Guacamaya verde: características, hábitat y alimentación
La guacamaya verde (Ara militaris) es una especie nativa de México perteneciente a la familia Psittacidae del orden Psittaciformes. Es un ave de gran tamaño que se caracteriza por sus plumas verdes con marcas azules y amarillas en las alas, así como por su diadema color escarlata en su frente.
El nombre de la especie A. militaris proviene de las palabras arará, que quiere decir “guacamaya”, y a su vez ara en griego significa “fuerte”. Por otro lado, militaris proviene del latín y significa “militar”; este nombre hace referencia al color verde de la guacamaya, que se asemeja al uniforme militar, por eso suele conocerse también como guacamaya militar.
El guacamayo es un ave muy ruidosa, pudiéndose escuchar el canto a cientos de metros de distancia. Vive en grupos de cinco a doce individuos, que habitan en cañones, barrancos, pastizales, bosques húmedos tropicales y subtropicales, al igual que en zonas áridas desde México hasta Argentina.
A partir del rango geográfico que esta ocupa, se pueden distinguir tres subespecies: A. militaris militaris, que se encuentra distribuida entre Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia; A. militaris bolivianus, que habita en Bolivia y Argentina; y por último A. militaris mexicanus, que vive solo en México.
La dieta consiste principalmente en semillas, frutos secos y bayas, aunque también se alimenta de brotes de plantas, hojas y flores. Sus hábitos alimenticios contribuyen a la dispersión de semillas y a la composición vegetal de los bosques.
El macho y la hembra son pareja de por vida y la temporada de reproducción varía dependiendo de las latitudes en la que se encuentren cada subespecie. Por lo general, la hembra pone de 2 a 3 huevos y ambos padres se encargan del cuidado de las crías hasta que alcanzan la madurez a los 4 años de edad.
Actualmente la supervivencia de la especie está siendo amenazada por el tráfico ilegal y la destrucción del hábitat. Por tal razón, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) cataloga a la guacamaya verde como ‘vulnerable’, lo que significa que no debe comercializarse y se debe promover su conservación.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Hábitat y distribución
- 3 Alimentación
- 4 Reproducción
- 5 Estado de conservación
- 6 Referencias
El adulto alcanza un tamaño de 70 a 75 cm, con una envergadura (alas extendidas) de 100 cm ancho y un peso de 1 kg en promedio. Predomina el verde brillante en las plumas del cuerpo, con una diadema en la frente color escarlata. El cuello, garganta, pecho, vientre, muslos y costado son verde olivo.
Parte de la cara está desprovista de plumas y en su lugar posee 5 a 6 líneas de plumas pequeñas de color rojo formando estrías. El iris del ojo va de amarillo a café claro blanquecino. Tanto hembras como machos son del mismo color.
Las plumas de vuelos son azules al igual que la cola, la cual es larga y puntiaguda con una mancha roja hacia la mitad. Debajo de las alas, exhibe una coloración amarillenta. El pico es grande, duro y curvo, de color grisáceo oscuro y con una legua carnosa. Sus patas son de color gris oscuro y cortas, mientras que sus pies tienen dos dedos hacia al frente o dos hacia atrás (zigodáctilos).
Es de hábitos diurnos, lo que significa que en la mañana tiene mayor actividad y durante tempranas horas del día se encarga de buscar alimento. En la tarde duerme en los sitios de descanso.
Es un ave muy ruidosa que emite una gran variedad de sonidos estruendosos, roncos y ásperos capaces de escucharse a cientos de metros de distancia. La edad de esta especie en la naturaleza sobrepasa los 50 años de edad.
Se encuentra en bosques húmedos, subtropicales, áridos y espinosos, entre latitudes de 600 a 2600 msnm. Pueden volar en tierras bajas, pero suelen pasan la mayoría de su tiempo sobre las copas de los árboles y acantilados a más de 200 metros sobre el suelo.
La guacamaya militar se reproduce en fragmentadas regiones de América, desde el norte de México hasta el norte de Argentina y su rango geográfico dependerá de las subespecies; A. militaris militaris se encuentra distribuida entre Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Por otro lado, A. militaris bolivianus habita en Bolivia y Argentina, mientras que A. militaris mexicanus está restringida solo en México.
Las diferencias entre subespecies se deben a variaciones menores de color y tamaño, siendo la subespecie A. militaris mexicanus la más grande de las tres.
Su dieta consiste principalmente en semillas, frutos secos y bayas, aunque también se alimenta de brotes de plantas, hojas y flores que se encuentran en la copa de los árboles. Su pico es capaz de romper con facilidad frutos de cáscara dura. En los bosques subtropicales elige frutas como mango (Mangifera indica), limón (Citrus limon) y ananá o piña (Anana comosus).
Aparentemente, al igual que otras especies, el guacamayo verde rastrea su alimento a través del paisaje, pudiendo ser más o menos sedentario dependiendo de la disponibilidad de recursos alimenticios en el ambiente. En algunos lugares se ha registrado un desplazamiento diario del ave de 20 km entre las áreas de descanso y los sitios de alimentación.
En ocasiones, el guacamayo verde consume arcilla que se encuentra a lo largo de las orillas de los ríos para desintoxicarse de sustancias nocivas provenientes de algunas semillas y plantas que son venenosas. Además, se considera que la arcilla le proporciona la sal dietética que no está disponible en la dieta corriente del ave.
Sus hábitos alimenticios contribuyen a la dispersión y a la composición vegetal de distintos ambientes subtropicales.
Las guacamayas verdes son monógamas, por lo que solo tienen una pareja sexual que conservan de por vida. La época reproductiva varía considerablemente según la región como consecuencia de la temperatura y las precipitaciones que afectan la disponibilidad de alimento, pero se reproduce cada dos años.
El periodo de gestación del ave es de 26 días aproximadamente y solo coloca entre 2 a 3 huevos, que son incubados por la hembra. Los polluelos nacen desprovistos de plumas y con los ojos cerrados.
Tanto el macho como la hembra se encargan del cuidado de los juveniles. En el trascurso de dos a cuatro años, el guacamayo alcanza la madurez sexual. Su tasa reproductiva es lenta y se estima que solo de un 10 a un 20% de la población se reproduce por temporada.
Durante la cópula, ambos guacamayos se colocan juntos y se acicalan mutuamente, acompañado de movimientos de la cabeza hacia arriba y hacia abajo. Luego, ponen la cola sobre la espalda de la otra mirando en sentido opuesto y vuelven a acicalarse nuevamente, proceso que repiten 3 veces más, hasta que una de las guacamayas posa el ala sobre la otra y emite un sonido gutural. Posteriormente, cruzan las colas y frotan sus cloacas durante unos instantes.
La subespecie A. militaris militaris se reproduce desde el mes de enero a marzo, mientras que A. militaris mexicanus en los meses de abril y julio. Por otro lado, A. militaris bolivianus se reproduce en los meses de noviembre y diciembre.
La especie forma grupos tanto en la época reproductiva como no reproductiva, siendo fieles a los sitios de nidificación y descanso. Los individuos de las parejas reproductivas se posan cerca de los nidos, manteniendo contacto vocal con el resto de los individuos no reproductivos, mientras que estos se posan a los alrededores.
La subespecie A. militaris mexicanus suele anidar en grietas de barrancos, sobre paredes desnudas con una pendiente de 90º a una altura que va desde los 50 metros hasta los 455 metros. La entrada de los cañones tiene un diámetro de 30 a 150 cm. Estas barrancas también son utilizadas como dormideros por los individuos no reproductores durante la época de cría.
Igualmente, A. militaris bolivianus y A. militaris militaris tienden a nidificar en árboles y palmeras con alturas máxima de 28 metros sobre el suelo.
En la actualidad, la población de la guacamaya verde ha disminuido de forma alarmante. Tanto es así que se estima que la población de individuos maduros se encuentra entre los 2.000 a 7.000 ejemplares.
Las causas más probables de la desaparición de la especie son el comercio ilegal y la pérdida de hábitat, principalmente por la deforestación de los sitios de nidación y encuentro.
Esta ave usa tierras agrícolas, motivo que lleva a ser perseguido y tratado como plaga en algunos sistemas agrarios. En Colombia y México se ha registrado extinciones locales mientras que reportes de Guatemala y Argentina señalan que la especie está extinta en la naturaleza. En Venezuela fue declarada en peligro de extinción.
Es por ello que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasificó a A. militaris como una especie ‘vulnerable’. Asimismo, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), bajo el Apéndice I, protege al ave de ser capturada por traficantes ilegales de animales silvestres.
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