice, ¿qué estás haciendo despierta? Deberías estar descansando. Regresa a la cama.

-Me imagino que tu hermano pequeño debe de oler casi tan mal como tú hueles ahora.

-A mí no me interesan los corderos, solo me los como.

-Todo él es empatía pura. Puede asumir su punto de vista, o el mío, y tal vez otros que le asustan. Es un don incómodo, la percepción es un arma de doble filo.

-Crucé la mitad del mundo para verte correr, Clarice. Déjame correr, ¿no?

-Todo acto creativo tiene su consecuencia destructiva. Aquel que fue ayer debe perecer para dar paso a quién es hoy.

-En algún punto entre negar sucesos horribles y llamarlos a gritos reside la clave del trauma psicológico. El trauma psicológico es un mal de los débiles, yo quiero devolverte el poder.

-No me vas a persuadir apelando a mi vanidad intelectual.

-En una nota similar debo confesarte, estoy pensando seriamente en comerme a tu esposa.

-Para Sócrates la muerte no era una derrota, sino un remedio.

-Ser inteligente arruina muchas cosas, ¿no es así?

-Dime Clarice, ¿han dejado ya de gritar los corderos?

-No envenené tu cena. No le haría eso a la comida.

-El recuerdo es lo que tengo ahora en vez de una vista.

-La malicia de Dios no tiene medida y su ironía es incomparable.

-Es curioso advertir con qué eficacia operan las cosas cuando uno las reconoce.

-Debe comprender que la sangre y el aliento no son más que elementos que cambian para hacerle brillar, como el fuego es fuente de luz.

-Dime Clarice, ¿alguna vez me dirías: “Alto. Si me amaras, te detendrías”?

-Yo comprendo su estado mental, usted comprende el mío, somos iguales. Eso le da la capacidad de engañarme y de que yo le engañe.

-Los departamentos de psicología están repletos de deficientes mentales.

-La tendencia a ver a los demás menos humanos es universal.

-No hubiera dejado que te pasara eso. La descortesía es indescriptiblemente fea para mí.

-Shh… No te muevas. Estás en shock. No quiero que sufras dolor. En un momento comenzarás a sentirte mareado, luego somnoliento. No te resistas. Es tan suave como meterse a una tina de agua tibia. Lamento tener que haber llegado hasta aquí Will, pero todo juego debe terminar.

-Toda elección nos da la posibilidad de arrepentirnos.

-Tomo tu sangre, como tu carne.

-Antes de comenzar, tengo que advertirte… nada aquí es vegetariano.

-Verás, el cerebro por si mismo no siente dolor si eso te preocupa Clarice.

-Disfruto haciendo retratos. Las expresiones faciales revelan los procesos mentales del sujeto.

-¿Cómo te sabe esa palabra, Clarice? ¿Eh? ¿Barata y metálica, como chupar una moneda grasosa?

-Las emociones positivas son un regalo de nuestros ancestros los animales, la crueldad es un regalo de nuestra propia humanidad.

-De verdad me gustaría hablar por más tiempo, pero tendré un viejo amigo mío para la cena.

-Eres un chico excepcional. Admiro tu coraje. Creo que me comeré tu corazón.

-La primera y la peor señal de un comportamiento sociópata, es la crueldad hacia los animales.

-Una reacción anormal a una situación anormal es un comportamiento normal.

-Sé ciega Alana. No seas valiente.

-Un levantador de censos una vez trató de hacerme unas preguntas. Me comí su hígado con unas habas y un buen Chianti.

-Nada nos hace más vulnerables que la soledad, a excepción de la avaricia.

-Los niños nos transportan a nuestra niñez, a los recuerdos con papá. Esa vida es un ancla que nos sostiene en la tempestad, todo el mundo necesita un ancla.

-¿Intestinos adentro o afuera?