Cultura general

Militarismo: concepto, ideología, historia, características


¿Qué es el militarismo?

El militarismo es aquella ideología que se basa en la premisa de que para conservar la tranquilidad y estabilidad de una nación hay que prepararse para el combate. También establece que hay que estar preparado para dar la batalla contra quienes amenacen la paz de la nación.

Hablar de ideología significa explicar las ideas y códigos que sirven de base a los comportamientos, costumbres y procederes que configuran la identidad. Los militares constituyen un cuerpo armado creado por algunas naciones para dar resguardo y protección al gobierno civil. No todos los países tienen fuerzas armadas.

Este grupo de personas entrenadas en el oficio de hacer la guerra, debe actuar en el marco de unas normas y valores que constituyen su ideología.

La ideología militar es conservadora y se da preferencia al orden, la jerarquía, la disciplina y la preeminencia de instituciones tradicionalistas como la familia, la Iglesia y la propiedad privada.

Historia del militarismo

Los primeros estudiosos en emplear el término “militarismo” fueron Louis Balnc y Pierre J. Proudhom. El concepto no es reciente, ya que en el siglo XIX  se le aplicó al reino de Prusia (hoy Alemania).

Desde 1644 Prusia unificó en regimientos a los mercenarios expertos en el manejo de armas y técnicas de combate, que hasta entonces servían a particulares y que fueron reclutados por el rey Federico Guillermo I (conocido como el rey soldado).

Este gobernante creó pautas y penalizaciones a los militantes transgresores y fundó una institución para la formación de oficiales y la profesionalización de los soldados.

También multiplicó sus fuerzas armadas llevándolo a ser el cuarto ejército más grande y poderoso de Europa. Además, instauró un código de conducta moral conocido como las Virtudes prusianas.

Federico II

Luego, su hijo y sucesor, Federico II, quien era gran entusiasta de las artes militares, llevó a la plenitud el trabajo de su padre. Optimizó el ejército en su labor imperialista de ataque y expansión de sus fronteras.

Todas las actividades de la sociedad prusiana giraban en torno al ejército. Los aristócratas   dirigían (oficiales), la clase media proporciona los suministros (proveedores, productores y comerciantes) y los campesinos constituían el cuerpo del ejército (tropas).

Admirado por unos, satanizado por otros, el militarismo estuvo siempre entre dos aguas. Al inicio fue duramente criticado como indicador de atraso, de barbarie. Un país militarizado era visto como primitivo, violento y destructor.

Hoy en día la militarización se ha convertido en el estandarte que enarbolan orgullosos las potencias más desarrolladas y ricas de Occidente.

El sistema militarista ha evolucionado desde la creación de grandes y eficientes cuerpos de ataque a la creación de verdaderas industrias armamentistas. En estas no solo figuran soldados y oficiales como actores en escena, sino que se unen los políticos, los empresarios y los medios de comunicación.

Algunos civiles aúpan y apoyan la militarización de su propia sociedad, y se orquestan en sinfonía con letales bombardeos a otras naciones.

Ideología del militarismo

En ocasiones, la ideología militar asume tendencias corporativistas; la ideología no es de individuos sino de grupos. En el caso de los cuerpos armados surge el militarismo, el cual puede ser impuesto al resto de los habitantes por la fuerza a través del sometimiento violento para anexarlos a sus filas.

Una sociedad militarizada es aquella que confía su estabilidad en el armamento, los soldados, los oficiales y sus modos. Todos ellos son considerados indispensables para resolver los conflictos y evitar fragmentaciones de la nación.

En tal sentido, se aprueba su presencia y participación activa en las decisiones y acciones de la administración pública e instituciones gubernamentales en general.

Otra forma de militarismo es la que se ejerce al hacer presión en lo militar y lo político sobre otros países. Se clasifica según su nivel de desarrollo, sus áreas de poder y su pertenencia o no a bloques o bandos de poder.

¿Cómo saber un país está militarizado?

Dentro de los síntomas de la militarización de un país destacan los siguientes:

  • Destinar enormes porciones del presupuesto nacional al armamento y optimización de la tecnología militar.
  • Instauración del servicio militar de carácter obligatorio para garantizar un contingente de personas adiestradas para obedecer.
  • La creencia generalizada de que los atributos de mayor prestigio son lo masculino y lo violento.

Si bien hay quienes elogian la organización y los métodos castrenses, el militarismo es cuestionado por un amplio sector de la humanidad, ya que el resultado de su accionar cuesta gran sufrimiento e innumerables muertes, tanto de tropa entrenada como de civiles inocentes.

El pensamiento militar contempla todo en dos categorías cerradas: se es amigo o enemigo. En la sociedad civil, este tipo de lógica es demasiado rígida e inconveniente.

Los dirigentes de una nación deben saber negociar y llegar a acuerdos. En esta área son completamente inexpertos los oficiales militares quienes, por el contrario, son duchos en técnicas de persuasión a través del combate.

Características del militarismo

El Estado gobierna las fuerzas armadas

En situaciones normales, las fuerzas armadas suelen estar bajo el mando del jefe de Estado y cuentan con un marco constitucional que justifica su creación y mantenimiento.

En situación de militarización, la intervención castrense excede y arropa las instituciones civiles, generándose el fenómeno de los ejércitos con naciones en lugar de las naciones con ejércitos.

Sociedad jerarquizada

En una sociedad militarizada su estructura está fundamentada en la jerarquía, donde se encuentran oficiales y tropas de distintos rangos. Los civiles quedan para servir a estas estructuras.

Apoyo económico y adversarios

La oficialidad cuenta con apoyo económico y político de la derecha. En el caso de los ejércitos imperialistas, los adversarios externos son aquellos países que tienen algún recurso mineral o natural apetecido por la potencia en armas. También lo son los países vecinos cuyo territorio representa la expansión geográfica del imperio.

Allí se crean las condiciones mediáticas para generar el ataque directo y la posterior invasión y saqueo. Los enemigos internos suelen ser los mismos pobladores que, hartos de injusticias sociales, de represión, de corrupción y violencia, se rebelan y organizan estallidos.

Estos son neutralizados por sus mismos compatriotas, que han sido bien dotados de armas para el sofocamiento de sus adversarios.

Diseño del ejército

Cada país diseña su ejército a la medida, de acuerdo con sus necesidades, sus posibles amenazas intraterritoriales y extraterritoriales, así como también de acuerdo con su ubicación geográfica, su presupuesto y la densidad de su población.

Militarismo en la Primera Guerra Mundial

Los países colonialistas de Europa deseaban conservar y expandir aún más sus territorios para aumentar su poder. Esto sumó a la rivalidad ya existente entre los países y al gran auge industrial de las armas.

Finalmente, todo lo anterior se convirtió en el detonante perfecto para dar inicio a la desenfrenada competencia por la adquisición de más y mejor armamento.

Esta competencia condujo a la Primera Guerra Mundial, llamada también la Gran Guerra. En esta se movilizaron inmensas cantidades de soldados.